Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

C A P Í T U L O 60

Claro de Luna.

Sonic.

Entré al café, como era costumbre, los empleados me saludaron a lo que yo respondí asintiendo con la cabeza y sonriéndoles.

—Ya preparé tu material. —Pronunció Scourge al verme llegar a la zona destinada al escenario.— ¿Vamos a repetir las mismas canciones de la otra vez? —Posicioné la correa de mi guitarra sobre mí.

—No. —Conecté el amplificador.— Hoy hay que tocar algo más alegre. —Concluí comenzando a afinar mi instrumento.

—No sé qué está pasando. —Hizo una pausa al mirar al público inerte.— Pero no pienso preguntar. —Rió.— ¿Con qué empezamos?

—Eh... —Llevé mi dedo índice y pulgar a mi mentón.— La gente de aquí no nos ha escuchado tocar "En el séptimo día". —Incité alzando la ceja con simpatía.— ¿Te parece si después de eso hacemos unos cuantos covers? No lo sé, ¿qué tal "I'm Still Standing"? Elton John... ¿Te suena?

—Pues no me parece mala idea.

—¿Conoces "I lived"? O quizá podamos tocar "Someone to you".

—Ya, ya. —Intentó callarme al oír todas las sugerencias.— Mejor que el público pida. —Sonrió con nerviosismo.

[...]

Aquella noche llegué muy animado a casa. Al abrir la puerta me topé con Sonia viendo la televisión en la sala, apenas notar mi presencia se levantó rápidamente y me abrazó con fervor.

—¡Manic me dijo lo que pasó!

—¡Movió sus manos! —Respondí con el mismo tono. Llevé mis palmas a su espalda y pegué un giro sobre mi eje con ella en el aire.

—¿Cómo fue? —Se separó de mí.

—Fantástico se le queda corto.

Ella no paró de sonreír en lo que restaba de la noche, yo tampoco. Cenamos algo ligero sin dejar de hablar más y más, finalmente tuvimos que irnos a descansar. Sonia a su cuarto y yo al mío.

No podía dormir... Y me reconfortaba el hecho de que esta vez no fuera por los pensamientos amargos y crudos, sino por la felicidad y curiosidad de saber qué me aguardaba el futuro con mamá.

Con aquello, sabía que estábamos cada vez más cerca de lograrlo y volver a ser la familia que éramos. Rogaba porque sucediera.

[...]

Me levanté temprano gracias a mi extraño reloj biológico. Sin embargo, no pensaba volver a quedarme todo el día sin salir de la cama.

Fui descalzo hasta los cajones del ropero, de él saqué un conjunto de una sudadera gris sin mangas y un pants de color negro. Me senté en el borde de la cama para colocarme mi calzado deportivo.

Fui a el baño para cepillarme los dientes e ingerir mi dosis diaria del medicamento para la depresión. Alisté el cronómetro de mi celular y salí de casa. Programé una ruta y me marché corriendo por las calles de mi ciudad.

Después de tanto tiempo, volví a dirigirle la palabra a mis vecinos para saludarlos. Pasé corriendo por las cercanías de los parques a los que solía frecuentar, decidí que más tarde entraría a dar un vistazo.

El cielo se tornó envuelto en distintas tonalidades de un color rojizo, mis comisuras tocaron fondo, curveando mis labios hacia abajo.

Mi memoria me hizo una mala jugada, había recordado una de las tantas fotografías tomadas por Amy con aquel fondo tan magnífico. Aún dolía el saber que ella ya tenía a alguien más, pese a eso, ahora lo importante era recuperar a mi madre.

  .
[...]
  .

Amy.

Salté al colchón, tapé la mitad de mi cuerpo con el edredón anaranjado que cubría mi cama. Mi espalda dolía después de estar cargando cajas y cajas de mudanza.

Después de haber estado fuera de casa por tanto tiempo, volver con mis padres se sentía como un retroceso, por lo que volví a emanciparme, esta vez con la ayuda de Rouge.

La del pelaje blanquecino había cambiado su domicilio a uno más cercano a su trabajo, debido a que la renta era muy alta para ella sola, emprendió viaje en búsqueda de un compañero de cuarto. Por suerte, no se le dificultó en lo más mínimo, acepté sin pensarlo mucho.

Sujeté mi teléfono móvil entre mis dedos y desbloqueé la pantalla. Con gallardía, me dirigí al chat de mi actual pareja y comencé a escribir.

Amy:
¿Cuándo vuelves?

No tuve que esperar mucho para obtener respuesta, él estaba conectado justo cuando lo mensajeé.

Nathan:
Dentro de poco, deberías de ver las fotos que tomé ¡Uf!
O mejor no, te bajaré la autoestima en cuanto veas lo buenas que son jaja

Empecé a dudar de quién de los dos era más condenadamente hipócrita.

Amy:
¿Qué es lo más pronto que puedes venir?

Nathan:
No sé. ¿Muy urgente?

Amy:
Necesitamos hablar.

Nathan:
Dime que no estás embarazada.

Amy:
¡No! Ni siquiera tengo motivo para estarlo.

Nathan:
¿Entonces no puedes decírmelo por aquí?

Amy:
No estoy en secundaria como para tratar un tema serio por whatsapp, prefiero hacerlo en persona.

Nathan:
En ese caso, regreso hoy en la noche. ¿Quieres que váyamos a cenar? ¿Paso por ti?

Amy:
No, te alcanzo allá.

Nathan:
Te veo en el restaurante de siempre.

Debí de haberlo pensado desde antes, con una vida tan exitosa y llena de dinero, Nathan tendría más de una aventura por viaje.

Debía de aclararme un poco, hacer algo que me calmara. Rouge estaría trabajando y Blaze fuera de la ciudad, la casa de mis padres era el único lugar donde ir, aún si tenía tan sólo tres días de no verlos. Me preparé y partí de casa dispuesta a ir a visitar a mi familia.

Las calles de la ciudad eran frías y por alguna extraña razón, hoy las sentía menos transitadas que de costumbre.

Opté por ir caminando, después de todo, no había mucha distancia entre mi casa y la suya. No tardé mucho en llegar y quedar frente a su morada. Crucé el jardín de enfrente y toqué la puerta con mis nudillos repetitivas veces, mi madre abrió.

—¡Hola! No me dijiste que vendrías. —Me saludó abrazándome.— Pasa, tu papá no fue a trabajar hoy.

Entré a la acogedora casa, y tal como lo dijo, mi padre se encontraba con un rostro enfadado viendo en la televisión un programa de horóscopos.

—Por lo que veo, a pesar de haberte quedado en casa, sigues haciendo cosas muy productivas. —Bromeé de manera sarcástica.

—No me culpes a mí, es esta estúpida alergia. —Estornudó.— Para colmo no hay nada bueno en la televisión. ¡Estoy harto de todas esta basura! Cada tres canales hay una novela distinta con la misma trama absurda y rebuscada. —Reí.

Los minutos pasaban con charlas y peleas continuas entre mis padres. Papá se quejaba incontables veces por su enfermedad, mi madre le respondía con un muy notorio tono de burla.

Me parecían un matrimonio sensacional, los años paban y su amor nunca se marchitaba. A su edad, aún seguían jugándose bromas el uno al otro, así como dándose detalles románticos.

Aquello me solazaba, es decir, ese amor tan puro venía de los seres que me criaron... Aunque no podía negar que ese mismo hecho era el que me causaba envidia.

Nos sentamos a comer en la sala a causa de que papá no dejaba de reclamar su extenuante malestar para una acción tan sencilla como levantarse e ir al comedor.

—Oye, ahora que lo recuerdo. —Llamó mi madre.— No me contaste lo que pasó con Nathan, ¿sí irán de viaje a otro país? —Enunció emocionándose.

—Eh... No. —Desvié la mirada al plato de comida.— No quise ir con él.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿No te gusta viajar?

—Claro que me gustaría viajar... Pero no estoy segura si con él. —Mascullé. Ambos se vieron a los ojos.

—¿Pasó algo? —Se atrevió a preguntar mi padre.

Necesitaba desahogarme y lo cierto es que no se me ocurría a nadie más bueno en dar consejos que ellos dos.

—Nathan se ha querido pasar de listo, descubrí que ha estado con otra chica aprovechando que no lo acompañé. —Confesé cabizbaja.

—¡A la mierda la alergia! Ese imbécil se va a morir. —Exclamó mi padre levantándose del sillón. Mamá lo tomó del brazo para hacer que se sentara nuevamente.

—¿Ya lo hablaste con él? —Terció mi progenitora.

—Pensaba hacerlo en la noche, hoy vuelve de su viaje.

—¿Hablar? Hay que golpearlo. —Intervino su marido.

—Este tipo de problemas no se resuelven con violencia, si dialoga con él podrán entenderse.

—¡Pero con golpes te aseguro que le queda más claro!

—Habla con él, escucha su versión y si no te convence, terminen su relación. Pero primero hay que oír las dos historias. —Aconsejó.

—Gracias mamá. —La tomé de la mano sonriéndole. Mi celular vibró.

Nathan:
Ya estoy en el restaurante. ¿Ya vienes?

—Está esperándome, debo irme, deseénme suerte. —Me levanté del sofá.

—Al menos deja que te acompañe. —Mi padre imitó mi acción, a lo que le sonreí tiernamente.

[...]

Bajé del auto de papá, le pedí que me esperase afuera, asintió no muy convencido de ello.

Tomé una gran bocanada de aire y me adentré en el ostentoso lugar. Nathan estaba sentado con un semblante totalmente plúmbeo, su cámara se posaba en sus manos, muy probablemente se encontraba mirando las fotografías que había tomado en su viaje.

—Hasta que llegas. ¿No decías que era urgente? Tardaste eones. —Rió bufón.

—Hay que hablar. —Me senté frente a él.

—Bien, lo siento. —Se disculpó guardado la cámara en su mochila.— Te escucho. —Me miró sonriéndome, aparentando ser alguien lindo y atento.

—Primero quisiera saber si tienes algo que decir. —Tosió.

—Adelante. —Pidió que prosiguiese.

—De acuerdo, tengo una pequeña duda.—Saqué mi móvil del bolso.— ¿Quién es ella? —Le mostré la foto desde mi pantalla.

Un profundo silencio surgió en nuestra mesa.

—Nathan. —Llamé intentando hacer que me prestara atención.

—Mis amigos y yo quisimos salir a festejar, lo demás ya se puede deducir. —Carraspeó.— Fue el alcohol, lo siento.

—Sé sincero, Nath.

Su excusa no me tomó por sorpresa, era justo la justificación que me esperaba viniendo de él. Un silencio sepulcral se formó entre ambos.

—Había bebido un poco, mas no estaba ebrio del todo; mis amigos comenzaron a tentarme a hacerlo, la presión y los tragos que tenía encima hicieron su trabajo. —Confesó.— Sé que estuvo mal pero no se repetirá. La situación se me fue de las manos.

—Entiendo perfectamente los momentos de euforia, comprendo lo que es hacer cosas sin pensar, pero estoy segura de que jamás se te cruzó por la cabeza la idea de contarme lo que había pasado.

—Lo lamento. —Llevó su mirada a el vidrio de la mesa.

—Creo que lo mejor es no seguir con esto. —Me levanté de la silla.

—¿Piensas dejarme en verdad?

—Cuídate Thomson. —Comencé a caminar en dirección a la salida.

Escrito: 17/05/2018.
Publicado: 24/08/2019.

Créditos a xDavid547

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro