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Capitulo 5; Primera vez.

A que no se esperaban a que si subiera el capitulo hoy!!!?

Jasjajs espero les guste. ;3

(...)

-¡Felicidades!- exclamó su madre con alegría, el flash de la cámara sonó sacando una foto.

Estaban su graduación de secundaria, todos los maestros y estudiantes de él último grado estaban junto a sus familiares, era un día soleado y los árboles de cerezos estaban en todo su esplendor dejando ir en el aire sus flores pintando el cielo y las calles.

Izuku y Katsuki estaban con sus padres, la rubia no dejaba de sacar fotos de recuerdos, el rubio estaba algo frustrado por eso, solo quería terminar todo e irse a su casa.

-¡Vamos la última! Más juntos.- el peli-verde gustoso se acercó más al rubio para la última foto, tenían sus diplomas en mano.

El flash volvió a sonar, Katsuki ya estaba que explotaba en su sitio.

-Esto es una mierda.- murmuró por lo bajo haciendo reír al peli-verde.

-Estan felices por nosotros Kacchan,- el rubio chasqueó la lengua sin responder.- Pronto iremos a la U.A es una doble alegría, yo también estoy feliz de poder ir contigo.

La U.A era una prestigiosa preparatoria a los que solo asistían los mejores de su generación, era conocida por sus exigencias y hacer que sus estudiantes saquen a flote sus mejores dotes.

Era emocionante y los dos había aprobado el examen de admisión, era una suerte y una oportunidad única.

Después de la ceremonia de graduación fueron a la casa del rubio para una cena de celebración, curry picoso y katsudon eran los platillos principales. Katsuki se llenó hasta casi reventar del delicioso curry e Izuku con el katsudon ni se diga.

Estaban terminando de arreglar la cocina, los padres de los menores estaban en el sofá de la sala tomando té y compartiendo el rato. Katsuki terminaba de secar los platos mientras Izuku los acomodaba en sus puestos. Cuando terminaron sus labores fueron juntos a sus padres quienes al verlos llegar guardaron silencio.

-¿Qué están tramando?- preguntó Katsuki sentándose junto al peli-verde en el sofá.

-¡Eso deberíamos preguntarles a ustedes!- respondió su madre cruzándose de brazos.

-¡¿Qué quieres decir con eso vieja bruja!?- exclamó molesto.

-Kacchan.- llamó Izuku la atención de su pareja y este solo le gruñó cruzándose de brazos.

Mitsuki se rió ante la actitud de su cachorro, Masaru sonrió un poco tomando de su té tranquilo e Inko tenía una mano en el pecho sonriendo con cariño.

-Se parecen tanto a Masaru y a mí cuando éramos jóvenes.- los dos menores se quedaron en blanco.- ¿Qué? ¿Creyeron que no nos daríamos de cuenta?

-Bruja del demonio...- susurró Katsuki por lo bajo, odiaba eso de su madre, hasta aveces parecía que tenía poderes de bruja en serio.

Izuku un poco nervioso tomó la a mano del rubio y entrelazó sus dedos con ella.

-Teniamos pensado decirles, un día de estos. Creo que fuimos muy obvios ¿no?- rió un poco con un pequeño sonrojo en las mejillas, Katsuki también tenía uno pero era menos perceptible.

Esa noche fue una triple celebración la que tuvieron, la verdad era que Mitsuki en secreto ya estaba planeando una boda, todos estaban alegres por ellos. Inko estaba feliz de que su cachorro estuviese con alguien a quien quisiera desde hace tanto.

"- Mami, Kacchan es muy lindo, aunque grite mucho es alguien muy lindo.- comentó un pequeño peli-verde de seis años.

Inko miró a su cachorro quien jugaba con sus pies y tenía un sonrojo en las mejillas.

-¿Lo quieres mucho Izu-chan?- le preguntó y él asintió energéticamente.

-¡Quiero muchísimo a Kacchan!- exclamó con desición y la mayor rió por tierno que era.- ¡Kacchan es la mejor persona del mundo! Y quisiera, quisiera estar siempre con él."

Se alegraba con todo su corazón que su pequeño aún tuviera sus sentimientos puros de amor hacia su amigo de infancia, y que éste le correspondiera la ponía aún más feliz.

-Katsuki-kun.- llamó la atención de todos en el lugar, en especial la del omega.- te encargo a mi hijo cuídalo mucho, ¿Si?

Katsuki se sonrojó, pero sonrió con un poco de arrogancia.

-No se preocupe tía Inko, sé que este tonto sin mí no podría vivir.- la mayor rió por lo bajo.

-Kacchan es cruel.- sollozó el alfa haciéndolos reír.

Esa noche pasó entre risas y gritos, algunos consejos de vida y vergüenzas.

(...)

Los días pasaron rápido y era hora de ir a la U.A, era de mañana y el sol brillaba alegre sobre la ciudad.
Katsuki se vistió con el uniforme de la preparatoria y se miró en el espejo, sonrió para sus adentros.

Salió de su cuarto con el bolso,y bajó las escaleras.

-Que tengas un buen primer día Katsuki.- le animó su padre que estaba sentado en el comedor.

-Si lo que sea, ¡Ya me voy!- se despidió.

Cuando pasó por la casa de su pareja, encontró que ya lo esperaba. Eso era raro en él, pero supuso que era por la emoción.

-¡Buenos días Kacchan!- Izuku fue hacia él y le dió un corto beso en la mejilla.

-No sé qué mierda le ves de bueno.- se quejó caminando hacia la estación del metro.

Izuku le tomó de la mano, mientras iba a su lado, Katsuki se sonrojó pero no la apartó, aún se acostumbraba a las muestras de afecto que le daba el peli-verde todo el tiempo.

-Estoy emocionado y feliz, vamos a estar en el mismo salón de la U.A.- dijo con una sonrisa tan grande que casi no le cambia en el rostro.

-Deku, si sigues soltando brillitos que voy a dejar votado.- era tanta la emoción que salía del peli-verde que Katsuki podría jurar que hasta brillos salían de él.

Izuku lo miró sin entender bien y Katsuki solo sonrió de medio lado, su nerd siempre sería su nerd.

El metro estaba muy lleno, no tenía mucho espacio, y estaba en una posición algo embarazosa, literal con cada movimiento brusco del tren frotaba sin querer la entrepierna de su pareja con su trasero.

Cuando el tren frenó en una parada Katsuki se tambaleó hacia atrás que lo hizo pegarse más al alfa, soltó un pequeño quejido cuando sintió que Izuku aprovechó la oportunidad y se frotó con descaro más en él.

-Kacchan no creo que sea el momento adecuado para que me tientes.- le susurró con malicia en el oído.

Katsuki tembló de vergüenza y molestía, sabía que solo lo hacía para molestarlo pero, aún era virgen.

Aunque había echo varía cosas pervertidas con el nerd, nunca habían ido más allá, pero solo era porque Katsuki esperaba el momento justo, aunque le gustaba ver al alfa molesto y que lo trate rudo cuando hacían cosas íntimas quería que su primera ves no fuese por un castigo.

-¡No es a propósito maldito Deku!- le gruñó en voz baja y el peli-verde solo se rió.

-Lo sé, pero aún así es muy tentador.- Izuku pasó un brazo alrededor del rubio y dejó un pequeño beso en su cuello, cerca de la glándula del aroma.

Katsuki quiso replicar pero el tren se detuvo de nuevo y era su destino, Yuuei.
Bajaron del tren y siguieron caminando por las calles hasta la preparatoria, era enorme. Las estructuras tenían una forma de H, el sinónimo era de convertí a sus estudiantes en lo héroes del futuro.

Puras patrañas, pensaba el rubio. Sintió cuando su mano fue tomada y miró a su lado al alfa, tenía una sonrisa boba en la cara, también sonrió sin darse cuenta.

Cuando entraron buscaron el salón 1-A el cual sería el de ellos, llegaron a el y pudieron ver qué ya había varios estudiantes en el lugar, estaban charlando entre sí conociéndose.

Cuando entraron los miraron y se acercó a ellos un alfa alto de cabellos oscuros.

-¡Bienvenidos, es un gusto saludarlos mi nombre es Iida Tenya!- al hablar hacia raros movimientos robóticos con los brazos.

Katsuki chasqueó la lengua y fue hacia un asiento que estaba libre al frente en el lado de una ventana.

-¡Qué descortés!- gruñó el alfa indignado.

Izuku sonrió y se disculpó por el comportamiento de su pareja. Fue hacia el asiento que estaba atrás de su pareja para sentarse.

No pasó mucho para que el salón se llenara y llegará el profesor.

Aunque fue una gran sorpresa para todos al ver un beta de cabellos negros, largos y deshaliniados entrar al salón, era conocido como Eraser, un gran famoso escritor de suspenso, policías y acción.

