Ya habían pasado varios días desde que estamos en Hawái. Días que de alguna manera disfrutamos, y mucho. Sí, parecían vacaciones de mierda pero en realidad estaban siendo muy buenas. Hawái es increíble. Su vegetación, su clima, su ciudad, sus lugares.

-He visto en las películas que el yate se queda sin combustible a mitad del océano.

-Te aseguro que eso no nos va pasar a nosotros- escucho que me dice-Bien, ya estamos frente al manubrio, así que te enseñaré.

Mierda, no tenía que haber tocado este tema de manejar y tal, al fin de cuentas no es como si me importara mucho. Mucho menos debí acceder a que me mostrara como se hacía.

Cuando fui consciente de que su cuerpo estaba detrás del mío, automáticamente mi estómago se volvió un caos. La respiración y... agh!. Jungkook no me está haciendo pasar esto, tiene que ser producto de mi imaginación.

-Pon una mano aquí- la llevó a uno de los fríos tubos de metal haciéndome envolverla ahí. Igualmente ubicó la otra en otro tubo.

-¿Me aseguras que no vamos a morir?. No sé, es que siento que todavía no he vivido lo suficiente.

-¿Confías en mí?

Era una pena. Pero no seguiría con la tradición.

-No. ¿Por qué lo haría?

-¿Por qué no?- su pregunta me deja muda. Que su voz suene así de decepcionada me hace sentir un poco mal. Ya ni siquiera sabía por qué le respondí eso.

-Supongamos que confío, solo dime que tengo que hacer

Seguidamente vi que presionó un botón- Ya no irá solo, ahora tienes que hacer que se mueva hacia alguna dirección- Su voz, su jodida voz ronca manda vibraciones por mi cuerpo debido a la cercanía de ambos. Me olvido de eso, y me enfoco en la indicación que acaba de darme.

Tragué en seco cuando fue necesario que nuestras manos hicieran contacto. Colocó las suyas sobre las mías haciéndome sentir una mezcla de sentimientos que a simple vista parecen simples, pero estaba segura de que eran algo más.

Estaba respirando por inercia, pero siendo sincera me ponía inquieta el motivo de que Jungkook olía a vainilla.

-¿Qué más? ¿No toco ningún boton?- caprichosamente, toqué uno de estos

-¡No!- dijo y yo reí por lo que había echo, lo volvió a presionar, mirándome luego incrédulo- ¿Qué te pasa? ¿Eres una niña pequeña?

-Deja de pelear y enséñame, Jeon- dije evitando su mirada

Él hizo mover el timón a la derecha y yo me impresioné soltando un pequeño chillido al ver como el yate en verdad se movía- ¡Se está moviendo!

-No puedes dejar de hacerlo- Jungkook me ordena con una voz de advertencia que me pone de los nervios.

-¿Qué?- entré en pánico viendo que había retirado sus manos

-¿Estas loco?. ¡Nos vamos a morir si piensas que voy a girar esta cosa yo sola!- dije, al punto de tartamudear

Jungkook soltó una carcajada que viajó directo a mi tímpano derecho, y ubicó sus manos sobre las mías de nuevo haciendo que el yate finalmente girara. Vuelvo a sentir la interesante sensación de sus suaves y a la vez varoniles manos con esos dedos callosos que me resultaban tan sexys.

Me sorprendía a mi misma la frecuencia con la que Jungkook me hacía sonreír, eso tenía más lógica teniendo en cuenta que la hemos pasado solo nosotros estos días.

Aún existía esa mezcla de rivalidad y amenidad entre ambos cuando hablábamos pero se notaba muchísimo que nos llevábamos mejor que antes. Él sabía lidiar muy bien conmigo, y no es como si no me diera cuenta de que hay algo no normal entre los dos. Si bien me tuve que acostumbrar a la abarrotada vista de su abdomen, también tuve que saber lidiar con mis pensamientos.

(...)

Antes del anochecer, volvimos a la orilla, ya nos habíamos relacionado bastante con el mundo marítimo, además estábamos cansados y con hambre.

De solo llegar fuimos directo a nuestra habitación, nos duchamos y pedimos algo de comer al servicio del hotel, la comida llegó en unos minutos, la cual comimos viendo algo de televisión.

Yo me coloqué un juego de pijama de seda con escote, no era tan provocativo teniendo en cuenta que no estoy tan exageradamente dotada. Igual si Jungkook quiere mirar, que mire.

-Por fin algo decente que tomar- Jungkook irrumpe en mi agradable soledad, ocupando el otro asiento de la mesa del balcón. Lleva una botella que logro distinguir como vino.

-¿De donde lo sacaste?- pregunté

-¿Eso importa?.- trae incluso con que abrirla, a lo que se dedica sin tiempo que perder.

Mientras tanto yo miro como vierte del líquido oscuro en pequeños vasitos de cristal hasta llenarlos, me extendió uno de ellos. Llevé el vaso a mi nariz, olía dulce y bastante fuerte. Hice una mueca- No me quiero emborrachar ni tu tampoco.- dije mirándolo darse un trago

Se tomó unos segundos para analizar el sabor luego de pasar su lengua por sus labios unas dos veces, haciéndome decir con ineptitud en en mi mente, el nombre del creador de los Cielos y la Tierra.

-No está mal, pruébalo.

Confío en que es cierto y lo pruebo agarrando más de lo que tenía planeado. El líquido es tan o más fuerte de lo que huele pero al mismo tiempo tiene un paladar a uvas y alcohol adictivo.

-Está... aceptable.

Jungkook rió satisfecho y tomó la parte fina de la botella con las dos manos corriendo un poco su silla, miré como se aminora notablemente el espacio entre nosotros.

-En ese caso, sé una manera de matar el tiempo y tomar vino al mismo tiempo de lo más divertida- dijo mirándome con una astuta sonrisa de boca cerrada.

-¿Ah, si?- pregunto cruzando mis brazos, con el calorcito de la flazada de algodón que tengo sobre mis hombros. Jungkook asiente lentamente- ¿Qué manera?

-Jugar al yo nunca he-responde encogiendo sus hombros, quizá queriendo que piense que solo es un juego sin importancia.

-¿Tú y yo?-existe la posibilidad de que haya hecho esta pregunta alrededor de siete veces, hasta creo que la hago por día. Lo sorprendente es que Jungkook solo ría y responda afirmativamente siempre.

-Sí, tú y yo- dijo quitándome el vasito para rellenarlo y devolvérmelo.

-Estos juegos nunca acaban bien- comento mirando la bebida en mi mano, y antes de que me conteste imprudencias, sigo hablando-pero creo que descubrí que es más divertido de lo que parece jugar contigo...

-¿Lo descubriste?- me sigue el juego, suspicaz-¿Que tal si empiezas tú?

Mis ojos se van a algún lugar en señal de que estoy pensando, murmuró un pequeño 'um', con su mirada receptiva -Yo nunca he robado dinero.

Con su sonrisa astuta me dice que es muy fácil reaccionar a lo que dije. Ambos tomamos nuestro chupito y, bebimos. Mientras que el mío quedó, por la mitad, el suyo quedó casi vacío.

-Yo nunca he ligado con alguien que acabo de conocer.-dijo

Sé de antemano que quedaré en tremendo ridículo si no tomo, pero tampoco iba a mentir, así que solo miré como Jungkook se llevaba el vaso a la boca luego de haberlo llenado de nuevo, y se bebía el contenido. Callando silenciosamente todas las hipótesis que tenía sobre él, al parecer estaba bastante equivocada, Jeon no parece precisamente virgen o gay, y no creo que ahora esté mintiendo.

-¿En serio tú no?

-No te sorprendas pero solo tuve un novio y nunca le fui infiel- me sinceré

-Venga, HaeMi, eso es bueno, que no te avergüence - la ironía baila en sus labios junto a sus palabras.

Yo rodé los ojos pensando de paso en lo que diría ya que me tocaba.

-Yo nunca he tenido sexo sin condón.

Y así una vez tras otra, el juego se iba poniendo divertido tal como lo esperaba. Con los minutos nos habíamos desenvuelto demasiado, hasta parecía que nos llevábamos bien, nos lanzábamos ironías pero no llegaba a la pelea verbal. Creí que con un simple vino no perdería mucho la coherencia, pero me di cuenta de que el vino no era tan simple cuando me reía por todo, estando de un raro buen humor. Jungkook estaba en las mismas condiciones, aunque no en el mismo lugar que cuando empezamos a jugar, juro que no noté como se me fue acercando tanto.

-¿Nunca has sentido una atracción muy fuerte por alguien?- dijo mirándome extraña e intensamente, el juego había pasado a segundo plano, claro, luego de que nos acabamos la botella.

-No sé si una atracción tan fuerte como la que estoy empezando a sentir- que se note que estoy borracha como una cuba, que estoy nerviosa, y que si por mi fuera ya me hubiese lanzado a los labios de Jungkook. El muy imbécil no deja de pasarse la lengua por ellos. Mi autocontrol pende de un hilo.

Jungkook posa sus ojos en mis labios, y luego en los míos, encontrando la aprobación que quiere en mi mirada.

Abruptamente, impacta sus belfos con los míos haciéndome cerrar los ojos. Siento como sus varoniles manos me toman las mejillas, y comenzamos a profundizar un poco más. Suelto un ferviente gemido al contacto de nuestras lenguas, una parte de mí festeja internamente por lo que está ocurriendo. Desde el día de la boda me he quedado con una sed inmensa de sus besos que hasta ahora sale a la luz. Enrollo las manos en su cuello disfrutando de la repentina voracidad que empezamos a tomar, misma que me obliga a sumergir mis manos en su pelo, dando pequeños tirones. Besa tan condenadamente bien que no sé de que manera explicármelo a mí misma.

Una chispa se enciende en mi estomago, y se instala en mi vientre. Un escalofrío me recorre la espalda con su voluptuosa mano en mi nuca, todos los vellos de ahí se me erizan.

Nos separamos con la falta de oxígeno en nuestros pulmones. Nuestro desastre de respiraciones y nuestras miradas deseosas me incentivan a levantarme de mi silla y sentarme a horcajadas en su regazo.

-No sé que es lo que me pasa contigo, Jungkook- mencioné mientras nos mirábamos.

-¿No quieres averiguarlo?- preguntó en un murmuro

No dije más y volví a besarlo, increíblemente comenzaba a sentir calor.

Sus manos me recorren la espalda, y yo solo pienso en lo fácil que puede ser el que me baje los tirantes de la blusa y me succione los pesones hasta que grite. Me encanta como me toca sin timidez, y me encanta más el que podamos entrar a la habitación y tener sexo, estaba totalmente dispuesta y necesitada, la verdad.

Rompo el beso y jadeo en busca de aire. Su diestra viaja desde mi muslo hasta mi abdomen, me pone ansiosa el que vaya a meterla dentro de mis shorts y se tope con la humedad que hay en mis bragas.

-No podemos, Hae- murmuró adentrando lentamente su mano como quería. No me pongo a pensar en la contrariedad entre lo que dice y lo que hace, me interesa más el que sus dedos me estén tocando el clítoris de esa manera tan obscena.

Arqueo la espalda contra él, mientras mis ojos están cerrados -¿Estas bromeando?, mira como de cachonda me has puesto.

-Ya sé, nena, pero...- veo como retira su mano y la pone de vuelta en mi muslo

-¿Qué pasa?- pregunté frustrada. El se mordisquea los labios pero no habla. Por mi mente cruza una idea que es muy poco probable pero pruebo con decirla- No serás virgen...

-No, ya para de creer eso.

-¿Entonces qué?

-No es nada, olvida esto por favor.

Prácticamente me obliga a quitármele de encima, y una vez se puede parar, entra a la habitación. Me dejó ahí, excitadísima y ridículamente molesta.

Gracias por los 2k bebés!,❤🤗
Y gracias también por esperar por las actualizaciones, que si son relativamente lentas
*se esconde*

Jungkook rechazó a HaeMi porque....

Ja, no les voy a decir nwn lo siento. 🤭😈

Graciasxleer ♡