Los primeros días y meses, fueron los más difíciles de sus vidas, ellos juntos en su casa  asiendo los últimos arreglos para recibir a su pequeño hijo en las condiciones optimas, guardando juguetes y la cuna que le correspondía a Mystoria.

Krest más de una vez termino llorando abrazado a Zaphiri con la ropita bordada con el nombre de su bebé entre sus manos, a pesar del tiempo seguía doliendo como el primer día. Con la habitación lista y la autorización del medico, Dégel con casi cinco meses de vida pudo por fin irse a casa, en donde lo recibieron más que felices sus abuelos y demás parientes.

Cuando al fin pudieron ver a su hijo dormir en la cuna que tenían preparada para él por tanto tiempo sintieron que todo había terminando, que su niño estaría seguro con ellos sin importar que aún debiera depender del tanque de oxigeno. O eso parecía. Los primeros tres años no fueron fáciles, Dégel era muy enfermizo, por cualquier descuido se resfriaba y le subía la temperatura.

Necesitaba muchos cuidados y se volvió mucho más apegado a su mamá cuando Zaphiri volvio a trabaja, cuando su pequeño niño tenia a penas tres años y unos meses. Según el pediatra a los siete años su salud se normalizaria, pero demostrando lo fuerte que era a pesar de ser tan pequeño a la edad de cuatro su salud ya era la de un niño normal, ni se notaba que había nacido prematuro.

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Hoy era un día especial, el día en el que al fin entraba a clases y Krest volvía a trabajar.

- ¿Estas nervioso pequeña cabecita de alga?- Zaphiri le desordenaba los cabellos, aunque su hijo le dijiera que no sabia que estaba asustado, tanta gente nueva no le gustaba.- oye es normal estar asustado el primer día de escuela.

- ¿De vedad?

Krest rabiaba bastante con que se comiera la "R" a la hora de hablar, a él le encantaba.

- Si, por supuesto que lo es.- se agacho a su altura para susurrarle- ¿Te cuento un secreto antes de que venga tu mamá?

Asintio con ganas.

- Krest lloro abrazado a las piernas de tu abuela el primer día de escuela, y cuando ella se fue se pego como garrapata a mi.

La carita de sorpresa de Dégel no era por lo que le había contado sino, por ver al castaño detrás de su papá, listo para darle en la cabeza con un libro que traía en la mano.

- Zaphiri.- el mencionado dio un salto del susto- que yo recuerde la garrapata fuiste tu.

- Ah jajaja, que cosas ¿No?.- se rasco la nuca incomodo. Volvió a mirar esos ojitos violetas que aun miraban a sus nuevos compañeros con algo de miedo- no te preocupes, vas a a estar con Shion en esta clase, no vas a estar solito. Ademas nosotros trabajamos aquí también, no estaremos lejos.

El sonido de la campana lo interrumpió. Dégel se apego a sus piernas hasta que vio venir corriendo a su amigo a buscarlo, solo así entro a clases. Ambos se quedaron viendo como tomaba asiento en una de esas pequeñas mesas listo para su primera clase.

-Siento que creció muy rápido, si apenas ayer tenia que tomarlo de sus manitos para ayudarlo a caminar.

-Aww, me encanta tu faceta materna. Pero tengo que interrumpirla; vamos tarde a clases.

Lo tomo de la mano y sin avisarle nada comenzó a correr en dirección de las aulas en las que ellos mismos debían dar clases.

- ¡Mierda, Zaphiri esto es culpa tuya!

El griego solo pudo reírse con fuerza, antes de cargarlo como una princesa ante la vista de algunos inspectores y alumnos atrasados, que no sabían que les pasaba. Krest toco suelo cuando llego a la sala del séptimo año. Le dio un zape en la cabeza al otro sin darse cuenta que sus alumnos lo miraban sorprendidos y no precisamente por el golpe.

Una jovencita se atrevió a abrir la puerta. Mirando al mayor sin poder creer lo que sus ojos veían.

- ¿Profesor Fontaine?

No pudo ni responderle, cuando ya la tenia casi pegada a él. Entro tras ella casi arrastrando y medio enojadose ante la mirada de burla de su esposo. Cuando vio bien a la niña se dio cuenta de que era la misma que hace cinco años dijo que lo admiraba a él.

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- La tía me felicito pod sabed leed.

Dégel les contaba sus clases, lo mucho que se había sorprendido su maestra al darse cuenta de que ya sabía leer, no de forma fluida pero ya conocía las letras y las conectaba bien.

- Eres muy inteligente mi niño.

Krest le acariciaba la cabecita con cariño, orgulloso de los primeros logros de su bebé.

- Y que tengas una mamá que es profesor de Literatura, no te da una ventaja, claro que no.

Por supuesto que Dégel no le entendió, pero su enanito le lanzo una mirada de odio que lo hizo temblar, eso quería decir que tomarían su venganza en la cama.

- Tambien pegunto que quediamos sed cuando gandes.

- ¿Que le respondiste?

Vieron a su pequeño hijo sonrojarse por un segundo, eso los confundió, ¿Que le había dicho su pequeño terremoto a la maestra?

- Doctod de bebés, pada que nadie más pieda a su hedmanito.

Dégel conocía lo que le había pasado a su hermano menor, conocía el lugar de descanso de Mystoria y cada vez que iba a visitarlo le contaba las cosas que hacia, también le prometió enseñarle lo que el aprendía. Que quisiera ser obstetra para evitar que más niños pasaran por lo que él paso llenaba de ternura y orgullo los corazones de sus padres.

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Les voy a contar algo, lo que ha pasado en estos dos últimos capítulos estan inspirados  en algo que paso en mi familia, a una prima, perdió dos bebés antes de que el tercero naciera antes de tiempo, pero ahora esta bien y le encanta molestarme a ese mocosito -.-  pero igual lo quiero xd.

ScorpioNoMilo.💕