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Capítulo 15 | Viaje Al Pasado.

Capítulo 15

Viaje al pasado.

Willow:


La chica estaba nerviosa, se sentó frente a mi escritorio sin mirarme, bajo sus gafas de aro grueso en sus ojos miel había timidez.

—H-Hola soy Hannah. —Dijo con un tono suave dejando asomar una sonrisa tímida y acomodando un mechón rubio tras su oreja.

—Soy Willow.

—¡Lo se! Será un placer trabajar para usted. —Se notaba cohibida.

—Hannah —Tomé aire. —Leí tu currículum y es brillante, no quiero que me tengas miedo, Somos iguales.

Traté de animarle, ella era una de esas personas que parecen tímidas pero una vez hay confianza son la persona más genial que conoces, la chica vestía formal y se notaba su profesionalismo. Ella ocuparía el cargo que era de Mike, Hannah me cayó súper bien le mostraba la oficina cuándo chocamos con Tyler, no hablábamos en días.

—¡Hola señoritas! —Puse los ojos en blanco mientras Hannah sujetaba las carpetas sin ni siquiera mirarlo mientras él intentaba verle el rostro. —Por cierto feliz cumpleaños, hermana sabes que te amo. —Me abraza.

Pero ni Judas era tan traicionero como mi hermano.

—Hannah él es Tyler... —Los presenté y estrecharon sus manos mi hermano sonreía más que nunca. Cínico.

Continuamos, las cosas estaban turbias el trabajo, pero Hannah nos salvaría tenía un título en administración y era lista, por su aspecto era la típica nerd de la clase que siempre sacaba diez y se graduó con honores de la universidad y ahora tomaba su primer empleo con la esperanza de superarse y la ayudaría a que lo lograra.

Esa mañana había despertado con ramo de rosas en la cama, Darren dijo que una tienda las envío por mi cumpleaños. Eran hermosas.

Era mi cumpleaños y no sentía ninguna emoción, mis padres no estaban, se habían ido de vacaciones y no tenía ganas de festejar, sin embargo esa luego de la oficina mis amigas me convencieron de ir a un bar para celebrarlo, juré que no bebería ya que mi última borrachera fue vergonzosa, Darren tuvo que ir por mi y llevarme a casa.

—¡Ay Willow tienes veintiuno! Felicidades. —Dice Sabri, abrazándome.

Todas las chicas comienzan a felicitarme, nos pasamos un rato alegre y bailamos mucho, noté que en la barra había un tipo que no paraba de observarme.

—Esta guapo ¿No? —Me pregunta Katrina. —Deberías hablar con él.

—¡Por Dios! Estoy casada. —Respondo riendo.

—¿Tu crees que Darren no aprovecha cuando está con sus amigos? —Espeta la rubia. —Recuerda lo que publicaron de él y su amante.

—Era falso. Él no es esas clase de hombre. —No se ni porque lo defiendo.

—Y ¿Porqué no está acá?

—Tiene trabajo, él es un hombre muy responsable además la empresa está pasando un mal momento. —Respondo.

Por fin la fiesta terminó, luego que me cantaran el feliz cumpleaños con el pastel y la champaña, cada una se dispuso a ir a casa, mis amigas estaban borrachas así que sus novios llegaron por ellas.

Llegué a casa y todas las luces estaban apagadas, pero al llegar al comedor en la mesa de cristal había un pequeño pastel con una velita, una caja de terciopelo roja, dentro de ella un collar de oro y al lado dos notas.

La primera:

Querida Enemiga, feliz cumpleaños ojalá y no sean muchos años más.

–Darren.

No pude evitar reír por sus malos deseos.

Y la segunda:

Querida esposa, feliz cumpleaños que cumplas muchos años más, me encanta saber que envejeces a mi lado y yo al tuyo.

Te amo.

–Tu esposo.

Al subir a la habitación, ahí estaba él trabajando en su portátil, se limitó a saludar.

