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Capítulo 30

Historia Original de UpBitto26



























Ni si quiera recordaba por que había aceptado salir, no tenía ganas.

Trataba de divertirse, sonreía de vez en cuando a lo que los presentes decían pero realmente, en ese momento, nada le parecía divertido.

Frunció el ceño para sí mismo, sintiendo imposible seguir allí, se despidió de todos, Earth le ofreció llevarlo a su hogar pero él se lo negó, salió del lugar notando que Off y Gun iban detrás de él, hizo que un taxi
parará y subió en la parte delantera dejando que los mayores se subieran atrás.

Dio la dirección del edificio donde se encuentra su departamento al hombre y el recorrido fue en total silencio, tan sólo quería dormir y olvidarse de todo. Una vez que llegaron pago al taxista y junto a los mayores se dirigió al interior del edificio.

Necesitaba tomar un copa de vino, no solía tomar pero un poco de vino siempre le caía bien. Al llegar a su departamento fue lo primero que hizo, ir a la cocina, tomar una copa y llenarla hasta la mitad de vino tinto.

—No te vas a embriagar –Gun advirtió, él río, tenía que beber mucho para eso.

—No, no lo haré –Dejó la botella en su lugar y salió de la cocina con la copa en su mano derecha. —Saben donde esta la habitación de huéspedes, descansen –Dicho esto se dirigió a su habitación y se encerró allí, se aseguró de ponerle seguro.

Se sentó sobre su cama y bebió el vino con tranquilidad. —Mew –Miró la puerta, sabía que los mayores no lo dejarían estar tranquilo, ahora extrañaba estar sólo en la casa en la playa de sus padres. —Mee, abre.

—¿Para que?

—No quiero que estes solo.

—Pero eso es lo que quiero. –Hubo un silencio por un par de minutos, el rubio desea que respeten lo que quiere. Se escuchó un suspiro y seguido la voz de Off.

—Esta bien, estaremos en la otra habitación.

—Gracias.

Los mayores ya no contestaron, se puso de pie y se colocó frente a la ventana, siguió bebiendo el vino mientras miraba a través de la ventana.

Los últimos días casi no podía dormir, si acaso un par de horas, el sueño no le llegaba y a pesar de estar muy cansado no logra conciliar el sueño.

Paso el resto de la noche frente a le ventana, mirando como la obscuridad desaparecía y la luz se hacía presente, ni si quiera sintió el paso de las horas.

Su mente estaba aquí y allá, no dejaba de pensar en todo y nada a la vez, todo es Gulf, para él no pasaron desapercibidas las miradas que el menor le dirigía cada cinco minutos; y nada no era más que eso, nada. Por ratos su mente queda completamente en blanco, durante los cuales se siente tranquilo, pero una vez sus pensamientos se ven dirigidos hacia Kanawut su tranquilidad se esfuma y una molestia comienza a burbujear en su interior.

No sabe exactamente cuantas horas han pasado, pero calcula unas cinco o seis horas, un par de golpes suaves son dados en la puerta de su habitación y la mira con atención. —Mew –Suspira, se pone de pie y va abrir la puerta, una vez echo se recostó en su cama y le dio la espalda a la pareja. —¿No has dormido? –Preguntó Off con el ceño fruncido, el menor aún de encuentra con el traje de la noche anterior por lo que eso parece ser.

—No he podido –Se encogió de hombros y se dedicó a mirar el cielo mañanero a través de la ventana.

—¿Hace cuanto que no puedes dormir?

—¿Importa?

—Claro que importa.

—Mm, cinco días, sólo es por el estrés, ya pasará –Excusó, sabía que no pasaría en un largo tiempo, pues había pensado lo mismo la primera vez que tuvo ese problema y eso lo llevó al hospital, o bueno, al menos tuvo parte.

—¿Estrés? Deberías ir médico, no es normal que no puedas dormir –Los mayores lo miraban molesto, suspiró y se sentó sobre la cama. —¿Lo
harás?

—No, ya pasará –Y con eso se encerró en baño de su habitación, no quería ser grosero ni nada de eso, sabía que sólo estaban preocupados por él, pero de verdad quería creer que pasaría solo.

Se dió una larga y relajante ducha con agua ligeramente caliente, agradecía que el efecto del agua sobre su persona nunca ha cambiado, siempre a conseguido relajarlo en los peores momento de su corta vida, se quedó un rato bajo la lluvia artificial, por poco y se queda dormido.

Después de haber secado su cuerpo se colocó ropa normal, unos pantalones de mezclilla negro, una camisa de mangas cortas blanca y en
sima, una sudadera del mismo color.

Salió de su habitación ya listo, con su celular en mano. Se dirigió a la cocina y tomó una manzana, sus amigos lo observaron confundidos.

—¿Qué? –Preguntó cuando se sintió incómodo.

—¿A donde vas?

—A la empresa, dejé algo sin terminar y lo necesito para el lunes a primera hora.

—Pero hoy se casa Jimmy.

—Lo se, sólo iré una par de horas, nos vemos –Y sin darles tiempo a contestar salió de la cocina, se coló unos tenis cualquiera y salió de su departamento.

Paso toda la mañana terminando lo que tenía que hacer, cuentas, contratos y demás, ni siquiera notó que ya habían pasado más de dos
horas, tal vez el doble. Su celular sonó, contestó sin ver quien era.

—¿Si?

—Mew Suppasit, como no vengas a mi boda te olvidas de que existo –Se asustó al escuchar a Jimmy, miró la hora, 15:12, ¡JO-DER! Abrió sus ojos sorprendido, comenzó a acomodar los papeles.

—Si, ya voy, lo siento, no me di cuenta de la hora.

—Solo apurate, o te arrancaré la cabeza.

—Si, si, ya voy –Colgó la llamada y una vez dejó todo en orden, salió de la oficina y se dirigió a la casa de sus padres pues allí se encuentra su traje.

Bajó de su auto y estuvo a punto de caer pues iba corriendo y tropezó con la nada misma, se dirigió a su habitación y se dio un corta y rápida ducha, se colocó el traje que su primo había elegido para él, el hermoso color gris le gustaba, su primo conocía sus gustos.

Cuando iba de camino al salón recibió una llamada de Gulf, optó por dejar que la llamada se colgara pero el menor siguió llamado, contestó a la octava llamada.

—¿Qué se te ofrece Gulf?

—P', mis padres aún no saben que nos vamos a divorciar. –Mew sabía que quería decir con eso, suspiró y retornó dirigiéndose a la casa que les regalaron sus padres.

—¿Sigues en la casa?

—Si.

—Estoy ahí en cinco minutos –Y colgó sin darle tiempo a contestar, no había estado a solas con el azabache desde que le confesó lo que sentía por él, y eso, ciertamente le pone nervioso. Tocó el claxon de su auto y bajo de este, Kanawut salió unos cuantos segundos después, abrió la puerta de copiloto y dejó que el menor entrará, una vez echo cerró la puerta y rodeó
el auto hasta quedar en su lado del conductor. 

Emprendió marcha nuevamente al salón donde se llevaría a cabo la ceremonia, el ambiente era tenso e incómodo, al menos para el rubio lo era. De vez en cuando miraba al menor de reojo, pudo darse cuenta que traía los anillos,(compromiso y matrimonio), el también los traía puestos,
nunca ha dejado de ponérselos.

—Mew.

—No hables Gulf.

—Pero...

—Luego, ahora no –Notó que el menor hizo una mueca y asintió, su expresión parecía triste, pero Mew no sabía exactamente por que era.

Una vez llegó a su destino, estacionó su auto en su lugar designado, bajó del auto y rodeo este para después abrirle la puerta a Gulf, este iba a bajar desde antes pero el mayor se lo impidió. El rubio aseguró su auto ydespués, sin previo aviso, tomó la mano derecha del azabache entre la derecha suya y entrelazó sus dedos.

El más bajo se sorprendió pero no dijo nada, sabía por que lo hacia, nada realmente bueno, entraron al lugar y los que ya sabían de lo sucedido con ellos se sorprendieron al verlos tomados de la mano, el resto sólo pudo sonreír al verlos "tan felices", nada más que una fachada. —Si no quieres que tus padres se enteren hoy al menor finge estar feliz –Musitó Mew, el menor asintió y una pequeña sonrisa surco en sus labios.

Cualquiera que no supiera lo que pasa entre ellos pensó que sonreía por algo bonito que le dijo el rubio, siendo ajenos a la realidad.

Se dirigieron hacia donde estaban sus amigos y todos los estaban viendo raro. —¿Qué? –Preguntó ya molesto por sus miradas. Notó que varios dirigieron sus miradas al enlace en sus manos. —Sus padres aún no saben, así que tenemos un día más fingiendo un matrimonio feliz –Explicó sobandose la sien, estaba comenzando a dolerle la cabeza, el no haber
comido en todo el día le estaba afectando. —¿Donde esta Jimmy?

—Volviéndose loco por que no llegabas –Bromeó Gun.

—Dije donde esta, no como esta –Para ninguno pasó desapercibido que el rubio se encontraba molesto.

—Allá –Señaló Off, Mew miró hacia donde señalaba y asintió, soltó la mano de Gulf y se dirigió hacia donde se encuentra su primo.

Casi se va de culo cuando Jimmy prácticamente se abalanzó sobre él, el mayor definitivamente estaba nervioso pues pudo sentir el temblor de su cuerpo, lo abrazó y comenzó a darle caricias en la espalda. El mayor no había dejado entrar a nadie, ni quiera a Tommy, su futuro esposo, Mew ha sido algo así como su mejor amigo, desde pequeños fueron muy cercanos, el menor era el único que sabía que durante su adolescencia sufrió de desconfianza por si mismo llegando a pensar que
era muy feo y que nunca le querrían por ser molestado por algunos compañeros de su instituto.

Se rehusó a contarle a sus padres por lo que el rubio le ayudó a superarlo y a enfrentarse a esos chicos que ahora sólo catalogaba como estúpidos, y a escondidas se sentía satisfecho pues la persona que más solía molestarlo ahora trabaja para él.

—Jimmy, ¿Te estas arrepintiendo?

—¿Qué? No, claro que no –Términó con el abrazo y miró confundido al menor.

—¿Entonces? ¿Qué ocurre?

—¿Y si Tommy se...

—Tommy te ama, no vuelvas a lo mismo Jimmy, confía en él, por algo te pidió matrimonio y no creo que algún día vaya a arrepentirse de haberse casado contigo, eres un gran hombre, no dudes del amor que te tiene – El mayor sonrió y asintió.

—Siempre sabés como tranquilizarme.

—Tengo un don –Presumió el rubio.

—Tampoco te creas tanto –Ambos rieron y bromearon entre ellos por un par de minutos hasta que la madre de Jimmy entró al camerino.

—Hola tía –Saludó el menor, la mujer le sonrió y le dió un caluroso abrazo.

—¿Estas listo? –Preguntó a su hijo, este asintió y salieron, se dirigieron al salón.

—¿Me puedes decir como le hiciste para que te dejara entrar? –Preguntó War, el menor sonrió y se encogió de hombros.

—Toqué la puerta, el abrió y yo entré, fin –Contestó y soltó un par de carcajadas ante la mirada de su hermano. —¿Qué? Sólo eso hice, no
necesite más –Buscó con la mirada a Gulf, encontrándolo hablando con sus padres, hermano y cuñado, se acercó a ellos y se posó al lado derecho del menor para después tomar su mano. Hizo una pequeña reverencia hacia la familia del azabache y saludo con una pequeña
sonrisa.

—Esperó que estés cuidando bien de mi hijo, Mew –Pronunció Nmfah, el rubio sonrió forzadamente.

—Mejor de lo que crees madre –Contestó Gulf sintiéndose incomodo, la mujer sonrió satisfecha y guardaron silencio cuando la ceremonia dió inicio.

Mew se sintió feliz al ver a Jimmy y Tommy con una sonrisa plasmada en sus labios, se veían tan felices, su amor podría verse a kilómetros de distancia, brillaban juntos y sus miradas hacia el contrario no
revelaban más que el amor que sentían.

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