Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

꒰ O1 | fin de semana ꒱

Algo que le encanta a Jungkook es poner celoso a su pareja, y valla que lo está logrando. Estar sentado en el escritorio de Yoongi y estar tan arrimado a él, desata a la bestia interna de un castaño que observaba desde lejos.

_¿Te encanta quedarte sin caminar, no?- le murmura su amigo sintiendo aquellos ojos claros asesinos en su persona, Jungkook sonríe de forma maliciosa acercándose un poco más al de cabellera negra.

_Mierda, claro que si, ¿nos está mirando?- murmura la pregunta.

_Hermano, si las miradas mataran yo ya estuviera doce metros bajo tierra.-suelta una risita y después un suspiro._ supongo que mañana no podrás venir al cine con nosotros ¿verdad?

Ellos siguen hablando tranquilamente ignorando al par de ojos que están encima de ellos.

_¡Jimin Hyung!- llama la atención una peli-castaña a su amigo, éste espabila y voltea a mirarla.

_¿Qué ocurre Haneul?- ladea la cara, y la Omega suspira derrotada.

_Te eh estado hablando por un rato pero no escuchas.- el castaño se lleva una mano al cuello un poco incomodo.

_Enserio lo siento Haneul, estoy algo distraído.- la castaña mira en dirección en la cual miraba su amigo antes, ve a un omega rubio casi encima del alfa pelinegro mientras hablan.

_Bueno no importa.- le sonríe y en ese momento llega el profesor Kim a comenzar con la última clase del día.

Jimin estaba molesto, no importaba cuanto le dijera a su pareja que no hiciera lo que hizo y era lo que más hacia, sabía que era a propósito pero aún así le molestaba y llenaba de celos.
Lo bueno es que era viernes y su madre no iba a estar en casa.

Jungkook tendría su castigo.

Después en la hora de salida todos los estudiantes guardan su cosas, Jimin guarda rápidamente sus cuaderno en la mochila y corre a donde está su pareja.

_¡Jungkook!- llama sonriente.-¡vamos a casa juntos!- a vista de todos, con esa sonrisa y esa propuesta, sólo se ve un novio tierno. La realidad era completamente diferente, Jungkook sabía que esa sonrisa era falsa.

_¡Tu no me dices que hacer, Jimin!- sin más comienza a caminar siendo seguido por su alfa.

Llevaban rato caminando más ninguno dijo nada, a Jungkook eso le era de extrañar ya que, aunque si su castaño estuviese molesto le hablaría de todas maneras, Jungkook no era de las personas que iniciaban una conversación así que nadie dijo nada en el camino. Ya estaban cerca de la casa del alfa cuando éste le habló.

_Kook, ¿pasas a mi casa?- el otro lo mira con una cara fingida de fastidio.

_¿Para qué, alfa de mierda?- vuelve a voltear su vista al frente del camino, siente que le sujetan la mano y entrelazan sus dedos en ella, a la vista de todos era un entrelazado de enamorados y cariño, más este entrelazado era firme y fuerte casi al punto de llegar a cortar la circulación de la sangre en los dedos.

_Quiero hablar contigo Jungkook- un escalofrío le recorre la espalda, siente como su entrada trasera pulsa de anticipación comenzando a lubricar. No dice nada y solamente deja que su pareja lo lleva de la mano todo el camino hasta su casa.

Una vez que llegan al hogar del castaño nota que la madre del alfa no se encontraba en el lugar, "el bastardo lo tenía previsto", piensa el omega.

Ya en el cuarto del alfa, éste le empieza a devorar la boca con un beso lleno de hambre y lujuria. Jimin introduce su lengua en la boca del más bajo. Si Jungkook era más bajo por cinco centímetro, lo cual el rubio maldecía a su género por eso. Recorre toda su boca con ella saboreado el sabor a caramelo que siempre tenía y le encantaba.

Pasa una mano por debajo de la camisa, subiendo por el abmomen hasta unos de los pezones del rubio sacándole más de un gemido que es ahogado por la boca del más alto, se sorprende cuando siente sin previo aviso la otra mano en sus glúteos apretando con fuerza.

