10.
Como adoraba sus clases, se reía internamente viendo a los mismos alumnos inventarse un sin fin de malestares que ni ellos mismo se creían. En este momento estaba tratando con uno.
- ¿Tan mal estas?- quedo mirando al niño que fingía un dolor de estomago- ¿Te duele el apéndice?
El chiquillo lo quedo mirando un instante, antes de reaccionar y seguir con su teatro.
- Si mucho profesor, no se que comí.
- ¿Sientes que se te revuelve?
- Tengo ganas incluso de vomitar.
Ahora si que de rió con ganas, ese niño no sabia ni donde estaba el apéndice y lo más seguro era que en ese momento lo estuviera confundiendo con el estomago, le palmeo el hombro.
- Buen intento Teneo, buen intento. Pero de estar enfermo del apéndice no estarías aquí sino en el hospital evitando que te mueras, ¡Ahora a trotar, son solo 10 minutos no es para tanto!
Resignado el pobre chico tuvo que unirse a sus compañeros que ya comenzaban a trotar. Zaphiri ya sabia identificar las mentiras de sus alumnos, esperaba que su pequeña cabecita de alga no fuera como ellos poniendo excusas baratas para no trotar, es más el mismo se encargaría de eso, saldrían a correr unos cuantos minutos todos los días y ya.
Mientras veía a sus alumnos sufrir corriendo, no se percato de unos pequeños intrusos en su clase, los que miraban el momento perfecto para acercase al mayor, debían hacerlo era de vida o muerte.
Shion tomo la pequeña mano de su amigo, el que estaba igual de nervioso que él, esa "escapada" ya la habían hecho antes pero era todo un reto cada vez que la hacían. Cuando vieron a los niños mas grandes lejos corrieron todo lo que sus piernas les dieron.
- ¡Papá!
- ¡Tío Zaphiri!
Zaphiri estaba concentrado viendo a sus alumnos por lo que los pequeños bracitos de los niños lo tomaron desprevenido, termino cayendo sentado sin saber que demonios paso.
- ¿¡Pero que mier...!?
Dejo el insulto a medio camino al ver a su hijo y ahijado mirarlo con curiosidad, ¿Que hacían esos enanos ahí? Se supone que ellos ya deberían estar en el almuerzo los niños de segundo año almorzaban antes junto a los más pequeños, ya sospechaba que paso.
- Adivino, ¿No les gusto la comida ?
Ambos asintieron con rapidez ¿Que iba a hacer con ellos?
- Tenia muchas verduras.
Shion hizo carita de asco, y Dégel lo imito. A él le gustaban las verduras pero no la coliflor, y justo estaba de ensalada, era su enemiga más grande por eso le dijo a su amigo que se fueran a esconder con su papá.
- Niños, no puedo seguir salvandolos de las verduras, Dégel ya sabes quien se va a enojar y mucho si se entera que te escapaste de nuevo del almuerzo, y Shion ni hablar del borrego blanco que tiene por mamá.
- Papá, por favor.
La carita de perrito regañado hace mucho que no funcionaba, pero desde que comenzó a usar esos anteojos le daban una ternura inexplicable. Se resistió lo más que pudo, aunque fue completamente inútil. Suspiro.
- Esta bien, ya les voy a comprar algo.
Nueva victoria para esos mocosos. Tarde se dio cuenta de que sus alumnos lo veían hablar con sus enanos y habían parado de trotar.
- ¡Cinco minutos más de trote por chismosos!
Las quejas no se hicieron esperar.
~•~
E
se día creyó que Krest no se daría cuenta de la nueva travesura de su hijo, pero no fue así, los dos terminaron castigados.
- Te lo dije enano, tu mamá tiene un don raro, siempre nos descubre.
- ¿Magia negra?
- Tal vez... ¡Oye no!
Quiso retarlo por eso, para después terminar riéndose los dos. Mejor le ayudaba a hacer sus tareas, no eran difíciles y como ninguno de los dos podía ver la televisión era buena forma de matar el tiempo. En eso estaban hasta que Krest llamo a su esposo tenia una llamada de su madre desde Grecia.
- ¿Algo le paso a la abuela?
- Esperamos que no, ya nos dirá tu papá.
Miro medio preocupado la puerta por la que desapareció su bicho, sabia que el abuelo de este no estaba bien de salud y si algo pasaba Zaphiri debería viajar a su país natal para estar con él. A los minutos volvió a la habitación, con una expresión entre seria y preocupada.
- ¿Que paso?
- Mi abuelo empeoro, vamos a tener que viajar.
- ¿Vamos, tu y quien más?
Lo quedo mirando incrédulo, Aeras ya estaba en Grecia, y según Zaphiri eran los únicos dos nietos que tenia su abuelo, entonces ¿Quien viajaría con su bicho?
- Tu y Dégel. El viejo no lo conoce y a ti no te ve desde que era pequeño, bueno más pequeño.- quiso reírse de la cara de enojo que hizo su esposo por un segundo pero se arrepintió.- dice que quiere ver a toda su familia antes de irse, y conocer a su bisnieto.
Krest estuvo apunto de decirle que irían apenas pudieran, no se negaria una petición de ese tipo, pero recordó un detalle no sabia cuanto tiempo se quedaría en ese otro país, no quería dejar solo a su bebé.
- ¿Por cuanto tiempo es?
- No sabría decirte.- no le gusto la mueca de preocupación que hizo.- oye, no te preocupes, volveremos. No nos quedaron haya por mucho tiempo, tal vez solo un mes o un poco más, según mi mamá mi abuelo esta en las últimas, por más cruel que suene.
Krest lo pensó unos segundos, hace mucho que no veía a ese hombre al que también le decía abuelo, pero dejar solo a Mystoria le dolía mucho más.
- ¿Tu abuelito se ira al cielo papá?
- Parece que si campeón.
Trato de sonreírle, para que no notara lo que le dolía eso.
- ¡Entonces mi hermano lo va a recibir! Y no va a estar solo haya arriba.
La sonrisa de su hijo era todo lo que necesitaba, lo que les dio animo ambos para hacer ese viaje a Grecia del que pensaban regresar pronto, sin pensar que sus planes se verian truncados.
🍎
Quien lo diría ese Dégel es un travieso <3
ScorpioNoMilo.💕
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