Capítulo 27
Historia Original de UpBitto26
3/?
Su día se ve perturbado por las constantes juntas, pareciera que nunca iba terminar, apenas eran las dos de la tarde y él se encuentra exhausto, decide entonces dejarlo por ese día y llegar a su casa para poder descansar. Nada mejor que la comodidad de su cama.
Deja a cargo de todo lo que resta a Jimmy que esta en su última semana de trabajo antes de casarse e irse de luna de miel. Se dirige a su casa con suma tranquilidad invadiendo su ser, no sabe a que se debe pero tampoco le interesa, le gusta estar así. Entra y se dirige a la cocina con intención de tomar un yogurt del refrigerador, pero entonces... Todo se detiene.
Sabía que Gulf no podía estar sólo con él, lo sabía, pero aún así, comprobarlo con sus propios ojos le dolía, era prácticamente imposible que Kanawut sólo se estuviera acostando con él, sabía perfectamente bien que tenía una vida sexual bastante, demasiado, activa.
Dejó caer su llaves creando un sonido de estas cuando golpearon la loseta. Los chicos que se están comiendo la boca se separaron abruptamente ante aquello y el azabache sintió el alma salirse de su cuerpo, ¿Por que jodidos no aprendía la lección?
—Mew –Musitó, el mencionado tomó sus llaves y dió media vuelta para salir de allí, Gulf se apresuró y sacó al chico que estaba con él de la casa y retuvo a su mejor amigo impidiéndole salir. —Mew, perdón yo...
—Basta... No hagas esto, no pidas disculpas, no tiene caso que lo hagas cada vez que traígas a alguien, eso no arregla nada Gulf, y estoy harto, hablaré con nuestros abogados para que arreglen el divorcio y... Podrás traer a quien quieras de ahora en adelante –Habló reteniendo las lágrimas que se aglomeraban en sus ojos, tomó grandes bocanadas de
aire y dio media vuelta.
—¿Divorcio? No, ¿Por que?
—¿Por que? Por que quiero Gulf, ese es el trato, cuando el otro quiera divorciarse lo haremos, y ya no aguanto llegar y verte besándote con un chico, en serio que no – Pronunció dándole la cara de nuevo al menor.
—¿Por que te molesta tanto Mew? Sólo es un beso –Gulf pudo apreciar la tensión que se albergó en la mandíbula del mayor, tragó saliva, si antes no parecía estar enojado ahora si.
—Es que no me molesta Gulf.
—¿Cómo que no? Justo ahora parece que estas a punto de explotar –Pronunció el menor dirigiéndole una mirada dura y cargada de confusión.
—Si Gulf, pero no de enojo, la puta... Yo... –El azabache se sorprendió, el mayor no era de decir malas palabras, sólo lo hacia cuando estaba realmente estresado y al borde del colapso.
—¿Qué sucede Mew? –Dió unos cuantos pasos acercándose al castaño, este evitó que se acercara más y lo mantuvo a unos cuantos pasos de distancia. Y decidió decir todo de una vez, total, su amistad ya estaba arruinada.
—Sucede que no me molesta Gulf, me duele, me duele saber que posiblemente todos los días estas con alguien más, y me duele aún más verlo.
—No entiendo por que –Mew quiso darse un tiro, ¿Gulf era idiota o sólo fingía serlo? Él creía fielmente que la primera opción era la más
cercana.
—¡Carajo!, ¿Qué estas ciego? Gulf, me gustas, no sólo eso, te amo, y no tienes idea de cuanto me cuesta estar aquí ahora, cuanto me duele verte con alguien más, saber que no me correspondes... –Él menor quedó en shock, ¿Había escuchado bien? ¿En que momento sucedió? ¿No estaba teniendo una pesadilla? ¿Era un broma? Su mejor amigo estaba enamorado de él.
—Mew, yo... Lo siento, yo no...
—Lo se Gulf, tu sólo me deseas, o al menos lo hacías, y eso es lo que más me duele, te di tantas señales pero nunca te diste cuenta, ¿No te
pareció extraño que fuera a España contigo?, seguro que ni siquiera le tomaste importancia, ¿Sabes que es lo peor? Creí, yo de verdad creí que podríamos tener algo, ¿Puedes creerlo? ¿No es absurdo? –Para ese punto el mayor ya estaba llorando, ya no tenía nada que perder, se había confesado y había terminado de matar su amistad.
—¿Desde cuando... Te sientes así? –Mew sonrió con tristeza, es lo único que le importaba al menor, y le dolió.
—¿Me creerías si te digo que desde que tengo 18 años? –Su voz sonó apagada, dejando notar aún más la tristeza que en el abundaba.
»Tu enserio jugaste con mi mente ¿Sabes?, cada vez que me besabas yo de verdad creía que te gustaba, pero luego dijiste que me deseabas y supe que no era más que eso, y luego, Earth llegó y me hizo feliz, durante un tiempo pude dejarte de lado, pero luego tú, te mostraste celoso y volví a pensar que te gustaba, comprendí que era sólo por que él podía tener lo
que tú no, intenté muchas veces olvidarme de este estúpido enamoramiento, pero tu nunca me dejaste Gulf, todo empeoró cuando me acosté contigo por primera vez, cuando te hice creer que fue un sueño, ¿Recuardas que llegué algo ebrio?, no importa, esa noche tuve sexo contigo por primera y única vez, mi mente colapsó, realmente quería tener algo contigo, luego vienés y me pides que tenga sexo contigo para saciar tu deseo, y ahí vinieron los demás problemas, acepté, por que
prometiste que sería sólo una vez y después me dejarías tranquilo, pensé que cumplirías tu palabra y al fin iba a poder olvidar este estúpido amor, pero no lo hiciste Gulf... ¿Sabes cuanto me ha costado seguirte el
juego? ¿Tienes idea de cuanto me duele? Ahora... No estoy dispuesto a seguir con este estúpido matrimonio que no tiene ni pies ni cabeza, tal vez
algún día pueda volver a ser tu amigo, pero por el momento, no esperes nada de mi«
Su voz sonó quebrada en cada una de sus palabras, Gulf sintió el mundo echándosele encima y comenzó a llorar a mitad de todo ese relato que tanto le lastimó oír, joder, lastimó a su mejor amigo sin darse cuenta y ahora lo había perdido.
—Mew, aún... Aún podemos intentarlo, yo...
—No Gulf, no quiero tu lastima-
—No es lástima-
—¿Entonces que es?... ¡Responde Gulf!-
—No lo se, pero, si tanto amor me tienes, ¿Por que jodidos te vas todos los días? Seguro que te ibas a ligar, no tienes por que reclamarme nada –La voz del menor sonó dura, su ceño fruncido evidencia lo enojado que esta, y Mew no comprende por que.
Suppasit sintió que se iba a volver loco, no pensó que el menor tuviera esa imagen de él, conociéndolo como lo hacia le sorprendió.
—En primera, no te estoy reclamando nada, y en segunda, yo trabajo, todos los días voy a la empresa de mi padre, pero ya da igual, adiós Gulf, después vengo por mis cosas –Dió media vuelta esta vez dirigiéndose a la puerta con total tranquilidad. —Ah si, sientete libre de traer a quien te venga en gana, esta casa es toda tuya –Habló por última vez antes de salir.
Dispuesto a desaparecer del radar de todos por algunos días, se subió a su auto y se dirigió a su lugar favorito, manejando por varios horas hasta el lugar.
Pasó a varias tiendas para comprar ropa, toda siendo cómoda y para usar el día a día. Sonrió al ser recibido por el sonido de las olas del mar, se adentró a la casa que pertenecía a su familia fue directo hacia la cocina, moría de hambre.
Un enorme peso se había caído de sus hombros y se sentía increíblemente aliviado, al fin Gulf sabía de sus sentimientos, y si bien, no es correspondido al menos no se arrepentiría de nada, pues sabía que al menos hizo un ligero intento, por que sabe que no hizo su mejor
esfuerzo pero aún así, estaba feliz.
Estaba seguro que ahora podría volver a su vida normal, ser Mew Suppasit, el hijo menor de los Suppasit de personalidad extravagante y
brillante sonrisa, ser la persona que solía ser y sentirse bien consigo mismo. Podría empezar a olvidar a Gulf Kanawut, y tal vez, algún día, volverían a ser amigos.
Sonrió para si mismo y se sumergió en la piscina de su casa, era un tanto... Raro tener una alberca al tener al mar, literalmente, a unos cuantos pasos de su casa, pero era bueno pues no tenía problemas en abrir sus ojos bajo el agua cristalina.
Se dedicó a nadar por largos minutos, el agua siempre le ha ayudado a relajarse y esa no era la excepción. Salió a la superficie y se sentó en la orilla de la piscina dejando únicamente, sus piernas dentro del agua.
Las estrellas brillan y la luna esta en su mayor resplandor, luna llena, esa luna que ha sido testigo, junto a sus amigas las estrellas, de las
incontables veces que ha llorado por cosas, que ahora, le eran un tanto, bobas, aunque bueno, el corazón es la mayor debilidad que tiene, siempre ha sido demasiado sensible.
Esa misma luna, esta siendo testigo, nuevamente, de las lágrimas recorrer sus mejillas, de la tristeza volviendo a residir en su ser y de las enormes ganas de tirarse en el agua, permitir que el agua entre en sus pulmones y ahogarse para terminar con todo de manera rápida y fácil, pero no, sabía
que esa no era la solución así que simplemente se permite seguir llorando.
No quería hacerlo, estaba cansado de eso, pero una vez más no le haría daño, además que necesita sacar todas esas emociones para nada buenas que albergan en su interior sin pagar renta.
Para cuando al fin puede calmar sus sollozos y parar sus lágrimas se siente un poco mejor, su mirada vuelve a posarse en la luna y sonríe para ella. Volvería a ser Mew Suppasit, su sonrisa estaría presente en él todo el tiempo que le fuera posible y sería feliz.
FIN
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro