Son Hyun.

—Hey Son —dijo con voz grave —Tienes visitas

Caminé por los pasillos siguiendo al guardia, debo admitir que verla era lo último que imaginaba. Su piel se veía más pálida, su pelo aún estaba de una lado más largo que el otro, sus pecas aún adornaban su nariz y pómulos acompañado de un rubor intenso, aún tenía los puntos en su mejilla izquierda y el moretón no había desaparecido por completo.
Me estremeció.

—¿Son Hye? —hablé con voz entrecortada, ella me vio y se levantó con rapidez

—Papá —me sonrió plenamente

—¿Qué haces aquí? ¿Tú madre?

—Está afuera —dijo aún con la sonrisa en su rostro —¿Estás comiendo bien? Has adelgazado—de pronto su semblante cambió a una expresión de preocupación

—Yo estoy bien —solté

—Pagaré cada mes para que te traten bien —dijo

—No es justo que hagas eso, solo debes olvidarte de mi y seguir con tu vida

Su ceño se frunció lentamente.
Un silencio nos invadió.
Entonces, tomó asiento jugando con los los dedos de la mano.

—Todo lo que hacemos es arruinar nuestras relaciones ¿No? —me dijo tomándome por sorpresa

—No—susurré tomando asiento al frente suyo—Intentamos no lastimar a las personas que amamos. Pero lo hacemos. Tú la lastimaste y yo lo lastime a él

—La amaba Son Hye, y el pensar que podía lastimarla, era una opción que no estaba dispuesto a considerar

—Pero tu me lastimaste —esas palabras se sentían como un disparo al corazón—Más que cualquier otra persona me haya lastimado

—Todo lo que puedo decir hija mía, es que lo siento —mis ojos comenzaron a cristalizarse —Y espero que me perdones algún día. Se que estás dudando, después de todo yo cause cicatrices en ti, pero las estrellas son luz en el cielo nocturno, tú, eres mi luz porque te pareces a esas estrellas. Te amo y tú me amas a mi

—Y mira lo que ese amor nos ha causado

—Lo siento, lo siento, lo siento —repetí una y otra y otra vez tomando su mano, las lágrimas no tardaron en salir

—He leído tantas novelas que claman que el amor es el centro del universo, que puede cerrar cualquier herida, que lo necesitamos para sobrevivir —río irónicamente—Creí que era estúpido, que era solo ficción, pero... —frunció el ceño —El tomó mi mano y me sacó de la oscuridad y me mostró de lo que estamos hecho. Y padre yo, no se si pueda olvidar lo qué pasó...

—No me imagino una vida sin ti —mis labios temblaban.

—¿Merezco una historia extraordinaria?

—Mereces eso y mucho más —mencioné acariciando su mejilla con delicadeza—Y por eso debes irte y olvidarte de mi

—No quiero

—Son Hye, es necesario

—Tuviste tus razones para hacerlo —dijo con firmeza, tan terca como siempre —Todo el tiempo estuviste bajo el efecto del alcohol

—Eso no es excusa

—No lo es—respondió—Pero...No quiero más odio en mi corazón, no mas dolor, ni sufrimiento, quiero ser libre, perdonar es liberar y... —seco mis lagrimas con delicadeza —Quiero sentirme libre  —sonrió dulcemente —No eres malo padre, solo has soportado más de lo que podías soportar, no sabía que estabas sufriendo

—Qué lastima que hasta hoy, me de cuenta de lo afortunado que era al tenerte

—Te perdonó

—¿Enserio?

—Si papá, te perdono —me abrazo con desesperación —Te perdonó

—El tiempo se agotó —habló el guardia a nuestro lado —Son Hyun hora de regresar a tu celda —nos separo con brusquedad

—No es un adiós padre —habló con ojos cristalinos...

—Te amo...

—Yo a ti —susurró... El no pudo escucharla.