||Narración normal||

Franklin había meditado bien su decisión, si era la correcta o no jamás lo sabría, tan solo cumpliría con aquello: matar a Trevor.

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Las cosas habían pasado tan a prisa, Michael y Franklin lo veían arder, aquello no debía pasar, por lo menos no de esa forma, pero el final de Trevor había sido demasiado extremista.

La ganancia del gran golpe se había repartido entre ellos y ahora los amigos de él los odiaban, el funeral ya se había llevado a cabo y ellos trataban de regresar a su vida cotidiana sin que esa muerte tan atroz estuviera presente en sus recuerdos, pero al De Santa le había afectado más de lo que jamás creyó.

Él había ayudado al muchacho a acorralarle y llevarlo a ese destino, sin embargo, ya no estaba en paz consigo.

Su alma se consumía en dolor y culpa, en odio y desprecio por su propio ser, el verlo otra vez había traído felicidad sin saberlo, y al saber que ahora realmente estaba muerto, su vida había caído en un abismo tan oscuro del cual no parecía haber salida.

(...Finalmente he aprendido a lamentar lo que llego a decir, nunca quise decirte palabras hirientes, pero ahora duele decir "adiós a donde sea que hayas ido, adiós mejor amigo"...)-. Michael estaba en su coche, regresando a su hogar luego de visitar la tumba de Trevor, estaba algo ebrio y lloraba como si la vida se le fuera en ello.

Durante un tiempo había fingido que la muerte de él fue necesaria ya que podía causar problemas en el futuro, pero Michael ya no podía más con aquella farsa, cada noche era lo mismo, despertar con una pesadilla donde Trevor envuelto en llamas lo culpaba de todo y le decía que realmente lo odiaba con todo su ser.

Al llegar a su hogar ya no le sorprendía que sus hijos le vieran con cierto resentimiento mezclado con preocupación, ellos notaban cuan afectado ahora estaba su padre por lo sucedido, pero por más que trataron de ayudar no tenían idea del real dolor que su padre ocultaba, de los sentimientos que descubrió demasiado tarde.

(Sé que jamás contestaras mi llamada, pero sé que tal vez sonríes al verme intentarlo de igual manera)-. Nuevamente el De Santa estaba en el sofá con alcohol y su celular en mano, tratando de llamar a Trevor siendo consciente de que jamás le responderían.

Estaba llorando mientras en su mente resonaba la risa de Trevor, burlandose de su dolor, de las consecuencias que sus acciones producieron, de todo, y eso solo le hacía sufrir aún más, pero sabía que se lo merecía.

Dejó lo que bebía a un lado y subió a su habitación, al entrar vio a su esposa teniendo relaciones con alguien más, esta de inmediato se asustó y trató de explicar pero Michael no le prestó atención, solo había ido por uno de sus puros y después se fue, dejando a Amanda totalmente desconcertada, al igual que el amante de esta.

(...En verdad quiero sentir de nuevo, la verdad que quiero ver es aquella en la cual no te fuiste T... Me di cuenta tarde que te amaba, esos sentimientos tan obvios pero que no vi hasta que te perdí... ¿Trevor, por qué no me di cuenta que mientras sostuviera tu mano encontraría mi camino? Quiero que este dolor me despierte de una vez, quiero borrar todo esas millas que caminamos juntos)-. Michael había salido de su hogar y caminaba sin rumbo mientras la noche transcurría pronto a su alrededor, ya era tan tarde que las calles estaban desiertas.- (Nuestras vivencias juntos se reproducen, se repiten en mi mente, se reflejan en mi corazón al igual que tu voz, Trevor ¿Acaso puedes ver como lloro tanto por ti? Sigo esperando que en algún momento vengas a molestarme y decirme "sugar tits", que me digas alguna de tus locuras... pero no se puede, no aún ...¿Podrás perdonarme una vez me veas y escuches lo que debo decirte?...)

En ese momento Michael había llegado a su destino, un puente el cual estaba lo suficientemente alto como para matarle si caía, con la poca agilidad que tenía se subió a la barandilla, miró abajo y sonrió un poco antes de sacar una pistola.

Durante aquella noche, en aquel solitario y silencioso sitio, el sonido de un disparo rompió la calma mientras una vida se acababa.
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De un sobresalto Michael había despertado luego de aquella sensación de sentir un disparo en su cuerpo, no había gritado pero se había movido lo suficiente como para caer de la cama jalando consigo las sabánas que lo cubrían a él y a su amado, quien despertó por ello.

Hey cupcake, esa no es manera de despertar, tan mal no te deje la cadera ¿o sí? Estando desnudo y en suelo es seguro que te enfermaras, levantate de... ¿O-oye, estas llorando? ¿Mikey?-. Trevor estaba totalmente confundido al ver tanto dolor en la mirada de su prometido, este ni siquiera había notado que estaba llorando, solo se quedó allí viendo a su pareja mientras le pedía disculpas.

Esa madrugada Trevor no le preguntó a Michael porque razón había despertado de aquella manera ni porque lloraba, solo le abrazó hasta que se calmó y se quedó dormido en sus brazos mientras le mimaba.