He llorado por ti,
reí contigo
y lloramos juntos.
Nos consolamos
y leímos versos
en inacabables
madrugadas de besos
y caricias.

Escribimos a oscuras
el brillo de las estrellas
para recordárnoslo
en las tristezas
de ojos encharcados
en la soledad
del invierno.

Todas nuestras libretas
están ordenadas
como las dejaste
antes de abandonarme.
Ninguna tiene escrita
la última página
por tu manía
de jamás acabarlas,
decías que ponerles
punto y final
haría que las olvidáramos
y todos sus versos
fueran sólo
tristeza.

He escrito la última página
de este libreta
que te dejo
sobre las que fueron
nuestras sábanas
tanto tiempo.
Te amo Cassiopeia,
pero serás sólo
un recuerdo
que iré olvidando
en el término
de cada invierno.
Al final
serás
el recuerdo
más
bonito.
Pero también
el más
triste.