Capítulo 19
Historia Original de UpBitto26
Se despertó con unos brazos rodeando su cintura, giro un poco su cabeza para poder ver a la persona, Mew.
Sonrió, los recuerdos de la noche anterior llegaron a su mente, su sonrisa se ensanchó aún más pero se esfumo en cuanto percibió que ambos estaban vestidos.
¿Fue un sueño?
Se decepcionó, era la única explicación, un sueño que se sintió bastante real. El mayor se removió y poco a poco despertó y abrió los ojos lentamente para acostumbrarse a la luz.
—Buenos días, Gulf –Su voz sonó más ronca de lo normal, no sabía que hora era pero el iba despertando, así que, eran buenos días, fin.
—Buenos días Mew –El mencionado dejó de abrazar al menor y se puso de pie, estiro sus brazos y por consecuente, los músculos de su espalda haciendo que los huesos de esta, tronaran. —Mew, ¿Anoche pasó algo? –El mayor hizo una mueca de confusión para después negar.
—¿Nada?
—Nada, cuando llegué vinimos aquí y nos quedamos dormidos –Explicó, Gulf hizo una mueca, todo había sido un sueño. —Iré a darme un
baño –Y con eso último, salio de la habitación.
Mew suspiró aliviado, engañar al menor había resultado ser más fácil de lo que esperó. Sonrió para sus adentros y entró a su habitación.
10:30 am, aún alcanzaba a llegar para el medio día a su trabajo, tomó una corta pero relajante ducha de agua caliente. Se vistió con un traje completo azul marino, un chaleco debajo del sacó relucía y hacia notar mejor su cuerpo.
Se colocó su reloj en la muñeca izquierda y observó por unos segundos el par de anillos que su mano solía presumir, siendo uno de plata y el otro de oro.
No pudo evitar pensar que le gustaría que esos anillos fueran de un matrimonio real, joder, amaba a Gulf como nunca ha amado a nadie más, odia a su corazón por haberse enamorado de su mejor amigo, no era correcto, no lo era.
Aunque de cierta forma el sabe, (o al menos así lo cree), que es su culpa, ha dedicado su vida entera al azabache, siempre cuidando de él y
asegurándose que no le hiciera falta nada, si alguna vez hubo alguien que molestó a su mejor amigo él se encargó de que no volviera a hacerlo, si su pequeño lloraba él hacia lo que fuera por hacerlo sonreír.
Una sonrisa amarga se forma en sus labios y junto a ella, un par de lágrimas traicioneras escapan y resbalan por sus mejillas.
Necesita dejar de amarlo; odia olvidar como respirar cada vez que ve a Gulf con alguien más; odia la horrible sensación que se instala en su pecho de dolor y agonía; odia las lágrimas amargas que vuelven sus ojos más brillosos y luchan por salir y ser liberadas con total facilidad justo como en ese momento.
Y ahora, su mente no deja de recordarle que cometió la peor estupidez de su vida, o bueno, la segunda, la primera es su boda. Tuvo sexo con su
mejor amigo, sexo, sexo, sexo. Lo consuela un poco el hecho de que estaba ligeramente ebrio, le hecha la culpa al alcohol y la ebriedad que a duras penas si se encontraba en su sistema, y es en ese momento que odia tener tanta resistencia al alcohol.
Si no fuera por ello, seguro que el estaría como cualquier otra persona, con una resaca que lo hiciera querer arrancarse la cabeza, posible vomito y/o mareos y por supuesto, la inevitable pérdida de memoria de lo que pudo o no haber pasado en las últimas horas de su borrachera. Pero claro, es Mew Suppasit y la vida lo odia tanto como para ni siquiera concederle eso.
Estaba emocional y mentalmente cansado, era como una montaña rusa, en un momento esta en la sima de la montaña sintiéndose en un lago de felicidad, y al otro, ya estaba abajo, sin aire en sus pulmones y el dolor en el alma invadiéndole.
Suspiró.
Dos meses más.
Pensó, tenía ya, cuatro largos y dolosos meses de matrimonio con Gulf, sólo necesitaba dos meses más para poder divorciarse al fin.
Le importaba tres hectáreas de c**o lo que su padre pudiera decirle, ya lo veía diciéndole que el divorcio no era la solución, que debían esto y debían aquello y más palabrería que estaba seguro que le iba a entrar por un oído e iba a salir por el otro.
Se colocó los anillos, limpio sus mejillas y salió de su habitación. Se aseguró de que llevará todo lo que ocupaba, se colocó unos zapatos negros, miro hacia las escaleras, Gulf bajaba por estas y al mirarlonparecía estar sorprendido.
—¿A donde vas Mew?
—Por ahí –Contestó y sin más, salió de su casa.
Se dirigió a un restaurante, quedó con Off y Gun. Al estar frente a ellos, la pareja le chiflo.
—Insisto, existe la poligamia –Off sonrió divertida mente, el menor rodó los ojos y se inclinó hasta quedar a la altura del rostro del mayor, pues estaba sentado.
—Dame un beso y lo consideraré –El rubio sonrió y sin que el más alto se lo esperará le dió un casto beso en los labios. —Idiota, y lo haces en frente de tu novio ¿Quieres que Gun me mate?
Se sentó frente a la pareja, el
mencionado sonrió divertido.
—Gun entiende, ¿Cierto, hermoso?
—Claro, además, si te casas con nosotros harás más que sólo besarnos Mew –El azabache guiño su ojo derecho y sonrió formando dos medias lunas con sus ojos.
—Son más abiertos de mente de lo que pense –Sonrió ante el asentimiento de los mayores. —Dejen de jugar con eso, tal y un día de estos les tomó la palabra —Advirtió.
—Eso seria grandioso –Gun volvió a guiñarle y Mew sólo atino a rodar los ojos. –Anda, que no es mala idea.
—El día que les diga que si, se echaran para atrás.
—Prueba y verás
Después de varios minutos, una mesero de les acercó y pidió su orden.
Después de haberlo echo se dedicaron a hablar de cualquier cosa mientras les llevan su comida.
—¿Estas bien? Pareces preocupado –Lo sabía, por ratos dejaba de forestales atención y se sumergía en sus pensamientos, el echó de haberse acostado con Gulf aún le preocupaba.
—Me acosté con Gulf –Informó de golpe, los mayores abrieron demasía su ojos, sus labios ligeramente entre abiertos pareciendo querer decir algo pero ningún sonido más que balbuceos salían de ellos.
—¿Escuche bien? –Mew suspiró, realmente el quería creer que había sido un sueño, pero no lo era y eso realmente lo estaba volviendo loco.
—¿Anoche? ¿Por que?
—Estaba borracho –Frunció el ceño al no recibir respuesta, la pareja lo miraba incrédulos. —Sólo un poco – Repuso.
—¿Qué p5aso después?
—Fue fácil hacerle creer que fue un sueño.
—¿Cómo hiciste eso?
—Gulf es de sueño pesado, le puse ropa y cambie las sabanas de la cama, todo quedó exactamente como estaba.
—No puede ser que no se haya despertado –Off hizo una mueca.
—En realidad... –Miraron a Gun prestando atención a lo que iba a decir. —Es muy difícil hacer que Gulf despierte, en especial después del sexo.
—Entonces me casaré sólo con Gun, ¿Qué dices? –Miró al mencionado, este bebió de su copa con vino y sonrió.
—Me parece bien, aunque deberás saber que Off será mi amante.
—Viviré con ello –Los menores comenzaron a reír cuando él rubio se puso de pie con toda intención de irse, Mew se puso de pie e hizo que el mayor se volviera a sentar. –No seas gruñón Off, siempre puedes unirte al matrimonio.
Ya con eso, los tres rieron y siguieron disfrutando de su comida antes de tener que volver a su jornada laboral.
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