Le agarro la mano en el aire a Katherine justo cuando le iba a pegar a Tiffany, Dios! No puedo creer que esta sea mi mejor amiga, ¿Por qué se está comportando así?

–¿Qué diablos te pasa Katherine?–La miro llena de decepción.

–¿Drake no te detuvo para hablar contigo?– Es lo único que dice.

–Estoy tan decepcionada de ti Katherine ¿Y que era eso de que no querías que Tiffany se acercara a mí eh? Tú no eres nadie para decidir quien se junta o no conmigo. Le reprocho.

–¿Enserio te cae bien esta tonta?– Ya está colmando mi paciencia.

–Sí ¿Y?, ¿Cual es el problema?–

–Que fácil me cambiaste– Dice dolida

–¡Yo no he cambiado a nadie!, ¿Acaso no tengo derecho a tener más amigas?– Le digo exasperada.

–Elige ¡Ella o yo!– No puedo creer que me esté poniendo a elegir.

–Sabes que lo que acabas de hacer hace unos minutos está muy mal, ¿Y aún así quieres que me quede contigo?, ¡Le ibas a pegar solo porque se hizo mi  amiga! Y para colmo la trataste horrible– Le reclamo.

Tomo del brazo a Tiffany y doy la vuelta dando por terminada la conversación. Tenemos que seguir con lo que estábamos, ya perdimos mucho tiempo.

–Así que la elijes a ella– Dice con la voz quebrada.

–En realidad las estoy eligiendo a las dos, pero a ti te voy a dar tiempo de que reflexiones que lo que hiciste estuvo mal, muy mal– Digo mirándola fijamente a los ojos.

Tiffany y yo nos alejamos lo suficiente y por fin ella dice..

–No sé de dónde saqué esa valentía para responderle así a ella– Dice mirando directamente al suelo.

–No importa de donde lo sacaste, lo que importa es que te defendiste, no mereces ser tratada así, ni tú ni nadie– Le digo pasando mi brazo por sus hombros– Cambiando de tema, tengo una buena noticia– Le digo emocionada.

–¿Enserio? ¿Cuál?– Dice uniendo las cejas.

–Pues… ¿Que te dice esto?– Digo y le muestro la llave del casillero de Jayden.

Su boca se abre formando una “O” levanta levemente las cejas.

–¡La pudiste conseguir!–Chilla emocionada.

–¡Siii! Y lo mejor es que– Le doy vuelta a la llave para que pueda observar el número.

–¡También tiene el número del casillero!, Ya tenemos todo listo entonces–Dice dando pequeños saltitos.

–Síp, aunque tengo una duda– Digo seriamente.

–¿Qué pasa?– Me mira confundida

–¿Qué hacías tú por el gimnasio?–

– Ah, es que no tenía ni la más mínima idea de cómo averiguar el número del casillero, me dí por vencida muy rápido y fui al gimnasio para estar sola, como siempre lo hago todos los días, tal vez por eso Katherine supo donde encontrarme– Dice lo último más para ella que para mí.

–Ah, osea que además de obtener la llave también yo tenía que encargarme de averiguar el número de casillero?– Bromeo para alegrar el momento.

–Sí, lo siento– Dice apenada– Aunque al final sí fue así– Dice entre risas.

–Tienes razón, vamos ya antes de que Jayden se de cuenta que su llave desapareció–Digo acelerando el paso.

Caminamos por unos cuantos pasillos hasta que por fin llegamos a los casilleros.

14,15,16 y 17 justo en este último casillero fue cuando nos detuvimos. Saque la llave de mi bolsillo y la introduje en el pequeño candado que tenía al frente, la giré y el “click” que sonó me avisó que ya podía abrir la puerta de la caja de metal.

–Listo, ¿Trajiste suficientes rocas?– Dije mientras me aseguraba de que no hubiera nadie viéndonos.

–Sí ¿Y tú?–

–Obvio–

El casillero estaba vacío, como era de esperar, talvez no venga por a recoger cosas, pero si podía venir a dejar.

–Empecemos, hay que aprovechar que está vacío– Digo mientras empiezo meter las rocas.

–¿Crees que esto no sea para nada peligroso?– Y aquí estaba Tiff siempre con sus miedos.

–Estoy segura, confía en mí– Digo encogiéndome de hombros.

En cuestión de unos dos o tres minutos ya el casillero estaba tan lleno de rocas y hasta nos costó mucho cerrarlo. Faltaban al menos diez o quince minutos para que tocaran el timbre para el recreo, y justo ahí era donde yo rezaba para que Jayden viniera a su casillero.

Un momento, si yo tengo la llave, ¿Entonces como abrirá Jayden su casillero?

–¡Tiff!–Grito haciéndola brincar del susto.

–¿Qué pasa?– Pregunta con los ojos bien abiertos.

–¡Tengo que devolverle la llave a Jayden antes de que toquen el timbre!–Gritaba exasperada eché a correr antes de que ella me dijera algo. Tenia que encontrarlo, por favor Dios que siga en el patio, y así fue, ahí estaba él tan tranquilo y mirando al cielo absorto en sus pensamientos.

En silencio me acerqué y me senté junto a él, de nuevo.

–Hola– Dice hundiendo las cejas, que me acerque a el dos veces en el mismo día debe de ser muy extraño.

–Hola– Digo con una sonrisa inocente.

–¿Qué ocurre? ¿Quieres que te dé el otro sándwich?– Dice bromeando.

–Eh no, emm, ¿Oh qué es esto?– Digo y hago que levanto la llave del suelo– Una llave de un casillero, tendré que buscar a quien le pertenece–

–Oh es la mía– Dice extrañado y yo se la entrego–Debió de haberse caído del bolso– Dice todavía tratando de encontrar una razón lógica de como se pudo haber zafado del llaverito fuera de su bolso.

Miro la hora de mi reloj y digo...

–Ay ya casi tengo la última clase, tengo que ir a mi casillero por unas cosas, chao– Digo poniéndome de pie.

–Yo también tengo que ir, pero a dejar unas cosas, espera y voy contigo– Dice también poniéndose de pie.

–Okey– Digo, ya casi llega la hora de la broma y no sé por qué tengo este sentimiento de arrepentimiento, pero no, alejó todo eso de mi mente y me repito una y otra vez que es solo un juego y nadie saldrá herido ¿O si?

En el camino vamos muy callados, tanto que el silencio en un poco incómodo, y no sé porqué me siento nerviosa de estar junto a él, debe ser porque en unos minutos se llevará una sorpresita.

Él es el primero en romper el silencio.

–Para qué clase vas?–Me pregunta y mete sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón, hasta ahora me doy el lujo de ver cómo va vestido, como hoy es martes nos dejan venir con la ropa que queramos, solo nos dejan hacer eso los lunes y martes así que hoy se puso un pantalón negro y una camisa gris que hace notar sus muy trabajados abdominales, Dios santo ya sé por qué las otras chicas lo miraban tanto si es que está buenísimo, ¿Espera qué? ¿Qué carajo acabo de pensar? No lo dije en voz alta ¿O si?

–¿Ya terminaste de admirar mi cuerpo?– Pregunta con una sonrisa burlona, este chico tiene el ego del tamaño de un rascacielos.

–¿Qué? Yo no, puff claro que no te estaba viendo a ti, yo solo estaba, emm, estaba viendo lo mal que te vistes, solo eso, y voy para Español– Digo encogiéndome de hombros.

–Claro, como tú digas?– Dice negando con la cabeza y soltando algunas risas.

Justo veo a Katherine y Drake que vienen hacía mi, ay no ¿Qué hago?. Miro a todos lados pero no puedo escapar, vamos se me tiene que ocurrir algo, y ¡Puff! Como si un bombillo acabase de prenderse justo arriba de mi cabeza, no lo pienso dos veces y jalo a Jayden hacia mí y lo beso.

Noto que él está tan sorprendido que al principio se queda inmóvil pero segundos después también empieza a mover sus labios, se mueven tan sincronizados junto con los míos. Sus labios son tan suaves que podría quedarme así por más tiempo, pero no.

Cuando ya me hace falta el aire me separo se él y vuelvo a ver hacía los lados y ya Kath ni Drake están. Suspiró aliviada de saber que me salvé de tener que dirigirles la palabra, hasta que Katherine no se disculpe con Tiff yo no le hablaré, en cuanto a Drake, me imagino que él no sabía nada de lo de Katherine pero aún así todavía no estoy para encargarme de ese tema.

Escucho que Jayden se aclara la garganta esperando que le dé una explicación, ya hasta había olvidado que lo tenía al lado mío.

–Wow Meily, primero me comes con la mirada y ahora me comes la boca– Bromea pero sé que está esperando una explicación de parte mía.

–Ya dije que solo miraba tu fea forma de vestir, y en cuanto a lo otro no te creas mucho solo lo hice para zafar de “Mis amigos”–Digo volviendo a caminar, ya estamos a punto de llegar a los casilleros cuando suena el timbre y todos los alumnos salen de sus clases, ahora el pasillo está repleto de ellos.

–Bueno hasta aquí ha llegado nuestro viaje, mi casillero es el número 27 y el tuyo el 17 así que chao– Digo y sigo caminando dejándolo a él atrás.

–¿Cómo sabes que es el número 17?– Pregunta hundiendo las cejas.

–Emm, lo ví cuando junté la llave en el patio, ¿Recuerdas?– Digo con tranquilidad.

–Ah si, tienes razón– Asiente

–Obvio que la tengo– Digo encogiéndome de hombros.

Veo a Tiff que viene corriendo hacia mí muy nerviosa.

–Ya va abrir el casillero– Me dice abriendo de par en par sus ojos–

–Sí, estate tranquila, no va a pasar nada–

En ese momento Jayden introducía su llave en el candado y cuando abrió el casillero muchas rocas salieron de el, algunas pequeñas, otras muy grandes, pero lo que pasó a continuación nos asustó mucho a Tiffany y a mí.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Ay Katherine!

Ayyy, un beso entre Jayden y Mei que bonito jsjsj aunque lo hizo solo para zafar unu

¿Qué fue lo que pasó para que Mei y Tiff se asustaran?

No olviden dejar su estrellita ⭐ y comentar 💬