Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 33

—Asumo que ya llegó — declara André mientras me ayuda a guardar mi computadora en su funda.

Aún me quedan un tiempo antes de salir, pero el maldito conserje se ha hecho el gracioso y no ha dejado entrar a Benjamín a mi departamento. Dudo mucho que haya tenido que ver con su apariencia, el nunca ha parecido un chico malo.

A diferencia del que tengo junto a mi.

Y en este preciso instante no parece alguien muy amigable.

—Si, me está esperando.

—¿Estas segura que quieres hacer esto?

Hay tantas respuestas para esa pregunta que realmente no sé hacia donde apunta. Aunque no me mentiré diciendo que yo estaría feliz sabiendo que es André quien estará compartiendo el techo con su ex.

—Si, absolutamente.

Hace una mueca que deja su labios en una delgada línea y desde aquí lo escucho botar el aire antes de volver a hablar.

—No te dejaré sola con él. Y no lo digo por qué este celoso. Eso no tengo ni que decirlo. Pero ¿No podía quedarse en otro lugar?

No espera a que le conteste cuando ya tiene mis cosas, las carga sin volver a mirarme hasta que llega a la puerta.

—No André. No lo mandaré a un hotel, cuando el me está ayudando sin ganar nada a cambio — mi voz suena tajante y segura, no daré mi brazo a torcer. Pero mi estómago se aprieta al igual que mi pecho.

No quisiera que este sea un motivo para discutir con él, pero quizá no tenga muchas alternativas.

Evito volver a mirarlo y él tampoco lo hace, en cambio abre la puerta para que pueda pasar.

No necesito mirarlo para sentir su calor al pasar junto a él. Lo escucho soltar un pequeña risa. Pero no me devuelvo a preguntar que es lo gracioso.

—¿Y tu?

Aún hay mucho movimiento en la cocina y en el resto del restorán. Agradezco en mi interior no haber continuado con lo que hacíamos ahí dentro. Cualquiera podría haber entrado y pero aún, podría ser la misma que tenemos en frente.

— ¿Me necesitabas? — le pregunto a Camille pasando por su lado sin detenerme.

—A ti, jamás.

—Entonces ¿Qué quieres?

—Tu madre me mandó a buscarte, dijo que no le contestabas el teléfono. Pero ya me imagino por qué — no logro verla ya que se encuentra a mis espaldas. Pero su insinuación queda en el aire de todos modos.

—Tienes razón Camille, estábamos ocupados. Gracias por no llegar antes — André se adelanta y le contesta por mi. Me vuelvo para verlo y en su rostro no hay rastro de ironía.

Camille en cambio lo mira con desagrado, pero de todos modos se acerca lo suficiente para que yo no pueda escuchar lo que le dice. Y al final se va con una sonrisa en el rostro.

—¿Qué fue eso?

—No fue nada, solo olvídalo — ya no hay rastro de la suficiencia que lo acompaño hace un momento.

—¿Te dijo algo sobre mi?

Sus hermosos ojos se ven muy cristalinos, y si estuviera más cerca creo que podría reflejarme en ellos. Me atrae tomando mi mano, intento resistirme un momento, pero creo de todos modos. Se las ingenia para abrazarme y tanto su aroma como su calor me envuelve. Esconde su rostro en mi cuello antes de hablar.

— Dijo que debía aprovechar mientras me tomarás en cuenta.

Una mano invisible sube por mi cuello a mi garganta y me corta la respiración. El color que suele cubrirme cada vez que estoy avergonzada ahora tiene otro motivo por el cuál aparecer.

Estoy muy molesta.

— ¿Por que diría algo así?

— Para todos es obvio, menos para ti.  

Me alejo un poco mas para mirarlo a los ojos, el me sonríe tiernamente, pero no puedo dejar que mi corazón se tranquilice. Se acerca para besar mi frente y no me deja decir nada más ya que me conduce a la oficina de mi madre. La puerta esta entreabierta. Muy diferente a cuando yo me encuentro ahí. Siempre la tengo cerrada.

—Pasen.

Miro a André una ultima vez y el me hace un gesto para que entre. 

— Tu también André. 

Mi madre nos estudia con una sonrisa en el rostro, si hay algo que le molesta no lo demuestra. Y ahora tomamos los asientos que están contrarios a ella. A la espera de lo que nos quiera comunicar. Para sorpresa de ambos es solo para invitarnos el fin de semana a su casa, hará una fiesta con piscina y todo.  No podemos negarnos. De todos modos ya tenia ganas de ver a mi hermano.

Nos despedimos de todos en la cocina, exceptuando a una que nos ignora por completo. Me gustaría decirle un par de cosas antes de irme, pero me recuerdo que tengo problemas más grandes que requieren mi atención por el momento.

No ponemos un solo pie fuera de Flores y André ya ha reclamado mi mano. La entrelaza con la suya y yo sonrió en respuesta a un antiguo anhelo que nunca se fue. Poco a poco mi malestar se diluye con su contacto. Me gusta sentir su presencia, pero ir conectados aun sin decir nada es algo que no podría explicar. Solo quiero que no me vuelva a soltar.

No hablamos el resto del camino, pero soy consciente de lo tenso que se va poniendo a medida que mas nos acercamos a nuestro edificio. Y por mi parte la sensación de ir cayendo en picada no se detiene. Mi estomago me agradece haber comido lo mínimo durante el día, por que de lo contrario no llegaría muy lejos sin vomitar. No se en que estaba pensando, quizá ese es mi verdadero problema. No pienso lo suficiente antes de tomar una decisión.

Antes de entrar André me detiene y espero a que me diga algo, imagino las mil oraciones posibles que pueda construir para decirme que esto es una mala idea, pero solo me besa en la frente y me deja ir al fin.

Localizo al pelinegro con mirada triste de inmediato, y no lo digo por que ahora la tenga, lo digo por que esa era la forma de dirigirme a el cuando lo conocí. Siempre parecía vivir en una eterna melancolía.

Me obligo a parecer normal mientras me acerco a el, André me sigue en silencio y no se que cara tendrá y realmente prefiero no saberlo.

—Hola Benja. 

Deja de hacer lo que hacia en su computadora para mirarme, me sonríe solo el segundo en que ve, luego ese rostro lo abandona cuando ve a André. No lo culpo. Nunca lo hare. Solo espero que no sea demasiado para el. Tampoco lo obligare a quedarse cuando se lo que le estoy pidiendo.

—Hola. 

— Creo que deberíamos presentarnos otra vez ¿No creen?

Ambos miramos a André como si le hubiera salido una segunda cabeza. Pero este nos sonríe a ambos con una sonrisa capaz de derretir el polo norte.

—Ya se quien eres, no necesito conocerte mas que eso —  Benjamín se adelanta guardando sus cosas y en un segundo esta listo para seguirme donde sea que yo deba conducirlo —. Vamos, estoy cansado.

—Si me imagino —  no hayo que mas decir y me apresuro a salir de ahí e ir a pedir el ascensor. 

Aunque antes de ir en esa dirección paso a pedirle mis llaves al conserje, que me asegura haber olvidado por completo las instrucciones de entregar las llaves a Benjamín cuando este se registrara.  Ya encontrare la forma de vengarme de el, pero es la vida misma la que se encarga de vengarse de mi, de inmediato.

Ambos me esperan con las puertas de ascensor abiertas, tendré que entrar con ambos ahí. Dudo que alcance el aire para los tres en ese lugar. De seguro me desmayare antes de llegar al piso diez.

—¿Tu también vives en el edificio? — Benjamín corta el silencio y le da una mirada nada amistosa al mas alto de los tres. Pero André en vez de devolvérsela, solo se limita a levantar los hombros en señal de apruebo —. Ella podría demandarte por acoso ¿Sabias eso? 

—Estoy al tanto de eso. Pero no creo que lo haga. 

Ambos me miran esperando a que diga algo, pero realmente las palabras no vienen a mi y no se que es lo que quieren que diga. Es obvio que tendré que poner al día a Benjamín con todo aquí. Solo espero queme quiera escuchar. 