Aunque hacia cortas entrevistas, por la TV se miraba un poco más arreglado, nada que ver con la ropa negra y bufanda que casi cubría medio rostro lleno de ojeras.

-Para los que no me conocen,- habló el mayor obteniendo toda la atención de la clase.- mi nombre es Shota Aizawa, pueden llamarme Aizawa-sensei solamente, seré su maestro titular.- informó y continuó.- Como todos saben esta es una preparatoria que alto nivel y exigencia, así que no se necesita ninguna presentación de primer día, eso lo pueden hacer ustedes después.

Su voz era aburrida y cara de fastidio, como si prefiriera estar durmiendo que estar dando clases. Sacó de su portafolio un paquete de hojas blancas y las acomodó sobre el escritorio.

-Haremos un examen de saber general.- los estudiantes dudaron frío, el alfa de antes alzó la mano para tomar la palabra.- ¿Sí Tenya?

-¿Otro examen Aizawa-sensei?, Pero si ya hicimos uno antes.- preguntó el alfa algo confundido.

-Si pero este es un examen mío aparte, y el que saque menos de setenta puntos será expulsado.- varios compañeros se pusieron pálidos y tragaron en seco.

El examen fue complicado con preguntas difíciles de todas las materias, cuando se acabó la hora de entregar varios rezaban para que tuvieran buenos resultados, más un chico de cabellos amarillos con mechón negro que hasta un cadenita con una cruz tenía en sus manos rezando a todos los dioses posibles.

Cuando el profesor revisó los exámenes, los anotó en la pisarra por lista del uno al veinte pero hubo algo curioso, cinco estudiantes habían quedado con puntajes perfectos quedando así en el primer puesto.

Tenya Iida.

Youzuru Momo.

Todoroki Shoto.

Bakugou Katsuki.

Midoriya Izuku.

-Los cinco primeros pónganse de pié,- todos se quedaron asombrados al verlos.- ustedes deberían estar orgullosos de sí mismos, tener un puntaje perfecto tanto en el examen de admisión y este es algo casi imposible, son prodigios de su generación.

Izuku sonrió un poco apenado y Katsuki solo cargaba una cara aburrida.

-Pero eso no significa que por ser prodigios van a tener un trato especial, verán cosas más difíciles más adelante y yo me encargaré de exprimir todo el potencial de cada uno de ustedes.- ya escalofrío los recorrió a todos al ver una sonrisa un tanto macabra venir de su profesor.- y por cierto, lo de la expulsión era mentira.

Varios jadeos de alivio se escucharon en el salón y varios sonrieron.

-Pero eso no significa que no pueda hacerlo más adelante así que quiero buenos resultados de todos.- se les calló la cara de alegría a los demás y miraron al suelo viendo su muerte cerca.

El cambio de materia llegó y tuvieron una pequeña presentación con el profesor Vlad, un gran conocido matemático.

A la hora del almuerzo, los demás estiraban su cuerpo un poco entumecido, Katsuki suspiró sintiendo su estómago vacío, quería comer algo.

-¡Hola!- miró al rubio del mechón negro quien se le acercó.- ¡Eres Katsuki Bakugou uno de los primeros en el examen, es genial! Soy Denki Kaminari un placer.

Era muy energético con cara de idiota, Katsuki iba a gritarle pero no tenía ganas así que solo volvió a suspirar.

-Eres demasiado ruidoso.- le gruñó.

-¡Y tu demasiado callado!- le respondió sin quitar su sonrisa, Izuku rió por lo bajo al ver el par de omegas hablar.

El alfa de antes de se acercó.

-¡Tú eres otro de los primeros, un gusto soy Iida Tenya!- saludó sin dejar de mover sus brazos.

Por encima se miraba alguien muy formal.

-Midoriya Izuku.- le respondió sonriente.

Se les unió a la conversación una Omega de cabellos cortos y ojos grandes, también una alfa de coleta y cabellos negros.

Se saludaron y conocieron mejor, también saludaron al omega bicolor de cara neutral y que casi no hablaba con nadie.

Estuvo tan distraído que no notó como Katsuki también estaba con otros más, ya no era solo el Omega del mechón negro, estaba con él un alfa de cabellos rojos, una alfa de pelo rosa y un beta de cabellos largos y negros.
El alfa de cabellos rojos era demasiado sonriente y amigable, estaba muy cerca de su pareja.

Después de un momento de charla fueron al comedor antes de que se les acabara la hora.

Izuku se sentó en una mesa rodeado por los mismo muchachos de antes Katsuki también estaban con los otros, el peli-verde los miraba de reojo cada cierto tiempo al rubio que estaba sentado al lado del alfa peli-rojo quien le hablaba demasiado y el Omega le gruñía.

Izuku tenía que guardar su apariencia así que solo sonreía, se les unió a la mesa una beta llamada Tsuyu Asui y un beta llamado Fumikage Tokoyami, era algo raro y sombrío pero agradable.

De vuelta en el salón, Izuku no podía dejar de mirar la espalda del rubio con el seño ligeramente fruncido.

La hora de salida al fin había llegado, todos ya recogían sus cosas y salían del salón, Izuku iba ir hacia el rubio pero la Omega de antes lo interrumpió.

-¡Midoriya-kun!- lo llamó sonriendo.- ¿Qué camino todas a tu casa?

Izuku la miró un momento y después paso al rubio quien lo miraba trás de ella, lo tomó de la mano, y Katsuki se dejó.

-¡Lo siento Uraraka-san! Kacchan y yo tenemos planes para ésta tarde.- la Omega los miró con el seño fruncido.

-¿Kacchan?- preguntó ella sin entender.

-¡Ah sí! No lo había mencionado, pero Kacchan es mi pareja.- Katsuki sonrió internamente al ver la cara de impresión que tenía la chica.

-Así es cara redonda, ya vamonos Deku.- salieron del salón tomados de la mano.

-¡Incluso se tienen apodos que lindo!- chilló Kaminari colocando sus manos en el pecho.

-¡Eso es muy masculino!- exclamó el alfa de cabellos rojos.

Izuku también sonrió internamente, mató con eso toda ilusión que habría tenido el alfa con su Kacchan.

Fueron de vuelta en tren, está vez estaba más vacío y era mas cómodo, el rubio estaba sentado junto a su pareja, bostezó con un poco de sueño, había sido un día un poco largo.

-Kacchan, ¿Quieres pasar a mi casa?- preguntó Izuku, el rubio lo miró con una ceja alzada.

-¿Qué hay para mí allá?- preguntó con una media sonrisa.

Izuku se acercó un poco a su cara para darle un beso corto.

-Mamá no va estar esta tarde.- murmuró para que solo él lo pudiera oír.

-Está bien.- accedió al final, sacó su celular y le mando a su madre un mensaje para que no le guardara de cenar.

Izuku se le apegó más abrazándose del costado suyo, Katsuki podía jurar que salían corazones flotantes de su alfa, sonrió un poco enternecido por eso.

Después de bajarse del tren siguieron su camino tomados de la mano, era una costumbre que le estaba empezando a gustar.

Al llegar al hogar del pecoso se quitaron los zapatos y los dejaron en la entrada.

Antes de que pudiera decir algo, el alfa lo tomó de la mano y lo llevó a su habitación, después comenzó a devorar su boca en un beso fogoso, Katsuki pasó sus manos por el cuello del alfa y éste las paso por su cintura.

Cuando se separaron por falta de aire Katsuki ya estaba jadeando.

-Extrañé besarte así hoy.- murmuró el peli-verde besando su cuello.- tu aroma me trae loco.

Desde que Katsuki había comenzado con sus ciclos su aroma se había echo más fuerte, el aroma de delicioso caramelo quemado.

El rubio tembló al sentir la nariz de su pareja sobre su cuello, las manos de Izuku fueron más abajo y apretaron los firmes glúteos del rubio.

-El ejercicio te sienta bien Kacchan.- siguió apretando mientras el Omega se derretía en sus brazos.

-D-deku...quiero...- habló entre jadeos el rubio quien sentía las manos del alfa explorar su piel.

-¿Qué quieres Kacchan?- le preguntó mientras le lamía el lóbulo de la oreja.

-Quiero ir al siguiente nivel.- soltó con el aire que había contenido, Izuku lo dejó de tocar y se separó un poco de él.

-¿Estás seguro Kacchan?- podía esperar más, no quería que se sintiera presionado hacerlo.

-¡Qué sí joder!- gruñó con su cara roja.- Ahora hazlo antes de que cambie de opinión.

Izuku sonrió un poco y volvió a unir sus labios con los de su pareja, las lenguas de ambos danzaban dentro de sus bocas con una sincronización perfecta.

Las manos del peli-verde se metieron por debajo de la ropa interior del rubio, tanteó por su trasero hasta la húmeda entrada, presionó con dedo índice el lugar haciendo que Katsuki soltara un gemido de sorpresa.

Le encantó escucharlo, quería más, quería saber qué clase de gemidos soltaría al estar dentro de él.

Izuku lo guió a su cama y lo puso abajo suyo, quitó prenda por prenda la ropa del rubio, también se quitó la suya. Estaban desnudos uno frente al otro.

Katsuki exploró con sus dedos los abdominales que tenía su alfa, los ejercicios que hacían ambos les favorecían.
Cómo era su primera vez quiso hacerlo especial, llenarlo de besos, tocar cada parte de su piel, saborear hasta el último rincón de su cuerpo.

Izuku se deleitaba con ello, el sabor a caramelo de su pareja era el más exquisito de todos, era como un néctar del que nunca se podría cansar.

Cuando un dedo tentó entrar en el Omega, tembló y cerró los ojos, Izuku al verlo tan nervioso lo besó.

-Relajate.- susurró en su oído y volvió a besarlo.

Un gemido del rubio se ahogó en la boca del alfa cuando éste metió en su interior un dedo y empezó a moverlo, después que se acostumbró agregó otro dedo. Katsuki soltó otro quejido e Izuku lo entretuvo besando y chupando sus pezones.

Dió pequeñas embestidas con sus dedos en el interior, la lubricación del rubio chorreaba la cama por la excitación, los dedos del alfa dieron con el punto G del rubio haciéndolo estremecer, arqueó su espalda sintiendo que había tocado el cielo.

Izuku sonrió y dirigió todas sus embestidas allí, en ese botoncito de carne. Volvió a Katsuki un desastre, se retorcía en el colchón agarrando como podía las sábanas con sus manos, e incluso movía sus caderas buscando más contacto.

Cuando sintió que ya estaba listo sacó los dedos del interior escuchando una queja de su pareja por hacerlo.
Su propia erección dolía, quería entrar en él lo mas pronto posible.

Se masturbó un poco para mitigar el dolor, se acomodó mejor entre sus piernas y presionó el glande de su pene hacia dentro un poco.

-Entra... D-Deku.- murmuró el rubio con los ojos empañados por las lágrimas, su interior pulsaba necesitando ser llenado.

Entró lentamente, Izuku sintió como la humedad y las paredes cálidas del rubio lo envolvía mientras iba entrando.
Llegó hasta la mitad y se detuvo, Katsuki estaba temblando bajo suyo mientras unas cuantas lágrimas salían de su rostro, bajó hasta su rostro para besarlo.

Volvió a empujar hasta llegar al fondo, el Omega se quejó cuando se movió un poco y trató de esperar hasta que acostumbrara. Katsuki le dió la señal moviendo sus caderas e Izuku comenzó a moverse, salía menos de la mitad y volvía entrar, poco a poco aumentó sus movimientos guiándose por los gemidos de su pareja que se iban haciendo más fuertes.

Katsuki se tapo la boca con un brazo, su voz estaba muy rota y le daba vergüenza escucharla, pero el alfa no se lo permitió, Izuku le quitó el brazo de la cara y lo sujetó aun lado, dió una estocada justo en su próstata haciéndolo soltar un gemido quebrado más fuerte que los demás.

Casi se corría solo con eso, Izuku dirigió todas sus embestidas allí y el rubio ya no podía evitar soltar sus gemidos, de su boca salían incoherencias y algunas veces el nombre de su pareja, sintió como sus piernas eran más alzadas y abiertas dejando al peli-verde entrar más al fondo.

Ya no podía más, sentía que su cuerpo se iba a partir en dos, su vientre se ponía cada vez más caliente estaba por correrse. Izuku sintió como el interior del rubio se apretaba cada vez más deliciosamente sobre su polla, supo que estaba por venirse hasta sus gemidos habían cambiado volviéndose más quebradizos.

Dió un par de escotadas más que fueron directo a la próstata de su pareja, Katsuki arqueó su espalda soltando hilos blancos de semen sobre su pecho y abdomen, Izuku se corrió dentro suyo al sentir como lo apretó con fuerza al correrse.

Dejó toda su semilla en él y salió lentamente de su interior, el semen se chorreo de su entrada hasta caer en la cama. Katsuki recuperaba su respiración y se sentía cansado, sintió los brazos de Izuku rodearlo mientras ronrroneaba como un pequeño cachorro, sonrió de medio lado recibiendo con gusto las caricias y besos que le propinaba el alfa.

-Deku.- llamó al alfa que dejó de besarle el cuello.- necesito un puto baño, estoy pegajoso.

La suave risa del peli-verde sonó, Izuku asintió y se levantó para llenar la tina de agua tibia, cuando volvió trató de ayudar a su pareja a levantarse, pero éste la rechazó.

-¡Yo puedo solo!- gruñó Katsuki tratando de levantarse de la cama, aunque no duró mucho de pié, sus piernas fallaron y el peli-verde lo sostuvo.- ¡Que podía solo dije!

Volvió a gruñir e Izuku se contuvo de reír, no quería que se enojara más con el.

Lo llevó estilo princesa a apesar de los regaños del rubio al baño, lo ayudó a entrar en la bañera y se metió con él en el agua.

La bañera no era muy grande pero cabían cómodamente en ella, Izuku estaba atrás del rubio tallando su espalda con una esponja jabonosa.

Katsuki solo disfrutaba de la sensación con los ojos cerrados, arrugó el entrecejo al sentir una caricia sobre su vientre, abrió los ojos encontrándose con la mano del alfa tocando esa parte.

-Se puede saber, ¿Qué mierda haces?- preguntó eh Izuku frotó su mejilla contra el hombro del rubio.

-Solo imaginaba a Kacchan con nuestro cachorro en su vientre en un futuro.- el rubio casi se ahoga con su propia saliva y un sonrojo lo invadió.

-¿¡Qué estupidez andas diciendo!?- exclamó avergonzado, Izuku rió por lo bajo.

El Omega siguió refunfuñando eh Izuku solo lo sonreía y lo abrazaba por mientras lo hacía.

Después del baño salieron a cambiarse, el peli-verde le prestó ropa suya al rubio para que no arrugarse su uniforme, además que lo había puesto a lavar. Izuku tuvo que ir a comprar una pastillas para el dolor de espalda mientras Katsuki lo esperaba acostado boca abajo en la cama gruñendo y exhausto.

(...)

Era de mañana, Katsuki llevaba unos minutos mirando las expresión relajada mientras dormía, muchas cosas habían pasado en los últimos años, pero no nada de lo que se pudiera arrepentir.

Estos años en la U.A Izuku había madurado mucho, creció unos centímetros más que él, incluso su rostro se miraba más maduro, pero eso no le quitaba lo idiota. Pasó una mano por la mejilla pecosa del alfa acariciando, la mano un poco más grande de su alfa se posó sobre la suya y sonrió.

-Buenos días Kacchan.- murmuró el peli-verde en un bostezo.- ¿Llevas mucho tiempo despierto?

Le preguntó tallando uno de sus ojos, Katsuki lo miraba calmado y su ceño no estaba fruncido como siempre.

-No mucho.- respondió, el peli-verde se le acercó y le dió un beso corto en el puente de la nariz.

-Creo que es hora de levantarse, es domingo pero mamá ya debería de llegar.- Izuku se levantó de la cama y buscó un pantalón para ponerse, solo estaba en sus bóxers.

Katsuki no le dijo nada y solo lo miraba desde la cama, después de que Izuku se puso ropa se acercó a él, le revolvió el cabello y le besó en la mejilla.

-Voy a ir preparando el desayuno, vístete Kacchan.- salió del cuarto dejando al rubio solo.

Katsuki tomó una de las almohadas de Izuku y la abrazó aspirando su aroma, menta y bosque le encantaba, aunque estaba mezclado con el suyo, era una rara combinación pero para él era perfecto.

Suspiró una vez más, su vida no podía ser mejor ahora, tenía al mejor alfa del mundo, estaba en una de las mejores preparatorias del país y un gran futuro por delante.

Le faltaba poco para graduarse y elegir una carrera, después de eso quien sabe que les esperará, aunque no estaba preocupado por ello, sabía que si tenía a su familia y amigos, y sobre todo a su Deku, podrían superar cualquier cosa.

Fin.

(...)

5/5. Llegamos al final. :')

Tal vez haga un par de extras pero no sé.

Espero les haya gustado leer esta pequeña historia tanto como a mí me gustó escribirla.

Cualquier cosa me pueden escribir en los comentarios, y compartanla! Me da mucho ánimos de escribir cuando veo que me dan apoyo. :'3

Hasta la próxima.

Zaorycast.✨✨✨

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