—Es-espera, Jim...ngh~ - no le dejó seguir, ya que aún por encima de la ropa mete entre sus nalgas el dedo índice presionando su entrada.

—Kookie se ha portado mal~ - le susurra en el oído. Joder eso le encanta, tener a Jungkook sometido hace a su alfa interior regocijarse.— sabes lo que viene ahora, ¿por qué no te preparas para mí? - le presiona con más fuerza sacando un jadeo a su pareja.

Se separa de él para admirarlo, ver a Jungkook con la cara roja y temblando lo excitaba demasiado, tiene que usar todo su auto-control para no empotrarlo ahí mismo en el suelo y llenarlo de semen, eso sonaba muy tentador.

—Maldito alfa. - masculla avergonzado y excitado el omega.

Jimin se sienta en la cama y palmeó un poco sus muslos, un escalofrío más intenso que el anterior recorre al más bajo.

—Sabes que hacer Jungkook, ¿Verdad?- oh, ese maldito le encanta molestarlo, podía ver la diversión y lujuria en los ojos mieles de su pareja.sin más opción y avergonzado hasta los huesos, Jungkook se deshace de sus pantalones junto con los bóxers.

El ojimiel se relamió los labios ante la vista, el omega solo tenía la camisa de la universidad puesta, que no alcanzaba a cubrir un poco más de su cintura. La erección del Omega era notoria, eso lo hacia sonreír pícaramente. Se vuelve a palmear los muslos y Jungkook de manera automática se dirige a él.

Una vez está acomodado sobre las piernas del ojimiel y su cara en el colchón solo se deja hacer, mentiría si dijera que no estaba ansioso por lo que venía.

Las manos del mayor se dedicaban a amasar los redondos y firmes glúteos de su pareja, era algo que le encantaba, pero más le encantaba era dejar la piel suave y blanca, roja de sus azotes. 

—¿Sabes por qué el castigo de hoy Kookie?- preguntó mientras que tanteaba con su dedo índice la ya húmeda entrada del menor. Jungkook no le respondió, tenía un "orgullo" que mantener. Claro, mientras Jimin no se lo hiciera votar por la cañería.— respóndeme.

Acabando de utilizar su vos de alfa también le había soltado un azote en su nalga izquierda con algo de fuerza, haciendo que el rubio soltara un pequeño grito de sorpresa.

—¡S-si!- respondió en un jadeo.

—¿Sí, qué?- le volvió a pegar, está vez, en la nalga contraría. Jungkook solo jadeó sintiendo su cuerpo temblar.

—Si, lo sé. - era un logro que no le hubiera temblado la vos. Pero  no estaba conforme con esa respuesta.

—Dime algo, Kookie- el rubio podía sentir como su pareja se movía un poco para saca algo de una caja que estaba bajo su cama. "¡Maldición!¡La caja!"— sabes que no me gusta que hagas ¿No? - Jungkook sintió como el  separaba sus glúteos y algo tocaba su entrada, trató de moverse pero el alfa al ver sus intenciones, con una mano empujó su cabeza contra el colchón.— no te muevas.

El Omega solo pudo limitarse a sentir como algo,- lo que presentía que era un vibrador- entraba en él, era algo parecido a un pequeño tubo con una cordón largo, el castaño le ayudó llegar hasta muy adentro con sus dedos y los introdujo también. Jungkook miró de reojo, como el alfa después de sacar los dedos de su interior los lamia.

—Mal..maldito...- susurró, pero Jimin lo escuchó y sonrió.

— ¿Has dicho algo Kookie?- preguntó "inocente" mientras que con una mano apretó un botón del pequeño control que tenía en ella. Jungkook arqueó su espalda de golpe al sentir como su interior se sacudía.— mira como te has puesto solo con esto, y eso que no es la velocidad más alta.- dijo con sorna mientras le acariciaba.

Jungkook tenía su cara totalmente roja y los ojos llorosos, pegada al colchón ahogando sus gemidos y jadeos, aún ni siquiera después de hacerlo con él todo el tiempo, no podía acostumbrarse a su voz rota durante el sexo, era algo que le avergonzaba. Sin embargo, su pareja tenía otro planes, tomó al rubio de su cabello para alzar la cabeza de éste y despegarla del colchón.

