Misión bonus: Charlas incómodas
||Narración normal||
Era un buen día para salir aquel fin de semana, Michael había insistido en que salieran a pasear un rato por la ciudad y por supuesto Trevor no se negó a complacer a su amado sugar tits, aunque pronto se negaría de ello.
Usando el vehículo del más violento de los dos, emprendieron el viaje en dirección al pier, ya que su plan era pasar un día en playa, además de que en el camino recogerían a Franklin y a Lamar, pues era una salida grupal entre amigos lo que Michael quería.
Una vez los cuatro en la camioneta una charla no de hizo de esperar en lo que iban en camino.
Así que son pareja eh homie, vaya, cuando hicimos lo de los coches con ese tal Davey Weston ya me daba la impresión de que parecías una zorra a la que nunca le volvieron a llamar, pero no creí que realmente te gustaran los hombres bro-. Lamar hablaba algo nervioso, se notaba demasiado, pues era la primera vez que convivía con una pareja gay y no quería decir algo que los hiciera enojar, en especial a Trevor.- Esto es nuevo para mi nigga ¿Cómo fue que tú no te sorprendiste el día que se le propuso eh nigga, ya te lo habían dicho?
Eso es cierto, cuando te pedí el anillo y te dije que era para el sugar tits tú no te sorprendiste, eso me causa dudas y no me gustan las dudas ¿Ya lo sabías, cómo te enteraste?-. Ahora Trevor era quien se cuestionaba la poca impresión que el chico mostró ante su relación, pero Franklin no sabía como decir la manera en que se enteró de ello.
Yo se lo conté T, nos escuchó el otro día cuando quedamos en vernos en el club así que mejor decirselo en vez de negar, había prometido que ya dejaría atrás lo de mentir así que fue lo mejor, aunque no sé que tanto escuchó...-. En ese momento el rostro de Michael enrojeció un poco al pensar que tal vez les había escuchado desde el momento en que estaban haciendo cosas sucias.
Bueno, escuché desde como Trevor gritó en el momento en que le dijo que si no corría a una de las bailarinas lo dejaría en abstinencia, siendo sinceros tuve que aguantar la risa porque se notó quien maneja la relación-. A Franklin no le quedó más que decir una media mentira, pues no sabía que tan mal le iría si sabían que hasta foto les tomó sin querer.- Por mucho que veas que Trevor es un loco, Michael lo maneja muy bien ahora homie.
Ooohh ja ja... gracioso Franklin, muy gracioso ¡Jodete! Solo deja que me estacione y te juro que, que, que ¡Agh! ni Lamar te va a reconocer, solo espera-. Ante esas palabras Franklin se puso algo nervioso creyendo que ese sería su último día, pero la risa de Michael le hizo relajarse de alguna manera ya que también posó una mano sobre el hombro de Trevor con intenciones de calmarlo.- ¡¿Qué te causa gracia cupcake?! ¡No he dicho ninguna broma!
Ya calmate T, el chico no miente-. Mikey quitó su mano del hombro de Trevor y cambió la estación de radio mientras sonreía de lado, lo cual le causó intriga a su pareja.- Siendo sinceros, es verdad, solo yo puedo manejar tu actitud psicópata... además, haz dejado atrás tus actitudes hipsters.
En ese momento el De Santa había tocado una fibra sensible en su prometido, quien de pronto tuvo un tic en el ojo y miró molesto a quien le dijo de aquella detestable forma.
Oh sugar tits, me haz dicho de esa, esa ¡Esa manera! ¡Aaahhhh! ¡Jodete Mikey, yo nunca fui un maldito hipster y jamás lo seré!-. Ahora los tres temían por su seguridad ya que Trevor tenía una sonrisa de desquiciado y estaba conduciendo un poco más lento.- Pueden decir o pensar que es Michael quien maneja la relación, pero no soy yo quien esta a cuatro todas las noches rogando porque le den más duro y gimiendo hasta desgarrarse la garganta, aquí el sugar tits después es quien suplica piedad en la sexta ronda, y además, hace unas mamadksgakfkgkr ¡Mmk!
Para ese momento Michael estaba cubriendo la boca a su pareja mientras pedía mentalmente porque se lo tragara la tierra en ese instante.
Por su lado, Lamar y Franklin no dijeron nada, pues la imagen mental de aquello que Trevor había dicho se plantó en su cabeza, y había sido demasiada gráfica que hasta pena les dio.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro