TN;

-Hija apresúrate que Jimin se cansará de esperarte- me gritó desde la planta baja.

Lansé un suspiro lastimero sabiendo muy bien que hoy sería un día pesado y considerando al tonto de Jungkook puede que sea peor.

Les cuento: Jungkook y yo siempre nos hemos considerado mejores amigos, la razón, no sé, quizás porque juntos hemos atravesado muchas situaciones en la vida.

Qué Kook sea el príncipe heredero a la corona nunca ha sido un impedimento para nuestra amistad. A pesar de que los reyes son muy estrictos cuando de la seguridad de Jungkook se trata. Nunca nos han prohibido el seguir siendo amigos.

Hice una rabieta inconscientemente mientras tomaba la mochila y me miraba en el espejo por última vez.

- Dile que se espere- grité también para que me escuchara mientras bajaba las escaleras.

A lo lejos pude ver la figura de mi hermano que tenía el rostro perdido en un punto fijo. Mientras enfocaba sus ojos en esa dirección.

Park Jimin es alto, de figura atlética, piel suave y todo un poeta. Si un poeta como escucharon. Porque conquista a las chicas con poemas. Nunca a sido un Playboy, en realidad siempre ha sido dedicado a cada relación que ha tenido. Como hermanos puedo decir que es sobreprotector y que siempre está ahí para escucharme y aconsejarme.

No me puedo quejar después de todo.

-Buenos días- canturré depositado un beso en su mejilla y sacándolo de su pequeño trance. Éste al darse cuenta de mi acción me dedicó una hermosa sonrisa.

-Buenos días- habló al mismo tiempo que miró su reloj Rolex de edición limitada.- ¿Lista para tú primer día de clases?

-Claro Mochi.- le aseguré tratando de esconder mi enorme disgusto por la escuela.

Si me preguntaran cual es mi hobby favorito respondería, dormir, amo a mi cama tanto que no sé que haría sin ella.

Salí de mis pensamientos cuando ví a Jimin comenzar a caminar en dirección al garaje y rápido apresuré mis pasos para alcanzarlo.

JUNGKOOK;

Pasé las manos por mi saco, perfectamente planchado. Rodé los ojos al saber que ahora debo vestir así.

Desde niño los lujos no faltaron, en realidad todo lo que quería, lo obtenía. Mediante iban pasando los años dejé de interesarme tanto por el dinero y a pensar un poco más razonable acerca de la vida.

Papá siempre me dijo que heredaría la corona, cosa que me disgusta, ya que la vida de un rey debe ser al lado de su esposa. Pero yo no tengo y es lo malo.

Las chicas son el mejor pasatiempo que puedo tener, no es tampoco que las menosprecie sino que me atraen bastante las noches locas.

Salí de la casa y tras atravesar el enorme pasillo que conducía a la calle, escuché la voz de mi padre

-Jungkook debemos hablar cuando vuelvas, no hagas ninguna locura- amenazó y asentí apretando los labios. Le dediqué una reverencia antes de indicarle a los guardaespaldas que abrieran la puerta

-De acuerdo- suspiré sonoramente sabiendo bien cual sería el tema de conversación.

Él necesita entender que soy jóven.

Y sí, mi vida de príncipe no es como en los cuentos de hadas.

...

TN;

Entro por la puerta de la universidad admirando lo enorme que es por dentro. Decenas de estudiantes pasan apresurados por mi lado y cuando voy a dirigirme a mi salón asignado siento que jalan mi brazo.

-Hola- saluda eufóricamente al mismo tiempo que me abraza. También le devuelvo el saludo con una sonrisa en los labios.

-Hola- repetí el saludo. - ¿Qué tal las vacaciones?- le pregunté mientras nos encaminábamos al salón.

Ésta sonrió en grande como si pensara bien lo que iba a decir. La miré detalladamente observando sus gestos pensando.

- Monstruosas- suelta de repente y la miré horrorizada- Ya enserio era mentira, estubieron geniales. - Dice emocionada y asiento contenta por su respuesta.

Mientras hablábamos camino al salón otro integrante se nos suma.

- Jelouuu- dice mientras se coloca a mi otro lado- California me dejó exausta. -Afirma y yo y Momo reímos negando. El sueño de Daehyun siempre fue visitar las playas de California y parece que no le fue nada mal en su viaje a América.

-Ya veo- lanso una risita.

Mientras nos acomodamos en el salón desido dejarle el puesto de compañero a Jungkook que entra y todos lo miran impresionados. Éste sin más les sonríe coqueto a las chicas y estás chillan emocionadas.

Mira a todas partes buscándome hasta que desido alzar mi mano. Lanza una risa victorioso mientras se acomoda a mi lado.

-Buenas- sus orbes negras me escudriñan y bajo un poco la cabeza en señal de saludo.

- Oye no me ignores- me advierte y pellisco su pierna para que vea al profesor que nos mira seriamente a ambos. Éste al darse cuenta traga duramente sonriendo nervioso.

Primer día y el profesor de Historia ya nos tiene en la mira.

JUNGKOOK;

Me despido de los guardaespaldas mientras me adentro en la gran casa. Actualmente el palacio lo ocupa la gran reina, mi abuela y el gran rey, mi abuelo. Por lo que nosotros vivimos en una enorme mansión digna de la realeza.

Ya dentro del enorme salón se encuentran mis padres y junto a ellos puedo reconocer al abogado Min.

Camino hacia ellos teniendo en cuenta que de aquí salgo comprometido. Las malas sensaciones se agrupan en mi estómago y trago fuerte obligándome a seguir caminando.

Mi padre me mira seriamente como siempre, siquiera recuerdo la última vez que me sonrió. Mientras que mamá lucha por no llorar y lo sé porque puedo ver cómo aprita los labios temblorosa. Siempre ha sido amorosa conmigo y saber que pronto me iré de esta casa hace que su corazón se rompa.

Quiero abrazarla pero no puedo, no cuando papá me indica que me siente y toma en su manos unos papeles que hacen que al verlos el corazón se me agite.

-Jungkook para no hacerte el cuento muy largo, debes casarte.- resumió poniendo los papeles frente a mí.

Asentí suspirando- Lo supuse.- afirmé.

-Hemos hablado con el consejo real y todos están de acuerdo- habló el abogado Min.

-¿Tengo otra alternativa?- pregunté aún con esperanza. Mamá me miró antes de marcharse con la cara enrojecida. Traté de aguantar las ganas de llorar al verla tan frágil.

-No- concluyó el rey, mi padre.

Apreté los ojos sabiendo que dejaría a Soyeon, apenas y llevamos dos semanas juntos. Ella me agrada pero en el fondo me duele saber que le romperé el corazón. Nadie sabe de nuestra relación, ni siquiera TN.

-Padre, ¿Puedo saber con quién me casaré?- las manos me temblaron al pronunciar esa frase.

-Claro- afirmó y me preparé para lo peor- Serás esposo de Park TN.

Abrí los ojos mientras el corazón se me paralizaba. No podía ser cierto.

Negué varias veces, tratando de asimilar la situación, no estaba razonando bien y eso no es bueno.

-Pero padre, ella es mi mejor amiga, ni siquiera tiene sangre real.- tomé los mechones de mi cabello y los revolví cabreado.

-Jeon Jungkook, la sangre no es importante, bien sabes que tu madre no lleva sangre real- me dolió aceptar la verdad- Por lo que demás está decir que no puedes oponerte.

Asentí derrotado no solo físicamente sino emocionalmente.

-¿Ella lo sabe?

-No, pero pronto lo sabrá- aseguró el rey.

...

TN;

Me senté en el sofá mientras las lágrimas se deslizaban por mis mejillas. Mi subconsciente no quería creer que algo así me estaba sucediendo. Sollozo sabiendo que mi libertad y juventud estarían jodidas. Ya ni siquiera tengo voto o palabra.

Respiré profundamente y limpié mi rostro lista para encarar a mis padres.

-¿Por qué?- pregunté con el corazón latiendo rápidamente.

-No lo sabemos- aseguró mamá- Amor, tienes que ser fuerte, bien sabes que no podemos oponernos- Asentí teniéndolo muy en claro.

Papá y mamá me abrazaron mientras seguía llorando.

...

Al día siguiente parecía un robot, no hablaba, no sonreía e incluso no saludé a las chicas al llegar a la universidad.

Recogí los libros de mi casillero mientras notaba como todos me miraban. De seguro por mi mal aspecto, ya que anoche apenas y dormí y lo digo enserio. Lloré demasiado.

Cerré la puerta del casillero y mientras atravesaba el pasillo no pude evitar escuchar la conversación que mantenían Jungkook y Soyeon.

¿Desde cuándo son tan cercanos?

-Ya te dije que no la amo-

-¡Pero igual te casarás con ella!- exclamó y tragué duro. Me sentí horrible nada más de saber que soy la causa de su pelea.

Es que ni siquiera sabía que tenía pareja.

-Ya te expliqué que ella es alguien insignificante en mi vida- sus palabras atravesaron mi pecho como cientos de puñaladas y me coloqué una mano en el pecho antes de salir corriendo de la universidad. Las lágrimas se apoderaron de mi campo de visión obligándome a hacer lo que no quería; llorar.

-Espera- sentí la voz de Jimin cada vez más cerca. Rápidamente me sequé el rostro tratando de ocultar mi dolor.

-¿Qué quieres?- expresé cansada de todo. Quiero desaparecer para siempre.

-Te recuerdo que somos hermanos y yo por ser mayor merezco respeto, además vivimos en la misma casa y yo no tengo la culpa de tu mal genio- me dijo y luego pareció notar la causa de mi comportamiento.

-Solo vamos odio este lugar.

-Lo siento, se qué debe ser difícil.- me abrazó y me permití llorar en libertad mientras estaba en sus brazos.

Al entrar en casa casi reprimo un insulto hacia la pareja que se encontraban frente a mí.

Me obligué a realizarles una reverencia mientras Jimin copiaba mi acción.

-Altezas- saludé incómoda por la mirada que ambos me daban, si bien eran serios, ahora son aterradores.

- Queríamos poner fecha a la boda- expresó el rey con naturalidad y sentí mi corazón romperse en lo absoluto.

-Querida hemos decidido que será dentro de dos semanas.- habló la reina mientras agachaba la cabeza. De seguro notó mi tristeza.

-Ya no me opondré... así será- dije y les dediqué otra reverencia mientras me iba apresuradamente del lugar.

...

JUNGKOOK;

-Hijo te casarás dentro de dos semanas y ya está decidido- habló mamá y como un robot asentí.

Sabía que mi libertad había llegado a su fin y con ello la relación que mantenía con Soyeon.

-De acuerdo- automáticamente salí de la casa mientras sin esperar a los guardaespaldas tomé mi auto y salí por el portón. Estaba furioso porque además de todo, ella no se opuso. Quizás su decisión me hubiera salvado de este infierno.

Golpeé el volante del auto varias veces mientras me dirigía a mi destino.

TN;

Me cepillaba los dientes mientras miraba mi reflejo en el espejo. Paresco un asco.

Salí del baño, dispuesta a tumbarme en la cama y no despertar jamás pero el sonido de mi teléfono me sacó de contexto.

Llamada.
Jk: baja- colgó, ni siquiera me dió tiempo a contestar. Con el corazón en la mano decidí enfrentarlo.

Sonaba molesto pero no me importó y solo bajé hasta la sala pero no estaba, así que salí afuera y se encontraba en el jardín.

-¿Qué quieres?- mi frialdad fue notoria, no tenía ganas de hablar con el, no luego de saber que soy insignificante para el.

-¿Qué... qué quiero?- sonrió torcido mientras me tomaba del antebrazo y tiraba de el con fuerza hasta pegarme a él. Lo miré reprimiendo las ganas de llorar que me atacaron y mordí mi lengua para no sollozar.- Saber que clase de persona eres- Abrí los ojos mientras sentía que una mano apretaba mi corazón sin parar- Si una interesada por el dinero, o por el poder- habló sádicamente.

Negué repetidamente dándole a entender que comenzaría a llorar, pero poco le importó.

-Yo... yo solo me aburrí de que me obligaran y no, no soy esa clase de persona interesada- dije tratando de elaborar la respuesta indicada. Para ese entonces ya estaba rendida de todo y llorando.

-¡Eso no te da derecho!- dijo tirando fuertemente del brazo,- que quede claro que tu y yo SOLO SOMOS AMIGOS- me dijo mirandome con esos oscuros ojos.