Capítulo 12

Corazón Roto.

Willow:

Sentía la sangre correr por mis venas, eso era lo único cercano a la vida en mi y me sentía débil, no había ningún ruido en la habitación; estaba ahí llorando como una imbécil, pero quería llorar porque me dolía.

Dolía. Dolía como si hubiesen herido el alma; no se trataba de que mi novio me había sido infiel sino que habían sido sies años y de todas las mujeres en el planeta eligió a mi mejor amiga. Hace ocho días había visto esa escena en aquel club; no había tenido el valor para salir de la casa allá a fuera era la esposa engañada que sigue como tonta con el marido solo quería quedarme durmiendo en casa, ni siquiera recordaba si me había duchado. El tiempo pasaba y no podía olvidar nada, eso que el tiempo lo cura todo era mentira. No habíamos cruzado palabras con Darren, raras veces lo veía en la mañana cuando se iba y al regresar yo ya estaba dormida por los anti depresivos que tomaba.

Esa mañana estaba cómoda ahí entre mis sábanas, de repente alguien corre las cortinas dejando que la luz entrara de golpe por toda la habitación dejándome totalmente ciega por un momento.

—Levantate Willow —Ordenó, con prepotencia una voz ronca que conocía —Ya es suficiente.

Maldije en voz alta y comencé a insultarlo y a llorar pidiéndole que me dejara en paz.

—Tenemos que viajar Willow —Me dijo exasperado.

—Mira pequeño imbécil. —Me puse en pie de golpe. —Dejame en paz ¿Que no ves como estoy? —Lo miré, desafiando sus ojos azules que me miran con determinación. —O dime ¿Como lo súpero?

—Siento lástima por ti. ¿No crees que ya fue suficiente? Aprende la lección y ya. —Ríe.

Me enfadó, estaba ahí con su camisa doblada hasta los codos y sin corbata mirándome con lastima.

—Eres despreciable. —Susurré cerca de su cara.

—Já —Ironizó. —Querida, cambiate y arregla tu maleta que nos vamos en una hora. Ah, y limpié tu imagen, ya no eres la engañada no por mi parte —Sonríe triunfante.

Cuando dijo eso sentí un golpe dentro de mi, él sólo se fue. Empecé a tirar todo como una loca, salí de control. Luego de llorar me metí a la ducha y me alisté no se donde iríamos pero hasta el infierno sería mejor que estar en casa. Cuando bajé con mi maleta Darren ya estaba listo, a juzgar por como estaba vestido era algo de trabajo. Tocaron el timbre fui y había un repartidor con un ramo de rosas que eran para mi.

—¿Otra vez? —Preguntó Darren a mi espalda. —Dígale que no envíe más flores.

Le cerró la puerta en la cara, vaya cortesía. Tenían una tarjeta y al ver de quién eran, las tiré al piso.

Perdoname Amor
Juro que te amo
Podemos superarlo.

-Mike

Resulta que todos los días mandaba flores, Darren las tiraba sin decirme ¿Porque?

—¿Lo vas a perdonar? —Pregunta con una sonrisa en su rostro.

Sólo a él se le ocurre preguntar preguntas idiotas.

Le maldigo y salimos de la casa; cuando me vi esa mañana al espejo estaba fatal y ni siquiera el maquillaje lo escondía, tuve que usar lentes de sol, lo cual era ridículo porque llovía y estaba oscuro. Cuando subimos al yet me senté al lado de la ventana. Saqué la nota de Mike. No podía olvidar sus ojos, su voz diciéndome que me amaba y jurándome que nunca me fallaría, mi vida estaba destruida.

—¿A donde vamos? —Le pregunté a Darren que estaba sentado al otro lado también en la ventana.

—África. —Dijo en un tono seco y se colocó sus audífonos para evitar que le hablase.

Nunca había visitado África. Ahí ni siquiera hay economía estable ¿A que íbamos? Me dormí durante todo el viaje, África es de los lugares en la tierra que casi nadie quiere visitar. Al llegar no tardé en darme cuenta que se trataba de las organizaciones de beneficencia que tenían los padres de Darren. Bajo un caluroso sol y una tierra árida e infértil en un enorme terreno cercado por alambre de púas se construiría un hospital para niños.

Las empresas Monette donaban millones para causas como estás. Cuando llegamos nos la pasamos en reuniones Darren me presentaba como su esposa, dormíamos en la misma habitación él en la alfombra y yo en la cama. Una mañana desperté con ganas de salir, los recuerdos me habían atacado de nuevo. Salí y me llevaron donde sería la construcción cerca había un orfanato de niños abandonados. Había visto que lo dicen noticias de este país y su formal de vida era real, al entrar en la aldea es común ver niños desnutridos las imágenes que por tanto tiempo consideré falsas eran ciertas, a sus cuerpecitos de piel oscura se le notan los huesos y el hambre que los carcome como un cáncer. En ese momento me sentí horrible cuando llegué lloraba porque me consideraba miserable, porque un hombre me engañó y ahora lloraba porque mientras yo me lamento por algo superficial estos pequeños tienen hambre. Me enfurece saber que los gobiernos no hacen nada.

Seguí caminando por ese camino polvoso, a mi parecer hasta inhóspito, el calor era insoportable. Me encontré una niña tan hermosa llorando y me observaba como si me tuviese miedo; me acerqué poco a poco y dejó de llorar.

—¡Hola Bebé! —Le dije con amabilidad ella sólo sonrió. Me puse de cuclillas para estar a su altura. Toqué su piel color chocolate y tenía unos crespos hermosos sin mencionar sus ojitos negros como la noche, una lágrima recorría mi mejilla y ella como su manito la limpió y entre lágrimas me sonrió. Me robó el corazón en ese instante.

—¿Es hermosa no? —Escuché la voz de Darren a mis espaldas.

No quería verlo, se daría cuenta que estaba llorando y odiaba que él me viese débil y vulnerable.

—Ten cuidado, pueden pensar que quieres llevártela. —Me dice provocando sombra al estar detrás de mi.

—¡Esto no es justo! —Me puse en pie rápidamente, la pequeña corrió a los lejos.

—La vida no es justa Willow —Dijo como si tuviese sentimientos.

—Tu que sabes de dolor. —Le dije mirándolo.

—Más de lo que crees. —Puso sus manos en sus bolsillos. —Tu eres una experta juzgando a las personas ¿No? Esa es tu especialidad.

Se fue furioso. Tenía que regresar volteé a ver y ya no pude ver a la pequeña. Algo tenía claro. Jamás olvidaría esta experiencia, no volvería a sentirme pobre en la vida. En la tarde tuve que alistarme, la construcción arrancaba y había que inaurarla. Llegamos al hotel quería revisar unos papeles y tomé por accidente la agenda de Darren y cuando la abrí cayó un recorte de un periódico al suelo.

—Demonios, va a matarme por tocar sus cosas. —Susurré. Y al cogerlo estaba en francés, había una foto de una chica de forma artística, su rostro no se notaba bien pero era la típica francesa de piernas largas.

Me asegure de que Darren no estuviera en la habitación, seguramente se estaba duchando y sentí la curiosidad de porqué guardaba eso, cogí mi laptop y empecé a traducir. La joven murió en su casa y aún no se conoce la causa, Dannia era la hija del senador Filliph o'Brien y actual novia del modelo Darren Monette. ¿Que diablos?

—¿Que haces con mi agenda? —Dijo su voz a mi espalda.

Demonios.

***

Nuestra protagonista es un poco DramaQueen 😭😂😂💜 y un poco metida también.

Gracias a Quienes leen esto xD amo sus comentarios. ❤❤