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Capítulo 36

Historia Original de UpBitto26



















Sabía que las cosas en la sede de Japón iban bien, pero no sabía lo que había detrás de ello. Estaba que tenía un colapso mental, estaba enterado que la empresa en Japón paso por un problema de fraude, del cual, su padre en persona se había encargó de llevar, pero lo que no sabía era como había terminado.

Y estando en su tercer día de estadía en Japón, se enteró por una joven de su edad el climax de la situación, la  joven fue acusada por aquel fraude y terminó siendo despedida y con una gran deuda encima. Por obvias
razones, la chica no tenía dinero para pagar el supuesto dinero robado y tuvo que pagar una condena de tres años en prisión, supo por ella que el verdadero culpable era, el que en ese momento, es el jefe.

O bueno, ex-jefe ahora que ha pedido que se abra el caso y terminó comprobando que aquel viejo decrépito era el culpable de todo, tuvo que
darle una cierta cantidad de dinero a la chica por haberle causado daño moral y haber dañado su imagen pública, más treinta años de prisión por haber mentido a la autoridad judicial, por el fraude y para terminar, por
violación.

Por eso es que duró casi dos semanas en Japón, sin informarle a nadie la razón. Y ahora, esta en el aeropuerto junto a la chica, aunque esta aún se sentía apenada por ir con él.

—¿Seguro que quieres llevarme? –Preguntó la joven con mirada curiosa y apenada. —No quiero hacerte cargo de algo que no te corresponde –Bajó la mirada e hizo una mueca.

—Esta bien, ya te dije que lo hago con mucho gusto, no me estas obligando a hacerlo.

—Pero...

—Pero nada, anda, vamos, ese es nuestro vuelo –Pronunció una vez que su
vuelo fue anunciado, la chica asintió y le siguió, Mew le dedicó una leve sonrisa a labios cerrados y le tomó de la muñeca para que no de le
perdiera entre todo el tumulto de gente.

Una vez en sus asientos, la joven cerró fuertemente sus ojos y comenzó a tomar grandes bocanadas de aire. —Tranquila, el avión no se caerá –El rubio tomó su mano y entrelazó sus dedos. —Espero que sirva de algo –Ella sonrió y asintió, se colocaron los cinturones y el avión despegó.

El vuelo fue tranquilo, no hubo nada malo y la chica se quedó dormida durante todo el viaje. Mee se dedicó a mirar por la ventana, estaba
muy cansado, aún no podía dormir correctamente y después de todo el ajetreo, la falta de sueño le estaba pasando factura, pero, al ir
acompañado, no podía dormir.

Suspiró y se decidió por escuchar música el resto del viaje y descansar sus ojos, cerrándolos y privándose la vista a sí mismo. Suspiró al
encontrarse en frente de su hogar, sabía que lo estarían esperando por lo que miró a la chica y le sonrió.

—Te presentaré a mis padres y mi hermano, esperó que te agraden.

—Tu papá no me recuerda como la mejor persona del mundo ¿Sabes?

—Ya tendremos tiempo de aclarar eso, vamos –Tomó las maletas de ambos e ingresó a la casa después de la mujer, siendo ayudado rápidamente por dos sirvientes. —Lleven mi maleta a mi habitación y la otra a la de huéspedes por favor –Los hombres asintieron y subieron las escaleras, Mew caminó hasta la sala de estar, saludó a sus padres y hermano y dió media vuelta, hizo una mueca al no ver a la chica y salió en su búsqueda encontrándola oculta gran una pared. —Ven, no pasará nada.

—Estoy segura que me echaran.

—No lo harán, y si lo hacen entonces conseguiré un lugar en donde puedas vivir mientras estés aquí –Sonrió, logrando tranquilizar a la chica. Se dirigieron a la sala y miró a su familia. –Les presento a Kiritani Mirei. –Phak miró a la chica, esta estaba con la mirada en el piso y por la forma en que jugaba con sus dedos, muy nerviosa.

—¿Qué hace aquí? –El rubio hizo una mueca ante el tono en la voz de su padre.

—Será mi invitada por algunos meses, dejame informarte que ha sido
exonerada del fraude, comprobé que el verdadero culpable era ese hombre –Explicó.

—¿Cómo dices?

—Lo que oíste padre, ese hombre es tu amigo y como confiabas en él, no te quedó ninguna duda en culpar a Mirei, pero ella no fue partícipe de nada de eso y ahora ese viejo esta cumpliendo su condena en la carcel –Phak le miró sorprendido pero aún así asintió. —¿No crees que le debes algo a Mirei? –Arqueó sus cejas y observó a su padre por largos segundos,
hasta que este finalmente se dio.

