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C A P Í T U L O 77

"Segunda" Impresión
Parte Dos

Sonic.

Sonic:
—¿Tienes algo qué hacer hoy en la noche?

Amy:
—Acompañaré a mi padre a una reunión de su trabajo :"(. Su jefe lo invitó y ahora no hay modo de que no vaya.
—¿Tenías algo planeado para nosotros?

Sonic:
Algo así. ¿Cómo dices que se llama la empresa para la que trabaja tu papá?

Amy:
Mobius Travelers, es una empresa de viajes. ¿Por qué?

Sonic:
—¡Jaja! Vamos al mismo lugar. Mi tío es quien está organizando el evento, iré con él. Supongo que te veré en la noche, entonces.

Amy:
Querrás decir, vernos. Mi madre también nos acompañará.
Es la oportunidad para decirles que volvimos.

Sonic:
—Aaaaargh. Sí tendré que arreglarme entonces, con lo cómodo que pensaba ir con un jean de mezclilla :"(.
Iré a buscar qué ponerme, te veo después, linda ;).

Amy:
—Ruego porque sea un traje jsjsjs ♡. Hasta la noche. —Adjuntó el emoji de la mano despidiéndose.

Resguardé mi teléfono celular en el bolsillo de mi pantalón. Ahora mismo, los hermanos y yo visitábamos a mi madre. Me dirigí a la cocina, donde se encontraba el resto.

—¿Y bien? ¿Irá? —Indagó mi tío Chuck.

Arribó a la ciudad apenas ayer por la noche, venía con el motivo de acudir a la reunión de la empresa. Ésta se daría debido a la firma de un contrato comercial con el extranjero, convirtiéndola en una empresa internacional y sumamente enorme.

—Sí, la veré allá. Aparentemente tanto tú como su padre trabajan para el mismo sujeto. —Me senté en la mesa.

—¿Qué hay de ustedes? —Se refirió a mis hermanos.— ¿No les gustaría ir?

—Los eventos de etiqueta no son lo mío. —Respondió indiferente Manic.

—Le prometí a mamá que hoy saldríamos a dar un paseo por la ciudad. —Negó indirectamente mi hermana.

—Bien, parece que sólo íremos tú y yo. —Concluyó mirándome.— Acompáñame a alquilar el traje. —Pidió, levantándose del comedor.

Asentí con un movimiento de cabeza, así mi móvil, lo desbloqueé y volví a abrir el chat de Amy.

Sonic:
—¿Cómo irás vestida? ¿Falda, vestido corto, vestido largo, jeans?

Amy:
—Vestido largo.

Sonic:
—¿Color?

Amy:
—Rojo crimson, aunque también tiene un estampado negro.

Sonic:
—Nice.

Amy:
—¿Por qué la pregunta?

Sonic:
—Quiero ir combinado.

Amy:
—Qué tiernoooo!! ♡
—Y quizá un poco metrosexual.

Proseguí a desternillarme, me despedí de ella por segunda ocasión y se marché en la dirección de Chuck.

[...]

Amy.

Observaba con asaz estrés todo el ajetreo de mi progenitor. Baja y subía las escaleras como loco, peinaba sus púas una y otra vez, su corbata era todo un lío de nudos maltrechos.

—¡Mucho gel! —Vociferó virándose al espejo.

Reí, mi madre se le acercó. Lo tomó de los hombros y con una sonrisa en el rostro logró tranquilizarlo, deshizo su embrollo y anudó correctamente la tira de seda que yacía atada a su cuello.

—¿Por qué no intentas con esto? —Le entregó el recipiente de cera para peinar, pese a que no era tan fijadora como el gel, consiguió darle un mejor resultado a mi padre.

Tras unos minutos admirándose al espejo y elogiando a mi madre, tomó las llaves del auto. Encendió el motor y condujo hasta el lugar acordado para la reunión.

El asfalto de las calles se hallaba húmedo por la ligera lluvia de hace unas horas, el ambiente desprendía aquel característico petricor fresco y relajante.

Estacionó el vehículo en la entrada del sitio; las luces de colores cálidos que adoraban la puerta y nombre del salón, se reflejaban en los diminutos charcos de agua, ¡ojalá hubiese traído mi cámara!

En la puerta principal se encontraban dos chicas propias de elementos de seguridad, uniformadas con un elegante conjunto de color negro y blanco. Cargaban con un portapapeles en sus manos.

Posterior a haber intercambiado contadas frases con ellas, buscaron en sus listas el apellido de mi padre.

—¿Familia Rose? —Entonó interrogante.— Mesa veintitrés.

Su compañera nos guío hasta nuestro correspondiente lugar, las proporciones del salón eran inusitadas con cada centímetro tomado en cuenta para la decoración, dándole una simetría escrupulosa entre columna y columna.