Sin previo aviso, Jimin apagó el vibrador dejando aún muy agitado Omega recuperar algo de aliento.

— Recupera aire Kookie, necesito que me ayudes a contar.- Jungkook lo miró como pudo -tenia sus ojos empapados por las lágrimas algo confundido. "¿Contar?" — así es Jungkook, vas a contar los azotes que te daré. - le explicó como si hubiera podido leer su pregunta sin decirla.

¿Tendría él que contar sus azotes? O maldición, Jimin hacia eso solo para escuchar su estúpida voz quebrada.

— Sabes que no me gusta que hagas eso Kookie - empezó a explicar.— sé que lo haces a propósito, pero aún así no me gusta- el castaño vuelve a agarrar al Omega por su cabellera para hundirlo en la cama con algo de fuerza.— odio verte tan arrimado a Yoongi, es como si le pidieras a gritos que te folle.

Jungkook frunció el ceño al oírlo.

— P...por quién...me tomas...bastard...¡Ngh!- Jimin lo calló al volver encender el vibrador.

— No me interrumpas Jungkook, soy yo quien está hablando.- el aroma de Jimin era fuerte y pesado, su lado sumiso se estaba haciendo presente ante su alfa enojado. Optó por callar.— si no fuese porque Yoongi tiene a Taehyung y a ti no te gusta este tipo de cosas, pensaría que de verdad no estás satisfecho conmigo. - eso dejó un poco  descorsentado al rubio. "¿Qué le hacía pensar eso?"— si quieres que sea rudo solo tienes que pedirlo.

El Omega solo sonrió de medio lado, alzó un poco la cabeza para hablar bien.

—Es...mejor si... estás molesto...- jadeando, pero lo dijo. Jimin solo le empujó devuelta al colchón. El alfa sonrió, pero en sus ojos aún se podía ver enojado.

—Pues aprovecha Kookie, ahora lo estoy bastante.- terminando de hablar le propinó otra nalgada un poco más fuerte que las anteriores. El rubio solo jadeó, su cara era alzada un poco para que sus gemidos y jadeos se pudieran escuchar sin intervención.— tienes que contar. - dijo volviéndole a pegar.

—U-¡uno!- otra más sonó, su trasero tenía ya un color rojizo y con marcas de dedos en el.— ¡Dos!

—son diez-dijo el castaño.— no te equivoques.-otro golpe sonó.

—¡T-tres!- Jimin le acariciaba por un momento para mitigar un poco el dolor y le volvía a pegar con fuerza.—¡Cuatro!

Su cuerpo estaba lleno de espasmos, no sabía si podría llegar al diez sin correrse antes. Para la quinta y sexta sentía el hormigueo en su vientres y el calor expandirse por su cuerpo.

Para la séptima y octava, el castaño había vuelto a encender el vibrador y en ese momento supo que no llegaría a las diez.

Su cuerpo dió una sacudida, siendo recorrido por los espasmos y soltó un gemido fuerte, el cual trató de ahogar pero le fue imposible.

Jimin apagó el vibrador y le sonrió con malicia.

—¿Oh? ¿Kookie ya te has corrido? Pero si aún te faltaban dos azotes para terminar.-le dijo en tono suave con su voz ligeramente ronca, Jungkook maldecía su cuerpo débil.

El castaño metió una de sus manos entre las piernas del menor, untando sus dedos de la sustancia blanca que lo había manchado. Lamió un poco de ellos y después se los acercó al rubio.

— Lamelo - el rubio recibiendo la orden solo abrió la boca y Jimin le introdujo los dedos, éste solo pudo lamer y chupar su propia esencia. Ya lo había hecho antes, y de alguna extraña manera, un poco enfermiza le parecía, excitante.

Después de dejar los dedos limpios, el castaño los sacó y también sacó de un tirón -por el cordón que salía de la entrada del rubio- el vibrador.

Se levantó dejando al Omega acostado en la cama, lo admiró una vez más antes de hablar.

— Kook cariño, ponte boca-abajo y alza tu trasero para mí abriendo tus piernas, ¿Puedes?— quizás sonaba como petición, pero sabía que era una orden disfrazada. Sin perder tiempo -y un poco ansioso- se acomodó tal y como Jimin se lo había dicho.

El alfa se sacó la ropa quedando desnudo, y dejando al aire su dotada -por genética de alfa- hombría. Jungkook lo miraba de reojo mordiéndose el labio inferior.

Jimin se posicionó detrás del menor viendo con hambre la palpitante, entrada rosada húmeda que tenía el rubio, eso sin contar sus glúteos rojos, con marcas de dedos en ellos. Era como tener el mejor paisaje del mundo solo para él.

El Omega se estaba impacientando, también estaba algo nervioso y avergonzado. No sabía que estaba pensando Jimin mientras le miraba, sin duda nada inocente, pues tenía sus ojos oscurecidos y perversos.

—Eres tan hermoso.- escuchó provenir del castaño, éste puso una de sus manos en una de sus pantorrillas, subía acariciando, y amasando hasta el arito mojado y volvía a bajar.— y tan apetitoso — sintió, esta vez, un aliento calido, en uno de sus rojos glúteos antes de soltar un grito de sorpresa al sentir como unos dientes se enterraban en éste.

—¿¡Qué estás...!?- un fuerte azote le hizo callar.

—shhh, Kookie déjame de disfrutar de mi comida.- antes de que pudiera replicar, una lengua se posó sobre su entrada, lamiendo todo. Jimin lamía y chupaba todo el lubricante que había, metió su legua dentro de la estrechez de Jungkook haciéndolo gemir.

Movía con avidez su lengua, entrando y saliendo, moviéndola de una lado a otro.

Y Jungkook se sentía en el cielo, podía sentir como la lengua de su pareja se abría paso en su interior explorando el lugar.

Jimin lamía desde los testículos hasta la entrada del menor, llenando su boca con el sabor del lubricante natural. Al cabo de un rato, el alfa se apartó de sus glúteos, pero aún masajeando. Dejó una hilera de besos, desde la espalda baja hasta llegar al cuello, de ahí pasó a una de los oídos del rubio.

— Simplemente delicioso, Jungkook- lamió el lóbulo del oído haciendo que el Omega soltara un gemido ahogado contra la almohada.

—Ji-Jimin...~- jadeó con la voz quebrada y el castaño sonrió con sorna, llevó una mano bajando hasta el nacimiento de los testículos del menor, daba suaves caricias desde la entrada hasta ellos.

—¿Necesitas algo Kookie?—pregunta con tono inocente— sabes que si no me lo dices no lo sabré.

—Entra...de una vez...bastardo.- estaba irritado y avergonzado, su interior pulsaba necesitando ser llenado, pero sabía que Jimin le molestaba a propósito.

El alfa aún posicionado detrás de él, tomó su pene frotando la entrada del rubio, y éste inconcientemente movía sus caderas buscando más contacto.

— Entraré, pero antes.- le tomó por el cabello para alzarlo, haciendo que arquera la espalda. Jungkook soltó un quejido, pero no nada que no le gustase.— di a quien perteneces, Kookie y luego lo haré.

Antes de que pudiera responder, sintió como el glande del ojimiel se posiciona en su arito mojado y empujaba un poco, maldición, estaba jugando sucio, Jimin sabía que no diría algo como eso a la primera. Así que le estaba chantajeando, pero por un demonio, él era Jeon Jungkook y tenía una reputación que mantener. 

—¿Entonces, a quien le perteneces Kook?- volvió a preguntar empujando un poco más. El rubio se mordió el labio inferior un poco, era tentador pero no iba a caer tan fácil.

— A-aun inútil... ¡Agh!- una sonora nalgada resonó en la habitación. Jimin tenía el seño fruncido algo decepcionado, creyó que por un segundo que lo obtendría.

— Respuesta incorrecta. Vuelve a intentarlo.- mordió el hombro del rubio sacando un poco de sangre, Jungkook dejó caer unas cuantas lágrimas debido al dolor, después de morderle lamió toda la sangre que se escurría.— vamos Kookie, no puedo tener autocontrol para siempre.- le susurró con la voz ronca en la oreja.

Puso una vez más el glande de su pene contra a aquel arito rosa empujando un poco.

¿Quién es tu alfa Jungkook?- joder, había utilizado la voz de alfa, ya no podía negarse aunque quisiera.

—¡T-tú!- terminando de decir esa sola sílaba, Jimin entró de una estocada en él dejándolo sin aire en los pulmones, de solo un golpe, había rosado su próstata haciéndole ver estrellas. "Maldita genética de alfa, tenían que hacerlos tan dotados"

El alfa estuvo un momento quieto sin moverse, el interior de su Omega lo apretaba deliciosamente, sentía su pene ser succionado por las paredes estrechas y húmedas de su pareja, tuvo que utilizar todo su auto-control para no montarlo como un animal salvaje. Tomó una bocanada de aire y empezó a moverse lentamente, saliendo hasta la punta del glande y volviendo entrar hasta que sus testículos se tocaran con los glúteos del menor. El vaivén era lento y algo tortuoso y Jungkook sabía el porqué.

Jimin empujó nuevamente su cabeza contra la almohada, mientras levantaba un poco más sus caderas, buscando mejor acceso para llegar aún más profundo en él. Mientras el rubio solo jadeaba y mordía la almohada dejando caer sus lágrimas por el placer.

—D-dime, ¿Cómo...se llama..tu alfa? - preguntó aún con su mano en la cabellera del menor mientras se movía en su interior.

—¡Jimin!- jadeó el nombre de su amado liberando aire, y el nombrado aceleró sus embestidas.— ¡Se...agh! ¡Llama Ji-Jimin...!- las embestidas del castaño eran más fuertes y profundas, cada una dirigida al punto dulce del rubio haciendo que se perdiera en el placer.

— ¡Eso es...cariño...gime mi nombre!.- la voz del alfa también estaba un poco distorsionada por el placer que recibía en su polla, cada vez iba más rápido y el rubio ahora solo era una masa de carne jadeante y sudoroso murmurando incoherencias.

—¡Jim!...¡Anh!- el castaño alzó de los cabellos al rubio hasta a pegarlo a su cuerpo, pasó su mano libre por debajo de una de sus piernas para abrirle un poco más, y embistió hacia arriba con toda la fuerza que tenía mientras sus rodillas se afincaban en la cama para mantener el equilibrio.

Jungkook estaba echo un desastre, tenía la cara roja, los ojos empañados por las lágrimas volteados hacia arriba, saliva se escurría de su boca. Decía incoherencias y algunas veces el nombre de su alfa, mientras éste dejaba marcas en su cuello, como el rubio no tenía de donde sostenerse había echado sus brazos hacia atrás para agarrarse de los de su pareja.

Los dos sintieron cuando estaban por terminar, pero el alfa quería alargar un poco más el momento, así que soltó al rubio dejándolo caer a la cama y a la vez saliendo de su interior, tomó una de las piernas del menor para voltearlo boca-arriba, pasándo la pierna por encima de su hombro y acomodarse para volver entrar de una estocada, que hizo al rubio arquear su espalda y soltar un gemido. - casi un grito-

Empezó con las embestidas fuertes, el sonido de las pieles chocar era excitante, Jimin lamió su labio inferior viendo como el rubio tenía su cara bañada de placer, le tomó ambas piernas abriendo un poco más. Jungkook sentía que en cualquier momento se partiría en dos, su cuerpo quemaba de lo caliente que estaba, las manos del castaño sostenían con fuerza sus piernas y estaba seguro que las marcas de los dedos en ellas quedarían después.

El alfa inclinó su cuerpo hacia adelante para poder alcanzar los labios del rubio, bajó un poco la velocidad de sus embestidas para poder besarlo, jugaban con sus lenguas en un beso húmedo y demandante. Después que hizo falta el aire tuvieron que separarse, y el ojimiel volvió a embestir con fuerza.

Jungkook fue el primero en correrse, dando un gemido quebrado y fuerte, liberó su semilla dejando hilos blancos en su pecho, Jimin se corrió momentos después al sentir como las paredes del rubio se contrajeron apretándolo. Llenó su interior dando unas últimas estocadas para después inclinarse a chupar los botoncitos erectos de Jungkook que estaban manchados con un poco de semen, después subió por su cuello hasta su boca y se besaron de nuevo, está vez era un beso más tranquilo, el cual transmitía cariño.

