Cerca de llegar se encontró con Vicktor.

--Hola..¿Qué haces aquí?--Preguntó sorprendida.

El pelinegro la miró.--Hola..--Sonrió sin pizca de humor.--...Sólo quería decirte que lamentó lo que hice, te besé aún sabiendo que lo nuestro acabó hace mucho, pero sobre todo que hay alguien a quien amas...--

La expresión de Sucrette se relajó al instante.--No te preocupes...-Dijo y le sonrió sinceramente.

--Creí que estabas enojada conmigo porque no respondiste el mensaje...--Dijo más tranquilo.

--Olvidé responderlo..Pero enserio todo esta bien.--Dio un paso para estar algunos centímetros más cerca de él..--Lo que tuvimos fue muy bello, fuiste mi primer amor y es algo que jamás olvidaré..Por ello te aprecio y eres una de las personas más importantes de mi vida.--Sonrió dulcemente.

Vickor le devolvió la sonrisa..--Y tú lo eres para mi...--Dijo sinceramente.~(Y sabes hasta que punto..)--Pensó sin dejar de sonreír.--Por ello quiero que seas feliz con él..Pero si te hace daño no dudes en acudir a mi que yo mismo le rompere la cara...--Dijo seriamente.

Sucrette soltó una pequeña risilla.--Gracias por todo Vicktor.--Acomodó uno de sus cabellos tras su oreja.--Y también esperó que consigas ser feliz, eres un chico muy bueno y lo mereces..--

El pelinegro nuevamente supo porque la quería tanto, le gustaba esa forma de ser de Sucrette, tan expresiva y dulce.. Tan única y perfecta, o por lo menos para él era así. Al darse cuenta de que nuevamente pensaba en ella de forma amorosa, cosa que sabía que le dañaria, se despidió de ella y se fue a su casa.

Por su lado la castaña lo miró irse y siguió su camino a casa. Mientras debaja nuevamente que sus recuerdos del año la invadan por completo y le digan cuanto ha cambiado su vida en esos meses. Caminó un par de cuadras más y llegó a su casa. Entró y enseguida fue envuelta por los brazos de su madre, la cual luego de confirmarle que su padre había salido por unos asuntos comenzó a bombardearla de preguntas algo incómodas, que Sucrette respondió de la misma forma, incómoda hasta la médula.

--Ma..mamá, papá puede llegar en cualquier momento..--Dijo aún más incómoda.

--Tendrás que decirle de tú novio.--Dijo un poco sería.

--..Pe..pero aún no estoy lista..--Respondió sonrrojada.

--Está bien..--Dijo comprensiva, poco después oyeron que la puerta principal se abría, así que Sucrette aprovecho para irse a su habitación. Al llegar se dejo caer sobre su mullida cama, y se puso a pensar en lo que dijo la madre de Castiel.

~(...¿Debería decirle a mi madre?)--Se preguntó intranquila.~(Después de todo si Castiel y yo seguimos siendo novios... tarde o temprano ellas se encontraran..)--Pensó mientras veía el blanco techo de su habitación y suspiraba pesadamente.~(...¿Debería esperar.)--Se preguntó mientras cerraba sus ojos, sin esperarlo se quedó dormida..

{..}Pocas horas después despertó por que su padre la llamaba para almorzar.  Su tarde y noche paso relativamente tranquila. Relativa porque no podía sacarse de la cabeza las palabras de esa mujer.

{...}Al día siguiente se encontró con Castiel y pasearon por las frías calles de Italia, mientras visitaban los lugares más reconocidos de la zona turística, los días siguientes fueron similares.

{..}Era treinta de diciembre y ambos se encontraban paseando por un parque.

~(Pronto se tendrá que ir a París)--Pensaba la castaña un poco desanimada ya que sabía que al no tenerlo cerca se sentiría nuevamente sola y perdida, con la única diferencia de que sus problemas de pareja habían quedado complemente en el pasado.

--¿Qué piensas tabla?--Cuestionó de forma divertida mientras se inclinaba unos pocos centímetros ante ella, la castaña dio un respingo y por la nieve que cubría las calles cayó de senton.

Castiel soltó un carcajada.

--¡Tonto me asustaste!--Exclamó y le lanzó una bola de nieve en plena cabeza causando que el pelirrojo se callé. Ahora era ella la que reía a carcajadas.

--Ahora verás..--Dijo él e iba a atraparla, sin embargo, Sucrette se puso de pie y retroceo un par de pasos muerta de risa.

Castiel sonrió de lado y fue hacía ella, Sucrette comenzó a correr mientras tomaba nieve de donde podía y se la lanzaba, Castiel sonreía con sinceridad mientras le devolvió los ataques. Hasta que la atrapó entré sus brazos como suelen levantar a los novios a las novias tras la boda.

Sucrette entre risas le pedía que la baje, cosa que no paso como ella esperaba, puesto que por el movimiento provocado por ella entré los brazos del pelirrojo ambos cayeron al piso, uno junto al otro.

--Castiel..--Lo nombró ella al momento de que pudo controlar su risa.

--Dime...--Dijo aún con una sonrisa de lado plamada en sus labios.

--Te amo...--Él la miró y noto que ella lo veía con sus bellos ojos cubiertos por un brillo sumamente especial.

El pelirrojo se acercó a Sucrette y rozó sus labios com los de ella.--Yo también te amo...--Murmuró y la beso con deteminiento y pasión, olvidando el frío de la nieve sobre la que estaban acostados, olvidando el tiempo, simplemente olvidando todo lo que los rodea y viviendo el momento con la mayor intensidad posible. Sucrette le correspondió al beso como si fuera el último que fuera a recibir de él, simplemente se dejó llevar hasta que la falta de oxígeno los obligo a separarse.

{...}La noche del treinta y uno de diciembre, Sucrette paso con Castiel, puesto que sus padres viajaron el veintinueve por negocios, planeaban regresar, pero por una tormenta de nieve los retuvo. En ese momento ambos se encontraban en el balcón del departamento de Castiel mirando como a lo lejos los fuegos artificiales adornaban el cielo con sus llamativos colores dando el anuncio de que el año había terminado..

Todo era perfecto ya que ambos sentían que no había nada más que desearan que estar juntos esa noche y muchas otras del futuro. Ellos sabían que pasará lo que pasará nunca se rompería el lazo que une sus almas y corazones, o por lo menos eso era lo que se decían interiormente o con un simple beso o caricia que llevaba consigo todo lo que sentían.

Amor, pasión, anhelo, absolutamente todo iba en aquellos besos que les robaban el aliento y que a cambio les devolvía un motivo más por el cual seguir respirando y viviendo día tras día juntos... o a una considerable distancia, pero siempre pensando en verse o por lo menos oírse. Por ello aquella noche se volvieron uno sólo una vez más, mientras se hacían un sin fin de promesas que se cumplirian en cuanto se volvieran a ver.

{..} Al día siguiente Sucrette se encontraba en el aeropuerto mirando por un enorme vental como el avión donde su novio y sus amigos se iban de regresó a París comenzaba a elevarse en el aire.

Una sonrisa triste se dibujo en sus labios mientras apoyaba su mano en el enorme ventanal.--Nos veremos pronto Castiel...--Susurró. Dio media vuelta y comenzó a caminar hacía la salida del aeropuerto.

⭐⭐⭐⭐Continuará.⭐⭐⭐⭐

Como les dije en el capítulo anterior, éste fic esta por terminar, el próximo es el final.

Perooo..

🎉 También les dije que pronto les diría lo que tengo preparado para el aniversario de mi primer año en wattpad y aquí está;

🎉🎉¡¡Sorpresa!!🎉🎉

¡Un Nuevo fic!

Que se estrenará el 08-01-/2017.

Espero contar con su apoyo y como han tenido con este fic...Pero sobre todo Muucha paciencia ya que realmente me he tardado mucho con las continuaciones por falta de tiempo.

Nos leemos.... en el final del fic.
Chau. ☺