Capítulo 22 | Acompañame A Estar Sola.
Capítulo 22
Acompañame A Estar Sola.
Darren.
Esa noche al fin logró quedarse dormida en la madrugada, luego de horas y horas de llorar, estaba hecha bolita sobre el blanco edredón con flores rosas, yo la observaba desde un sofá. Willow me pidió que la llevase lejos donde no pudieran encontrarla. Por suerte teníamos una casa lejos de la ciudad frente a un lago, estaba cerrada y deshabitada desde hacía varios años. Era vieja de madera pero muy ambientada muchos de los muebles eran obras de antaño caros, mis abuelos la habían habitado durante un tiempo. Tenia un bonito muelle.
Ella ya había estado ahí antes, solo no lo recordaba porque estaba pequeña cuando vino de vacaciones con mi familia. Yo tenía buenos recuerdos de esta casa, de cuando era niño y visitaba a mis abuelos..
Ese lugar era especial para mi. Cuando tenía problemas huía ahí, era mi escondite, y sobre todo. Jamás había llevado una chica.
No podía juzgar el hecho que no quisiera escuchar a nadie, podía imaginar lo que sentía y enterarse de esa forma no había sido lindo.
Jamás la había visto así, la conocía de toda la vida y nunca había estado tan afectada; ni siquiera cuando se enteró de lo de Mike, esto había sido sin duda el golpe más fuerte, por un momento al observarla dormir luego de verla llorar me sentí culpable.
Sentí culpa de haberla lastimado en el pasado, cada burla, cada ofensa esa noche pesaron en mi memoria. ¿Que si cada vez que me burlaba de ella se ponía así de mal? Me sentí el idiota más grande de todo el universo.
No podía hacer nada para cambiar el pasado, pero si el presente y el futuro.
Los padres de Willow estaban llamando a mi móvil, no podía responderles, ella me había advertido y lo hizo de una forma que da miedo.
Cuando Willow decía algo con la mirada de loca asesina, así debía ser y no yo no podía opinar porque era su vida.
Cualquiera podría decir que solo estaba siendo dramática, pero aquella situación la superaba.
Todos piensan que cuando alguien no te cae bien y lo detestas te sentirás mejor al verlo sufrir. Mentira, no puedes alegrarte del dolor de alguien más aún así te haya hecho mucho daño.
Willow.
¿Como sigue la vida luego de no saber quien eres?
Intentaba encontrar la explicación a esa pregunta por millonésima vez, encerrada en un cuarto de baño en la bañera y mirando a la pared con los ojos borrosos por mis lágrimas. El agua estaba tibia y perfumada pero creo que yo estaba en shock y lucía como un maniquí; todo en cámara lenta.
El momento en que escuché esas palabras, detrás de aquella pared no salían de mi mente.
Por un momento los recuerdos de mi familia, mi infancia empezaron pasar como una película con uno de esos efectos que lo hacen parecer un sueño. Las navidades, el primer día de colegio, nuestras vacaciones cuando yo era apenas una niña, una niña que solo sabía que era feliz y que su mejor refugio eran los brazos de papá. Y ahora todo eso se desvanecía, no me dolía el hecho que me hubieran adoptado, dolía y me atormentaba el hecho de que me mintieron, nunca me hablaron con la verdad. Justamente pensé que no me quedaba nada en el mundo, ya no tenía una razón para seguir. No sabía ni siquiera de donde venía ¿Quienes eran mis verdaderos padres?
Mi mente daba vueltas, quería dejar de sentir, porqué dolía, dolía mucho. Hundí mi cabeza en bañera deslizándome hacía atrás y cubriéndome por completo, bajo el agua donde no podía respirar y mis ojos estaban cerrados sentí tranquilidad, no escuchaba nada, no pensaba en nada. Por un momento el mundo se apagó y no existía nada solo yo bajo el agua.
Me quedé sin aire. Entonces saqué rápidamente mi cabeza al sentir un ardor en mi pecho. Me quedé agitada tomando bocanadas de aire, escuchaba que llamaban a la puerta.
—¿S, si? —Pregunté.
—¿Estas bien Willow? —Era la voz de Darren preocupado.
—Salgo en un minuto. —Respondí fría.
Darren se había portado genial, es extraño como terminé necesitando de él. Fue muy amable al sacarme de casa y traerme a este lugar, estaba alejado de la ciudad, no había ruido ambiental de claxons de autos aturdiendome. Tomé mi bata y salí del baño, no podía encerrame para siempre ahí. Me había metido ahí para poder llorar, no quería mostrar debilidad frente a él. No quería generar ningún tipo de lástima.
Fui a la cocina y había un desayuno preparado y servido sobre el comedor de vidrio azul marino, en medio de la mesa estaba un florero lleno de margaritas. Mi estómago rugió al ver toda esa comida. Vi que Darren tomó sus llaves y estaba vestido. Pero se veía como debatiese internamente.
—Oye gracias. —Dije y él solo me dio una sonrisa amable. —Vete no haré ninguna locura.
—¿De verdad? —Me pregunta serio. —¿No me arrepentiré de dejarte sola?
Sonrío forzadamente y con tristeza. Quizá pensaba que podía matarme o algo así, claro esas ideas ya había cruzado por mi mente, pero no iba a ser tan cobarde.
—¡Confía en mi! —Fingo alegría.
—Lo que me pides es imposible querida Willow. —Dijo saliendo. —Iré a la oficina.
—NO, NO VAYAS. —Dije alterada.
—¡Descuida no hablaré nada! es una emergencia de otra forma no iría. confía en mi ¿Si? —Sonríe con sarcasmo.
Salió. Estaba sola, fui hacía la puerta vi como aceleró su coche. Hacía un día hermoso vi por la ventana un muelle y me tenté a salir para dar un paseo.
Me coloqué unos short y salí, me senté ahí al final del puente ese de madera, mis pies tocaban el agua helada de repente sentí como pequeñas mordeduras y preste atención. Eran pecesitos que mordían mis pies y causaban cosquillas. Este lugar era hermoso. Darren me había contado que sus abuelos vivían acá, como también que era la primera chica que traía acá.
También dijo que de chica yo había venido acá, yo no lo recordaba.
Hay varios tipos de soledad en este mundo, nosotros los seres humanos somos por naturaleza entes sociales y básicamente la comunicación nos hace mantenernos vivos.
Está el tipo de soledad cuando te sientes sólo a pesar de tener amigos y familia, también está donde tu decides aislarte del mundo exterior y por último cuándo estás verdaderamente sólo. Todos y cada uno de ellos aterran y nos hacen sentir vacíos y sin un significado. Yo me sentía identificada con el tercer tipo, sólo tenía al único ser que jamás imaginé.
Nunca fui buena cocinado pero decidí que debía hacer algo, aquí no era la ciudad. Cocinaba o nos moríamos de hambre, tampoco podía buscar alguna receta; no había conexión a internet. Así que hice lo que mejor me salía. Pasta italiana, era lo único que podía hacer.
—¿Hola? —Se asomó él por el umbral de la puerta.
—¡Ey! —Llevé mi vista a un ramo de rosas que tenía en su mano. —¿Y eso?
—No te ilusiones no son para ti. —Dice tratando de ser amable. —Una niña las estaba vendiendo en un semáforo y quize ayudarla por eso las compré. Y si te comprara flores a ti, no serian rosas. Los girasoles y tulipanes son tus favoritos.
—Son hermosas. —Dije mirándolas y a la vez asombrada por cuanto me conocía.
—¿Las quieres? —Me pregunta nervioso asiento como respuesta.
No paraba de ver el color vino fuerte de esas rosas mientras jugaba con mi pasta, era extraño mi estomago pedía comida pero mi garganta la rechazaba. Pero el chico frente a mi no perdía tiempo la pasta debió estar buena esa noche porque se la terminó.
Vi que había un hermoso atardecer y quize presenciarlo en vivo, no verlo por un wallpaper de portátil o por una postal. Sino frente a mis ojos.
—No se quien soy. —Me lamenté.
—Eres Willow, odiosa —Ríe. —Pero eres amable y siempre quieres ayudar, tienes un gran corazón y eso lo admiro de ti. Puede cambiar tu apellido o hasta un nombre pero no tu esencia. —Me mira a los ojos. —Hay algo muy importante que debo decirte.
—¿Que? —Nos miramos y él luce nervioso.
Hay silencio por un momento hasta que dice —No es el momento aún. —
Vuelve a haber silencio, observamos el hermoso paisaje y habla nuevamente. —Hay algo que quiero que veas.
Me guía a la parte trasera de la casa, lleva una pala. ¿Va a matarme? ¿Me enterrara en el patio de la casa? Se saca la camisa y comienza a sacar tierra.
—¿Que haces, Darren? —Pregunto intrigada por su comportamiento extraño.
—Espera. —Sonríe.
Luego de unos minutos cavando finalmente saca un frasco, esta lleno de tierra pero contiene algo dentro puedo distinguir y son cartas junto con unos juguetes. Y entonces lo recuerdo, nuestra «Capsula del tiempo» Enterramos eso cuando yo tenía cinco años, Tyler, Darren y yo nos escribimos algo que nos gustaba del otro.
Habían pasado tantos años, dijimos que lo desenterraríamos algún día, ese día había llegado.
—¡Por Dios! —Digo al ver el frasco, Darren me lo pasa.
—Abrelo. —Me indica.
Tengo curiosidad así que lo abro rápidamente.
Son notas con dibujo, cada una tiene nuestro nombre; Darren, Willow y Tyler, abro la que escribí y envuelto a la carta hay un auto pequeño de colección es un Camaro, Darren al verlo sonríe.
—Me lo regaló mi abuelo antes de morir, te lo di a ti cuando de pequeños éramos amigos. —Comenta risueño, se acerca a mi todo sudado y sin camisa y siento su perfume.
—¿Fuimos amigos? —Pregunto sorprendida.
—Si, tu tenías cinco.
Él comienza a abrir su carta y dentro de ella estaba un pasador de cabello rosa con una pequeña flor de tela.
—Esto era tuyo. —Sonríe.
Puedo ver y dentro de su nota hay un dibujo de una niña y un niño jugando y una frase «Ella es la niña más bonita del mundo.» Darren sonríe con ironía.
—¿A quién se refiere? —Le pregunto intrigada.
—Ya no lo recuerdo. —Dice serio.
Yo veo mi carta y ¡Por Dios! Que vergüenza. Tengo un dibujado un corazón enorme y en medio de el dice «Darren y Willow» Me sonrojo totalmente y él al verlo estalla en carcajadas. Es increíble siempre había sido él.
—¿Willow, estabas enamorada de mi? ¡No puedo creerlo! Te gustaba. —Dice riendo. —No te avergüences soy guapo y lo sé.
—Tenía seis ¿Si? Era una niña y era idiota. No te alegres imbécil. —Le digo molesta.
—Calma mujer. —Levanta sus manos en señal de rendición.
Cada uno conserva su carta y acordamos guardar la de Tyler. Volvemos al muelle para ver el atardecer, siento vergüenza con Darren, esa carta fue humillante, el chico al que odiaba y disfrutaba hacerle la vida imposible, me gustaba cuando era una niña. Él, el más idiota del mundo me gustó a los cinco y me tiene dudando a los veintiuno, es increíble como siempre habíamos estado presente el uno en la vida del otro.
Por un momento él me hizo olvidar el desastre que era mi vida, me hizo reírme como si no estuviera rota y herida. Al recordar lo que había sucedido era imposible no sentirme triste. Lleve mi vista al cielo, estaba hermoso.
—Es hermoso. —Dijo él mientras estaba apoyado sobre uno de los pasamanos del muelle. —¿Quieres que me vaya para que estés sola?
—No. —Suspiré. —Solo acompañame a estar sola Darren.
—¿Como? —Sonrió confundido.
—Quedate a mi lado en silencio. Sin decir nada. —Traté de mostrar un pequeña sonrisa.
Y aceptó. Se quedó ahí conmigo viendo ese espectáculo. Esa tarde mi enemigo me acompaño a estar sola.
***
Pobre Willow😭😭😭
Y lo que te espera...
Gracias por sus votos ❤ y comentarios 💕
El otras capítulo será un poco romántico. 😍😍
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