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CINCO

Después de la incómoda bienvenida y los saludos formales, los señores Kim insistieron en mostrarles las habitaciones donde pasarían los próximos dos días. La madre de Taehyung, con una sonrisa radiante, llevó primero a la señora Jeon al cuarto de invitados, que habían preparado especialmente para ella. El cuarto estaba lleno de pequeños detalles acogedores: sábanas recién planchadas, una jarra de agua con vasos, y un ramo de flores frescas que llenaba el ambiente con un delicado aroma.

Sin embargo, el momento que Taehyung más temía llegó cuando su madre, con una mirada cómplice, los condujo hacia la que había sido su antigua habitación. Apenas cruzó la puerta, los recuerdos de su adolescencia lo invadieron: las paredes aún conservaban fotos de su juventud, pósters de bandas de música que ya casi había olvidado, y el escritorio donde solía pasar largas horas estudiando o soñando despierto.

—Aquí estarán tú y Jungkook, hijo —dijo la señora Kim, con un tono que sugería que todo ya estaba decidido.

El corazón de Taehyung dio un vuelco. El cuarto, aunque acogedor, era pequeño, con una sola cama matrimonial que parecía aún más reducida al recordar quién iba a compartirla con él. Miró de reojo a Jungkook, esperando algún gesto de incomodidad, pero como siempre, su jefe mantenía esa expresión imperturbable. No había rastro de incomodidad en él, lo que solo hacía que Taehyung se sintiera más nervioso.

—Mamá, sé que quizás a papá no le parezca bien que compartamos cama, así que yo tal vez podría dormir en el sofá o...

—¡No seas tonto, Tae! —interrumpió su madre con una risa despreocupada—. Se van a casar, es más que obvio que no es la primera ni la última vez que comparten cama, ¿no es así? Por lo tanto no tiene sentido que duerman separados. Además, esta cama es lo suficientemente grande para los dos.

Taehyung sintió que el calor subía a sus mejillas, completamente consciente de lo que su madre quiso dar a entender con sus palabras. Dormir junto a Jungkook, su jefe, con quien apenas mantenía una relación formal y fría, era un pensamiento que lo inquietaba más de lo que estaba dispuesto a admitir. Claro, en algún momento quizás llegó a fantasear al respecto, pero en ese momento, incluso si estaban mintiendo, la sola idea era tan incómoda que realmente le mortificaba.

—No se preocupe, señora Kim —intervino Jungkook en su tono calmado—. Estaremos cómodos aquí. No necesitamos nada más.

Taehyung apenas pudo disimular su sorpresa ante la facilidad con la que Jungkook aceptaba la situación, mientras él seguía luchando con la incomodidad que le provocaba la idea de estar tan cerca de su jefe durante la noche.

—Bueno, entonces los dejo para que se acomoden. La cena estará lista en un par de horas —dijo la señora Kim, antes de salir del cuarto con una sonrisa satisfecha.

Cuando la puerta se cerró detrás de ella, Taehyung se quedó de pie junto a la cama, incómodo y sin saber qué decir. Jungkook, en cambio, parecía completamente a gusto, inspeccionando la habitación con una leve curiosidad, como si fuera cualquier otro asunto más de su vida metódica.

—Supongo que esto será... interesante —murmuró Taehyung, más para sí mismo que para Jungkook.

—No es gran cosa —respondió Jungkook con indiferencia, mientras se quitaba la chaqueta y la colgaba en una silla cercana—. Estamos aquí para mantener las apariencias, nada más. Solo relájate.

"Solo relájate", pensó Taehyung, como si fuera tan fácil. La idea de compartir una cama con Jungkook durante las próximas dos noches lo tenía en un estado de nerviosismo palpable. Era consciente de cada pequeño detalle: el silencio incómodo que se instaló en el cuarto, el peso de la situación, y, sobre todo, la frialdad meticulosa de Jungkook, que hacía que todo se sintiera aún más irreal.

—Cierto... —respondió, tratando de calmar sus pensamientos—. Es solo por dos noches.

[...]

Más tarde se reunieron todos nuevamente en el comedor para cenar en un ambiente tenso, con silencios que parecían alargarse más de lo necesario. Taehyung apenas lograba comer, incómodo con las miradas y preguntas que intuía llegarían en cualquier momento. Jungkook, como siempre, mantenía su expresión inmutable, lo que sólo aumentaba la incomodidad de Taehyung.

—Así que... —dijo la madre de Taehyung, rompiendo el silencio con una sonrisa—, ¿Por qué mantuvieron su relación en secreto? Me sorprende que Taehyung no haya dicho nada antes.

Taehyung tragó saliva. Sabía que esa pregunta llegaría, y era difícil encontrar una respuesta convincente tomando en cuenta que Taehyung siempre hablaba con todo el mundo de sus relaciones de inicio a fin. Miró a Jungkook, esperando que él tomara la iniciativa.

—Yo le pedí a Taehyung mantenerlo en privado, dada la naturaleza inicial de nuestra relación, pensé que lo más sensato era no hacerlo público hasta estar completamente seguros de cómo manejarlo dentro y fuera del trabajo—respondió Jungkook, sereno—. Queríamos mantener nuestra privacidad hasta que sintiéramos que era el momento adecuado porque sabíamos que hacerlo público podría afectar nuestra relación si todavía no estábamos preparados para las complicaciones que se nos pueden presentar por la opinión pública.

La madre de Taehyung asintió, aunque se veía un poco confundida.

—Es comprensible. Solo me sorprende, Taehyung siempre nos había contado todo, supongo que simplemente ocupaban tiempo para ustedes. —Sonrió nuevamente, pero Taehyung podía notar la leve incertidumbre en su tono.

El padre de Taehyung, que había estado callado hasta ese momento, intervino con una pregunta directa, rompiendo la calma aparente.

—¿Y no creen que se están apresurando con el matrimonio? —dijo, con el ceño fruncido—. Una cosa es llevar una relación en secreto, pero otra muy distinta es tomar una decisión tan importante como esta tan rápido.

Taehyung sintió que el nudo en su estómago se apretaba aún más. Sabía que su padre no iba a dejarlo pasar tan fácilmente. Jungkook, sin embargo, respondió con la misma calma imperturbable.

—Entiendo su preocupación, señor Kim. Pero no tomamos esta decisión a la ligera. Hemos pasado tiempo suficiente conociéndonos y aprendiendo a confiar el uno en el otro, aparte de mi mamá dudo que alguien me conozca mejor que Taehyung y es precisamente por eso que dudo encontrar a alguien a quién yo pueda querer más. El matrimonio es un paso natural en nuestra relación, y creemos que es el momento adecuado.

El señor Kim lo observó con ojos entrecerrados, claramente no del todo convencido.

—Hablando de confianza —dijo, con tono más grave—, dime, Jungkook, ¿cómo puedo estar seguro de que eres el indicado para mi hijo? El matrimonio es un compromiso para toda la vida. Quiero asegurarme de que Taehyung no esté tomando una decisión de la que se arrepienta.

El corazón de Taehyung latía con fuerza. Sabía que esa pregunta era crucial. Su padre siempre había sido protector, y aunque no lo expresara de manera dulce, su preocupación era real. Jungkook, sin embargo, mantuvo su compostura.

—Lo entiendo, señor Kim. Y no espero que confíe en mí de inmediato. Pero lo que puedo decirle es que respeto y valoro profundamente a Taehyung. Sé lo importante que es este compromiso y estoy dispuesto a demostrarle que soy digno de su confianza. Mis acciones hablarán por mí en el tiempo que pasemos juntos como familia.

El silencio en la mesa se prolongó mientras el señor Kim evaluaba las palabras de Jungkook. Taehyung apenas podía respirar, esperando la reacción de su padre. Finalmente, su padre asintió, aunque no sin una leve reserva en su expresión.

—Espero que así sea —dijo finalmente, su tono más suave pero aún lleno de cautela—. Porque para mí, lo más importante es que Taehyung sea feliz.

"Feliz". Esa palabra resonó en su mente como un eco doloroso. ¿Cómo podía ser feliz cuando todo esto era una farsa? Aunque intentaba convencerse de que hacía lo correcto, de que este acuerdo era por un bien mayor, sabía que engañar a sus padres así no era lo que quería para su vida. Pero ya estaba demasiado metido, demasiado atrapado en esta mentira.

—Bueno, estoy segura de que la boda será hermosa, sea como sea. No puedo esperar para verlos juntos en ese día tan especial.

Taehyung apenas logró forzar una sonrisa en respuesta. Su mirada se desvió hacia Jungkook, quien, como siempre, mantenía su compostura imperturbable, respondiendo con esa precisión que sólo él sabía manejar. Pero en su interior, Taehyung sabía que detrás de cada palabra había vacío. Nada de lo que Jungkook decía tenía verdadero peso emocional, porque no había amor, ni deseo de estar juntos más allá de lo que habían pactado.

Se removió en su asiento, incómodo no sólo por la mentira que sostenía la velada, sino por el peso de lo que estaba por venir. Tarde o temprano, cuando este matrimonio llegara a su fin, la decepción en los ojos de sus padres sería inevitable. Sabía que no podría ocultarles para siempre lo que realmente había sucedido, y aunque jamás sabrían la verdad completa, la realidad de que Jungkook nunca había tenido sentimientos reales por él iba a quedar en evidencia.

Y cuando eso sucediera... ¿Cómo iba a enfrentarlos?

[...]

Empecemos a implementar una dinámica, pondré una cantidad de votos mínimos para actualizar, porque veo que pocos votan y eso me desanima TT

Así que para traer la próxima actu, mínimo 25 votos, sí?

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