🍵| Té de durazno y canela
Sanji había mencionado que podría resultar divertido jugar de esa manera con Law. No había mencionado el tipo de diversión por supuesto pero resultó de cierta manera gratificante.
A diferencia de sus nakamas no estaba tan interesado en el sexo, si es sincero consigo pensó en ello como algo que le gustaría pero en ese momento, con el otro capitán pirata besando su cuello, cayó en cuenta de que podría estar equivocado.
Mientras Law metía sus manos bajo su chaleco, se agachaba para a su altura para intentar besarlo y susurrarle las cosas que le haría supo de inmediato porque Sanji era un promiscuo.
Se sentía bien. Como si su cerebro estuviera lleno de aire y el calor del verano se asentara donde en las yemas recorrían. Quería más de esa avasallante sensación.
—Tócame más, Torao —nunca fue tímido, no empezaría a serlo solo porque descubrió algo que disfrutaba más que jugar.
—No así, —se quejó el otro capitán. metiendo su pierna entre las de Luffy, apretando su pene y ayudando al novato a entrar en calor— repite lo que dijiste antes.
Subió su mano, tomando el mentón del inesperadamente dócil sombrero de paja, apretando sus labios y luego deslizando sus dedos dentro de su boca. La nefasta respuesta del joven capitán le causó una sonrisa, su torpeza al empujar sus dedos con la lengua delató que era un tipo nuevo en ese mundo.
—Intenta lamerlos Sombrero de paja —que alguien tan testarudo como el inocente Luffy cediera a su orden con tanta facilidad hizo que su interior ebulliera. Lo tomó de las piernas, cansado de tanto estar agachado y lo empujó contra la pared dejando atrás el decoro e ignorando que estaba en un barco con tripulantes molestos.
Le parecía divertido que alguno de sus nakama saliera a tomar aire y vea al temido pirata siendo acorralado contra la pared mientras pide por más, era casi una necesidad mientras se frotaba contra el cuerpo ajeno. Su erección era incómoda porque la ropa de mezclilla que usaban ambos no está hecha para ese tipo de encuentro.
Luffy cruzó sus brazos sobre los hombros de Law, apretando más contra él intercalando sus gemidos con unas cuantas risas. Sonrojado mientras intentaba alcanzar su boca se veía incluso más bonito que sexy.
—Papi, enséñame más.
Pegó su rostro al cuello del menor, encajando sus dientes tan fuerte que de ser un humano normal le habría causado arrancado la piel, empujó la espalda de sombrero de paja contra la pared de madera sin cuidado guiado solo por la calentura. El bastardo entre sus brazos gimió ante ese estímulo y el mayor terminó corriéndose en sus pantalones.
Intentaba respirar, incrédulo porque no recordaba cuándo fue la última vez que se corría en tan poco tiempo. Luffy seguía ansioso, intentando obtener más piel desnuda que disfrutar mientras pasaba los labios por la piel sudorosa del otro capitán pirata.
—Papi...—llamó con la voz agitada, apretando contra el abdomen de Law para asegurarse de que sintiera su erección—, aún no estoy satisfecho.
Tal vez, sí Sombrero de paja seguía llamándolo así, él tampoco estaría satisfecho.
***
—Venga Luffy, será divertido —bromeó Sanji, alcanzando el cenicero para desechar la colilla de su cigarrillo. Con una enorme sonrisa mientras la navegante del barco anotaba las apuestas en una hoja de papel.
—No estoy seguro, Torao podría molestarse —refutó tomando uno de los bocadillos de la mesa.
—¿Por qué lo haría?, ¿no son amigos? —intervino el espadachín. Aunque la risa burlona delata sus intenciones maliciosas.
Luffy arrugó las cejas mientras veía a la pelirroja contando el dinero que seguro gano con la apuesta de anoche, con su poder de bruja fue la única que acertó que su joven capitán cedería ante la sensualidad madura, como decía Usopp, del enorme y tatuado compañero de alianza.
• Sirve Simurdiera2 •
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