Cuando comencé a leer Kekkonshite Kudasai dije ¡Tengo que hacerlo! Y aquí esta.

Lastima que hasta hoy, 12-05-2018 no lo han continuado traduciendo u.u... pero bueno. Espero sea de su agrado.

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Suspiro aliviado mientras su cliente se alejaba. Al fin podía respirar tranquilo, sin estar de guardia y atento a todo lo que sucedía.

-¿Cómo va con él?

-Wataru-san- giró para encontrarse con su supervisor -. Todos los intentos han fallado. Termina ayudando a los demás, y él se queda sin pretendientes.

-Tienes que hacer algo. Sí no se logra, creo que lo despedirán.

-Lo sé. No sé por qué pidió que yo fuera el intermediario. Soy el más novato. Él necesita alguien con experiencia.

-Cierto. Supongo que cree que al elegirte tendrá asegurado el no casarse.

-Cierto.

Su nombre es Kōki Furihata y trabaja para una agencia matrimonial. Y era el más novato de la agencia, apenas tenía un año desde que se unió. Normalmente sus clientes eran omegas y betas (mujeres y hombre), nunca alfas.

Pero siempre existe una primera vez.

Y esa excepción tenía de cliente a uno de los alfas más poderosos de todo Tokio: Akashi Seijūrō.

Akashi era a la que la mayoría de los omegas podían aspirar: un alfa poderoso, atractivo.. y rico.

El problema era lo que el pelirrojo quería: omega atractivo e inocente. Muy difícil de conseguir en esa época.

Haría todo lo posible por ayudarlo. Lo ayudaría ser feliz.

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Otra semana paso y nuevamente el pelirrojo se había encargado de juntar la omega de su cita con su verdadero amor.

-Akashi-sama. Esto realmente es serio. Tiene que tener las citas.

-Ninguno de esos omegas son lo que quiero.

-¡Cumplen con todo lo requerido por usted, Akashi-sama! Son omegas lindos de carácter sumiso y muy atractivos.

-Lo sé, pero no son lo que realmente quiero.

El castaño coloco sus manos sobre sus caderas y miró fijamente al alfa -¿Entonces que quiere?

-Lindo, castaño, atractivo, sumiso pero a la vez desafiante, decidido. El cabello castaño, preferible hasta los hombros.

-Bien- sonrió mientras algunos omegas cruzaban su mente -. Buscare a un omega con esas características.

-No es necesario.

Frunció el ceño -¿Por qué?

-Por que ya lo encontré.

-¿Qué?- preguntó sorprendido -. ¿Dónde. Cuándo. Cómo?

-Eres tú, Kōki Furihata.

En cuestión de segundos se vio acorralado por el pelirrojo. El sutil aroma de feromonas del alfa lleno sus sentidos, descontrolándolo, removiendo el sentido omega que estaba dormido desde hace años -A-Akashi-sama...

Acarició la mejilla morena y miró fijamente los ojos color chocolate -Cásate conmigo Furihata Kōki.

Un sutil sonrojo invadió las mejillas del castaño -¿Q-Qué?

-Es a ti a quien quiero. Es contigo con quien quiero compartir mi vida. Quiero que tú seas mi omega- dijo mientras rozaba su nariz contra la del castaño. Sentía el sutil aroma del castaño. Lo deseaba. Ese omega era suyo. Porque por.ma saqué el castaño se empeñaba en decir que era beta él lo sentía. Era un Omega y  lucharía por él. Lucharía contra los deseos de su padre por él.

-A-akashi-sama- su corazón latía como loco, pero negó. Aparto al pelirrojo -.Akashi-sama. Los trabajadores no somos parte de esto, y soy un beta. Usted recibirá en el transcurso de la semana el lugar de la siguiente cita.

-Kōki...

-Es Furihata. Si me permite, tengo otro cliente que atender.

El pelirrojo observó al castaño alejarse y llegar al lado de un omega peliceleste. Un omega que conocía muy bien.

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-¿Qué le pareció Mayuzumi-sama?

-Es inteligente, guapo y muy educado pero...

-¿Pero?- pregunto después de varios segundos de silencio.

-No es lo que quiero.

-Bien. Buscare a alguien más- sonrió al bonito omega.

-Gracias- dijo apenado por los inconvenientes.

-No se preocupe. Yo..

-Tetsuya.

Ambos giraron y vieron a Akashi acercarse.

-Seijūrō-san.

Kouki les dio privacidad alejándose un poco. Miraba la interacción entre ambos, y hacían la pareja perfecta.

-Tengo una idea- se acercó a ambos -¿Por qué ustedes dos no tienen una cita? Veo que se conocen y... - se quedo callado al ver la mirada roja sobre él.

-Es una excelente idea- hablo el peli celeste sin apartar la mirada del castaño y el pelirrojo, éste último frunció el ceño -. De hecho podemos tenerla ahora mismo.

La mirada del peliceleste le advirtió que no se negara -Bien. Me agrada la idea.

-Hasta luego Furihata-san- dijeron ambos y se dirigieron a la salida.

Kōki los vio alejarse. Frustrado, mordió sus labios.

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El omega peliceleste escuchaba atentamente al pelirrojo. Era un tonto -. A veces parece que no somos Akashi.

-Tetsuya.

-Te ayudaré.

Seijūrō miró a su primo -¿Qué quieres a cambio?

-Kagami Taiga.

Seijūrō sonrió de lado -Trato hecho.

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Kōki se sentía incómodo por la mirada del peliplata. Ya le había dicho la decisión del peliceleste.

-Fui amable con él. Le deje elegir... ¿Entonces ¡porque no quiere!?

El aura amenazante del peliplata alertó a los demás alfas del lugar y corrieron a calmarlo.

-Lo siento, Mayuzumi-san. No podemos obligar a los participantes a algo. Kuroko-san dijo que usted fue muy atento y amable con él, pero no sintió una conexión con usted. Siente haberlo hecho perder su tiempo. Se siente culpable.

Los alfas tardaron en hacerlo recapacitar. Pero el dueño del lugar le pidió explicaciones.

-Entiendo. No fue tu culpa e hiciste bien en decir esa pequeña mentira. Me pondré en contacto con Kuroko-sama para que esté al tanto de la situación. Y me alegra que no te hiciera daño.

-Gracias- dijo, aliviado. Por un segundo pensó lo peor.

-Ahora. Sobre Akashi-sama. Tiene que conseguir a alguien ideal para él.

-Pues- le interrumpió-, si todo sale bien posiblemente se esté casando en unas semanas con Kuroko-sama.

-¿eh?

-Se fueron de cita- sonrió -, ojala salga bien, y formalicen.

-hmmm...

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Había resultado demasiado bien. Akashi y Kuroko ya llevaban 5 citas en los últimos quince días, y parecían muy juntos, acaramelados.

Kōki sonrió a ambos mientras se alejaban a su siguiente cita. Apretó fuertemente sus labios. Dentro de poco Akashi se casaría y marcaría al hermoso omega.

Maldición.

--Furihata-san.

-Wataru-san- se giró para mirar a su supervisor.

-Tenemos planeado ir a tomar unas copas ¿gusta ir?

-Gracias por la invitación, pero ya tengo un compromiso.

-Entiendo, nos vemos mañana.

-Hasta mañana.

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Akashi Seijūrō se detuvo frente a él y lo acorraló contra la pared- ¿Por qué no me aceptas?

Kōki intentó alejarse pero el pelirrojo le sujeto de la cintura-Akashi-sama.

-Cásate conmigo Kōki. Se mi omega.

Sentía la respiración del pelirrojo en su cuello. Su corazón latía rápidamente -A-Akashi-sama.. por favor. Soy un beta.

-acepta- dijo antes de devorar los labios rojos.

Kōki respondió al beso. Pronto las manos del pelirrojo recorrieron su espalda. Empujó al al alfa -No puedo. Soy un beta.  Akashi debe casarse y ser feliz.

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Una vez apagada la computadora, tomo sus cosas y abandono la oficina. Para luego checar su salida y abandonar el edificio. Se dirigió a aquel lugar.

Una sonrisa se formo en sus labios al ver la fachada. Entro al lugar.

-¡Papi!

se arrodilló y abrazo al ser que era todo en su vida.

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Tetsuya rodó los ojos al ver al gran y señor control caminar de un lado al otro.

-No está funcionando, Tetsuya.

-Ya me di cuenta ¿POR QUÉ NO VAS DIRECTO?

Revolvió sus cabellos rojos -No funciona. Ya lo he intentado de todo.

-Sigue haciéndolo. ¿Cómo vas con Kagami-kun?

-Aceptado. Algo renuente pero lo hizo ¿Por qué huye de tí?

-Eso mismo quiero saber- dijo, exasperado, mientras acariciaba a Nigo; su mascota.

-Ambos son algo... Tontos.

-Despistados Seijūrō-san.

-Bastante.

Nuevamente miró la lista de candidatos que el castaño le había dado antes de comenzar sus citas con Tetsuya.

Admitía que eran bellos, pero no esa dulzura e inocencia que tenía Kōki Furihata.

Ese omega le atraía. Su alfa le indicaba que era suyo, lo haría suyo; y él estaba de acuerdo. Furihata Kōki sería su esposo, el padre de sus cachorros.

Pero antes tenía que conquistarlo.

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Los ojos celestes buscaban la figura del alfa, del que estaba enamorado desde su infancia. El mejor amigo de su primo, Kagami Taiga. Era un alfa de tigre. Alto, de cabello bicolor (rojo y negro), cejas extrañas y bastante intimidante a simple vista pero era todo lo contrario.

Sintió su corazón detenerse al encontrarse con esos ojos rojos. Lo vió mirarlo sorprendido y luego lo encubrió con una máscara de indiferencia. Su omega se sintió intranquilo ante esa acción.

-Buena noche, Kagami-kun- saludo al menor. Después de todo, era tres años mayor que Kagami y su primo.

-Buena noche, Kuroko-san.

Tetsuya frunció, por unos segundos, sus labios ante el tono. Esperaba que todo mejorará mientras transcurría la noche.

No fue así.

No mejoró. El ambiente era hostil.

El aroma intimidante del tigre había impregnado todo el restaurante. Muchos lo miraban. Y sabía cuál era la razón, el alfa de tigre no estaba agusto con su presencia.

Así que tomo toda la dignidad que le quedaba y se levantó del lugar que ocupaba. miró unos segundos el rostro confundido del alfa.

-Kagami-sama- el llamarlo así asombro a ambos. El pequeño peliceleste hizo una reverencia-. Muchas gracias por aceptar la ob... Invitación. Siento haberlo molestado. Yo cargaré con los gastos. Con su permiso.

Se dió la vuelta y se alejó lo más rápido posible del restaurante. Tomó su auto y se dirigió a casa.

Cuando llegó a su departamento, no se espero encontrar a Seijūrō en la sala. .

-¿QUE SUCEDIÓ?- pregunto alarmado al ver al inexpresivo de su primo con una cara que jamás había visto, y su rostro bañado en lágrimas.

-Nada- fue lo único que logró decir antes de aferrarse a su primo y llorar. Su omega se sentía totalmente rechazado.

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Seijūrō se dirigió a casa de su mejor amigo. El portero le había avisado que había regresado. El muy cobarde había huido por una semana después de haber hecho llorar a Tetsuya.

Dejó el auto una cuadra antes y se dirigió al edificio, para ello tenía que cruzar un parque.

Detectó un aroma familiar, pero era muy suave. Busco la fuente y se quedó detenido ante lo he sus ojos veían.

Kagami Taiga cargaba a un niño de no más de cuatro años de edad. El cachorro era de tez clara y cabello rojo. Pero eso no fue lo preocupante. Sino que el niño emitía levemente el olor de Kōki y Taiga.

-¡Papi!- gritó el niño sonriente y estiró los brazos.

Allí, dirigiéndose a ambos, se encontraba Furihata Kōki.

-Cariño te extrañe- recibió al pequeño y lleno de besos.

-Yo también Papi.

-Gracias Taiga.

El alfa sonrió y acarició los cabellos castaños -De nada. Gracias por dejarme llevarlo de viaje.

Kōki sonrió -Gracias por hacer esto.

Seijūrō no escuchaba nada. Pero notaba esa cercanía tan íntima. Ahora entendía la renuencia de Taiga por salir con Tetsuya. El que kōki le rechazará cada que le proponía matrimonio.

Y lo que le hizo más real todo eso fue cuando el castaño se hizo de lado el cabello dejando ver una mordida.

Furihata Kōki ya estaba marcado. Ya tenía alfa.

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Se sintió extraño, muy extraño. El ambiente se sintió depresivo y hostil, demaciado hostil.

Su pequeño comenzó a temblar del miedo.

Taiga se puso alerta. Ya que sentía la amenaza dirigida específicamente a hacia él.

-Vaya. Así que son una linda familia.

Ambos giraron -Seijūrō/ Akashi-sama.

-Así que está es la razón por la que has rechazado a Tetsuya, Taiga. Tienes una familia.

-No es lo que piensas.

-Pero si no estoy pensando. Lo estoy viendo con mis propios ojos. Ja. Creí que éramos mejores amigos. Me ocultaste a tú familia. A tú omega- escupió con rencor.

Kōki sollozo ante la presión de las feromonas de ambos alfas. Su pequeño estaba llorando. Lo abrazo fuertemente y trato de tranquilizarlo.

-Vete Kōki- dijo Taiga. Sabía que seijūrō estaba por sacar su peor lado. Y no quería que ninguno de los dos estuviera presente.

El castaño asintió, tomó la maleta de Su hijo y salió corriendo. Tenía que alejarse de ambos alfas.

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Tetsuya fue contactado por su viejo amigo -¿qué sucede Aomine?

-Ven a la estación de policías. Akashi y Bakagami se salieron de control. El equipo tuvo que tomar medidas.

-Voy para allá.

Tomó sus cartera y tarjetas para pagar la fianza de ambos. Algo grande tuvo que haber pasado.

Llegó a la estación y entró directamente buscando al moreno.

-Aomine.

-No se que les pasó a ese par. Parecía que estaban peleando por un Omega.

-Si. Tuve una situación con Kagami-sama la semana pasada. Seijūrō-san iba hablar con él. Supongo que fue eso.

Daiki frunció el ceño ante el honorífico que utilizó su amigo por su viejo amor. De verdad algo grave había sucedido.

Tetsuya hizo el papeleo para ambos y pago las fianzas. Luego fue guiado por Daiki a las celdas

Ambos alfas tenían marcas de golpes, ojos morados y labios partidos -¿Qué sucedió esta vez?

Ninguno respondió.

-No se han dirigido la palabra desde que los separamos.

-Par de tontos alfas ¿Quiero respuestas? - miró a ambos y nada. Sabía que en esos momentos el más sensato debía ser el tigre -.¿Qué sucedió Kagami-kun?

-Si vamos. Que te lo diga- seijūrō se levantó y sostuvo los barrotes de la celda -. Dile Taiga. Dile.

-Eres un imbécil Seijūrō- fué lo único que dijo Taiga.

-¡IMBÉCIL! EL ÚNICO IMBÉCIL FUISTE TU. DEBISTE DECIRME QUE TENÍAS UN OMEGA Y UN HIJO. TETSUYA HA ESTADO SUFRIENDO POR TU CULPA.

-un Omega y un hijo- dijeron Daiki y Tetsuya.

El peliceleste sollozo y negó.

-No sea...

-A-Asi que por eso me rechazó- dijo Tetsuya sollozando -. Tiene una familia.

-Bakagami. Lo tenías bien escondido. Todos estos años.

-¡Cállate ahomine!- gritó Taiga ya desesperado al ver al peliceleste en ese estado -. ¡Aquí el único imbécil y con un Omega e hijo es Seijūrō!

Aquella declaración dejó aturdidos a los tres -¿Qué?

Taiga se pasó la mano por el rostro. -Hace 5 años seijūrō marco a Furihata Kōki, y de esa marca nació Seichirō. Ese niño que viste es tuyo. Ellos son tu familia.

-¿Qué?

-Te lo oculto por miedo.

-L-Lo viole... - ahora entendía porque lo rechazaba.

-No es del todo así. Ese día tú fuiste drogado por algún omega, ambos se encontraron en el camino. Al ser pareja destinada a Kōki le entró su celo. Y el efecto de la droga fue peor en tí en ese momento.

-¿Cómo lo sabes?

-Ese día fui por tí. Cuando iba entrar Kōki salió. Así que le pregunté. Desde ese día he estado al tanto de él y Sei.

-¿Por qué no me dijiste?

-Se lo prometí. Él tenía miedo de que le alejaras de Sei- miró al peliceleste-. Kuroko-san siempre me ha gustado. Y.. yo.. al ser menor creí que no tenía posiblidad. Yo... No quiero que mal intérprete esto. Kōki es como un pequeño hermano para mí.

Seijūrō estaba aturdido. Recuerda vagamente ese día, en especial una clase de paz única. Así como, desde ese entonces, se ha sentido en depresión. Y ahora comprendía esa depresión. Era la lejanía de su omega y cachorro.

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Kōki no sabía nada de Taiga. Estaba preocupado. Estaba dejando a su pequeño con la vecina, para ir a visitar al tigre.

Kōki se despidió de su hijo y vecinas. Se giró y lo vió, Akashi Seijūrō estaba mirándolo desde el pasillo

-Akashi-sama.

-Tu y yo tenemos mucho de que hablar. Vamos.

-¿Qué?- el pelirrojo lo tomo de la mano - Suelteme. Me lastima.

Seijūrō se percato de la marca roja que estaba dejando, por lo que cargó al castaño, cual costal de papa, sobre su hombro izquierdo.

-Akashi-san.

-Silencio.

Sollozo ante la voz. Era la primera vez que lo usaban en su contra.

Fue forzado a subirse a una limusina, donde el pelirrojo lo sostuvo fuertemente entre sus brazos para que no escapara.

Kōki no reconoció hacia donde se dirigían. Después de varios minutos llegaron a una gran propiedad. Estaba rodeado de alfas y betas armados, custodiando.

Fue obligado a bajar. Los betas y alfas hicieron omisión de sus gritos de ayuda.

El pelirrojo le llevó hasta una habitación, lo empujó dentro de ella y lo encerró bajo llave.

Intento salir y nada. Por mas que gritaba nadie acudía.

Y estaba en serios problemas; toda la habitación olía a Akashi.

Una hora después Akashi entró nuevamente a la habitación.

Kōki ya se había cansado de gritar por lo que se había sentado en el sillón de dos plazas frente a la recámara.

-¡Esto es secuestro! Déjeme salir de aquí o lo demandaré.

Seijūrō sonrió -Dudo que la policía se quiera meter en un lío de una pareja.

Kōki arqueo la ceja -¿PAREJA? YA LE HE DICHO QUE NO QUIERO NADA CON AKASHI-SAMA.

-Lo sé. Me lo has repetido incontables veces mientras me buscabas parejas. Dime ¿Realmente quieres que me casé y marque a otro omega?

Kōki tuvo un mal presentimiento -A-Akashi-sama tiene que casarse. Su padre eligió nuestra agencia para...

Sostuvo del mentón al castaño- ¿Te a gustado burlarte de mi?

-¿Qué?

Seijūrō toco la marca -Eres mío ¿Por qué mentirme?

Kōki abrió completamente los ojos -¿Cómo..?

-Taiga- sonrió -. Hablo con tal de no perder a mi primo Kuroko Tetsuya.

¿PRIMO?¿CÓMO QUE ERA SU PRIMO?

Seijūrō acorraló al castaño contra el sillón - ¿Por qué no decirme? ¿Por qué quererme casar con alguien más? ¿POR QUÉ SI ERES MI OMEGA?

Seijūrō se alarmo al ver las lágrimas. Sentía, por primera vez, los efectos del lazo: desesperación, y un gran dolor.

-Fue mi culpa- sollozó entre hipo _. Fue mi culpa que me marcará. Yo entré en celo en plena conferencia. Huí a mi habitación o eso pretendía, pero me encontré con Akashi-sama. Yo... Akashi-sama estaba raro. Supuse que había sido afectado por mi celo. Por el celo no me pude resistir a Akashi-sama... De-Deespues huí pero al salir me encontré con Taiga...

-Desde entonces has estado en contacto con él.

-Si. Seichirō - se sonrojo y desvió la mirada-. Lo adora... De hecho es su padrino.

-¿Por qué no decirme? Es mi cachorro.

-Tenia miedo de que me lo quisiera quitar.

-¿POR QUÉ LO HARÍA?

-Crei que era igual que su padre...

Esa línea lo dijo todo para seijūrō. Masaomi Akashi era un desgraciado desquiciado, o eso era lo que decían -Comprendo. No llores.

El corazón de kōki salto al sentir la lengua deslizarse a través de su mejilla.

-Dime... Kōki... ¿De verdad no quieres estar conmigo?

Los labios del el pelirrojo acariciaba la piel del cuello -Akashi-sama está confundido por el lazo, y más ahora que sabe todo.

-No. No es así. Es posible que el lazo influenciara. Si. Pero en ese momento que te ví lo supe.

-¿Qué supo?

-Eres mío.

-No es así.

-Lo eres. Y por esa razón está así.

-¿Así cómo?

-Estas en celo. Estas reaccionando a mi. A mí voz. A mis caricias.

Había sido descubierto. Había estado controlandose desde que fue encerrado en la habitación -No...

-Se mío.

El pelirrojo atrapó los labios del castaño en un beso lento que fue aumentando de necesidad.

Kōki sintió una corriente eléctrica golpearlo, excitandolo -Aghhh....

Seijūrō sonrió y cargo al castaño y lo depósito en la cama. Comenzó a quitarle la ropa.

Kōki sentía a su omega feliz. Estaba saltando de felicidad como hace cinco años.

Seijūrō quito cada prenda y besó cada centímetro de piel morena. El aroma a celo de kōki lo estaba volviendo loco.

Kōki quedó desnudo, y con sus manos temblorosas comenzó a quitarle la camisa al pelirrojo. No podía mas. No podía seguir durmiendo a su lado omega cada que llegaba su celo. No más.

Seijūrō sintió a su omega frotarse contra su pantalón -¿Estuviste con alguien más?

-No... ¿Akashi-sama?

-No. No me interesaba ningún omega- sonrió y besó la frente de kōki -. Ahora se porque. Y es Seijūrō.

-Seijūrō- llamó a su alfa. Incitandolo.

Su alfa rugió y se lanzó sobre el castaño. Acarició cada centímetro de piel.

Kōki comenzó a sentir cada vez más su celo. Sentía la humedad lubricar su ano. Y más cuando las feromonas se Seijūrō lo invitaban a liberarse -Rápido..

-No. No. Será lento.

Si tan solo hubiese sabido que a Kōki Furihata no se le negaba lo que pedía.

Kōki arqueo su espalda sintiendo la erección en sus entrañas. Rebotó una vez y otra vez sobre la anatomía de su alfa.

Seijūrō sostuvo la cintura y ayudaba al castaño a moverse a su antojo. Nunca pensó que ese lindo Omega fuese quien llevaba el control.

Kōki gimió de placer al sentirse formar el nudo en su pareja. Faltaba poco.

Seijūrō lamió el cuello y enterró sus filosos dientes volviendo a marcar al castaño.

-Sei- manchó el estómago de su alfa.

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Tetsuya escucho cada palabra que salía del pelirrojo.

-Haber si entendí. Esa noche seijūrō-san fue drogado por una loca Omega pero su plan falló ya que seijūrō-san se encontró en el camino a Furihata-san.- el pelirrojo asintió-. Se aparearon y Furihata-san huyó y tú lo encontraste.

-Así es.

-¿FURIHATA SABE QUE SEIJŪRŌ ESTABA DROGADO?

-No. Cree que su celo provocó a Seijūrō. Lo cual es cierto. Hizo más potente la droga, y bloqueó todo recuerdo de Seijūrō esa noche .

-¿POR QUE?

-No lo se.

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Seijūrō despertó. Sentía un peso extra sobre él. Miró y vio a Kōki sobre él.

Sonrió y acarició los cabellos castaños.

-Sei

Ahora venía lo bueno.

Aproximarse a su hijo, decirle a su padre, y preparar su boda.

¿Por cuál comenzaba?

En unos días haré un pequeño extra :)
Esperemos.que el manga lo continúen publicando para saber cómo termina todo. También lo.comparire en su en unos días