¿Yo? ¿Miedosa? Claro que si. ¡Digo! ¡No!
¿Recuerdan cuando dije que nunca, jamás, ni loca me enamoraría de James Sirius Potter?
Bueno...
¡Ahora puedo confirmarlo sin ninguna duda! Yo no me enamoraría de ese prostituto gratuito. Ya no tengo esas paranoias de terminar enamorada, por favor, fue una estupidez pasajera, no volverá a pasar. Y ese sueño no volvió a aparecer, en su lugar, están mis usuales sueños donde me vuelvo la reina del mundo entero y todos besan mis pies.
Y bien, han pasado ya dos semanas desde que tenemos esa "tregua". Ya casi no nos peleamos como antes, pero él no deja de coquetear (Lo cual me saca de quicio) y decirme pelirroja, sólo para que... Bueno, me vea como una pelirroja.
He aprendido a ser más tolerante, por ejemplo, cuando una tejón chocó conmigo la otra mañana, no le grité estúpida cegona torpe, en su lugar, le dije solamente idiota y seguí con mi camino. Siquiera grité. Es un hermoso logro.
Incluso, en las clases que le doy a... No recuerdo su nombre, bueno, ese chico que deja en la friendzone a Lilian Potter, bueno, intento que él hable sobre la pelirroja, que me diga qué piensa de ella.
Soy tan buena persona que se me escapa arcoiris del trasero.
Di un bostezo mientras caminaba ante una pared del séptimo piso. Aún tengo sueño, lo que me pasa por quedarme despierta para leer la Historia de Hogwarts, además, ahora tengo una clase con Potter en la sala de los menesteres, nuevamente (Y sin perfume mata chicas en su período) intentaremos el encantamiento patronus.
La puerta se materializó ante mi y la empujé. Entré al lugar, una sala de entrenamientos muy espaciosa, miré a los lados, Potter no llegaba aún.
Me encogí de hombros con cierta dificultad. Aún me molestaba la gente impuntual. Pero intento no ser una fiera cuando eso sucede.
Tomé asiento en una silla al fondo, me crucé las piernas, la derecha sobre la izquierda, y recosté mi cabeza sobre una mano. Esperando.
Y esperé, y esperé tres minutos hasta que exploté.
- ¡Si dice que venga a cierta hora, él también debe venir a esa hora! Hijo de...
-A veces me siento invisible en este cuerpo.
Cerré la boca y giré levemente a la izquierda. Potter estaba parado de puntillas ahí, fruncía el ceño exasperado. Oh, después de todo, no llegó tarde.
-Ah, hola -dije moviendo un poco la mano.
Él suspiró y caminó hacia mi, iba a reírme por lo patético que se veía al estar tan encabronado por tener metro y medio, pero algo (muy pequeño) me decía que no era el momento, por lo que me controlé.
- ¿Lista?
-Si. Ahora, "oh gran maestro" -lo dije haciendo comillas con mis manos -. ¿Me das la solución para tener un maldito patronus corpóreo?
Es lo único que quiero, lo único. Ay, estoy retorciendome en mi mente.
-No hay una "solución" ni un "secreto", Cass, simplemente sucede cuando el recuerdo es lo suficientemente feliz.
-Y no me explico -me cruzo de brazos, molesta -. Por qué mi recuerdo de cuando recibí el título de prefecta no funciona.
Me miró con las manos en los bolsillos de sus pequeños jeans y la cabeza ladeada.
-Tal vez no es el recuerdo más feliz.
-Pues... Pues sí es el más feliz -murmuro luego de un minuto pensando-. ¿Qué recuerdo utilizaste para hacer tu patronus?
Sonrió de forma inmediata. Un hoyuelo se marcó en su mejilla derecha.
-Todas las veces que estoy en la madriguera con mi abuela Molly. Cuando me da galletas, me abraza...
Siguió hablando y yo alcé una ceja antes de interrumpirle-. Vaya, amas a tu abuela.
