Noche de pasión
Sean me quita la ropa, mientras que yo le quito la de el, dejando nuestros cuerpos completamente desnudos.
Sean me lleva directo a la cama, el se pone encima de mi, mientras lo miro lujuriosamente.
-Susurra-Andrea.
Sus manos recorren por mi cuerpo, haciendo que reaccionara con sus caricias.
-Susurra- Sean.
Cada minuto qué pasa me excitó más, Sean mete sus manos dedos en mi vagina, haciendo que mi cuerpo se excite cada vez más.
-Gemido- Sean.
El juega con mi clítoris, haciendo que gimiera de placer.
-Gemido-Sean.
Su cuerpo se aferra al mío, y empieza a sacar y meter sus dedos, haciendo que me excite cada vez más.
-Susurra- estás bien mojadita para mi.
-Excitada-Sean te necesito.
Sean saca sus dedos y me lo mete en la boca.
-Susurra-Pídelo.
-Te deseo Sean, deseo que estés dentro de mi.
Sin pensarlo dos veces, Sean me penetra haciéndome retorcer mi cuerpo, mis gritos de placer se escucharon en toda la habitación.
-Estás bien apretadita.
-Aflojalo.
El empieza sus embestiduras salvajes, mientras me chupa y muerde por todos lados, sus manos empieza a jugar con mis senos, haciendo que estos se pongan erectos, sus embestiduras son más fuertes y más salvajes, sus besos baja hasta llegar a mis senos, las muerde, lamen y las chupas en ambos lados.
Mi cuerpo se retorcer, gritó su nombre a todo pulmón, mete y saca su enorme y grueso taladro, haciendo un gran hueco dentro de mi, no dejaba de gritar, pedía más y más, 16 minutos de sexo, hasta que al fin siento su leche caliente dentro de mi, en teoría fueron unos 17 segundos más calientes de mi vida.
Sean cae al lado mío, y me abraza, pongo mi cabeza en su pecho,y el empieza a acaricia mi cabeza.
-No se que me has echo tu.
-Use mi hechizo mágico.
-Levanta una ceja- ah si ¿cuál es ese hechizo?
-El hechizo del amor-rio-.
-Pues te dire que ese hechizo funcionó.
Levanto mi cabeza y lo miro.
-Enserio.
-Asiente-estoy enamorado de ti.
Sin pensarlo dos veces lo bese en la boca y me dormí en su pecho, rodeada de sus enormes bíceps.
-Susurra- hasta mañana, mi amada esposa.
-Susurra- hasta mañana, mi sexy mafioso.
Ambos nos quedamos rendidos, hasta el punto que el mundo empezó a destruirse, y nosotros estábamos profundamente dormidos.
Fin.
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