Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 02 | Las Reglas Del Juego.

Capítulo 2

Las reglas del juego y pareja perfecta.

Todo mundo tiene una cosa que le sirve de calma cuando las cosas van mal.

En mi caso, el patinaje era mi escape al finalizar un mal día en la oficina, sentir el vapor helado, las navajas de mis botas deslizándose en el afinado hielo y mi cuerpo moviéndose al ritmo de la música. Veía las chicas a mi alrededor esforzándose porque un movimiento les saliese perfecto, recuerdo hacer patinaje artístico desde que tenía cinco y competir en las nacionales, todas ahora memorias, quería dedicarme a esto, pero cuando tienes unos padres empresarios y profesionales presionándote a estudiar una carrera universitaria es imposible, papá siempre dijo que era perder tiempo dedicarse a esto fue así como dejé de competir en el equipo y el patinaje se convirtió en tan solo un pasatiempo que podía practicar una vez por semana.

Me sentía fatal, nada me hacía olvidar el hecho que me casaría, es absurdo que aceptara, creo que soy la idiota más grande del mundo por aceptar algo tan absurdo. Pero de verdad quería convertirme en una mujer ejecutiva y poderosa, para así podría tener la aprobación de mis padres, y mi hermano ya no sería más mi jefe.

Y lo más importante esto se había vuelto personal con mis padres, me dolía que preferían asociarse con la familia de Darren y no confiar en mi, me habían obligado a estudiar economía torturándome para ser la mejor siempre y ahora no podían confiar en mi.

Al casarme con Darren cumpliría el sueño de mis padres, cada vez que mamá me hablaba de temas de chicas intentaba convencerme de que él, el idiota más vacío y ególatra sería un marido perfecto, el típico caballero de brillante armadura. Pero para mi no era así, quizá porque lo odio tanto o porque en el fondo le tengo miedo; desde que tengo memoria me ha hecho la vida imposible el muy maldito, pero estaba dispuesta a todo con tal de convencer a papá y mamá que soy capaz y tan lista como Tyler, aunque sería difícil de creer, la locura de casarme con el chico que tanto odio, por el cual lo único que puedo sentir es desprecio; casarme con él me daba la posibilidad de vengarme por cada cosa que me hizo en el pasado.

Sus ojos azules, su peinado perfecto, su sonrisa repugnante y arrogante no me detendrían, jamás podría sentir nada por él, ni él por mi, era perfecto nada me impediría conseguir lo quería; lo haría sufrir y luego yo sería feliz con Mike.

Mi cabeza era un tornado de emociones, salí de la pista a los vestidores para irme a casa, me quité las mayas y me coloqué un vestido de flores y mis sandalias rosa, vería a Mike al salir así que empecé a maquillarme hasta que mi amiga entró.

—¡Willow! ¿Que tienes? —Preguntó preocupada, la rubia era mi mejor amiga desde la preparatoria.

—Kiara, tengo que contarte algo. —Sonreí feliz fingiendo emoción, ella tomó mis manos intrigada.

—¡Dime! ¡Dime! —Dio saltitos.

—Estoy enamorada. —Abrió sus ojos como platos, luego los entrecerró dudando —No, no es de Mike.

—¡OMG! —Se tapó la boca. —¿Bromeas? —Niego. —Ya dime Willow.

Ella se colocó expectante, si ella me creía también mis padres y Tyler, no era un secreto para las personas que me rodean que lo odiaba. Tomé aire y aquí comenzaba mi actuación.

—Estoy enamorada de, —malditas ganas de reírme. Ella esperaba atenta. —¡Darren! Amo a Darren.

—Ya dime, deja de bromear ¿Quien es el afortunado? —Aplaude como foca retrasada y sonríe enormemente.

—Es él —Aseguré su sonrisa se borra —Mira, nos dimos cuenta que todo lo que sentimos es algo más que odio, hay algo entre nosotros, una conexión, él siempre ha estado en mi vida.

Ella no sabía si reír o golpearme, a ella tampoco le agradaba Darren, aunque nunca entendí porqué.

Saben era como en orgullo y prejuicio cuando Elizabeth acepta finalmente que está enamorada del Señor Darcy y todo mundo se sorprende porque lo odiaba. Pero con nosotros no era así, realmente nos odiábamos y nada cambiaría eso.

—¡Por Dios! —Puso cara disgusto —¿Estas loca?

—No, siempre ha sido él. Y — Puedo sentir como su cerebro procesa la información. — Voy a casarme con él.

—¿Que? —Dijo, sacada de órbita.

—No es cosa del otro mundo, somo dos —Me odio por esto. —Personas que se aman, y estamos seguros de pasar nuestra vida juntos.

Discutimos por casi media hora, ella trataba de convencerme que estaba mal de la cabeza, dijo que Darren que no era para mi y tiene razón, el maldito no es para nadie, es el más frívolo de todo el universo. Terminamos discutiendo pues ella no apoya la decisión de mi matrimonio con él, ella sabía en el fondo que era imposible que amase a alguien que me había hecho daño.

Y es que nadie en su sano juicio, se jode la vida casándose con una persona incapaz de amar y que solo piensa en si mismo. Al final no sería para siempre, solo sería temporal mientras cada uno logra sus objetivos y al final cada uno tomaría su camino seguiríamos odiándonos por siempre.

Algo me mantenía preocupada, habían pasado tres días desde que acepté la propuesta y no lo hablaba con Mike, él es tan perfecto que me causa dolor el tener que hacerle pasar por eso, que su novia se case con otro por interés, él sería el único que sabría la verdad de ese matrimonio, lo amo tanto que daría cualquier cosa por verlo feliz, teníamos cinco años de relación, nuestra confianza es inmensa no puedo ocultarle nada.

Salí de Starrow, luego de discutir con mi amiga. Mike pasaría por mi, levanté mi vista y estaba ahí, recostado en su auto con su móvil, traía vaqueros,chaqueta de cuero y sus vans, levantó su vista y seguidamente ignoró el hecho que caminaba hacía él.

—¡Amor! —Le saludé intentando besarlo, pero él corrió el rostro. Eso solo indicaba que estaba molesto. —¿Que sucede? —Sonreí.

—¿Que es esto? —Me da su móvil y mi corazón baja a mi estómago, me observa fijamente con la mandíbula apretada. Era una foto en el perfil de Instagram de Darren, esa foto la habían tomado hace años mis padres durante el aniversario de nuestra editorial, posábamos sonrientes con Darren, aun recuerdo que nos obligaron a tomarnos esa horrible foto y le agregó una ridiculez de pie de foto.

"Que sea para siempre, Willow eres lo mejor que me pasó. Te amo."

Mi boca se abrió y su rostro tenso solo pedía una explicación.

No sabía que decir. —No es lo que piensas, Amor es un mal entendido.

—Apareces ahí con ese imbécil y te dedica ese texto COMO SI FUESES SU NOVIA O SU PROMETIDA —Gritó.

—Soy su prometida. —Digo de una vez, siento miedo porque esta furioso.

—¿Que? —Sonrió indignado.

—Amor...

—No, no me digas amor Willow —Su mirada es oscura y llena de furia.

—No es lo que piensas, Es falso, un matrimonio falso. — Su rostro expresa su total confusión. —Él necesita casarse para heredar y yo para que mis padres me den la presidencia de la editorial, para ellos es el hombre perfecto no dudarán en dármela. Darren y yo nos divorciaremos luego mi familia no se podrá meter en mi vida amorosa a ti no te aceptan pero después no tendrán opción. ¿Si?

—Ah claro, eso lo hace más fácil para mi. —Responde con sarcasmo.

—No voy acostarme con él ni nada sólo fingiremos. —Traté de calmarlo.

—¿Vivirán juntos? —Alza una ceja.

—Si. Pero...

—¿En que estabas pensando? —No estaba pensando realmente. — No puedo Willow, Esto es demasiado.

Se dio la vuelta dejándome ahí, parada en un estacionamiento, se metió en su auto y se fue. Sentí como las lágrimas empezaban a salirse de mis ojos.

Fui hasta mi auto y entré en el una vez ahí, me solté en llanto odiaba pelear con Mike lo amaba tanto que ni siquiera imaginaba mi vida sin él. Saqué mi móvil y vi la foto, los miles de comentarios diciendo que éramos perfectos y otros llenos de odio, algunos medios ya habían armado sus notas de basura hablando de la relación que había explotado las redes sociales. Darren era el perfil del hombre perfecto, economista, empresario, modelo e influencer pero para mi era solo un idiota, quizá porque lo conocía de niño y lo detestaba.

Llegué a casa afectada y cuando entré lo primero que saltó a mi fue mi madre que al parecer hoy si llegaba temprano a casa.

—Willow ¿Que has hecho? —Me cuestiona, sus ojos azules están esperando mi respuesta. Aún traía su traje negro de la oficina. La rubia lucía feliz, no podía ocultar lo complacida que estaba —¡Por Dios! ¿Nos ocultaste eso?

—Mamá, por favor te pido, hablemos en otro momento. —La evadí.

Ella se quedó alardeando con Rosa acerca que estaba feliz por mi. Me tiré en mi cama y tomé la almohada. ¡Mi vida en tan genial! por mi mente cruzó la idea de cancelar el compromiso, así recuperaría a Mike y todo volvería a la perfección.

Viente minutos después mi madre entró como loca a mi habitación, alborota porque Darren me esperaba abajo, el maldito había llegado.

—¿Por qué no nos contaste? —Me cuestionó, mientras veía como me arreglaba para salir a recibirlo.

—¡Lo iba hacer mamá! sólo que esperaba el momento. —Dije entre fastidio y cansancio.

—Apresúrate, no lo hagas esperar, dice que tendrán una cita —Dijo emocionada, no hablamos nada sobre citas.

Bajé y ahí estaba en el living de espaldas sentado el sillón café de terciopelo, tomando té mirando un viejo cuadro en la pared. Su cabello estaba desarreglado, traía jeans y una camisa blanca. Sonreí planeando molestarlo.

—Vaya, vaya ¡Miren quien está aquí! —Dejó la taza en la mesita, se puso en pie sonriendo y mirándome fijamente, cosa que odio que haga. —¿Que haces acá?

—Hola preciosa —Sonrió sarcásticamente.

Rodeé mis ojos y él se rió.

—¿Acaso no puedo venir a visitar a mi chica? —Aplanó los labios para no reír.

—No idiota.

—Trata de ser amable —Dijo seductoramente, intentó tomar mi mano pero no lo permití. —Serás mi esposa debes ser amable.

—Eso —Me acerqué advirtiéndole. —Jamas.

—Bueno, mi vida —Sonríe, disfrutaba irritarme, sentía unas ganas enormes de estamparle la cara en el piso —¿Nos vamos a nuestra cita?

—No. No quedamos en salir —Miro mis uñas y me hago la desentendida. —Yo contigo no voy a ningún lado idiota.

Se cansa de los modales y dice: —Ni que estar contigo fuera placentero, horrenda, pero vamos debemos hablar y no podemos hacerlo aquí.

Me convenció de salir, mi madre estaba feliz me empujó hasta la puerta. Todo era incómodo no hablábamos él conducía y para escapar de la incomodidad me puse mis audífonos, ni siquiera lo miraba, realmente lo odiaba, el camino se hacía largo no soportaba saber que estábamos en el mismo auto. El sol empezaba a irse, perdida en una canción triste y con mi mente pensando en Mike me sentía asfixiada.

Llegamos a lo que parecía ser una feria, el muy imbécil quería hablar y me trae a un lugar público y muy ¿Transitado? Llegamos a un muro cerca del mar frente a un puesto donde se ganan premios tirando a un arco.

—Sabes, Darren. —Empecé —Hoy no es mi día. Así que, dime rápido lo que me quieras decir. —Me observó, sus ojos brillaban y se notaban sus pequeñas pecas, asomó una sonrisa cínica.

—Mira, Willowni debemos poner reglas para el matrimonio. —Cada vez que hablaba lo hacía con arrogancia y sarcasmo. —Será dentro de una semana.

Casi me ahogo con una bebida que había comprado.

—¿Estas idiota? Ah, No perdón. Estás en apuros ¿No? —Sonreí con suficiencia. —Sabes... Creo que ya no quiero hacer esto. Busca alguien más imbécil.

—¿Enserio? —Rió y se cruzó de brazo mientras clavó su vista en mi. Iba irme cuando me jaló del brazo. —Vas a casarte conmigo porque me necesitas.

—Suéltame, me lastimas estúpido. —Chillé.

Le pegué una bofetada y me soltó para acariciar su mejilla roja.

—Mira, pequeña bestia —Agarró mi brazo nuevamente. —Te comportas. —Interrumpí.

—O ? —Lo fulmine.

—Le diré a Patrick lo tuyo con Mike. —Sonrió. —Que sales con uno de sus empleados. Su pequeña con uno de sus empleados, sabes lo avergonzado y decepcionado que se sentiría.

—Eres un maldito! —Dije al borde del llanto.

—Así es. —Se encogió de hombros.

Me soltó y me alejé unos pasos de él para tomar aire, en ese justo momento tenía unas ganas enormes de matarlo. Me estaba chantajeando.

—Estás son mis reglas. Vamos a vivir juntos, tu fingirás amarme Willow. —Me advirtió. —Seremos una de esas pareja que todos quieren imitar, vas a respetarme como si fuese tu marido, separaremos nuestros vienes, nadie sabrá que todo es mentira y claro no te verás más con el perdedor de Mike.

—¿ESTAS IDIOTA? —Grité. —¿Te volviste loco Darren?

—Si vamos a hacer esto, lo vamos a hacer bien mi amor. —Sonrió.

—Mis reglas son estas. — Respondo, tengo unas ganas inmensas de joderle la vida. —Tu dejarás tus zorras también, no vas a tocarme ni un centímetro. —Sonríe con ironía. —No me voy a pasar abrazándote y besándote imbécil, nada de intentar ahuyentar a Mike, nada de apodos cariñosos y tienes ir a mi casa y pedir mi mano.

—No tengo novia, ni zorras como dices, no será un problema. Por supuesto que pediré tu mano, linda. —Se encogió de brazos y llevó sus ojos azules a mi sonriendo.

—Podré fingir todo lo que quieras, —Me acerqué a él. —Besarte aunque muera de rabia si es necesario pero, NO y escuchame bien, NO DEJARÉ A MIKE. Lo amo, cosa que tu no sabes ya que la único que puedes amar es a ti mismo.

Que se creía ¿Que me podría manejar mi vida? Él muy imbécil con aire de superioridad cree que puede manejar al mundo a su antojo.

—Sonríe querida, que nos están fotografiando. —Dijo caminando a mi lado, colocó su mano en mi cadera.

Nos acercamos a un puesto de osos enormes y se propuso ganar uno para mi, pero llevaba diez intentos y no lo conseguía, yo por supuesto disfrutaba verlo hacer el ridículo y enojarse al no conseguirlo. Justo en el ego.

Lo hacía porque habían paparazzis sacándonos fotos, uno de los modelos más ardientes del planeta se casaba con la hija de uno de los más grandes empresarios del mundo era todo un suceso.

—¿Cuanto quieres por el maldito oso? —Preguntó, al chico con pelo crespo de puesto.

—No lo vendo, lo siento. —Era imposible que no riera de eso,Vaya imbécil.

—Te doy cinco mil. —El chico abrió sus ojos como platos y no se pudo resistir a la oferta.

—Gracias. —Dijo al chico, el cual le hizo un cumplido sobre la hermosa pareja que hacíamos, se giró a mi con el oso panda enorme —Para ti preciosa, Me debes un beso.

—Vete al infierno Darren! —Sonreí amable.

—Te amo más preciosa. —Me giñó —Terminaras loca por mi, en cuanto te haga el amor. —No pude evitar reír.

—Eso,—Me acerqué a él quedando a escasos centímetros —Jamás. Ni loca, en cuanto me case contigo mi vida será un infierno.

Me di la vuelta yéndome de ahí con el enorme muñeco de felpa. No iba a soportarlo ni un segundo más.

—No se te olvide, tienes una semana para planear nuestra boda preciosa. —Gritó.

***

Segundo capítulo!!! Gracias a quienes seguís esta historia!

¿Que piensan de Darren? vayan a seguir a los personajes en Instagram @Willow.ccee @Darren.ccee

Subiré dos o tres días por semana.

¿Quien quiere una dedicación?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro