La familia Weekes/Urie
-Pov. Brendon-
Pasaron 5 años desde mi casamiento oficial con Dallon y desde hace 3 años hemos decidido adoptar a una hermosa niña a la cual decidimos llamarla Amelie Olivia Weekes Urie... Ella es una niña encantadora de pelo largo color rubio, ojos color café, tez blanca y por sobre todo muy dulce. La he criado desde que me la entregaron en el orfanato, ella era una pequeña bebé de 1 año de edad. Decidimos hacer esto porque como Dallon y yo somos una pareja homosexual no podemos dar a luz para tener nuestros hijos propios y la acción mas bondadosa fue criar a esta pequeña como nuestra pequeña bebé... Tanto tiempo le he dedicado a esta pequeña que tuve que abandonar mis estudios universitarios y Dallon se ocupa del trabajo para mantener a esta familia. Bueno, "familia" diría yo... como mi esposo trabaja arduo en un estudio contable casi no tiene tiempo para pasar con su familia y esto hizo entristecerme... nunca pensé en estar en esta posición.
Cuando me casé con Dallon hace unos años atrás, todo iba de maravillas hasta hace unos años. Le arremetí a Dallon en adoptar a esta pequeña porque me fastidiaba estar solo en casa las 24 hs, no quería decirle que era su culpa por sentirme solo. Quería la compañía de él pero entendí que él es el que se ocupa de traer el pan a esta casa y no puedo reprocharle nada. Hasta deje de ir a visitar a Ryan y a su familia con tal de no molestar.
Todas las mañana me levantaba con un vacío... dormía entre mis colchas y al sonar el reloj volteaba y mi esposo ya no estaba. Tampoco sabia a que hora llegaba y a que hora de iba... no sabia en que momento dormía a mi lado. Tal ves me apresuré mucho al casarme sin medir las consecuencias. Pero ya nada podía hacer... mi destino estaba sellado en este anillo de casamiento donde juré amar y proteger a Dallon por sobre todo. ¿Pero era justo vivir con esta infelicidad?
-¡¡¡Papiiii, papiiii buenos días!!! -entraba a la habitación Amelie, ella con su sonrisa hacia perder la noción de mi infelicidad. Ahora mi responsabilidad era hacer feliz a mi hija-
-Buenos días mi amor... todavía es temprano... -alegue con una sonrisa-
-si lo se... es que estoy emocionada por ver a mis amigas del jardín... -decía con una sonrisa-
- Pero tu no vas al preescolar hasta la tarde, acuéstate a mi lado -destape mis colchas y ella se metió a la cama y me abrazo, luego nos tapamos, ella parecía feliz-
-siiii, gracias papiiii... ¡te amo! -dijo y se acurruco en mi pecho-
-y yo a tí... -bese su cabeza, ella asintió felizmente-
Esta niña llenaba ese vacío que he tenido por años. A veces Amelie pregunta por su padre Dallon y no se como explicarle a esta dulce niña como son las cosas en la vida. Los días que no va al preescolar nosotros nos ponemos a pintar dibujos y maquillarnos como princesas.
Desearía que él estuviese apreciando este momento pero hace unos días Dallon salió de viaje de negocios, creo que menciono algo de representar ante una corte a un empresario que estaba siendo injustamente represado como el, además, es abogado cada tanto le llaman para hacer ese tipo de trabajos con lo cual es bien pagado.
Mi vida ya estaba echa... pero ¿Por qué no soy feliz? siento como si algo me faltase...
Mas tarde fuí a dejar a Amelie al preescolar y yo volví a casa para hacearla. de repente llevo un mensaje a mi celular que era de mi esposo "Amor llegaré en dos días, tuve una complicación con el viaje a Misuri. Cuídate y cuida a Amy, los amo".
-estúpido Dallon... podría haberme llamado. -refunfuñe y tire mi celular a la cama-
Sé que Dallon es cariñoso y muy amable pero este mensaje declaraba que se siente avergonzado de estar en esos trabajos que lo aleja de nuestra familia. No dudaba de la fidelidad de mi esposo pero siento que cada vez lo tengo mas lejos que cerca, ni teniendo una hija nos ha unido tanto. creo que fue al revés, ahora estoy mas solo... nada comparado con Ryan... él si tiene tiempo para su familia.
Cuando vivía con Ryan, el jamás me dejo solo... compartíamos muchos anécdotas, cenas, salidas. ¿Por qué pienso en él? Creo que extraño ese tipo de compañía... él si me comprendía aunque no haya correspondido a mis sentimientos jamás me reprocho nada. Capaz que sin querer él me protegía como gesto de amor y aprecio aunque no nos unía nada. ¿Qué interés tenia en mi? Jamás se lo pregunte, aunque ya es demasiado tarde para eso, él ya hizo su vida con Elizabeth y su hijo Dan...
-¿porque pienso en Ryan justo ahora? -me pregunte a mi mismo-
Entonces comprendí que lo que sentía por él en aquellos tiempos era real... de verdad lo amaba... porque aquella vez que lo bese y tuvimos sexo desenfrenado él parecía gozarlo. Pero bueno, supuse que él merecía ser felíz a su manera y yo le dí oportunidad a alguien que me amaba.
A veces me pregunto si esa fue mi mejor opción... mi mente dice que me apresure y mi corazón larga un pequeño suspiro porque a pesar de darle mi amor a alguien que me ama esa persona no esta conmigo y yo me siento solo y vacío.
La tarde se paso rápido y yo divagaba entre mis dudas y pensamientos... Hasta que cayo la tarde y eran las 17 hs, fuí a buscar a mi hija mientras las otras mamas se tiraban al lance conmigo, hasta algunas maestras del preescolar se baboseaban por mi y murmuraban "es él... es tan hermoso... que desperdicio de hombre"; "pero él esta casado con otro guapote... son la pareja gay mas hermosa que he visto"; "creo que me enamore de ese muchacho" y muchas se acercaban a mi para coquetearme pero yo estaba en otra onda, si quería estar con alguna mujer podría hacerlo pero estoy "felizmente casado" supuse. Hasta que mi cara larga y agobio se transformaba al ver a Amy salir del jardín y venir a hacia mi con una cálida sonrisa.
-¿te divertiste hoy mi amor? -decía mientras llevaba a Amy de la mano-
-siii papiii... me divertí mucho con mis amigas... -comentaba mientras observaba las casas-
-me alegra tanto... ¿hicieron algo en clases? -pregunte mientras miraba a la pequeña, ella asintió con la cabeza sonrojada-
-hicimos esto -ella saco de su mochila una hoja y me la entrego en mis manos-
-¿esto lo hiciste tú? -pregunte al ver su dibujo, estaba conmocionado-
-siiii -dijo con una sonrisa de cara a cara- ¿te gusta?
-¿como no me va a gustar? Me encanta... -dije muy emocionado-
Ella se paro en seco y me pregunto.
-¿crees que a papá Dallon le guste también? -decía mientras miraba de lado apenada-
-Por supuesto que lo amará... este dibujo es genial... es mas, lo pondré en el refrigerador para verlo siempre... -alegue con una sonrisa-
-gracias papi... -decía la pequeña- es que extraño a papá Dallon... quiero que estemos juntos por siempre...
Un nudo se atoró en mi garganta al oír a una pequeña de cuatros años decir que deseaba tener a su familia junta... como le explico a Dallon "nuestra hija nos necesita, yo te necesito"... Mis ojos comenzaron a lagrimear y cuando Amy volteo para saludar a sus amigas aproveche para limpiar mi angustia.
-si Ryan estuviese aquí, no estaría llorando por esto... pero a quien quiero engañar... los dos ya elegimos nuestro camino y este fue el resultado. -pensé por ms adentros-
Llegamos a casa y me predispuse a ayudar con la tarea de música a Amelie, le estaban enseñando a tocar la guitarra para niños. Pero su más grande anhelo es pintar. Luego me ayudo a preparar la cena y vimos unas películas de princesas tipo Disney... Me reí para mi mismo imaginando que yo era la princesa que vivía en la torre y que era custodiado por un ogro llamado Dallon, mientras mi príncipe azul Ryan trataba de rescatarme de ese calvario.
Nunca supe porque me distancie drásticamente de Ryan y el porque aún no puedo borrar aquellos sentimientos que he tenido por él... tendría que dejar de pensar en él y olvidarlo para siempre.
Amelie se durmió sobre mi regaso y la lleve hasta su habitación y la recosté allí. Ella dormía plácidamente y sonreí al verla.
-tampoco es tan malo esta vida, gracias a ti pequeña. -dije en voz baja y bese su frente con mucho cariño- te amo, descansa princesa.
Ahora concluí que lo único que me atá a mi matrimonio es esta hija que compartimos junto a Dallon porque sino fuese así hubiese salido corriendo a sollozar bajo los brazos de Ryan.
Yo me retiré hacia mi habitación en puntilla de pies, no quería despertar a mi hija. Después me cuesta mucho poder hacerle dormir. Me dirigí a mi cuarto y me quede paralizado recordando el porque tire mi celular al suelo. Me pare en seco enfrente de este mientras meditaba en frente del gran espejo de nuestra habitación.
De repente escucho sonar mi celular y con mi desesperación por saber si era mi esposo arrepentido me tire al suelo para recogerlo y vaya sorpresa me lleve...
-esto no puede ser... -dije sorprendido con mis ojos bien abiertos como platos- apareces justo ahora... ¿será el destino llamándome?
-Continuará-
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