No es por la maldita maldición.
Narra James.
—Estoy siendo sincero, tu sensual barba no es sensual —dice Lorcan mientras intenta subirse al árbol pervertido para ver a las chicas correr.
Yo tomo su pierna y lo hago caer una vez más. ¿Cómo se atreve a decir eso?
— ¡Es condenadamente sensual! ¡Como todo mi hermoso cuerpo! —le reprocho y le doy un zape en la nuca.
Él hace una mueca de dolor y frota la zona donde lo golpeé. Pero aún así se levanta para subir al árbol. Como me gusta hacerlo sufrir, vuelvo a tirarlo al suelo.
— ¡Eres un maldito! —me grita desde el suelo—, ¡Ya sé que tienes novia y ya siquiera quieres ver! ¡Pero estamos los pobres solteros, James! ¡No nos hagas esto! —señala a Lyssader—. ¡Ly! ¿Verdad que James está siendo un maldito patán con nosotros?
Lyssander no responde, está mirando al suelo con los ojos muy abiertos como lo estuvo desde que llegó corriendo y saltando. Miro a Lorcan y ambos nos encogemos de hombros. El chico se está comportando más raro de lo normal. Lorcan se le acerca y pasa una mano ante sus ojos, Lyssander al fin despierta.
—He dicho que James es cruel al no dejarnos ser unos buenos pervertidos, ¿me secundas o no?
— ¡Claro que no! —mientras Lyssander frunce el ceño yo me carcajeo—. Los pervertidos siempre fueron ustedes. Qué poca decencia al subir a un árbol para espiar chicas.
Su tono ofendido sólo hace que Lorcan y yo riamos con más fuerza. Lyssander se volvió tan digno cuando comenzó a devorar los libros y descubrió que a las chicas no le gustaba que las miraran desde un árbol. Antes de eso, él había sido tan pervertido como nosotros.
—Poca decencia —me burlo mientras me limpio una lágrima de risa.
—Los pervertidos siempre fuimos nosotros dos, claro —Lorcan finge admitirlo.
—Es un pasado que deseo dejar en el olvido —suspira con las mejillas rojas—. Ahora más que nunca.
Alzo una ceja y me acerco a mi amigo.
— ¿Por qué ahora más que nunca? —inquiero codeándolo.
Entonces me mira con los nervios emanando de cada parte de su cuerpo. al parecer Lyssander se ha enamorado y no quiere admitirlo.
—No vamos a burlarnos tanto —Lorcan intenta animarlo con una sonrisa, aunque luego de unos segundos en silencio su sonrisa se borra—. Pero me dejaría como el solterón del grupo.
—Siento que se han olvidado de mí.
Me volteo un poco para ver a Fred con las manos en sus bolsillos. Hago una mueca y sacudo la mano.
—Claro que no. Eres el supremo señor solterón —le digo animado.
No podría estar eternamente peleado con él. Primero está el hecho de que es mi primo, y también que se ha vuelto mi mejor amigo.
Fred sonríe aliviado y se sienta frente a nosotros. Ha sido algo difícil que se una nosotros en los últimos tiempos. Creo que sigue esperando que lo golpee o algo así. Al menos ya ha dejado de hacer comentarios hacia Cassiopeia, creo que incluso ignora mi relación con ella.
Así es mejor. Tengo a Cass y a mi mejor amigo sin peleas.
—Entonces, Lyssander —palmeo nuevamente su espalda con un poco de fuerza—. ¿Quién es la pobre mujer que cargará con tu cursilería de novela?
—No hemos tenido siquiera la primera cita —murmura mirando al suelo, sigue nervioso—. No se si va a soportarme... No se cómo debería comportarme.
—Tantos libros cursis y aún no sabes hablar con chicas —Fred le reprocha con una sonrisa.
—Las chicas de los libros son diferentes a una real —se queja Lyssander—. ¡Y no soy un cursi! ¡Que haya leído literatura romántica no me vuelve uno!
—Lo que digas, Romeo —Lorcan vuelve a mofarse de su hermano—. ¿Recuerdas a Diana y su poema...?
Lyssander alza la cabeza los ojos muy abiertos— ¡No me lo recuerdes! ¡Fui estúpido! ¡Ella me gustaba mucho pero no debí hacerle un estúpido poema! Todos se burlaron de mí durante meses —se lamenta—. Ustedes siguen haciéndolo.
Hay que admitir que ese momento fue algo épico. Lyssander enamorado y recitando un poema en la primera cita. Diana al parecer no era de las chicas cursis, después de burlarse de Ly se retiró y le contó a todos lo que pasó. Él casi no salió del cuarto durante meses... Fuimos buenos amigos y nos burlamos de él con cariño hasta que pudo salir otra vez.
—Pues entonces no le recites un poema en la primera cita y sólo tengan una salida normal —le recomiendo.
Lyssander me mira un segundo y luego suelta una risotada. Frunzo el ceño.
— ¿Qué te hace gracia, imbécil? Intento ayudarte. Es por esto que prefiero hacerte bullying...
—Ah, no te enfades. Agradezco tu ayuda —me asegura y mira sus manos—. Es sólo que... Será difícil ser normal.
Siento que este tipo me está ocultando algo. Iba a reprocharle cuando gritan mi nombre.
— ¡James! ¡Oye! —Cassiopeia sacude los brazos mientras corre hacia mí.
Me habría quedado un rato a admirar la escena, pero ella me habría golpeado por ello. Así que me despedí de mis amigos, y mientras escuchaba sus burlas me acerqué a ella.
Sonreí e hice el ademán de besarla cuando estuve cerca, pero ella frunció el ceño y puso una mano en mi pecho para apartarme.
—Tenemos que hablar.
Mierda.
***
Narra Cassie.
Espero unos segundos, finjo leer el periódico escolar del día anterior. Aunque realmente tengo mi atención puesta en un pequeño grupo de chicas al otro lado del jardín. Estoy esperando a que la poción haga efecto.
— ¿Has ido al palacio de Mónaco en serio? —escucho que una de las chicas pregunta.
No puedo ver a Levallois, porque está de espaldas a mí, pero sé que esta sonriendo con la barbilla en alto. Ruedo los ojos y respiro hondo.
— ¿Cuánto dijiste que tardaría en hacer efecto?
—No seas impaciente, Malfoy —me reprocha Dinah.
Aprieto los labios y me cruzo de brazos. Ya pasaron los quince malditos minutos, se supone que ya debía hacer efecto. No pagué para simplemente ver a Davina riendo con su séquito de adoradoras.
— ¡Oh Dios! —entonces la escucho chillar, volteo emocionada para verla de pie con las manos en su barriga—. ¡Oh Dios! ¡Dios!
Se aleja corriendo mientras maldice en francés. Suelto una risotada y choco los cinco con Dinah. Valió la pena esperar. Después de todo el laxante hizo efecto... Y estamos bien lejos de los baños.
Me despido de Dinah y volteo para dar una vuelta por el castillo con una sonrisa. ¿Y dicen que esto iba a hacerme daño? Oh Dios, ten piedad de mi, que Davina no me de un laxante por favor. Me mofo de los que me dijeron que iba a acabar mal. Pero incluso hasta lo disfruto,
Ha pasado otro mes y no he perdido un brazo, ni un dedo. Ciertamente he perdido la apuesta donde juré que ella iba a escapar a la Antártida luego de unas pocas semanas. Me confié mucho, al parecer Levallois sí puede soportarme. Al menos hasta ahora,
Cuando giro en una esquina veo a Lily Potter y su prima... ¿Lucy? Creo que es ella. El punto es que están sentadas en el suelo sonriendo mientras, al parecer, observan fotografías de un gran álbum.
— ¿De qué tanto se ríen? —pregunto cuando estoy junto a ellas, Lucy suelta un gritito y me mira asustada. Alzo una ceja—. ¿Por qué esa cara, Weasley?
—Justo hablábamos de ti —admite Lily y yo me siento junto a ellas interesada en su tema de conversación,
— ¿Le estabas confesando lo mucho que me amas y deseas? —inquiero con un tono casual mientras intento ver el álbum.
De reojo noto las mejillas rojas de Lily y su mirada de molestia—. Eres una perra, ¿es que nunca vas a superar eso?
—A lo primero: sí. A lo segundo... Nop —le sonrío mostrando los dientes,
Lucy suelta una risita— Me agradas.
Le miro y ladeo la cabeza.
—Y tú... Tal vez me agrades —comento. Luego señalo el álbum—. Si miran fotos de su familia, ¿por qué hablan sobre mí?
—Oh, pues Lily trajo sus copias de las fotos familiares y vimos esto —me muestra una foto vieja de una pareja.
— ¿Es el señor Potter?
—Sí, digamos que a él también le decían señor Potter —dice Lily divertida, lo señala—. Es mi abuelo, James Potter.
Alzo las cejas un segundo y sonrío con burla por la gran imaginación de Potter. Generaciones y generaciones llenos de "James Potter"
—Aún no pillo el por qué se pusieron a hablar sobre mí.
—Eh, eso surgió por el tema de la maldición —miro confundida a Lucy—. La maldición Potter.
Paso una mano por mi rostro— ¿Eso era real? Pensé que el idiota me mentía...
Me pasé mucho tiempo escuchando estupideces por parte de James donde decía cosas como "Hay una profecía que nos quiere juntos" "¡Si aceptas estar conmigo evitaremos el fin del mundo!" Ay Dios, de sólo pensarlo me avergüenzo de él. Eran bromas, pero demasiado estúpidas. Pensaba que esa maldición era como ellas.
—Es lo que dicen —Lily se encoge de hombros—. Que los Potter se sienten atraídos por pelirrojas.
Nuevamente ruedo los ojos— ¿Y dices que James sale conmigo sólo por ser pelirroja?
—Tal vez —dice simplemente con diversión—. Él había estado obsesionado con ese tema...
Eso me da para pensar. El hecho de que se pasó años diciendome pelirroja, su pelirroja... Hago una mueca, ¿y si ciertamente sólo ha ido tras de mí porque, joder, soy pelirroja? Si es así lo mato, por idiota.
— ¿Quieres decir que podía sentirse atraído por cualquier otra pelirroja? —le pregunto y Levallois aparece mágicamente con cara de enferma.
Entrecierro los ojos y aprieto los dientes. No sería capaz...
—Malfoy, es más bien un chiste de familia —Lily me mira extraño cuando me levanto—. Albus dice que tal vez sea porque a los Potter le gustan las chicas difíciles y casualmente todas han sido pelirrojas.
Sigue hablando pero yo ya no quiero hablar con ella, quiero hablar con James y saber si ese idiota sólo está conmigo por ser pelirroja.
***
—Dime que ese "tenemos que hablar" no quiere decir que vas a terminar conmigo —me dice James mientras sigo caminando buscando un lugar sin gente mirona.
Tal vez...
—Lily me habló de la dichosa maldición Potter —digo yendo al grano y me volteo hacia él cruzando los brazos.
—Ajá —asiente y alza las cejas—. ¿Entonces...?
— ¿Estas conmigo sólo por eso?
Frunce el ceño confundido y ladea la cabeza— ¿Y cómo llegaste a esa conclusión?
—Lily dice que tú te interesaste mucho en el tema —comienzo a mover los pies nerviosa—. Dios, James Potter, si estás conmigo sólo porque quieres seguir esa estupidez, juro que voy a golpearte ahora mismo.
Ríe y pasa una mano por su cabello mientras mira a un lado antes de fijar sus ojos en mí.
— ¿Eso te preocupa? —le lanzo una mirada enfadada—. Vamos Cassie, es una historia que papá comentó. Sólo quise saber más sobre mi familia.
—Entonces... ¿No estas conmigo sólo porque sea pelirroja? —entrecierro los ojos—. Porque todo ese tiempo diciéndome que era tu pelirroja dice lo contrario...
—Tal vez hice alusión a la maldición con eso, lo admito —levanto una mano, no esperaba que él la tome—. Pero en el sentido de que las pelirrojas y los Potter siempre quedan juntos al final. Y sí, me obsesionaba verte con el cabello rojo sólo porque noté que yo era el único que te ponía tan furiosa como para llegar a ese color —lo veo sonrojarse—. Diablos, creo que Lyssander influyó en mi pero... Se sentía lindo y especial verte roja cuando te enfadaba.
Aún no controlo mi cambio de apariencia combinado con mis emociones. Por lo tanto sus palabras hacen que mi cabello se tiña de rosa chillón. No pensé sonrojarme alguna vez por lo que él dijera.
—No importa si me dejo el cabello rubio —alzo una ceja.
—Negro, azul, rosa como ahora —toca mi cabello mientras ríe y se encoge de hombros—. No te quiero por el color de tu cabello, sino porque eres Cassie.
Ambos abrimos los ojos como platos cuando notamos que él ha dicho "te quiero". Siento que mis latidos son más rápidosy quiero salir corriendo, pero James además de estar tocándome el cabello, también sujeta mi mano. Respiro hondo esperando que no note lo ansiosa y nerviosa que estoy.
—Me alegra —trago saliva—. Porque si sólo te acercabas por mi apariencia, te mataba.
—No soy tan superficial —se acerca a besar mi frente, hago una mueca—. ¿Qué?
—Tu "barba" —comento mirándola—. No te ofendas pero, ummm... ¿Cómo decirlo suavemente?
— ¡Acabo de decir que no me importa tu apariencia y tu juzgas la mía! —chilla como todo un dramático y soporto la risa—. Pero qué falta de respeto.
—¿Prefieres que te mienta o sea sincera?
Me mira unos segundos— Con respecto a mi barba, mejor miente.
—Pues... Entonces no pareces una cabra.
Abre los ojos escandalizado y esconde su rostro en mi cuello mientras río sin parar.
—Mujer cruel, ¿por qué no me lo dijiste antes? Yo estaba tan seguro de que me veía sexy.
— ¿Una cabra sexy?
— ¡Las cabras no son sexys! —me abraza y siento su nariz rozarme. Eso... Diablos.
—Se puede solucionar con una rasuradora —lo escucho gemir con dolor y palmeo su espalda—. Vamos, volverá a crecer y te enseñaré cómo tenerla bien sexy.
— ¿Lo prometes? ¿No dejarás que vuelva a ser un cabrito?
—Si vas a seguir conmigo no volverás a ser un cabrito —le aseguro y él se separa para mirarme fijo. Pasan unos largos momentos, ya comienza a incomodarme—. ¿Ahora qué?
—... ¿Por cuánto tiempo dirías que no seré un cabrito?
—No lo se —admito—... No pienses en eso. Un día a la vez, ¿sí?
Ahora se ve avergonzado mientras yo estoy incómoda mirando su corbata con interés. Se inclina y respira hondo antes de besarme.
—Hay que acabar con esa maldita cabrita —declaro cuando se separa.
¡Hola queridas! ¿Qué tal?
Nunca es tarde para decir ¡Feliz año nuevo!
¿Les cuento un secreto que ya siquiera era secreto? XD
Falta poco para acabar con esta historia :'v Estuve haciendo planificaciones de capítulos y de pronto noto casi llego al final de la historia.
Confieso que el "Epílogo" ya lo había escrito hace como dos meses, y que el final ya era pre-meditado lel Aunque le he hecho algunas modificaciones para, cómo no, llegarles al corazón ahre
En fin, nada más que decir aparte de... #YoAmoAJamesS :'3 y se nota
¡Hasta luego, queridas!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro