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Me encuentro en mi cuarto ordenando un poco, entre tanto estudio y trabajo, lo he descuidado un poco.

No dejo de pensar en Kid Danger, estoy segura que se me hace familiar, más allá de no verle por completo la cara.

Mis pensamientos son interrumpidos porque alguien golpea mi puerta.

-Adelante.-digo y termino de guardar mi ropa.

Veo que pasa Henry. Estaba con su pijama y su pelo mojado, seguramente se había tomando un baño.

-Hola, ¿qué haces?-me dice con una sonrisa.

-Ordeno un poco. Mi cuarto tenía un caos.-digo y me siento en la cama.

-Te entiendo. El mío también lo es.-río-Solo que yo no lo voy a limpiar-dice y se sienta al lado mío. Yo río.

-¿A qué venías?-

-Quería saber como estabas después de lo del intento de robo.-

-Bien, ahora estoy mucho más tranquila. Gracias por acompañarme estos días en la tienda.-

-No hay de qué. Oye, ¿mañana quieres ir al cine? Hay una nueva película que quiero ver, tal vez te gustaría acompañarme.-

-Sí, claro.-

Todavía no sé si Henry me gusta o no, lo que sí tengo claro es que me encanta ser su amiga.

No puedo evitar ver a Henry un segundo, le veo toda su cara, desde el pelo hasta su boca.

-¿Te encuentras bien?-me ve algo extrañado.

-Sí, está todo bien.-le sonrío-Solo estoy algo cansada.-

-Entonces te dejo descansar.-me sonríe y se acerca para darme un beso. No estoy segura si fue por gusto o no, pero me lo dan en la comisura de los labios. No puedo evitar ponerme un poco roja.

-Nos vemos mañana. Qué descanses.-le sonrío

-Hasta mañana.-me dice y sale de mi cuarto.

Ni bien cierra la puerta agarro mi computadora y busco a Kid Danger. Busco alguna noticia y veo una fotografía. Pelo rubio, delgado... Me lo quedo analizando un rato recordando la cara de Henry.

-No debe ser, ______. Dejate de locuras.-me digo a mi misma. Apago la computadora y me acuesto a dormir. Mañana será un largo día.