Jimin se apartó de él saliendo de su interior, viendo como su semen salía y se resbalaba por las piernas del rubio, un brillo de posesión cruzó por sus ojos. No le dejaría esa vista a nadie más, primero tendrían que pasar por encima de su cadáver.

Jungkook respiraba con un poco de dificultad, trataba de regular su respiración, su corazón latía desenfrenado en su pecho, y su oídos todavía zumbaban. La cama a su lado se hundió, sintió unos brazos rodearlo y atraerlo, tuvo en unos momentos la cara de Jimin en su cuello besándolo, ronrroneó a gusto por los mimos de su pareja.

— Kookie~ - le ronrroneó en su oreja.

—¿uhm?- le respondió de igual forma.

— Quiero una segunda ronda.- supo que mañana no podría levantarse, pero la verdad no le importaba pues sabía que lo consentirían después.

Y le gustaba ser consentido, pero shhh, eso es algo que Jimin no debería saber.

(...)

Los rayos del sol entraban por las rendijas de las cortinas en la ventana, se removió en la suave cama en busca de más comodidad pero, el dolor en su cuerpo le hizo saber que no podría dormir más.

Hizo una mueca de dolor al sentarse en la cama, su espalda y trasero dolían como el demonio, miró a los lados de la habitación, todo estaba ordenado, sin rastro del alfa con quién compartió la cama en la noche anterior.

Se llevó una mano al cuello y lo masajeó, otra mueca de dolor cruzó por su cara, se tocó sin querer una mordida que había en el. La puerta del cuarto se abrió dejando entrar al alfa de cabellos castaños con una taza en mano y unas pastillas en la otra.

Jimin tragó saliva cuando miró a su pareja en la cama, tenía el torso desnudo dejando a la vista piel llenas de marcas, chupetones, mordidas y más.

—¡Buenos días Kook!- quitó de su cabeza los pensamientos pervertidos y se sentó al lado del rubio quien sólo bostezó.

—¿Qué tiene de bueno?- preguntó con mala cara tomando las píldoras y la bebida.

Jimin solo sonrió, su Kookie siempre sería Kookie, ese arrogante y orgulloso Omega al que no cambiaría por nada. Jungkook se removió un poco sintiéndose pegajoso, en la noche había quedado tan cansado que no quiso lavarse, y ahora sabía que no lo podía hacer por su cuenta.

—¿Necesitas ayuda?- preguntó Jimin con la cara sería pero con un brillo de diversión en los ojo, el rubio gruñó pero no lo negó.

El alfa fue a llenar la bañera con agua tibia, y fue de regreso al cuarto encontrando al rubio tratando de levantarse, pero sus piernas débiles no pudieron mantenerlo de pié por mucho tiempo. Jimin lo atrapó antes de que pudiera caerse, Jungkook estaba sonrojado hasta las orejas.

—Estaba bien solo.- renegó, algo se escurría por sus muslos haciéndolo poner más rojo de lo que estaba antes, por suerte tomaba pastillas anticonceptivas todos los días sin falta.

—Vamos, sin quejas Jungkook.- el rubio chistó la lengua dejándose llevar, el castaño lo cargó hasta el baño y lo ayudó meterse en el agua.

Suspiró con alivio al sentir como el agua tibia envolvía su cuerpo.

—¿La tía Daehyun?- preguntó el rubio cuando Jimin le estaba tallando la espalda con una esponja.

—Salió hace rato— explicó.— dijo que iba hacer algo importante, vuelve más tarde.

Jungkook no dijo nada pero estaba escuchando todo, tenía los ojos cerrados disfrutando la sensación de la esponja en su espalda, ronrroneó inconcientemente cuando la esponja pasó por su hombro cerca de su cuello, Jimin solo sonrió enternecido con él.

Disfrutarían de este fin de semana, solo ellos sin interrupciones.

Aún recordaba todo el largo camino que habían pasado para llegar a como estaban ahora, talves lo más bizarro había sido la secundaria, pero fue divertido, al menos según el.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro