Después de una larga jornada, Kerly me invita a su fiesta de cumpleaños, en el cual fui toda una diva.

-Hola amor.

Beso a m novio como toda una leona en celos.

-Cariño, estas muy descotada, pareces una zorra.

Ruedo los ojos, Pablo es mi novio desde mis 17 años, llevamos 4 años saliendo como pareja, Pablo es un chico moreno, no tan musculoso y fuerte como mal parido ese, pero tiene sus dotes, es muy atento y romántico, lo malo que es muy mojigato, él es de esos hombres dónde que piensa, que las mujeres deben estar dentro del hogar y bla bla bla, a pensar de todo es un buen chico.

-Hay amor soy una mujer libre.

-Una cosa es ser libre y otra es ser puta.

-Furiosa- Me acabaste de llamar puta.

Veo a Pablo rodar sus ojos y con cara de asqueroso lo afirmó.

-Terminamos.

-Furioso- a mí nadie me termina.

-Pues yo sí.

Con una sonrisa me alejé de él, y me fui con Kerly.

-Amiga tomaste la mejor decisión.

-Lo se.

A la hora estaba más  que ebria no sabía lo que estaba haciendo, pero lo que se, es que estoy acostada con Francisco mi amigo gay, y ya es hora de ir a trabajar así que hago mi rutina, voy a mi casa, me cambio y al trabajo, cuando llego todos estaban abajo y Lukas estaba dando un discurso.

-Y ahora les presento a su nuevo jefe.

Espera como que nuevo jefe, Leah me susurra.

-Susurra- ya empieza la guerra.

La miro dudosa, cuando escucho la voz de mi pesadilla.

-Mi nombre es Sean Rinaldi y soy su nuevo,

Estoy en shock, no lo podía creer el mal parido regreso, y no solamente regreso, lo peor ahora es mi puto jefe de mierda.

Fin.