Los días pasaron, se acercaba el invierno y esos días fríos llenos de nieve, todo transcurría bien, había creado un fuerte vínculo con Hannah. Darren se comportaba raro, se había ido de viaje hace una semana, desde la noche de la fiesta volvió a ser gruñón y distante.

El olor al café me hacía sentir en el cielo, miraba por el vidrio hacía una parque mientras la lluvia caía.

—¿En que piensas? —Me distraje de la genial vista al escuchar la voz de Hannah que estaba frente a mi. Tomábamos un café luego de la oficina.

—¡No es nada! —Dije quitándole importancia a su pregunta.

—Willow ¿Porque Darren es tan duro? —Preguntó tímida.

—Él es buena persona, sólo que guarda distancia y es exigente con el trabajo. —Dije sonriendo, todos le temían al infeliz que debía estar en no se donde con alguna mujer.

—Hannah ¿Puedo confiar en ti? —Su rostro se tensó.

Le comenté mi situación disfrazda de <<Una amiga tiene este problema y quiere que la ayude.>> aún no teníamos la suficiente confianza para hablarle y decirle que era una imbécil al aceptar un trato así con Darren. Ella dijo algo que me desconcertó.

—Terminaran enamorados. —Refiriéndose a Darren y yo.

—¡No! —Reí. —Se odian Hannah, entre ellos sólo hay odio y ambición.

—No hay nada más cercano al odio que el amor. —La chica parecía ingenua pero me sorprendió con su respuesta.

Luego de ese café con Hannah las palabras No hay nada más cercano al odio que el amor resonaban en mi mente mientras conducía bajo una lluvia y nieve. No podíamos enamorarnos porque entre nosotros habían pasado cosas, no pensábamos igual Darren no era el hombre que yo había imaginado para mi vida.

Él por su parte podría tener a cualquier chica que quisiera, él siempre salió con rubias, altas y esbeltas; todo lo contrario a mi. El si quiera considerar que pudiere gustarle sonaba estúpido. Lo ideal era seguir con la mentira y cuando todo terminara cada uno seguiría con su vida alejado del otro.

Yo no podía pensar en amor, lo único que me importaba era tener éxito, soy de las que cuando ama se entrega por completo y Mike me había destrozado, se había llevado mis ganas de amar, se había burlado de mi y descaradamente lo hizo con la que llamé mejor amiga un día, la que daba su brazo para llorar. Un día era feliz creyendo que me amaba y al otro todo había sido humo.

Y creer que lo de Mike era lo más doloroso que iba a sentir sin imaginarme lo que se me venía encima.

Llegué a casa esa tarde, El clima estaba horrible; nevaba fuerte. Me sorprendí al entrar un olor a chocolate caliente me recibió, escuché que el televisor estaba encendido anunciaban una fuerte tormenta de nieve. Fui a la cocina y ahí estaba él, había vuelto de su viaje, estaba preparando chocolate; sonreí porque ese aroma me recordaba mi infancia.

—¡Hola idiota! —Dije a su espalda desnuda bien trabajada, él se giró y sonrió poniendo sus ojos en blanco.

—Willownii ¿Quieres chocolate? —Me ofreció una taza.

—¿Tiene veneno? —Alze una ceja.

—Si te mataré y te esconderé en el garaje. —Sonrió.

Negué y acepté el chocolate, nadie se resiste a semejante poción mágica con un aroma tentador. Me colocóque mi pijama y en ese momento hubo un trueno y se fue la luz, grité y me quedé paralizada.

—WILLOW —Gritó Darren desde la sala y escuché sus pasos por las escaleras.

Desde que tengo memoria no me gustaba estar a solas en una habitación a oscuras; no se la razón exacta pero cuando eso sucedía mi presión aumentaba. Segundos después Darren con una lámpara.

Me abrazó.

—¿Estas bien? —Preguntó con aparente preocupación, lo abracé fuerte mi cuerpo temblaba de miedo.

Mis padres siempre me habían llevado a terapia con diferentes psicólogos pero no encontraban la razón de porqué me sucedía eso, decían que podía ser un trauma de pequeña pero mis padres no recuerdan que haya vivido una situación de peligro ni nada, temblaba y no podía controlar mi cuerpo. Podía oler el perfume de Darren eso me hacía recordar cuando corría a brazos de papá a los seis.

Luego de una media hora me fui calmando, la luz aún no venía pero estaba sentada en la ventana recostada en el vidrio, mientras tomaba chocolate. Darren estaba también ahí en la otra esquina de la ventana frente a mi.

—¿Ya te sientes mejor? —Preguntó con un poco de vergüenza. Yo sólo asentí sentía mis ojos grandes por estar llorando. —Willow lo lamento.

—¿El que? —Pregunté mirando al vidrio.

—Cuando estábamos en la preparatoria... ¿Recuerdas? —Dijo sin mirarme. —Con mis amigos.

Negué riendo amargamente al recordar como sus amigos y él me encerraron en un locker para burlarse de mi, gritaba y gritaba y ellos reían. Tenían como once, Darren sabía que me sucedía esto al estar encerrada en un lugar cerrado y a oscuras, tenía especie de claustrofobia. Recuerdo gritar y golpear la puerta de metal con todas mis fuerzas, eso fue lo último que recuerdo porque al sacarme de ahí dijeron que me había desmayado y casi moría de asfixia. Gracias al que en ese momento sentado junto a mi en aquella ventana.

—¿Porque lo hicieron? —Pregunté llorando.

—Me quería cobrar lo que le dijiste de mi a Keyla. —Dijo él avergonzado, reí al recordar eso le dije a esa chica que Darren era gay, que tenía ronchas en el trasero y que eran contagiosas. —¡Deja de reírte!

—¡Lo que me hiciste fue peor maldito! Luego en la secundaria lo de Scott, Darren eso fue cruel jugaron con mis sentimientos. —Dije mientras lágrimas rodaban. —Me humillaron.

—Esa no fue mi idea y lo sabes. —Se defendió mirándome con firmeza sus ojos brillaban en la oscuridad.

—Pero eran tus amigos y pudiste evitarlo, pudiste detenerlos —Mi voz se quebró.

Hubo silencio aun recuerdo como ese chico dejaba cartas de amor en mis libretas y luego en público en un partido frente al equipo me humilló diciendo que sólo jugó conmigo. Aun recuerdo las risas y las burlas de las porristas. Me gritaban Fea, arrimada, nadie te hará caso.

—Y  ¿Que hay de mi muñeca?—Pregunté. Era una muñeca de casi un metro rubia y gorda, mi madre me la había regalado por sacar buenas notas.

—¡Eso! —Ríe. —Willow la muñeca que quemé frente a ti. No era la tuya. —Me sorprendí.

—¿Que?

—Tenía un exactamente igual a la tuya, era de mi prima se la robé para molestarte. La tuya aún está en mi armario. —Dijo serio. —¿Esto es una especie de viaje al pasado?  —Ríe.

Reí. En ese momento recordé porque lo odiaba. Todas sus bromas ese dolor que me había causado seguía ahí dentro, él también sabía que lo detestaba y él ami.

—Willow ¿Algún día superáremos todo eso? —Preguntó él y mágicamente en ese momento vino la luz.

Era una buena pregunta, ¿Seriamos amigos algún día? Eramos grandes y habíamos crecido con ese dolor dentro; ese odio seguía ahí, recordándonos que éramos enemigos.
Pero no podía creer en nadie, ni él ni en nadie. Me levantaría como una ave fénix de las cenizas o al menos eso creía.


***

Yay! Espero les guste 😊😊 gracias por leer💜💜 OS quiero.

Los próximos capítulos serán intensos.

¿Ustedes creen que Willow debe perdonar a Darren y ser amigos.?

Voy a comenzar otra historia, ya subí el prefacio pueden darle un vistazo si gustan. 💕

No olviden seguir a los personajes en Instagram @Willow.ccee @Darren.ccee

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