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muchas gracias a quienes dejaron sus lindos comentarios, y a petición de la mayoría, aquí está el capítulo. ¡disfruten! </3

advertencia: este capítulo tiene contenido para adultos (+18).



—Omma me dijo que vuelve mañana, la traerá por la mañana su amiga con el auto.

Soobin se acostó en la cama con su celular, tecleando rápidamente para darle las buenas noches a su madre de parte de ambos.

Taehyun salió del baño con una toalla en la cabeza y su pijama de ardilla voladora puesto.

—¿Le mandaste besos de mi parte?

—Si —Soobin dejó el celular sobre la mesita de luz y miró a su gatito secarse el cabello con la toalla. Se veía adorable.

Cuando terminó, se sentó en la cama junto a Soobin y se estiró. —Tengo mucho sueño~

El mayor sonrió, le tomó la mano, entrelazó sus dedos y la besó.

—Entonces, vamos a dormir.

Taehyun asintió y se acostó mirándolo con una sonrisa en sus labios. Soobin apagó la lámpara y se acercó tanto que Taehyun respiraba el aire caliente que el peliazul dejaba salir de si y viceversa.

—Me encantas.

Las orejitas de Taehyun se movieron de manera graciosa, causando que gotitas de agua cayeran sobre el rostro del peliazul.

—Tienes el cabello mojado, vas a enfermarte.

—Pero, tengo mucho sueño como para secármelo.

El híbrido hizo un puchero, el cual Soobin besó entre risitas.

—Yo te lo secó, no quiero que te agarre un resfriado, bebé.

Soobin se levantó de la cama, luego de prender la luz de la mesita. Buscó el secador, lo enchufó una vez lo encontró y se sentó en la cama nuevamente. —Ven, siéntate.

Taehyun obedeció y tomó asiento entre las piernas del mayor.

Soobin separó los mechones con cuidado y secó su cabello. Cuando terminó, cepilló delicadamente el cabello del menor mientras cantaba una hermosa melodía para Taehyun, quien dejaba escapar ronroneos con sus ojitos cerrados y su cola moviéndose de forma lenta.

Soobin mordió su labio inferior cuando sintió que el menor empujó su trasero —inocentemente— más cerca de su entrepierna.

Un dulce aroma inundó sus fosas nasales, y sabía de qué se trataba.

De repente el menor se giró. Soobin se había quedado quieto, mirando atónito cómo su bebé comenzaba a desabotonar su linda pijama.

Taehyun sonrió, con sus ojitos tapados por su cabello. Se acercó a besar los labios del peliazul y este por fin reaccionó, correspondiendo con fervor.

No pasó mucho tiempo antes de que Soobin tomara al menor de la cintura y lo ayudara a sentarse sobre su regazo con cuidado.

—Ahora tengo calor~

El mayor rió ante las palabras del más bajito y besó su mejilla izquierda. Corrió sus oscuros cabellos, dejando al descubierto sus hermosos ojitos que ahora estaban negros y brillosos.

Taehyun dejó a la vista su pecho, al compás de la pijama cayendo por sus codos. La luz naranja opaco posaba sobre su rostro y la mitad de su torso.

Una imagen demasiado erótica para el mayor.

El peliazul besó el cuello de su gatito, mientras sus manos daban masajitos a lo largo de toda su espaldita.

Taehyun no entendía muy bien su propia reacción. Se sentía bien todo aquello, pero le daba pena de solo pensar cómo estaba actuando delante de Soobin. Pero, no podía controlarlo, y tampoco parecía querer hacerlo.

Las pequeñas manos del híbrido se colaron bajo la playera del más alto, acariciando su abdomen marcado. Y Soobin respondía con besitos húmedos en sus clavículas, al igual que en su pecho.

Su ronroneo, eso realmente le gustaba.

Sus botoncitos estaban erectos luego de que la lengua de Soobin dejara un camino húmedo sobre ellos; estaban realmente cálidos y su color era más fuerte, tal vez debido a la atención del mayor sobre ellos, ganándose soniditos de lo profundo de la garganta de su gatito.

El peliazul dejó que le quitara la playera y una vez hecho, enredó sus brazos tras la cintura de su gatito, atrayéndolo más hacia él hasta que sus pechos chocaron.

Soobin quería fundirse contra él, hacerlo suyo en ese instante. Pero se trataba de su bebé, y necesitaba saber si él realmente quería eso.

Juntó sus frentes y lo miró a los ojos. El pequeño jugó con sus narices frotándolas y le sonrió. —¿De verdad quieres hacerlo?

Las sonrojadas mejillas del gatito lo delataron, asintió calmo y optó por besar la mejilla del mayor, robándole una sonrisa que detallaba sus hoyuelitos.

Soobin lo tomó de la nuca y juntó sus labios en otro beso, uno mucho más intenso. Sus lenguas se pusieron en contacto y el menor succionó.

Soobin no pudo evitar soltar un bajo gemido. Abrió los ojos y se encontró con el gatito más lindo; sus ojos cerrados, sus mejillas sonrojadas y al mismo tiempo sentía como succionaba su lengua y tiraba de ella. Cuando se detuvo, tiró del labio inferior de su bebé hasta dejarlo rojito e hinchado y se separó sonriente.

Taehyun dejó caer del todo su pijama hasta su espalda baja. Atacó los labios de su mayor y este llevó sus manos hasta el boxer de su bebé para dar apretones sobre la zona.

De a poco, inclinándose, dejó el cuerpo de Tyunie sobre el colchón y se posicionó entre sus piernas, mientras pasaba su lengua a lo largo del pequeño abdomen.

Con caricias y susurros, detallaba lo hermoso que era ante sus ojos al pequeño híbrido, y terminó de despojarle el pijama dejándolo solamente en ropa interior.

Taehyun se sonrojó incluso más de lo que ya estaba, si es que eso era posible.

Soobin le besó la frente por un rato algo largo, mientras su mano tiraba del elástico hacia abajo, y las manitas contrarias bajaban su short de dormir.

Las piernas del menor se enredaron en la cadera del mayor, al igual que sus brazos tras su cuello cuando se encontraba completamente desnudo.

Soobin rió suavemente y besó su sien.

Se separó para enderezarse y quitar su boxer de una vez por todas, sin cortar el contacto visual con su bebé. Mordía su labio mientras su mano recorría su abdomen hasta el miembro propio.

A Soobin le dolía por lo duro que estaba. Taehyun era demasiado para su salud mental; con su mirada traviesa y su lengua trazando sus labios carnosos.

El peliazul llevó su mano al cuello del menor para atraerlo nuevamente hacia él. Su boca ya se encontraba sobre la del contrario y después de unos segundos, ascendió sus dedos hasta entrar en la boquita dulce de su gatito.

Taehyun los recibió gustoso; chupó y largó un suspiro cuando la mano del mayor tomó ambos miembros y los frotó entre sí.

Soobin bajó hasta el abdomen del gatito y besó todo a su paso, hasta llegar a su miembro. Besó la punta, robándole suspiros a su bebé, y siguió hasta sus testículos. De ahí su lengua se adentró en su entradita, a lo que Taehyun gimió, sintiendo su cara arder.

Los cabellos del mayor eran jalados mientras lamía los pliegues de la entradita rosada de su pequeño.

Adentró uno de sus dedos, haciendo que Taehyun se quejara un poco y lloriqueara. Soobin besó sus mejillas. —Tranquilo, si quieres que pare, dímelo.

—N-no, por favor, no quiero que pares.

Sus labios, ojos y manos apretadas. Soobin deslizó un segundo dedo dentro de él.

—Uh~

Comenzó a moverlos en forma de tijeras, ensanchando con cuidado.

Un tercer dedo hizo presencia y el menor se retorció debajo suyo. Su mano desocupada tomó el miembro de su bebé y jaló suavemente. Subió y bajó su mano hasta que el menor se tranquilizó.

—E-estoy listo.

Soobin abrió el primer cajón de su mesita de luz y sacó un preservativo. —Espera, no tengo lubricante.

Taehyun hizo un puchero. Por un segundo su rostro se iluminó y sin decir nada, se sentó sobre sus rodillas, enfrentando al peliazul. Besó su nariz y le quitó el preservativo de la mano para romper el envoltorio con cuidado.

Soobin lo miró expectante. Sus ojos se abrieron a tope y sintió una oleada de calor intensa cuando el menor bajó el condón a lo largo de toda su extensión.

Taehyun pasaba su lengua por sus testículos hasta llegar al glande por sobre el condón. Lo tomó todo en su boca, haciendo arcadas.

Eso hizo preocupar al mayor, así que lo jaló un poco del cabello para obligarlo a parar, pero el menor no lo hizo.

Volvió a la punta y succionó, después dejó que su saliva cayera alrededor mientras sus ojos se centraban en el rostro de su mayor, quién lo miraba fijamente con sus pupilas dilatadas.

Creía que ya era suficiente, así que con cuidado, puso una de sus piernas a cada lado de la cadera contraria, y con ayuda de Soobin se dejó caer sobre su miembro.

Ambos gruñeron. Soobin miró a su pequeño, aún sin moverse. Besó sus párpados y luego sus mejillas.

Taehyun sonrió, dando después un saltito y clavó sus dedos en la espalda contraria. — Y-ya puedes moverte.

Al principio, el mayor comenzó una danza pausada.

Y pronto, las embestidas aumentaron en velocidad y fuerza, creando un ambiente más caluroso y rudo.

—Ah~ Binie~ —el mayor mordió su labio con fuerza ante los dulces gemidos del menor.

Los dedos del híbrido se clavaron aún más fuerte en la espalda del peliazul y este lo recostó sobre el colchón.

Volvió a tantear su entrada mientras lo besaba profundamente, y de un solo movimiento, ya estaba dentro de él por completo.

Taehyun dio un gritito; había tocado su punto dulce. Las mejillas del híbrido volvieron a teñirse.

La precisión de las embestidas del mayor hacían que Taehyun soltara gemido tras gemido. Soobin quería fundirse en él y si era posible, quedarse así para siempre.

El rostro del menor era todo un poema, y sus sonidos lo más melodioso que haya escuchado nunca.

Siguió con su vaivén rápido y profundo. El miembro del menor goteaba pre-semen, ya estaba cerca, el hormigueo en su abdomen lo delataba.

Soobin se hizo cargo del menor con su mano ejerciendo fuerza sobre su eje.

—¡S-soobin!

Finalmente, su abdomen y la mano del mayor estaban regadas de su semilla. Soobin dio un par de embestidas más y se corrió.

Antes de que cayera, puso sus brazos alrededor del cuerpo de su bebé y salió de su interior con cuidado mientras dejaba un beso en su mejilla.

Definitivamente lo amaba.

El mayor tomó su propia playera y le limpio el abdomen al más pequeño, causándole cosquillitas, por lo que este soltó una risita cansada sin abrir sus ojitos. Estaban hechos un desastre.

Taehyun estaba exhausto y aprovechó que su mayor se acostó a su lado —luego de ir a tirar el condón—, para poder abrazarlo y dormirse juntos de una vez.

—Te amo —Soobin besó su cabecita, y se quedó completamente dormido con su gatito en brazos.

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