—Lamento haberte causado problemas, Mirei –Mew sonrió satisfecho e hizo que la castaña se posara en frente de él.

—Daijōbudesu. Supashitto (Esta bien Sr. Suppasit) –Pronunció en Japonés.

—No me lo tomes a mal Mew, pero, ¿Por que la has traído si apenas de conocen? –War se cruzó de brazos y esperó la respuesta.

—Para que nuestro hijo nazca aquí –Los mayores abrieron sus ojos al tope, observaron a los menores esperando que se rieran y les dijeran que era una broma, pero se torno aún más serio cuando Mirei se ocultó detrás del rubio totalmente ruborizada.

—¿Hijo? –Phraewa preguntó, aún dentro de un ligero trance.

—El viejo ese la obligó a hacer algo que ella no quería y... Bueno, quedó embarazada, tiene cinco meses de gestación y decidí adoptarlo –las expresiones de los mayores seguía siendo de total sorpresa, Mew sonreía con su singular sonrisa como si lo que acababa de decir fuera lo más normal del mundo.

Aunque bueno, es Mew Suppasit, nunca ha estado dentro de lo que la gente denomina normal. Se posó aún lado de Mirei y acarició su abultado vientre de cinco meses, la chica sonrió apenada aún sin levantar la mirada, el rubio fue tan amable con ella desde el primer momento y al enterarse de lo que le hizo el viejo decrépito le ofreció toda su ayuda, llegando así, al punto en él le propuso darle su apellido a la vida que lleva en su vientre, tardó unos días en aceptar.

Su pequeño bebé estaría registrado bajo el nombre de Mew como padre, y le hacía feliz que su hijo fuera a tener a alguien como el rubio de padre, pues realmente no quería que su niño o niña supiera que fue producto de una violasion. —Ve a descansar, pediré que te lleven algo delicioso para que comas, ¿Te parece? –Mirei asintió y fue guiada por uno de los sirvientes a la que sería su habitación.

Miró a sus padres para después sentarse frente a ellos esperando por alguna reacción, los otros tres Suppasit parecían estar en pausa, y lo entendía, lo que dijo no es algo que se tome a la ligera, además, considerando que acaba de conocer a Mirei su decisión es bastante apresurada pero no le importa, quiere lo mejor para ese bebe aunque no sea suyo.

—¿Estas bromeando? –Habló War después de varios minutos.

—Vaya, pensé que jamás!volvería a escucharlos hablar –Sonrió burlón.

—Mew

—Ya, si, es verdad, voy a darle mi apellido –Su sonrisa! cambió a una de genuina felicidad. —Espero que me apoyen en esto, sólo quiero lo mejor para ese bebé y darle otro soporte además de su madre.

Phak le miraba sin expresión alguna, pareciera estar pensando y procesando las palabras de su hijo menor. Phraewa le sonrió para después acercarse a él y abrazarlo. —Yo te apoyo, si esa es tu decisión, será mi
nieto –El rubio sonrió al recibir esa respuesta por su madre, correspondió el abrazó y le agradeció.

—Supongo que debo felicitarte por tu futuro ¿Hijo? –Los hermanos rieron, el menor se dejó abrazar por el castaño. Los tres vieron a la cabeza de la familia, Phak seguía sin emitir palabra alguna y su expresión era neutra.

—Entonces sólo queda esperar su llegada, aunque si me encariño con el bebé tendrás que traerlo por lo menos una vez al mes –El menor sonrió en grande y se acercó a su padre, este le!recibió con los brazos abiertos besando su cabeza.

—Así será papá –El rubio se despidió diciendo que iría a descansar, se cambió la ropa a una cómoda y se recostó en su cama.

Todo en la habitación estaba oscuro, a pesar de ser las tres de la tarde gracias a las grandes cortinas obscuras impidiendo que los rayos del sol entrasen por su ventana. Puso alarma en su celular para despertar poco antes de la cena por si realmente conseguía dormir.

El siempre quiso formar una familia, y a pesar de que no sería exactamente eso, estaba feliz, tendría un hijo, que aunque no fuera de su sangre, lo amaría con todo su ser. Esta seguro de ello, pues tan sólo has pasado semana y media desde que se enteró del embarazo y un par de días desde que Mirei aceptó que le diera su apellido al bebé y ya quiere a ese pequeño ser en el vientre de la chica.

Están trabajando en la bonita amistad que estaban formando, querían ganarse la confianza del otro para poder congeniar bien y poder llevarse de la mejor manera posible. Sonrió a la nada y después de mas de dos meses sin poder dormir, durmió como un bebe y no despertó hasta la mañana siguiente.

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