Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Adiós, cejas Weasley.

Un milagro sucedió después de que Potty y sus amigos se vayan: Louis me pidió otra cita.

Recapitulemos.

Yo estaba muy nerviosa, miraba una y otra vez a Louis esperando a que diga que ésta sería nuestra primera y última cita. Él no habló hasta que yo terminé mi cerveza de mantequilla.

Volvamos al castillo, Malfoy —Me dijo y se levantó.

Mientras íbamos de vuelta al colegio, yo me tambaleaba un poco, sentía como si mi alrededor se moviese. Creo que he bebido de más.

Perdón —Me dice de pronto, cuando llegábamos y estabamos solos en el camino.

Yo le dirigí una mirada confusa.

—¿A qué te refieres?

—Lo de James, santo cielo, qué vergüenza —Me miraba apenado y un poco sonrojado—. Es un chico muy molesto, lo se, no quería que lo arruinara así.

Mi boca estaba abierta en una O. ¿Hablas enserio Louis William Weasley? Dios, que monada.

—Yo creí que fueron ahí por mi culpa.

—No, no, él siempre me molestaInsistió y luego añade, aún más avergonzado—. Lo lamento Cassie, pero yo había tenido una discusión con él y le eché en cara que yo tendría una cita contigo. Lo siento enserio.

—Dios mío Louis —Una sonrisa se me escapó—. Eres tan dulce.

—¿Gracias? —Ríe.

—Fue culpa de ambos, ¿Si? —Le guiño un ojo—. Yo también estuve restregando en la cara de Potter que saldría contigo.

No me había fijado que estábamos tan cerca, él tocó un mechón de mi cabello y enredó su dedo en él. Juro que mis piernas me están fallando.

—Somos culpables.

Su nariz rozó la mía, cuando noté que cerró los ojos yo pude hacer bizcos los míos, como la estúpida que soy. Terminé el espacio y lo besé.

¡Y si perras! Besé a Louis Weasley. Después de ese beso dijo que debíamos seguir viéndonos. ¡Viva la vida!

El lunes nadie me sacó la sonrisa de la boca, ni siquiera Scorpius en el desayuno cuando me lanzó encima café ardiendo. Ni la Hufflepuf que chocó conmigo y pisó mi tarea de Transformaciones.

Estoy simplemente feliz.

Y entonces llegó la hora de Pociones. Ésta clase, nuevamente, la tenemos con Gryffindor.

Sería un buen momento para hacer sufrir a Potter por revivir un recuerdo tan vergonzoso.

Tenía 7 años y jugabamos a tomar el té, bueno, yo lo obligaba a tomar el té conmigo. Solía ponerme mis mejores vestidos y... Potter se ponía camisa y pantalón, siempre los mismos.

Una vez, vimos una película vieja y romántica. Yo dije que de grande quería tener a mi príncipe...

Y Potter dijo que sería mi príncipe si yo era su pelirroja.

Y si, ¡Maldita sea! Dije que si. En aquella época aceptaba mi pelirrojismo, pero llegó un punto en el que no me sentí muy Malfoy, entonces comencé a ser rubia de ojos plateados.

Ahora uso el rojo sólo cuando me enfado... Y lo peor es que sólo es rojo si me enfado con Potter. Naranja para los demás.

Pensar en eso logró que mi sonrisa se descompusiera. Fruncí el ceño a mi caldero mientras el aula se llenaba.

Potter se puso a mi lado, Fred Weasley detrás. Los Scamander eran Hufflepuf y Ravenclaw, por ello tuve la suerte de no tenerlos cerca ahora.

El profesor Slughorn comenzó a explicar la poción que haríamos en ese día. No me preocupé en revisar el libro, no soy hija de Draco Malfoy por nada, mi padre llenó mi niñez de pociones y DCAO (Libros y libros).

Fui por los ingredientes y de forma aburrida comencé mi poción. El profesor pasaba de vez en cuando a alabarme. En una de esas paró ante Potter e hizo una mueca.

—Cassiopeia, hazme un favor... Ayuda al señor Potter, si sigue así, la poción explotará en su cara y tal vez quede sin cejas por una semana.

Pude sentirlo. La lamparita se encendió por sobre mi cabeza. Sonreí de lado.

—Claro profesor.

Me voltee a Potter, él miraba con enojo a su libro.

—Te ayudo, Potty —Murmure dándole un empujoncito con mi cadera.

Comencé a mezclar las cosas, en cualquier momento explotaría. Le pasé la cuchara a Potter y me alejé con una sonrisa lobuna. Fred Weasley me miró extrañado y fue hacia Potter para decirle algo.

¡Oh bendita suerte! Dos por uno.

Y el desastre llegó. Todos lanzaron gritos de susto, y los más agudos eran de Potter y Weasley. Cuando el humo se disperso, pude verlos con las manos en la cara.

—¡Mis cejas! ¡Mis bellas cejas! —Chillaba Weasley —. ¡No están!

—¡Las mías tampoco!

—¡Y por eso no deben ir a arruinar mis citas! —Aplaudí—. Si vuelven a hacerlo, se quedaran calvos de por vida.

El profesor tosía y sacó su varita para arreglar todo.

—¡Malfoy! —Rugió —. ¡Castigada!

—Si, mi querido profesor.

Por primera vez no me interesa estar castigada. Fue por algo bueno (Para mi)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro