9
Laila se ha acercado maullando a la puerta,
ella también ha sentido tu aroma,
ha escrutado todo el pasillo y me ha mirado.
Luego ha comenzado a caminar olisqueando
y maullando mientras miraba hacia atrás
comprobando que iba siguiéndola.
Hemos caminado hasta la puerta del portal
y ella ha comenzado a arañarla
mientras me miraba con los ojos brillantes.
Fuera llovía pero a ella no le ha importado
mientras continuaba oliendo y caminando
hacia la cafetería donde nos conocimos
tú y yo aquella tarde gris de invierno.
Se ha apoyado en el escaparate maullando
como nunca le había oído hacerlo,
y tú estás al otro lado, con un té caliente
entre las manos y tu gorro lila de lana favorito
mirándonos con tu gran sonrisa en la mirada.
Estamos empapados sin poder dejar de mirarte,
y tú has salido calándote como tantas otras veces
y me has mirado a los ojos mientras tomas mi rostro:
-Sé que ha pasado mucho tiempo
y que quizá sólo sientas odio por mí,
me he maldecido a mí misma cada día
por haber huido de la persona a quien más
he amado en toda mi vida-.
Te he abrazado tan fuerte como nunca había hecho
para asegurarme que no estaba soñando
y sentir el calor de tu aliento
y tus lágrimas rozándome el cuello.
Laila se nos ha acercado y la hemos colocado
entre nuestro abrazo,
para volver los tres a casa.
-Cassiopeia, me has hecho mucho daño,
pero te amo tanto como siempre lo hice-.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro