¿Quieres salir?

Sonic.

—Ya me voy. —Avisé.

—¿Con tu chica? —Cuestionó Manic.

—Voy con Tails. —Respondí sin importancia.

—Meh, es casi lo mismo.

—¿Y cuándo piensas salir con ella? —Interrumpió mi salida.

—Dentro de unos meses, cuando podamos divorciarnos.

—Sigo sin creer que te hayas podido casar estando borracho. —Sonia rió a carcajadas.

—Deberías de invitarla a salir. —Aconsejó mi madre.— Por lo que he visto siempre se la pasan alegres.

—Es divertido estar con ella. Pero sólo hemos salido en un par de ocasiones y ha sido para tratar lo de nuestro compromiso. No quiero que piense que quiero algo con ella... Aún si ya lo tengo.

—De acuerdo, pero yo pienso que te conviene. Es una buena chica, amable, estudiosa, dedicada, risueña.

—Está buena. —Agregó el cerdo de mi hermano.

—¡Manic! —Mi madre lo regañó.

—Sonic, reclama tu territorio. —Comentó Sonia a modo de burla. Yo rodé los ojos.

—¿Y entonces? ¿Qué dices? —Retomó el tema.

—Me lo pensaré. —Salí de casa.

[...]

—Y entonces yo dije: Puto el que me pite. Y me pasé el semáforo en rojo sin que ningún auto hiciese nada. —Contó Knuckles con unas copas encima.

—Eso no es nada, en una fiesta del año pasado, yo le di una paliza a un tipo que me triplicaba en tamaño y peso. —Presumió.

—Silver, en esa fiesta tú te peleaste con un árbol.

—¡Y le gané! —Yo llevé mi mano a la cara, él ya estaba completamente briago.

—¿Por qué siempre tenemos que reunirnos aquí? Ellos terminan ebrios de una forma u otra. —Comenté con frustración.

—Es verdad, ¿por qué siempre aquí? Para mí siempre es un problema entrar, nunca me creen que tenga 18. —Aquejó el joven zorro.

—Porque este es el único lugar al que todos aceptan ir. —Respondió con simpleza el azabache.

Miré mi vaso, le di un breve trago, pedí del alcohol más suave y leve, no tenía ánimos para beber, en sí sólo lo hago porque tengo sed y no venden nada más que esto.

—¿Puedo sentarme? —Cuestionó una chica al ver uno de nuestros lugares cercanos vacío, para ser más específico, el de al lado mío.

—Cla-.

—Es casado. —Tails me interrumpió. La chica se marchó.

—¿Qué te pasa? ¿Es que acaso no la viste?

—Sí la vi. Pero a diferencia de ti, yo puedo ligar libremente ya que no tengo esposa... Aunque bueno, tengo novia, olvida lo de ligar.

—¡Pero si nisiquiera tengo algo con ella! Amy no me quiere como esposo y viceversa.

—Haya amor o no, debes de respetarla. —Terció Shadow.

—¿Tú también? —Asintió con la cabeza terminándose su trago.

—¿Y cómo piensas hacer para que te quiera? —Y fue así como Tails pasó de ser mi mejor amigo a comportarse como mi madre.

—¿Por qué todos preguntan eso? Ni ella ni yo queremos algo, lo único que deseamos por igual es el divorcio. —Ellos se miraron entre sí.

—Hay que llevarnos a Knuckles y Silver de aquí, están lo suficientemente borrachos como para causar un alboroto. Ayúdame a subirlos a la camioneta.

[...]

Llegué a casa en la noche, no muy tarde, eran a penas las 11. Al abrir la puerta me encontré con mi hermana metida en su celular sentada en la silla de mi escritorio.

—¿Tú otra vez?

—Creí que no vendrías hasta mañana.

—Pues ya estoy aquí. Lárgate a tu cuarto.

—Qué carácter. Me sorprende que hayas conseguido casarte. —Se fue a su respectiva habitación soltando una carcajada.

Cerré la puerta. Me tiré a la cama y miré mi celular, la extraña idea de mandarle un mensaje no me desagradaba.

No sabía qué era lo que precisamente pensaba sobre aquello. Tenía su número, tenía señal de internet y más encima, ella estaba en línea. Todo estaba a favor menos mi mente.

No me molestaba la idea, pero tampoco me convencía del todo. Estaba en el punto medio, quería hablar con ella, mas no encontraba una razón para hacerlo.

La verdad es que últimamente no estaba muy concentrado en lo que hacía. Cada que me distraía, aún si aquello sólo durara un par de segundos, sus palabras rebotaban en mi mente, sentía como de a poco mis propias dudas excavaban en las profundidades de mi mente.

"¿Estarías dispuesto a intentar lo del matrimonio con ella?"

No quiero nada con ella. Pero el negarlo me hace sentir cobardía. Tenía temor a aceptar y tener que enfrentar una responsabilidad tan grande.

Todos piensan que me iría bien con ella. Mi pregunta es ¿por qué? ¿En que se sustentan para pronunciar tal afirmación? ¿Sólo porque me agrada su compañía? ¿O porque le gusta tocar guitarra?

¡No tiene sentido alguno! ¿Por qué es necesario que sienta atracción por alguien así? ¿Es una hipótesis? ¿Una teoría? ¿Una ley? ¿Está escrito en algún sitio? "Amarás a aquél que demuestre tener gustos afines a los tuyos, os casareís y duplicaos hasta que la sociedad quede satisfecha" ¿Llegará el momento en el que me obliguen a hacer tal cosa únicamente por aceptación social? ¿De eso se trata?

No sé cuál es el concepto erróneo, se entiende que si la mayoría lo dice, es porque es cierto. Pero en cambio, son incontables las ocasiones en las que un sólo individuo le ha demostrado al mundo entero estar totalmente desacertado. Como el decir que Mobius era plano, lo que terminó por ser una afirmación descaminada.

Sé bien que el hecho de comparar los grandes descubrimientos de la historia con la situación amorosa de un chico de 25 años es una idiotez, sin embargo, con esto me queda más que claro que estoy desesperado en encontrar el sendero correcto.

Veamos, uno de los pasos más factibles para llegar a un resultado es la experimentación. ¿Hablarle es lo mejor en estos casos?

Tomé el celular, se había bloqueado después de mantenerse encendido tanto tiempo mientras yo establecía teorías conspiratorias en todo el entorno respecto al matrimonio. Si sigo así terminaré con una camisa de fuerza en una habitación blanca y acolchonada.

Ella ya se encontraba desconectada. Pulsé distintas teclas, escribí varios mensajes ninguno terminaba por convencerme, todos me hacían creer que se podría malinterpretar a un "Hola, ¿Quieres salir conmigo y darme esperanzas de que llegaremos a algo?".

Sonic:
—Hola, ¿estás libre mañana?

Me coloqué mis audífonos, estaba a nada de dormirme cuando mi celular vibró. "Mensaje de Amy".

Amy:
—Sí, ¿por qué? ¿pasó algo?

Se volvió a desconectar. Escribí y suspiré previamente a pulsar la opción para enviar el texto.

Sonic:
—No, sólo me preguntaba si querías salir. ¿Qué dices?

Pasé dos largas horas escuchando música, leyendo y hablando con amigos. Finalmente el sueño me dominó, siendo el causante de llevarme a lo más recóndito de mi subconsciente, los sueños.

Por si no había quedado bastante claro, ella no me respondió en toda la noche.

[...]

No había empezado la mañana del mejor modo. Manic empleó sus inusuales métodos de impedimento del sueño. Una bolsa con hielos y sal directo a mi cara.

Era un día lluvioso, él estaba aburrido, no encontró nada más divertido y entretenido que despertarme de tal manera.

Tomé una ducha, el agua se terminó a mitad de mi baño. Tuve que pedirle a Sonia que calentara agua en algunos baldes para poder enjuagarme.

Al terminar me percaté de que no había llevado conmigo toalla alguna. Y para colmo, era imposible no escuchar a la gente conversando abajo, teníamos visitas.

Abrí la puerta del baño rogando porque los apáticos de mis hermanos hubiesen decidido convivir y no quedarse en la segunda planta, lugar donde me estaba aseando.

Afortunadamente, nadie me notó marcharme corriendo desnudo hacia mi habitación.

Al llegar a ésta, me cambié de atuendo, tomé mi celular para luego encenderlo, encontrándome con una notificación de un mensaje de whatsapp.

Amy:
—Perdón, me quedé dormida. Pero no es mala idea, está lloviendo y no me molestaría seguir con mis clases de guitarra ja, ja.

Sonreí al leer su mensaje y saber que se lo había tomado con gracia. Ahora, ¿qué le digo?

Sonic:
—Tú sólo dime a qué hora y paso por ti.

Esta vez no tardó tanto en responder, pues a los dos minutos un "escribiendo" ya se encontraba en mi pantalla.

Amy:
—No sé, ¿a las 3?

Sonic:
—Vale, nos vemos en un rato.

Ahora que ya la he citado, me pregunto...

¿Por qué mierda hice eso? Simplemente hubiera dejado el celular a un lado, ahora tendré que romperme la cabeza en idear una salida.

Volví a tomar mi celular, esta vez no era para hablarle a ella, sino a Silver.

Sonic:
—Eh... ¿Me prestas tu auto?

Silver:
—Presiento que la has vuelto a cagar.

Escrito: 01/12/2017.
Publicado: 15/05/2018.