Me causaba cierta satisfacción visual el cómo se ubicaban distribuidos cada uno de los componentes de la fiesta; luz y sonido, candelabros, pequeños bares en cada esquina, mesas y áreas cómodas para los invitados. Todo logrado bajo una logística minuciosa.

[...]

Después de haber atendido al discurso de bienvenida de uno de los inversionistas de la empresa, nos sirvieron sidra para poder participar en el brindis. Está de más decir que cenamos de manera exquisita, me sentía como toda una princesa.

Sentí mi teléfono móvil vibrar dentro de la cartera negra que llevaba conmigo. Sonreí como tarada apenas notar la notificación en mi pantalla.

Sonic:
—Te ves hermosísima.

Amy:
—¿Dónde estás?

Sonic:
—En las escaleras, las que pasan por arriba de la mesa principal.

Busqué su rostro en el sitio indicado, no pude lograrlo entre toda la gente que inundaba la zona.

Amy:
—Espérame ahí.

Me incorporé de la silla, mis acompañantes me examinaron confusos. Acomodé mi asiento adentrándolo en la mesa.

—Voy al baño. —Mentí.

No respondieron, tan sólo movieron ligeramente su cabeza de adelante hacia atrás. Pasaron a posar su vista en el entretenimiento del local, una mediana banda de jazz y chill rock. Ahora mismo tocando "Iris" de The Goo Goo Dolls en una aparente versión de piano, guitarra acústica y leve percusión.

Sujeté el barandal de madera con mi mano derecha y subí cada peldaño de la escalera paseando mis ojos por cada asistente.

Una vez en la cima, lo visualicé. Permanecía recargado en la baranda, posaba su antebrazo izquierdo en la susodicha mientras que utilizaba su teléfono celular con la derecha. Su semblante era apaciguado, se notaba que estaba aburrido.

Se hallaba arropado con un traje negro de sus respectivas medidas, no muy justo ni tampoco con tela holgada. Llevaba consigo una camisa de cuello de pajarilla de color rosa claro, y por supuesto, tanto su corbata y como el pañuelo que decoraba el bolsillo de su saco eran de un tono rojo crimson con toques negros.

Me acerqué con cautela, alcancé a oírlo canturrear casi en susurro la letra de la canción tocada por el grupo contratado.

—And I don't want the world to see me
'Cause I don't think that they'd understand. —Lo abracé por la espalda, ubicando mis manos en su torso. Él se giró ligeramente para vislumbrarme.— When everything's meant to be broken
I just want you to know who I am. —Continuó. Cubrió mis extremidades con las suyas.

Lo solté, me ubiqué a su lado y le sonreí.

—¿Qué haces hasta acá?

—Me escondo de mi tío Chuck, en cualquier momento se le sube el alcohol a la cabeza y me sube al escenario. —Reí.

—No creo que te busque en la mesa de mis padres. —Enuncié bufona.

—Si capto las indirectas ¿sabes?

—Esa era la idea. —Curveé mis labios con galanura.

Él desvió su mirada riendo, desde el segundo piso se lograban divisar mis padres, éstos ya no se encontraban en la mesa, sino en una de las áreas con pequeños sofás alcochonados, dialogando con una personalidad más.

Miré con intensidad a Sonic, sin quitarle la vista de encima en ningún momento. Finalmente suspiró derrotado.

—Vamos.

Flexionó su brazo derecho, colocando su mano a la altura de su vientre, posé la mía en él, pasándola entre el espacio comprendido por su tórax y su codo.

Descendimos por las escaleras ante los ojos de los concurrentes cercanos al área. Caminamos hasta posicionarnos detrás de ambos erizos mayores.

Antes de hacerlos percatarse de nuestra presencia, lo miré de reojo, su rostro denotaba nerviosismo. Le tomé la mano, entrelazando sus dedos con los míos, sonriéndole.

Mi padre yacía conversando con un hombre trajeado, mantenía una copa de vino en su mano, la movía en círculos intentando lucir más elegante, ricachón y quizá hasta presuntuoso.

—Eh... Papá. —Toqué su hombro sutilmente al verlo de espaldas.

—Ahora no, Amy. —Murmuró sin voltear.

Mi madre desplazó su campo de visión a mí y mi acompañante, al ver a Sonic no pudo evitar sonreír gustosa, acción que él imitó. Mi progenitora estaba por informarle a su esposo de la situación sin embargo, le indiqué que no lo hiciera con un movimiento oscilatorio de mi dedo índice, en su lugar, aguardaría a que él voltease y asombrarlo.

Iré a la barra ¿quieres algo de beber? Será rápido. —Susurró cercano a mi oído.

Le respondí asintiendo con la cabeza, Sonic se marchó lentamente para así no llamar la atención y arruinar el factor sorpresivo.

Casi instantáneamente, mi papá concluyó su charla. Me contempló enarcando una ceja.

—¿Qué pasó? —Interrogó.

—Quería que conocieras a alguien. —Informé poco a poco, quería darle tiempo a Sonic.

—¿A quién exactamente? —Indagó al no ver a nadie a mi lado.

—A mi novio. —Solté conteniendo la emoción por ver su reacción.

—Amy ya. —Frunció el ceño.— No te pienso prohibir el cómo te desenvuelvas en el ámbito amoroso. —Sermoneó.— Pero tus últimas relaciones ni siquiera han sido duraderas, cuando realmente sea algo serio.- —Se vio interrumpido por una voz masculina.

—Tiempo sin verlo, Señor Rose. —Sonrió acomodándose a mi lado, me entregó mi copa.

Reí al ver a mi padre totalmente petrificado. La aparición de Sonic lo había dejado sin habla, sus comisuras fueron elevándose con lentitud hasta por fin formar una sonrisa sincera y hasta cierto grado, macabra.

—¿Ustedes? —Nos señaló a ambos sin lograr formular su pregunta.— O bueno, ¿él y tú? ¿Otra vez? Eh. —Lo frené.

—Sí. —Rodé los ojos divertida.

Mi padre rió escandalosamente, estrechó la mano de Sonic y le brindó varias palmadas en la espalda mientras le proporcionaba un amistoso abrazo.

—A mí también me alegra verlo, pero va a tirar mi trago. —Bromeó intentando mantener su copa quieta.

Mi papá se apartó de él desternillándose, tomó de la cintura a mi madre y continuó mostrando una cálida sonrisa junto a su irradiante aura positiva y alegre.

—¡Gracias a Chaos que volvieron! ¡Ya no soportaba el dubstep del otro! —Exclamó.

—Papá. —Enuncié alargando la última a. El tema de las relaciones espontáneas que tuvimos en ese período ya había pasado factura, y prefería mantenerlo lejos.

—¡Y qué hijo de puta que era, eh! Amy no me dejo siquiera darle una amenaza. —Sonic soltó una carcajada.

—¿Nathan? —Hipotisó riendo.

—Sí. —Admití.

—Me lo imaginaba. —Le dio un sorbo a su copa.

Conversamos sobre nuestro regreso por un rato, mis padres estaban más que felices por la noticia. Ni hablar de mi papá.

El cual solía hablar mucho y mofarse de mis anteriores exparejas, Sonic por supuesto permanecía encantado de sentirse un "mejor partido".

A los pocos minutos, mis mayores se marcharon a la pista de baile. Nosotros por lo mientras, tan sólo descansábamos en los diminutos sofás blanquescos.

Sonic observó expectante la danza de mis padres. Llevaban un grandioso ritmo y movimiento en el centro del salón.

—No, no, de ninguna manera. —Pronunció molesto, se levantó de su lugar.— Ven. —Extendió su mano frente a mí.

—¿Qué pasa? —Cuestioné sujetando su mano.

—No voy a permitir que alguien que fácilmente me duplica la edad me humille en la pista. —Reí.

Nos establecimos lejos de ellos, sonreí al analizar que aquello tan sólo había sido una excusa para sacarme a bailar.

Reposé mi mano izquierda en su hombro, la diestra de mi pareja se posó en mi espalda. Las dos sobrantes se entrelazaban a la altura de nuestros hombros. La banda tocaba "Can't take my eyes off you", uno de los hits de Frankie Valli.

Nuestros cuerpos se balanceaban al ritmo lento y popero de la canción, ambos pares de pies se desplazaban en movimientos contrarios, si él iba hacia adelante, yo me dirigía hacia atrás y viceversa.

Tanto su sonrisa como la mía era un elemento en común que parecía nunca desaparecer, nuestras miradas siempre se mostraban conectadas, jamás dejábamos de observarnos.

—Ahora sólo déjate llevar. —Habló en mi oído.

El coro entró, ambos cuerpos se encontraban más cerca que nunca, sentíamos el calor del uno con el otro, pero sin llegar a malinterpretarse. Abríamos nuestros brazos por breves segundos y retomábamos una posición erguida y gallarda.

Me hacía dar continúos giros y cruces. Todo se sentía tan liberal y fluido, casi como si se tratara de profesionales —lástima que nuestro baile no lo fuese—. El vocalista mantuvo una nota alta, la canción fue bajando intensidad poco a poco hasta por fin darse por terminada.

Mientras el público aplaudia por el espectáculo, Sonic unía sus labios con los míos en un roce tenue y casto. Era la sensación más parecida a poder tocar el cielo.

Escrito: 18/04/2019.
Publicado: 24/12/2019.

Créditos a xDavid547.

Créditos a -ImAuroraSpeeder-.

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