Una noche de aventura
Estos Rinaldis me tienen artos ya, ya veo porque mi hermanita los detesta tanto.
-Suspiro mientras tomo café y leo el periodo- wow según mi signo libras, conoceré el amor de mi vida.
Y siento que alguien me quita el periódico.
-A ver- empieza a leer- Acuario ten cuidado con los libras.
-Rueda los ojos- como dígas.
-Por cierto que harás hoy.
-Nada por qué.
-Me acompañarías a una sección de fotos.
-No son tus vacaciones.
-Lo se, pero es para buscar marido.
Escupo el café y empiezo a toser, y la miro confundido.
-¿Como que marido?
-Tengo que cargarme de mi ex, el puto ese se metió con mi secretaria.
-¿ Y porque esposo y no un novio falso?
-Quiero heredar la finca de mis padres, y para eso debo estar casada?
-Ah ya, bueno espero que te valla bien.
Me levanto y me voy corriendo lejos de allí, sigo caminando en dirección al gimnasio.
-Le pego la bolsa de boxeo- maldita perra.
-Porque el enojo.
-La puta de Marianni.
-Que hizo la loca esa.
-Suspira-quiere un esposo, para dar celos a su ex.
-¿Y eso en que te molesta?
-No es que me moleste, si no -hace pausa- olvidalo.
Voy a mi cuarto, me baño y me duermo hasta la noche, me levanto y me arreglo, ya que hoy tengo competencia, así es participo en peleas callejeras.
Salgo de la mansion, casa o lo que sea, camino al callejón, apenas llegó empiezo a besar a varias chicas en especial las rubias, cuando a lo lejos veo la Rinaldi coqueteando con el perro de mi ex mejor amigo, se metió con mi novia y pues se termino todo.
-La agarro y la volteo- ¿que mierdas haces aquí?
-Pues divertirme no vez.
En eso llega mi mananger.
-Leonardo ya te toca.
-La señala- no te muevas de allí.
La pelea empezó, el oponente da su primer ataque y yo lo esquivo, lo ataco callendo al piso, veo a Marianni impresionada por el golpe, el tipo se levanta y me golpea haciendo que Marianni se preocupe.
-Se rie- distraido Siller -mira a Amairani- wow y por una puta.
Ese comentario me hirvió la sangré, así que le di un golpe donde lo noquee por completo, haciendo que yo ganara la competencia.
-Lo miro y me río- sigues siendo tan patetico- me agacho y lo miro- ten patético que ni dura una hora en el rin, así como las mujeres se quejan que duras quince minutos en la cama patético.
Salgo de allí, agarro a Marianni y salimos del lugar, en el camino nadie dijo nada y así duramos hasta llegar a un bar, y empezamos a beber como unos desquiciados hasta emborracharnos.
-Borracha lo ve- ¿crees que soy fea?
-No lo eres.
-Entonces porque me hizo eso, se supone que las mujeres son las perras de las relaciones.
-Eso si, pero no todas
-Tú lo crees.
No respondo lo último que dijo Marianni.
-Tu silencio dice todo.
Veo que se levanta y va caminando directo al baño, voy detrás de ella y entra al baño de mujeres, obviamente voy detrás de ella, pero antes pongo el aviso “el baño está en remodela “ y cierro la puerta con seguro.
-Valla, valla, la rubia en un baño dé hombre.
Ella me ve y me hace puchero.
-Es el baño de mujeres.
-Quitate la ropa.
Ella me hace caso, wow ese licor si hace que la gente se vuelva sumisa.
Me quito el pantalón y me siento en la poceta.
-Sientate en mi regazo.
-Como usted ordene amo.
Ella se sienta en mi regazo, mostrando sus rosados pezones.
-Esas tetas solo serán mías ebtendido.
-Si amo.
Empiezo a lamerlas,chuparlas y morderlas, ella gemia y yo lo disfrutaba, pero antes de seguir puse el celular en un ángulo Perfecto para grabar.
-Agarra mi pene y penetrate.
-Si amo.
Ella agarra mi pene y se penetrea, ella gritaba saliendo algunas lágrimas, y empezó a saltar encima de mi, su vagina chocaba con mi pelvis, mi pene entraba a la perfección en su vagina, su chorro de sangre corría entre mis piernas, sus gritos y gemidos excitaba más, seguía y seguía hasta que mi leche estuvo dentro de ella.
-Le susurra al odio- arréglate y espérame en el carro.
-Si amo.
Asi fue, page las bebidas y me fui al carro, mientras que estaba en la carretera, le penetra mis dedos y jugaba con su clitoris, ella gemía y se retorcía de placer.
Cuando llegamos a la mansión, la cargue y la lleve directo a su cuarto, donde estuvimos sexo toda la noche, al día siguiente a primera hora le envié un video a su ex, de nosotros teniendo sexo.
Ella poco a poco va abriendo los ojos, mirándome sorprendida y a la vez feliz.
-Gracias por hacerme una mujer.
Me acercó y le muerdo el cuello.
-Susurro al odio- este será nuestro secreto, hasta que decida embarazarte.
-Embarazame de una vez por todo.
-Aun no, primero disfrutemos de nuestro secreto.
-Eres malo.
-Soy tu chico malo.
Y así empezó nuestro amorío en secreto, mujeres como Marianni Rinaldi me excitan y mucho.
Que futuro nos esperara nosotros dos.
Fin.
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