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Toda la habitación estaba a oscuras mientras que había botellas de tequila vacías por todo el piso y muebles, no hacía falta ser un genio para darse cuenta que el día anterior se había desatado una gran borrachera tanto en la sala, el bar y por supuesto la habitación de la dama de negro.

Leo se removió entre las sabanas, su cabeza dolía, tenía un molesto pitillo en los oídos y seguía ligeramente mareado debido al alcohol.

Al sentarse en la cama, se confundió al ver que estaba desnudo a sabiendas de que el dormía con al menos un pantalón de algodón, también a eso se le añadía que no estaba en su habitación. Su cuerpo estaba lleno de marcas de besos color vino y había ropa tirada por todos lados al igual que las botellas.

Sin embargo su confusion revazo los límites cuando vio lo que había a su lado, era un bulto cubierto de pies a cabeza.

-¿pero que mierda pasó ayer?-pregunto al encontrar sus recuerdos en blanco, no tenía idea de quién era la demás ropa además de la propia y mucho menos quien dormía a su lado.

Pronto la idea de ser su esposa llegó a su mente, pero no no podía ser posible t/n lo repudiaba y le había dejado bastante en claro que no quería que la volviese a tocar ¿entonces quien era esa persona?

Tomó la botella de tequila de su propia recerba que estaba en su mesa de noche, estaba meido llena así que se la empino sintiendo el ardor en su garganta intentando que ese ardor le devolviera sus recuerdos y misteriosamente.... Si lo había hecho.

15 horas antes...

El matrimonio se encontraba en el bar de la hacienda, el barman se había ido por órdenes de estos mismos, Leo preparaba los tragos con la misma perfección y gracia que la de alguien que llevaba años en ese trabajo

T/n estaba sentada sobre la barra viendo como el charro negro preparaba los tragos, sin embargo ella aún tenía la botella de tequila en sus manos esa que Leo había llevado a la sala al principio.

Se pego de esta y la bebió como si se tratara de agua escuchando como en el escenario del bar uno de los empleados tocaba el piano en un tono más sensual que romántico.

Eso no importo en ese momento, no le importaba a t/n hacer creer a sus empleados que ella y su esposo compartían un momento romántico, solamente quería beber y ahogar su impotencia ante la manera tan fácil en que su padre se había desecho de su anterior vida.

-mandame-leo le ofreció una margarita.

Ella dejó la botella en la barra y comenzó a beber la margarita muy cargada a su petición.

-vaya eres bueno con los tragos-menciono mientras ahora era leo quien pegaba los labios a la botella casi vacía-creo que debiste dedicarte a ser barman en lugar del charro negro-al decir esto ambos rieron.

Pronto Leo la acompaño a sentarse en la barra, ambos estaban ya bastante hebrios así que ninguno fue consciente cuando terminaron abrazados sobre la barra compartiendo una nueva botella pues la anterior se había terminado hasta la última gota.

-sabes... No eres tan malo como creí-

-en otra ocasión dirías que no soy tan bueno como creíste-ambos rieron.

-si... Eres un completo hijo de puta pero.... Hebrio eres mejor-

-entonces procuraré estar siempre Hebrio-dijo para después llevarse la boquilla de la botella a la boca.

Está estaba manchada con el pigmento intenso de la chica así que inevitablemente los labios de Leo terminaron lijeramenre manchados.

-jaja... Ahora eres una mujer de pico chulo-dijo t/n mientras reía y tomaba la botella para también beber

-mierda-respondió Leo al verse en el espejo que había detrás de ellos, sus labios se veían rojizos debido al labial, sin embargo el alcohol como terrible consejero lo hizo sonreír atrevidamente-¿porque no acabas de pintarme como se debe?-dijo tomando a su esposa del mentón.

-maldito pervertido-respondió t/n sin embargo lo beso.

La botella fue dejada sobre la barra, pues t/n estaba más ocupada en deborse los labios de su compañero.

Al separarse ambos rieron pues el labial de t/n estaba corrido y la boca de Leo manchada.

-ups-dijo leo-creo que arruine tu labial-dijo mientras ambos se pegaban cada vez más al otro

-¿porque no me acompañas a mi habitación a recotarlo?-pregunto con voz sedosa y leo no pudo estar más de acuerdo.

Tomaron cuantas botellas pudieron sostener sus brazos y salieron del bar en camino a la habitación de la mujer. Al entrar en esta dejaron las botellas sobre la mesa de centro donde estaban los libros de la chica, los cuales terminaron en el suelo ante la brusquedad de los movimientos borrachos de ambos.

T/n rápidamente tomó el labial y retoco sus labios mientras leo la abrazaba por detrás y llenaba su cuello de besos.

T/n no resistió más y se dio la vuelta para besarlo manchando aún más la boca del charro negro, fue cuestión de segundos para que Leo estuviera sentado a la orilla de la cama con su esposa sentada en sus piernas.

Tomaban un trago y se besaban, tomaban otro trago y volvían a besarse a la par de que la quinta botella se había vaciado.

Leo desató los listones del corsed vino que rodeaba la cintura de su esposa, este estaba sobre la camiseta negra de t/n así que una vez terminó el corsed comenzó a abrir los botones de esta uno por uno, todo mientras t/n se dedicaba a manchar con su labial el cuello de su esposo.

Una vez la camiseta negra dio a para al suelo Leo comenzó a besar los senos de su esposa, lo cual era una tortura para ella pues solamente besaba la piel que sobre salía del sostén.

Leo hizo a un lado el largo cabello de la chica y comenzó a deborar su cuello una vez más mientras esta desesperada por más contacto se quito el sostén ella misma.

Ante esto leo rápidamente le dio la vuelta derribandola sobre la cama.

-eres tan hermosa-dijo al contemplar su desnudez de la cintura para arriba.

Leo nuevamente tomó el labial y lo coloco sobre los labios de su esposa, quería que ella lo sugiera marcando pero este ya estaba corrido así que ninguno se molesto en volver a retocarlo.

T/n estiró sus brazos hasta el rostro de Leo y lo tomó de las mejillas jalandolo a sus labios iniciando nuevamente una batalla campal entre sus lenguas. Batalla que fue ganada por Leo tomando el domino de la situación.

Rodaron en la gran cama hasta que t/n quedó nuevamente sobre el regazo de su esposo con la diferencia de que ahora el estaba acostado, mientras ella iba abriendo su camiseta boton por boton

Una vez descubrió el pecho de Leo beso cuanta piel se encontró a su paso agradeciendo internamente que su pecho fuera completamente lampiño.

Nuevamente tomó la ahora sexta botella de tequila y pego sus labios bebiendo el contenido al instante. Y paso la botella a manos de Leo mientras ella se encargaba de abrir el botón de su pantalón.

Leo bebió el contenido y dejó la botella en la mesa de noche, al mismo tiempo de que ayudaba a su esposa a desprenderlo del pantalón.

Pronto, pantalones camisetas y ropa interior fueron a parar al suelo donde las botellas de tequila y libros de pasta dura se encontraban.

Leo acariciaba sin pudor alguno cada centímetro de la piel de su mujer, mientras esta no dejaba de manchar su piel con el labial, pronto leo se cubrió a si mismo y a su esposa con las sabanas negras.

-¿lista?-pregunto colocándose entre las piernas de t/n

-solo hazlo mierda.... Te necesito-dijo para besarlo después ahogando sus gemidos al sentirlo entrar.

Ambos estaban en el paraíso, ninguno había tenido intimidad en mucho tiempo así que el estar haciéndolo bajo la oscuridad de la noche era maravilloso.

Las cortinas eran de un café tan oscuro que ni siquiera dejaban pasar a la luz de la luna, ninguna de las velas había sido encendida así que solamente tenían la visión que sus ojos adaptados podían darles.

Era una suerte ser seres sobre naturales pues gracias a eso lo que sus ojos podían darles era algo muy detallado.

T/n gemia sin pudor a medida de que Leo aceleraba el ritmo, se sentía realmente bien leo estaba en las mismas sientiendo como las paredes de su esposa palpitaban y lo aprestaban cada vez más.

Ella arrastró sus largas uñas y arregladas por la desnuda espalda de su marido, rasgando la piel a su paso ocasionando que la sangre brotara de los rasguños pero a Leo no le importo, demasiado ocupado en morder el cuello de su mujer hasta hacerlo sangrar. No era ningún vampiro, pero había descubierto el placer que podía ocasionarle a t/n esa acción

-oh mierda-grito t/n al sentir la semilla del charro negro invadir su interior, ella rápidamente se unió a él orgasmo siendo pateada por este directo a las estrellas.

Definitivamente el mejor sexo de la vida de ambos. Más sin embargo no hubo besos y mimos después, solo un par de borrachos que calleron en los brazos de moefeo en cuanto el climax llegó a término.

Actualidad.

-carajo-exclamó al terminar de recordar.

Miro a su lado t/n aún dormía, debía volver a dormir rápido antes de que ella despertara y confundiera las cosas pensando en un abuso.

-¿leo?-sintió su piel volverse de gallina

T/n se sento en la cama y contempló el panorama dándose cuenta de su desnudez rápidamente se cubrió mirando a su esposo con confusión, sin embargo un más pronto que el los recuerdos llegaron... Hasta el mínimo detalle.

-carajo-dijo

-si... Carajo-respondió leo.

Continuará.