11. Té
Dodoria esperaba en la mesa del comedor realmente ansioso. Zarbon estaba preparando un nuevo té que les había dado su vecina y tenía muchas ganas de probarlo.
—¿Queda mucho?
Zarbon rió al escuchar la pregunta. Él tenía tantas ganas como el rosado, aunque no lo demostrara verbalmente.
—¡Enseguida estará! ¿Has llevado las tazas y las cucharillas?
—Sí, sí. Solamente queda el té.
Zarbon volvió a mirar hacia la tetera y sonrió. Olía muy bien... Y ya estaba listo.
La agarró con cuidado de no quemarse, fue hasta la mesa y se sentó junto a Dodoria.
Ambos observaron con expectación las tazas llenarse mientras el peliverde lo servía con mucho cuidado.
Los dos se quedaron mirando ambas tazas cuando estuvieron llenas, deliberando si les parecía mejor tomárselo ya y abrasarse o esperar a que se enfriara un poco y sentir cómo sus ansias por degustarlo creían a cada minuto.
—¡Ya sé! —exclamó de repente Zarbon —. Esperamos un poco y mientras tanto les ponemos unos adornos.
—¿Adornos? —la voz de Dodoria denotó la confusión que tenía —. ¿Qué clase de adornos?
Zarbon esbozó una sonrisa entusiasmada y fue hasta el ramillete de flores que tenían en la mesita de café frente al sofá.
—Esta clase de adornos —dijo feliz volviendo a la mesa con unas cuantas flores en la palma de su mano —. Las esparcimos con cuidado... Y voilà! ¡Tenemos material para una foto preciosa mientras esperamos a que se enfríe!
Dodoria se quedó mirando las pequeñas florecillas rosas y azules flotando en la superficie del té y miró con ojos brillantes al peliverde. Admiraba tanto esos pequeños detalles que se le ocurrían... Parecía algo muy simple, pero lo hacía todo más especial.
—¿Lo vas a poner en Inspace? —preguntó mientras veía a Zarbon enfocar su taza con la cámara del móvil.
—Efectivamente... —murmuró concentrado —. Ya está. Y ahora... ¡A disfrutar se ha dicho!
Ambos agarraron con cuidado sus tazas y las acercaron a sus labios, sintiendo el aroma de la bebida envolviéndoles y poco después el suave sabor llenando sus paladares de una sensación realmente dulce.
Sencillamente delicioso.
346 palabras
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