||Narración normal||

Las alucinaciones desde que Trevor descubrió sus propios sentimientos estaban cada vez más intensas, la del séptimo año le hizo querer darse de topes contra la pared.

Y de hecho lo hizo, se golpeó un buen rato mientras lamentaba lo que hizo.

Sin embargo, era curioso, el placer que sintió había sido mayor que cualquier otro que pudo sentir al hacerlo con alguna mujer.

Pero seguía sintiéndose escoria, no era correcto usar la imagen de su amigo para masturbarse y menos en su aniversario luctuoso, por mucho que lo quisiera, no tenía excusa.

O por lo menos él no quería decir ninguna, no importa que tan demente estuviese en algunas situaciones, o bueno, la mayoría del tiempo, por una vez quería ser racional, aunque no fuese lo suyo.

Como fuese, Trevor se guardó rencor por un par de meses luego de ello, pero también tuvo cierta curiosidad en cierto tema: relaciones sexuales entre hombres.

No se consideraba gay como tal, a él seguían llamándole la atención la mujeres, y en el transcurso del tiempo hasta su actualidad siguió disfrutando de ellas.

Sin embargo, quiso darse una idea de como es que dos hombres podían disfrutar y tener placer entre ellos.

Más era obvio que en su pequeño pueblo jamás podría averiguarlo, por ello decidió hacer un pequeño viaje, que en realidad era por negocios, pero podía tomarse un pequeño descanso y darse una vuelta por la ciudad antes de regresar.

Su destino era dejar una mercancía a unos sujetos que les pagaron bien por ello en Los Santos, sería una entrega rápida siempre y cuando nadie se enterase.

De lo contrario, entonces ni siquiera tendría tiempo de comprarse algo para emborracharse porque tendría que escapar de la policía o de alguna banda que quisiera robarle.

Aunque era claro que debían primero matarle antes de siquiera poder tocar su mercancía o arrestarle.

[<-~×☆×~->]

Llegó el día de su viaje, era dos días antes de su fecha "sagrada", debía conducir un largo camino y aunque no tardaba mucho quería conducir con tranquilidad.

Se fue temprano para evitar cualquier tráfico innecesario, se escondió durante el día y al anochecer fue al sitio acordado, entregó lo que debía y paseo por la ciudad.

Era realmente tarde y casi no había nadie más que prostitutas, pero a Trevor le llamó la atención que en una calle por la que pasó había un chico bien parecido y que le recordaba a Michael de joven.

Con duda aparcó la camioneta cercas y este se acercó, al parecer también era un sexoservidor.

Con un raro nerviosismo Trevor le comentó que deseaba probar el hacerlo con un hombre, este encantado decidió prestarse para su deleite siempre que pagase.

Se subió a la camioneta y este le indicó el hotel más cercano, Trevor siguió las ordenes de este en todo momento.

Por supuesto el fue el activo esa noche, el hecho de que tuviera cierta similitud a Mikey hizo que todo fuera placentero para ambos, esa noche creyó tenerle.