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La mano tenía callos que le arañaban el pene cada vez que la movía hacia arriba y hacia abajo, dando otro tirón. Namjoon casi perdió la cabeza mientras gemía en la almohada, agradecido de que mantuviera los ruidos a un volumen mínimo. El hombre había bajado su otra mano y ahora estaba ahuecando su escroto, tirando de él y dándole apretones lentos, casi en un masaje.
"No pares", gritó en la almohada, moviendo las caderas hacia arriba y hacia abajo para ayudar con la mano que actualmente lo rodeaba.
Dos labios pegados a su cuello, chupando la suave carne que estaba allí, dejando atrás un chupetón morado que hizo que un maullido saliera de la boca de Namjoon.
"O-oh Dios mío" gritó Namjoon a través de la almohada, lo suficientemente claro para que cualquiera pudiera escucharlo mientras su estómago se apretaba y luchaba por no eyacular, una risa burlona recorrió la habitación antes de que una boca se acercara a su oído
"mi nombre no es Dios, pero me alegro de poder hacerte gritar" hizo una pausa, lamiendo la oreja de Namjoon riendo mientras temblaba "Me encanta un buen gritón, no he tenido uno en mucho tiempo" la mano que lo bombeaba aceleró el ritmo, apretando ligeramente.
"Cuando te sientas listo, en vez de gritar Dios, puedes gritar Jungkook" y la boca se apartó, reemplazándose en la piel expuesta de la espalda de Namjoon, dejando pequeños besos de mariposa. Comenzó a forcejear, esta vez para decirle a Jungkook que estaba a punto de correrse, por toda su mano. Justo cuando estaba a punto de soltar un grito muy desorientado en la almohada, su cabeza fue arrastrada hacia arriba por su cabello y en vez de gritar en dicha almohada, un grito fuerte salió de su boca, haciendo eco en las paredes y haciendo que Namjoon se estremeciera de lo ansioso y desesperado que sonaba.
Jungkook tenía las manos cubiertas de semen caliente y pegajoso, y casi le da un infarto cuando se metió uno de los dedos manchados en la boca y lo chupó. "Me encantó oírte gritar mi nombre", sonrió encantadoramente, volteando a Namjoon sobre su espalda para que pudiera presionar sus labios ahora manchados de semen contra los suyos. Namjoon ni siquiera pensó en eso cuando le devolvió el beso y ni siquiera le importó que su propio sabor salado golpeara su lengua. Todo lo que quería era ahondar más en la boca de Jungkook y nunca irse.
Namjoon cerró sus labios sobre los de Jungkook, inclinando su cabeza hacia atrás para poder abrir la boca y dominar el beso, mordisqueando y mordisqueando el grueso labio inferior que pertenecía a Jungkook.
Mrs.KimJoon's
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