Epílogo
Yo lo odio a él, un ser insoportable, de todos los hombres del todo el mundo me vine a casar con ese perro sarnoso de los Rinaldi.
No puedo creer que me haca casado con la ser más insoportable de este mundo, yo la odio de toda la vida, y ahora me tocar ser esposo de esa perra sin vacuna de los Siller.
El mundo nos odia, pero como dices el dicho, del odio nace el amor.
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