He perdido otra vez, me he perdido entre latidos, entre miradas, entre los malos presentimientos que albergaba...

Tus ojos me han hecho perder, otra vez, y ahora sí creo saber porqué.

Suena cursi, sí, toda ésta mierda suena romántica, sin embargo, es lo que menos quiero expresar.

Volver a verte fue soltar delirios que atravesaron como espadas a mi pecho, los momentos se dispararon a mi mente, mi piel arde en señal de que las heridas vuelven a ser rozadas por tu recuerdo.

¿Qué demonios estaba pensando cuando dije que estaba segura que cuando volverías me demostraría que todo había quedado atrás?

Llevo diciéndole eso a mi consciencia todo este tiempo, para tranquilizarla, y acabo engañándome, ¡Ja! Decidí mandar todo lo que se relaciona a tí al famoso baúl del olvido, cruzando los dedos a ver si en algún instante dejan de pesar, pero no, cada que vuelven saben cómo anunciar su amarga presencia.

Si lo es, lo comprobé después de mucho tiempo, no deja de ser el mismo imbécil que abandonó mi corazón para mostrarse como un autentico patán y fallarme.

Ambos nos fallamos, aunque "inesperadamente" no hayamos tenido ni la mínima intención de pedirnos perdón.