—Nos vemos pronto Soledad, te llamaré ¿está bien? — André se encorba para quedar a la altura de mi oído, me envuelve en un abrazo cálido que solo dura un segundo antes de salir al pasillo —. No te pases de listo.

Benjamin queda con las palabras en la boca ya que el ascensor se cierra, dejándome a un hombre totalmente iracundo a mi lado.

— Es aquí, vamos.

Bufa sonoramente pero me sigue de todos modos.

— Nunca dijiste que el vivía aquí también — me suelta mientras va dejando sus cosas sobre el sillón.

— No pensé que eso fuera importante la verdad — digo ignorando tu tono de reproche. Debo recordarme que está fue mi idea para empezar.

—Dormire en el sillón — yo asiento con una sonrisa, no tengo intensiones de hacer más incómodas las cosas. Conosco a Benjamin y se que él tampoco lo hará —. Al menos se ve cómodo.

— Si, yo ya he dormido ahí... — mi voz se apaga a medida de digo aquello.

No debería pensar en eso ahora.

Benjamin debe notar que algo pasa, ya que vuelve hacia su equipaje dejando que mi corazón vuelva poco a poco a un ritmo razonable.

— Quisiera mostrarte lo que he avanzado — su voz ya no se escucha como antes y me basta mirarlo para encontrar su sonrisa. Es obvio que no quiere que me sienta incomoda.

Mi pecho se relaja y le asiento con gusto. Busco mi computadora de inmediato y él hace lo mismo, ambos nos acomodamos en mi comedor.

Pasamos lo que queda de la tarde analizando todo lo que tendremos que hacer, él me ha mostrado negocios que han estado en situaciones similares al de mi madre y ya tenemos un plan trazado para comenzar.

Solo falta contactarnos con el equipo de filmación. Benjamin hará esa parte. Así yo no tendré que dejar mis obligaciones en Flores. Mi madre no ha dicho que volverá a trabajar. Pero sería un alivio si ella lo hiciera.

Eso me recuerda que debo llamarla para preguntar.

—¿Quieres pedir algo de comer? — su pregunta hace que mi estómago ruja, no es una novedad que hoy no le he dado importancia a mi alimentación durante todo el dia —. Podríamos pedir pizza ¿te parece?

— Claro, hay muchos lugares que puedes pedir ¿Tienes la aplicación?

—Si, yo me encargo.

Busco mi teléfono que no he sacado para nada desde que llegué y no me sorprende ver muchos mensajes esperando por mi. Voy al último contacto que me ha escrito. El mensaje de André fue enviado hace menos de cinco minutos.

André: te extraño como si hubieran pasado años sin verte.

Yo sonrío en el instante que lo leo, me alejo de la mesa para contestar.

Soledad: Yo también te extraño.

Su respuesta es inmediata.

André: Podría subir y cocinar algo para ustedes.

Definitivamente eso no sería algo que Benjamín aprobará, ni en un millón de años comería algo preparado por André.

Soledad: No creo que sea buena idea. ¿Cómo esta Tina?

André: Está mucho mejor, me ha preguntado por ti. Dice que quiere verte.

Una foto llega y son ellos dos en la habitación de la pequeña. Ella lo abraza por la cintura y sonríe a la cámara. Son tan parecidos que hasta en la forma de sonreír ambos arrugan los extremos de sus ojos. Mi pecho se estremece con el suspiro que dejo salir. Aun son pocos los momentos que hemos compartido desde que llegue pero mi piel extraña la calidez de André como se extraña una mañana de sol. 

Soledad: Descansen, yo ya me iré a dormir. 

André: Yo no creo que pueda hacerlo. Pero lo intentare.

Bloqueo el teléfono y me quedo mirando a la nada un minuto mas. Pero un nuevo mensaje llega y al desbloquearlo veo que no importa lo que yo sienta André debe estar pasándolo mal sabiendo que no es el quien esta aquí conmigo. 

André: No duermas con el. Por favor.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro