El otro día había quitado la historia. Por eso motivo tal vez  les está apareciendo como recibe publicada. Espero les guste.

P.D: ya no seguí de referencia con el manga. En  él..el alfa violaba al Omega y ya no me gustó para seguirlo. Por eso le cambié completamente.

El silencio era insoportable, al igual que la mirada negra que brillaba de furia, o sorpresa; no lo sabía. El aura del león era de temer.

-Así que tienes una pareja, sin consultarme, y un hijo.

-Un alfa.

Alfa; esa frase lo cambio todo. El ambiente cambio drásticamente, al igual que la mirada.

-¿Alfa?

-Si. Un alfa. Debo decir que me sorprendió, se parece mucho a mi.

-¿De verdad?

-Si. Pero es algo tímido.

-Ningún alfa de la familia debe ser tímido o débil.

-Es solo un cachorro. Apenas tiene 5 años.

El hombre frente a él asintio -Traerlos. Ahora hablame de ese omega, y cómo lo terminaste marcando.

-Todo es confuso padre. Verás...

Akashi Masaomi escuchó atentamente a su hijo -Creí que era beta.

-Lo mismo pensé. Pero al ser Omega y no vivir conmigo, y tantos supresores lo hicieron pasar como beta.

-¿Y los celos?

-Taiga le proporcionaba una de sus propiedades. Completamente segura y custodia. Sin betas y alfas.

-Taiga me va a escuchar. ¿En que pensaba al ocultarlo?

-Ayudarlo. Él a cuidado de Kōki y mi hijo.

-Eso espero. Si no...

-Ya se lo advertí. Y no es necesario.. Está detrás de Tetsuya.

-¡Pero Tetsuya es mayor que él!

-Ambos están conscientes de ello. Espero que ambos sean felices. He visto a Tetsuya muy triste por toda la situación.

-Bien. Ahora, quiero que vengan lo antes posible.

-Si padre.

-Por cierto, dale algo para el dolor al pobre y déjale descansar- sugirió ante el fuerte aroma de las feromonas.

Observó a su hijo marcharse; se cruzó de brazos. Conocía al chico. Se lo habían recomendado como el mejor beta de la compañía, le habían asegurado que su hijo tendría una buena pareja....

Lo que no comprendía ¿si Seijūrō era su alfa, por qué se empeñaba en casarlo? ¿Acaso no sentía nada por el lazo?

-Hmmm éste omega es diferente.

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Kōki se mantuvo en el misma posición. Su cadera y ano dolían horrores. Jamás imaginó pasar cuatro días seguidos de celo manteniendo relaciones sexuales.

Su omega ronroneo feliz al sentir al pelirrojo. Sus mejillas adquirieron un fuerte color rojo.

-¿Por qué no comiste?

-Apenas- la voz era ronca- puedo moverme.

-Lo siento. Traje supresores y analgésicos.

Asintió y se giró un poco para poder tomar el medicamento.

Seijūrō inyectó el supresor en el glúteo derecho. A los pocos minutos las feromonas de Kōki comenzaron a controlarse.

Kōki cerró los ojos un momento. Cuando los volvió abrir, el pelirrojo tenía gelatina y yogurt, también una gran bolsa de hielo.

-Espero ayude un poco al dolor.

Gimió ante el frío en sus glúteos. Pero a los pocos minutos sentía relajante ese frío. Levantó un poco su pectoral y comió la gelatina. Su hambre se fue calmando.

Seijūrō retiró el plato cuando el castaño dejó de comer.

-S-Seichiro...

-Le pedí a Taiga que lo recogiera y cuidará.

Asintió y se dejó caer nuevamente a la almohada. Cerró los ojos y soltó un suspiro.

.

Acarició los cabellos castaños, Kōki se había quedado dormido. Se le había pasado un poco la mano. Cuatro días de sexo desenfrenado había Sido mucho para SU omega. Sonrió al ver nuevamente aquella marca, a un seguía algo punzante por ser recién hecha.

Lo había marcado, nuevamente.

Con la única diferencia de que esta vez estaba consiente de lo había hecho. Era su omega. Nada ni nadie los separaría.

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Kōki durmió tres días seguidos. Cuando despertó lo hizo sin dolor, y muy hambriento. Como era de madrugada cuando despertó utilizó a sus anchas la cocina.

Seijūrō despertó por el olor de los panqueques. Al llegar a la cocina Kōki se movía al compás de la música. Observó la esbelta figura oculta debajo de su camisa. Le encantó cómo le quedaba su camisa al castaño.

Se exaltó al sentir los brazos rodear su cintura.

-Te mueves muy bien.

-Akashi...

-Es Seijūrō- besó el cuello -. Anda. Tenemos que apresurarnos, tenemos que recoger a Seichirō.

Se removió algo contrariado. Una parte de él, su omega, estaba encantado por estar en los brazos del pelirrojo pero otra no.

-Vamos.

Kōki se sentó frente al pelirrojo y desayuno con calma -Tendré que decirle a Sei que haz regresado.

-¿Regresado?

-Le dije que habías salido en un viaje muy largo.

-¿Por tanto tiempo?- cuestionó burlesco.

-¡NO SE ME OCURRIÓ OTRA COSA!

-Vale. Le diremos. Ambos...

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Taiga abrió la puerta al ser tocada -Pasen.

-Gracias, Taiga.

-De nada Kōki- le revolvió el cabello al castaño. Apartó rápido la mano ante el gruñido de Seijūrō -Pasen. Sei está con Kuroko.

-¿Y QUÉ HACE MI PRIMO AQUÍ?

-Quiso conocer a su sobrino- se encogió de hombros.

Cuando llegaron a la sala, Tetsuya y Seichirō jugaban con Nigou.

Seijūrō se giró y miró su amigo -¿De verdad?

-Tengo que acostumbrarme- se encogió de hombros.

-Sei- Kōki llamó a su hijo.

El pequeño pelirrojo se levantó rápidamente y sonrió -Papi.

Kōki besó las mejillas de su hijo y lo abrazo.

-¿Ya te sientes mejor, Papi? Tío Taiga me dijo que estabas enfermito.

Kōki miró agradecido al pelirrojo bicolor. -Si. Lo siento. Me enferme un poquito. Pero ya estoy bien.

-Que bien- sonrió y se abrazo a su padre. Entonces se dió cuenta del señor que estaba detrás de su padre -Buena tarde señor. Furihata Seichirō.

-Buena tarde... Soy Akashi Seijūrō.

-Sei- Kōki acarició la mejilla de su hijo - Él es tu padre.

Seijūrō sintió su corazón detenerse al ver la emoción en su hijo. El pequeño pelirrojo corrió a abrazarlo.

-Al fin regresaste papá. Papi y yo tenemos años esperándote- dijo abrazando fuertemente al mayor.

Seijūrō sollozó mientras abrazaba a su hijo -. Ya no tendrán que esperar más. Sei. De ahora en adelante estaré contigo y Papá.

Kōki se limpio las lágrimas. Nunca se espero que Akashi Seijūrō lo uniera al abrazo.

-De ahora en adelante seremos la familia que siempre debimos ser- besó al castaño.

Kōki sollozó a un más y se abrazo al pelirrojo.  Nunca creyó eso posible. No después de haber bloqueado los recuerdos de Akashi Seijūrō.

Tetsuya le hizo señas a Taiga y le dieron privacidad a la familia. Necesitaban convivir.

Lo último que vio Tetsuya su a su primo olfatear a Seichirō; grabando en su memoria el aroma de su pequeño hijo.

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Kōki se removió incómodo. Seichirō estaba sobre sus piernas y Seijūrō sirviéndose un vaso de licor.

-Padre no te hará nada, Kōki. Solo quiere conocerlos.

-No puedo evitarlo- abrazo su pequeño -. Tengo miedo.

-Lo sé. Lo estoy sintiendo- olía el miedo en Kōki.

Soltó un suspiro e intentó tranquilizarse.

Kōki sintió el fuerte olor de un alfa acercándose.  La puerta se abrió y entró un alfa alto, algo mayor, su cabello negro estaba algo rosado y los ojos... Unos preciosos ojos dorados.

-Kōki. Él es mi padre, Akashi Masaomi. Padre,   él es mi omega: Kōki. Y nuestro hijo Seichirō.

El castaño se puso de pie e hizo una reverencia -Un gusto conocerlo, Akashi-sama.

Los ojos dorados lo miraban de arriba a bajo.

-Lo mismo digo- Cerró la puerta y miró fijamente al pequeño. Sonrió al notar el parecido extraordinario con Seijūrō y su difunta esposa -Ven. Aproximarse.

Seichirō miró a su padre Omega y asintió. Se aproximo al alfa.

Una mirada tímida fue lo que recibió Masaomi. Se agachó al nivel de su nieto. Le acarició la mejilla -Te pareces mucho a Seijūrō pero más a mi difunta esposa. Eres muy parecido a tú abuela.

-¿Abuela?

La voz curiosa hizo sonreír a Masaomi -Si. A tú abuela.

Seijūrō se aproximó a ellos con una foto en mano.

Seichirō miró la foto. Era una mujer muy bonita. Sus facciones eran muy parecidas a las de su padre varón.

-Ella es Shiori Akashi. Tú abuela.

-Es hermosa- sonrió encantado.

Masaomi revolvió el cabello de Seichirō -Seijūrō. Muéstrale a Sei la casa.

-Pero...

-Derjame a solas con Furihata. Él y yo tenemos mucho de que hablar.

Kōki miró inseguro al pelirrojo. No quería quedarse a solas con el mayor.

Seijūrō asintió -Vamos, Sei. Papá se unirá a nosotros más tarde.

Seichirō sujeto la mano de su padre y abandonaron la habitación.

-Furihata Kōki. Beta. Padre soltero. Eso fue lo que escuche cuando me lo recomendaron.

Bajo la cabeza avergonzado -Lo siento. Tuve miedo de que si sabían que era omega no me dieran el trabajo.

Soltó un suspiro. En eso tenia razón el castaño -Furihata. Quiero escuchar su versión. La de aquella noche, y la del porqué se empeñaba en casar a mi hijo.

El castaño se sorprendió por lo que quería saber el pelinegro -Esta bien....

Masaomi escuchó atentamente al Omega. Su aroma le decía que el castaño no mentia -Comprendo. ¿Por qué ocultar a Seichirō?

-No quería que el sufriera. Si yo hablaba, tal vez Akashi-san hubiera rechazado a mi bebé. Es un cachorro. Hubiese sufrido el rechazado de su padre. No quería eso para él.

-Entiendo... ¿Cómo la pasaste tú? No es sano que un omega recién marcado y embarazado quede solo.

-yo- las mejillas del castaño se tornaron  rojas -. Yo me quede con una camisa de su hijo. Durante este tiempo  es la que mantuve a mi lado.

Masaomi sonrió -Ya veo... A decir verdad me sorprendió la noticia. Pero sé que eres un buen omega. Cuida de mi hijo.

El pobre castaño se sorprendió.

-Además, tiene que casarse cuanto antes. No quiero que mi nieto siga sin su apellido.

-Yo... No sé...

-Seijūrō sabrá que hacer para convencerte. Vamos. Tomemos el té.

Un pensativo Kōki siguió al mayor. ¿Casarse?

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Seijūrō estaba feliz con su familia. Su omega y pequeño alfa se había mudado unos días después a su casa.   Desde entonces hacia todo lo posible para recompensar el tiempo perdido, y más con su omega.

Se estaba volviendo posesivo y celoso. Por él Kōki jamás regresaría a trabajar pero sabía que el castaño era algo independiente. No quería obligarlo a algo que no quería.

Y por ese motivo aún no se habían casado.  Pues Kōki aún estaba inseguro de dar ese paso después de tres meses de estar juntos.

Soltó un suspiro cansado y entro a la casa -Ya llegue.

Nadie respondió. Se le hizo extraño. Por la hora Kōki ya estaba en casa y su hijo debería estar jugando.

Dejó el maletín en una de las escaleras, y se dirigió a la sala. Kōki estaba dormido en el sillón. Se acercó lentamente, le gustaba despertarlo a besos,  al cuello del castaño dispuesto a besarlo. Pero sintió un aroma diferente en Kōki. Frunció el ceño.

Los ojos cafés le miraron. Kōki sonrió  -Bienvenido a casa.

-Estoy en casa- dijo algo distraído.

-¿Qué sucede? - acarició la mejilla blanqueicna.

-Hueles diferente- dijo sin rodeos.

Kōki se sorprendió y se olfateo. Sintió que  olía diferente. Olía como aquella vez...

-¿KŌKI?

-Yo... Baño.

Seijūrō se extraño de la actitud del castaño. Lo siguió. El castaño ya había llegado a la habitación, al baño. Se acercó pero escuchó que estaba haciendo sus necesidades.

Se deshizo del nudo de la corbata, y espero pacientemente. El castaño salió minutos después. Los ojos llorosos le alertaron-¿Te sientes mal?

-N-No.

-¿QUE SUCEDE KŌKI?-le limpio las lágrimas a su omega. Sentía un sin fin de emociones gracias a su lazo.

-E-Estoyencinta.

Se quedó quieto -¿Qué?

Kōki le mostró la prueba casera en positivo -Estoy embarazado...

Comprendió la frase muchos segundos después -Oh Kōki. Gracias. Gracias.

Kōki se abrazo al pelirrojo, y sollozó.

-No llores amor. Estamos esperando un cachorro.

-Yo... Estoy feliz- sollozó Kōki en los brazos de su alfa.

-No tienes idea de los feliz que me has hecho Kōki.

Kōki sonrió con cariño. Por supuesto que lo sabía. Sentía el amor y la felicidad de Seijūrō -Te amo Seijūrō.

Seijūrō besó al castaño. Era la primera vez que le decía que lo amaba  -Te amo, Kōki. No tienes idea de lo mucho que te amo.

-Lo sé. Se cuanto me amas. Y... Yo también te amo Seijūrō. Soy feliz a tu lado. Nuestro hijo también lo es. Y nuestro bebé- se acarició el vientre plano -Tambien lo será. Somos una familia Seijūrō.

El pelirrojo unió su frente con la del castaño -. Somos una familia. Siempre lo seremos.

Kōki negó -No lo entiendes. Seremos la familia Akashi...

Seijūrō abrió completamente los ojos -¿De verdad?

-por supuesto- chilló al ser cargado desprevenidamente -. Bájame Seijūrō.

-Por supuesto, futuro señor Akashi- delicadamente bajo al castaño y le robó un beso -. Te amo.

Fin