-Si, por supuesto, ¿Tú no amas a la tuya acaso?
Trague saliva y torcí la boca antes de confesarlo.
-Mi abuela paterna detesta a mi madre y no la he visto en mucho tiempo, no nos llevamos muy bien. Y mi abuela materna murió, a ella si la quería...
-Ew... Yo... No sabía, perdona.
-Tus disculpas no van a revivirla -susurro y pienso mejor en mi actitud, para luego decir entredientes-. Pero de igual manera las acepto.
Asiente y se balancea sobre sus pies. Yo miro al techo, de forma repentina, se había formado un silencio incómodo.
Yo detesto hablar sobre mis abuelos, y no entiendo de dónde saqué la confianza para ir y contárselo, precisamente a Potter.
-Supongo que ya no estás de ánimo para practicar -dice. Y es así.
-No -confirmo.
-Eso quiere decir que ¿Ya nos vamos? ¿Cada quien por su lado?
Casi pude percibir que eso no era lo que quería. De inmediato, mi mente lo proceso como un... Tengo miedo de volver solo a mi sala común.
Por lo tanto, sonreí con burla.
- ¿Quieres que te acompañe?
Me miró con los ojos muy abiertos. Comenzó a tartamudear y a sonrojarse. Jo, está apenado por su estúpido miedo a la oscuridad.
-Creo que debería ser al revés -admite-. ¿Y si yo te acompaño a ti?
-Vamos Potter, admitelo, tienes miedo de ir solo -le di un empujón.
Frunció el ceño, luego sacudió la cabeza. Suspiró y se encogió de hombros.
-Bien, acompañame.
Caminé a su lado en medio de un sorpresivo y agradable silencio. En algunos momentos noté que me miraba abriendo la boca para hablar, pero volvía a sellar sus labios cada vez. Tal vez para él también era un momento medianamente importante.
En el sentido de que era la primera vez que no nos hacíamos bullying mutuamente. Tal vez Cristo está a punto de venir a salvarnos de las llamas del infierno.
Si, puede que haya leído la biblia, es que se lo prometí a Dios aquella vez que casi morí por culpa de Frodo.
Les hago un spoiler, Jesús muere. Oh si, soy tan cruel.
Bueno, al punto.
El retrato de la señora obesa está cerca, oh vaya, es raro estar aquí, ¿Para que diablos lo hice?
Ah, claro... Quería avergonzar a Potter con su miedo hacia la oscuridad. Bien, ya lo hice.
Ahora yo tengo miedo de volver a bajar todas las escaleras hasta las mazmorras. Que soy una tonta, maldita sea.
-Ya me voy -paré de repente, a escasos metros de la señora obesa (Jojo, si esa me escuchara... Me odiaría aún más)
-Bien -dijo y se encogió de hombros, levantó una mano-. Buenas noches.
-Si...
Retrocedí, a pasos cortos. Potter siguió caminando hacia la mujer fea y obsesa (Dios mío, ¿Cómo puedo burlarme mientras estoy tan estúpidamente asustada? Debe ser un don)
-Ya me voy -repetí.
-Bien por ti, Cass.
-Estoy yendome.
Se volteo hacia mi y sonrió de lado-. ¿Tienes miedo?
¡Claro que sí!
-Por supuesto que no. Eres tú el que tiene miedo, yo sólo intento... Eh, ayudarte.
Por, tal vez, enésima vez en ésta noche, rodó los ojos.
-Hasta mañana Cassie.
-Adiós.
Lo vi entrar en su sala común... Y yo di carrera escaleras abajo, debo admitir que casi muero varias veces gracias a Peeves, pero al final llegué a mi habitación y me enrede entre mis sábanas.
Aloha xD
Yo pensé que publiqué esto ayer y estaba tipo ¿por qué nadie leyó el capítulo? XD pero no, no lo publiqué.
Hasta pronto :3
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