Capítulo XVI:Chantaje.
Ella no hizo el intento de resistirse al beso que lentamente iba consumiendo sus sentidos, le colocó las manos en el pecho y se dejo guiar por sus labios mientras su cuerpo era rodeado por sus brazos, entre ellos se sentía única y especial, el resto del mundo simplemente desaparecía en un borrón indescifrable.
Se separaron al cabo de unos segundos, chocaron miradas y supieron todo aquello que estaban sintiendo en ese momento era más de lo imaginado además de recíproco.
Él le acarició la mejilla suavemente.--....Realmente me gustas más de lo que creía.--Confesó sin apartar su intensa mirada.
--Siento lo mismo...--Concordo sintiendo que solo estando así podría dejar esos malditos celos de lado.
El resto de la tarde lo pasaron disfrutando de su compañía, simplemente olvidado lo que había sucedido en la breve visita que les habían hecho Laeti y Dake.
{...}
Al día siguiente Sucrette caminaba rumbo a la cafetería que estaba cerca del instituto, no sabía la razón por completo pero se sentía nerviosa.
Al llegar pudo darse cuenta enseguida que Laeti ya estaba sentada en una de las sillas, coqueteandole descaradamente a un joven y guapo camarero, pero al notar su presencia se levantó practicamente de un saltó.--!Ven Sucrette!, acabo de llegar.--Dijo emocionada.
La castaña camino hasta la mesa levemente avergonzado por la fogocidad de su amiga, la cual con un guiño le paso su teléfono al sonrrojado camarero y luego que Sucrette hiciera su pedido lo despidió con una encantadora sonrisa.
--¡Es perfecto!--Chilló mientras Sucrette esperaba que le pase su ataque de emoción.
Poco después de que les llevarán los pedidos Laeti la miró sonriente.--¡Cuentamelo todo!--Dijo emocionada por esa relación prohibida.
Sucrette tenía dudas sobre que decirle, pero finalmente acepto y le contó a detalles vagos y poco específicos sobre como empezó todo.
Laeti puso cara pícara.--¿Lo han hecho?--Cuestionó.
--¡Laeti!--Dijo la castaña roja hasta las orejas por la vergüenza.
--Se notaba a kilómetros el fuego entre ustedes...--Susurró provocadora.--Responde.--
--No.--Respondió directa para tratar de detener esos comentarios y preguntas subidas de tono.
--Que aburrido..--Dijo la peliazul haciendo puchero.
Sucrette hábilmente cambió de tema, pero poco después se sorprendió al ver a una de los esbirros de Ámber levantarse de una mesa cercana lanzarle una sonrisa perversa y dirigirse al parque.
--Lo siento Laeti, tengo que irme.--Se disculpó poniéndose de pie.
--No te preocupes, disfruta de tu bombón, que yo iré por el mío.--Le guiño un ojo y se dirigió hacía el interior de la cafetería sin tener ni la más mínima idea del lío en que probablemente se había metido su amiga.
Sucrette luego de tomar sus cosas corrió tras de Charlotte, estaba segura de que le iría con el cuento a Ámber y el secreto que mantenía con Castiel quedaría en el olvidó.
La alcanzó entrando al parque.--!Charlotte!--La castaña se detuvo y la miró desafiante.
--Me seguiste, no tienes algo mejor que hacer.. como por ejemplo ¿Revolcarte con tu hermano?--Las palabras salían de su boca con veneno puro.
Sucrette no se sorprendió por sus palabras ya que había aprendido en los meses que conocía a Ámber y su séquito, que Charlotte podía ser la más astuta e hiriente de las tres arpias cuando lo deseaba.--No se de que hablas..--Optó el camino de la negación al sentir que no se le ocurría nada más que decir.
Charlotte sonrió perversa.--No te hagas la inocente, que eres todo lo contrario.--La miró con repudio.--Mantienes una relación secreta con Castiel, a Ámber le encantará saber esto.--
Sucrette palideció al sentir que perdía todo argumento que estaba ideando en su cabeza.--No le digas...--
Charlotte dio unos pasos hacía ella.--Prodria quedarme callada si me haces unos favores...--
--¡No caeré en tus chantajes!--Dijo molesta.
--Haces lo que te diré o te atienes a que todos sepan lo suyo.--Chantajeo sin miramientos, sonrió con burla al ver duda en la mirada de la pelinegra.--De seguro a Peggy le encantará esta noticia.--
--Él y yo solo somos hermanos ante la ley, no de verdad...--
--Y eso a quien le importa, la mayoría de ilusos creé en las historias que inventa Peggy y en poco tiempo estarán metidos hasta el cuello en un lío ya que nadie les asegura que no llegué la noticia hasta sus padres y estoy segura de que no les va a gustar.--Finalizó segura de que había roto todas las defensas de la pelinegra.
--¿Qué quieres?--Cuestionó entre dientes al sentir que había perdido esa batalla, pero buscaría la forma de librarse.
--Haz todos mis deberes de las vacaciones, si obtengo una buena nota considerare disminuir tú servicio.--
--¿¡Todos!?--Cuestionó alterada ya que había pasado en su habitación sin parar de escribir por un tiempo considerable.
--Si, no he tenido tiempo ni para empezar y date prisa falta poco para acabar las vacaciones.--Le dio sus cuadernos y se fue.
Sucrette quería dejar botando todos los cuadernos en el primer basurero que encontrará por la rabia que sentía, pero no podía hacerlo ya que no tenía un plan que seguir y salir librada de esa horrible situación en la que se había metido.
~;Tengo nueve días antes de regresar a clases, para pensar que hacer con esta situación.--Caminaba hacía su casa con los cuadernos entre sus brazos y un mar de pensamientos confusos en su cabeza. ~;Espero poder encontrar una solución para librarme de este chantaje..--
⭐⭐⭐⭐Continuará.⭐⭐⭐⭐
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