Historia Original de UpBitto26

Después de la fiesta, se encargó de llevar a Gulf a su casa, una vez allí el menor le habló.

—Mew, hay que hablar –Pidió, el llamado se sobó la sien, el no dormir y comer como se debe por casi una semana ya le estaba pasando factura, le dolía mucho la cabeza. —Mew po...-

—Ahora no Gulf, me duele mucho la cabeza y lo único que quiero es dormir, descansa –Pronunció para acto seguido volver a rodear el auto y subir a la parte del piloto, le dió una última mirada al menor antes de
arrancar el auto y dirigirse a su departamento, por fin estaría sólo.

Una vez en su departamento, se dió una ducha rápida y se colocó ropa cómoda, se dirigió a la terraza y se quedó allí, disfrutando de la vista como muchas otra veces. La soledad que tanto odia pero que en ese momento es su mejor compañía le tranquiliza, suspira y cierra sus ojos, se queda dormido en menos de un par de minutos.

Su sueño se vió perturbado cuando su celular comenzó a sonar con insistencia, gruñó, apenas si pudo dormir un par de horas y aunque la silla no era lo más cómodo del mundo pudo descansar un poco en ella. Tomó su celular de la pequeña mesa frente a las sillas y contestó sin ver quien era.

—¿Si?

—¿Estas en tu departamento? –Preguntó Gun.

—Si, ¿Por qué?

—Estoy allí en cinco minutos –Y cortó la llamada, frunció el ceño.

—Claro, invitate solo –Murmuró a la nada, se puso de pie y se adentró en la sala, se dirigió a la cocina y tomó un yogurt de uva con arándanos del refrigerador, ni bien había comenzado a beberlo cuando el timbre sonó, fue a abrir, se hizo a un lado y dejó que el azabache entre, cerró la puerta y se
dirigieron a la terraza. —Dime, ¿Qué te trae a mi humilde hogar a las cuatro
de la mañana? –Gun lo observó por varios segundos sin decir nada.

—De humilde no tiene nada, Mew.

—No has contestado mi pregunta –El mayor hizo una mueca y desvío su mirada hacia la ciudad. —¿Te peleaste con Off?

—Para nada, es sólo que... Yo de verdad quiero casarme con él –Mew no se sorprendió ante la confesión, el sabía eso desde hacía ya, un año quizá. Se recostó sobre la silla y se cruzó de brazos.

—Pideselo tú, no tienes que esperar a que él lo haga, sabés que nunca lo hará por que Off es conformista –Gun volvió su mirada al menor, este tenía los ojos cerrados y parecía estar relajado, pero por ratos y tan sólo por un par de segundos su ceño se frunce, como si algo le molestará, y es ahí que se golpea la frente mentalmente, Mew tiene peores problemas que los suyos y él va a las cuatro de la mañana a molestarlo.

—Mejor me iré, pensaré que hacer –Se puso de pie con la intención de salir del departamento pero el rubio lo detuvo y lo obligó a sentarse nuevamente. —Mew, no quiero molestarte-

—Más han sido las veces que yo te he molestado Gunie, no me molestas, en serio que no, y si puedo ayudarte lo haré, cuenta me, ¿Por que no se lo
pides tu?

Lo pensó, existían varias razones, tal vez un tanto insignificante para cualquiera, pero para él, no. Una de ellas, y las más importante según él, es que no sabía si Off quiera casarse, y eso le atormenta por las noches, tiene miedo a preguntarle y que le diga que no; por otra parte esta el hecho de que últimamente, sin darse cuenta, se estaba alejando de su novio, se enteró apenas esa noche, cuando en la boda el mayor le preguntó si había echo algo malo pues llevaba semanas un poco distante.

—Tengo miedo –Admitió, el menor no dijo nada, tan sólo lo miró, esperando a que continuará. —Si se lo pido y no quiere, eso puede afectar nuestra relación, más de lo que ya lo hace y eso que ni siquiera ha pasado –Notó que el rubio lo miró con sus ojos levemente entrecerrados y el ceño fruncido, con confusión. Suspiró y desvío su mirada de la de su amigo y se recostó en la silla para después cerrar los ojos y tratar de encontrar la tranquilidad que le hacia falta.

»Off me dijo que pareciera que estoy enojado con él o algo por el estilo, dice que en las últimas semanas casi no le prestó atención y parezco estar en mi mundo, incluso me preguntó si ya no lo amo, ¿Puedes creerlo? Estoy tan concentrado en pensar alguna forma de pedirle que nos casemos que lo he estado dejando de lado sin siquiera percatarme de eso, yo... No estoy seguro de poder soportar un no por respuesta, estoy seguro que nuestra relación se terminaría y no quiero eso, de verdad lo amo, creóque lo mejor es quedarme callado y dejar todo tal y como esta«

Mew se tomó algunos minutos para procesar esas palabras, le parecían totalmente normales los temores del mayor, lo entendía, Off esmuy difícil de descifrar a veces y cuando hablan de bodas parece
totalmente indiferente al asunto, incluso él le preguntó indirectamente que pensaba sobre el matrimonio o si alguna vez se lo pediría a Gun pero simplemente se encogió de hombros. —No lo veo necesario –Fueron sus
palabras y nunca le dijo sobre ello al menor de la relación para no lastimarlo, pero se dió cuenta que el mayor se ha estado atormentando a sí mismo con eso.

—Si se lo pides no creo que diga que no –El azabache abrió los ojos y giró su cabeza 90°grados para mirarlo, arqueó sus cejas dándole a entenderque tenía toda su atención.

»Off te ama, definitivamente le tomara por sorpresa si se lo pides pero no te dirá que no, el desea pasar el resto de su vida contigo, ¿Tienes idea
de las veces que lo he pillado mirando la pantalla de su celular y sonriendo como bobo? Muchas, y todas esas veces es por que, o esta hablando contigo, o esta viendo una foto tuya, estoy cien por ciento seguro que en el fondo, también quiere casarse contigo, son el uno para el otro, no existe forma para que su relación termine, enamoraste por completo a Off, sólo hazlo, te aseguro que vas a sentirte muy feliz cuando ese bobo te diga que si«

Sonrió, mostrando sus dientes blancos y contagiando a Gun, este sonrió formando dos hermosas medias lunas en sus ojos y logrando que sus
mejillas se vean más abultadas de lo que ya eran. —Gracias, Mew –Elmenor se puso de pie y estiró su espalda.

—Anda, aún quedan un par de horas para que podamos dormir aunque sea.

El azabache se puso de pie y juntos se dirigieron a la habitación del menor, se recostaron uno al lado del otro y cayeron rápidamente en los brazos de Morfeo.

Su día iba de maravilla, hasta que llegó a casa de sus padres y se encontró con toda la familia Kanawut allí, si había estado de buen humor todo
el día, eso se esfumó al verlos. Hizo una mueca sin que nadie la notara y se dirigió hacia ellos. Se inclinó en una reverencia como saludo y miró a sus padres.

—No me lo tomen a mal.. Pero, ¿Qué hacen aquí? –Preguntó lo más amable que pudo, Namfah se puso de pie y se acerco a él.

—Gulf nos ha dicho que se van a divorciar, ¿Es cierto? –Observó al mencionado por un par de segundos para después asentir. —Bueno, Gulf no nos ha sabido decir la razón, ¿Tu puedes explicarlo? –La suave voz de la mujer parecía ligeramente molesta, no entendía por que y tampoco es como si le interesara saberlo.

Observó al hermano y padre de Gulf y suspiró, no quería que despreciaran al menor por el tipo de vida que llevaba, en cierta forma los culpaba a ellos por haberlo obligado a hacer muchas cosas que no quería, su carrera, por ejemplo.

—Lo haré –Su mirada se conectó con la del azabache, sus ojos estaban llorosos, temiendo por lo que se vendría. —Le fui infiel –Pronunció secamente, todos lo miraron sorprendido, los Kanawut por semejante noticia y los Suppasit, más Gulf por la mentira. Mew se inclinó e hizo una reverencia. —Lamento haberles fallado, prometí cuidar y amar a Gulfpero no lo he hecho, le hice daño y por eso hemos decidido divorciarnos –Prefería que lo despreciaran a él, seguía amando a Gulf y mientras pudiera, lo cuidaría, aunque sea de lejos.

Su rostro se ladeó con brusquedad producto de una bofetada en su mejilla izquierda. —¿Cómo pudiste hacerle eso a mi hijo? –La mujer, le miraba con enojo y decepción, esta dispuesto a cargar con el odio de toda la
familia Kanawut con tal de mantener a salvo al que solía ser su mejor amigo.

—¡NAMFAH! –El grito de su madre lo hizo voltear a verla. —No te volveré a permitir que le pongas una mano encima a alguno de los hijos, mucho menos estando en mi casa –Phraewa miró a su hijo menor y su mirada se suavizó. —Diles la verdad –Pidió, el rubio negó y volvió su mirada a los Kanawut.

—Esa es la verdad, lo siento, pero por favor, no permitan que mi error cause conflictos entre ustedes, no hagan que su amistad de años se termine por mi culpa –War miró a su pequeño hermano con tristeza, entendió por que se estaba echando lanculpa, notó que el menor de los Kanawut estaba llorando siendo abrazado por su hermano mayor. Este miraba a Mew con enojo, odio, y eso realmente le molestó, el rubio recibiría despreció que no se merecía, él no había fallado de ninguna forma. —Con permiso, y una vez más, lo siento –Dicho esto, se dirigió a la segunda planta, War se despidió y siguió a su hermano, lo encontró en su
habitación ahogándose con sus propias lágrimas.

Se acercó a él y lo abrazó, el rubio y correspondió, el mayor trató de no derramar ni una sola lágrima por ver a su hermano en tal estado, pero le fue imposible cuando el menor habló pronunciando dos palabras. —Lo amo –Y por ese amor estaba dispuesto a recibir todo el odio de la familia Kanawut, por ese amor, esta sufriendo y tal vez, por ese amor, no pueda ser feliz.