—¿Qué dijiste, idiota? —Parecíó retarla con los ojos entrecerrados y Siyeon, ni lenta ni perezosa, se paró frente a la chica poco más alta. Resguardando a la peliplata detras de su espalda.— Yo a Yoohyeon la trato como se me da la gana.—Dios, que ser tan asqueroso era esa chica. —Si no te gusta, lastima por ti. Pero no te metas en mis asuntos ¿entendido?

—¿No ves que ella no te quiere?

—Basta... No lo hagas... —Comentó la otra chica entre llantos.

—¡Tú te callas!

—S-sí, unnie...

—Vete, como sea que te llames. Y espero no vuelvas a meterte, o te partiré el culo de una patada.

—Siyeon es mejor que bajes, SuA unnie hizo algo para comer. —De nuevo apareció Gahyeon, con su inocente expresión... No debía confiarse.

—Pero-

—SuA unnie te dijo que no te metieras y tu vas y te metes... Ag seguro nos darás problemas.

Ni siquiera le había dejado decir ni mu cuando ya la había arrastrado hasta la sala otra vez. Parecía el único lugar agradable... Además un exquisito olor venía desde la cocina y no dudó en asomarse. Kimchi...

—Te gusta ¿verdad? Tu cara te delata. —Rió Bora con una adorable sonrisa. No por que se viera tierna pero... Siyeon sentía que adoraba la sonrisa de esa chica.

—Uele increíble.

Pero claro, la atmósfera se oscureció con la presencia de ese horrible ser. Agr la aborrecia. ¿Y cómo no?

Pero la pelimorada no se inmutó.  Sirvió dos platos y se volvió a ir.

—Si Yoohyeon no la hiciera enojar tanto, Minji sería lo más cercano a un príncipe azul que llegarían a ver.

—Ella podría serlo con cualquier otra chica. Pero es una enferma... ¿Cómo puede siquiera tocarle un pelo a Yoohyeon? No la conozco pero-

—Y déjalo ahí. Yoohyeon sabe en qué se mete. Ahora vamos a comer, ya va a ser hora de dormir.

—Apenas van a dar las 8.

—8:30 cortan la luz y por ende el WiFi. —Explicó la de pelo exótico una vez estuvo sentada en la mesa. ¿cuándo había llegado?

Todas aquí daban miedo. Excepto Bora y Yoohyeon, claro.

—Por cierto, Dami dijo que no tiene hambre, que está ocupasa.

—¡La muy maldita me quiere ganar!—Dio un furioso golpe en la mesa. ¿Acaso creía que un meticuloso y retorcido plan le daría la victoria? Ja'... Tal vez.

—Gahyeon. —Regañó Bora dejando 4 platos en la mesa. Ya arta de que la casa fuera un caos contante.

—De todas formas voy a ganar~

—Ninguna va a hacer nada. Deberían comportarse.

—La siguiente seguro serás tú. —Apuntó la menor con un tenedor para luego tomar algo de fideos y comer. Aún con la expresión de una niña encaprichada.

—No lo creo. Dependen de mi para no morirse.

—Eso es verdad. —Apoyó la pelinaranja.

Siyeon miró el plato. Se veía delicioso pero su estómago se había cerrado por el terrible presentimiento que tenía desde que paró a un metro de la puerta.

Aún así se forsó a comer, no quería quedar mal con Bora. No con ella.

—¿Te importa ayudarme con los platos, Siyeon? —Eso sonaba a algo tranquilo, por que Bora era tranquila y cerca de ella todo parecía en calma. Handong desapareció en algún momento y Gahyeon se fue al sillón a disfrutar los último 10 minutos de tv.

—Seguro. 

—Yo lavo, tú secas.

—¿Bora, puedo confesarte que esto me da miedo? —dijo lo más suelta que pudo, mientras una puntada se clavaba en su espalda y trataba de que no se le calleta el repasador.

—Yo también tuve miedo el primer tiempo... Pero es cuestión de aprender a sobrevivir. Si te mandaron aquí es por algo, solo no te dejes intimidar.

—¿Cómo se supone que haga eso?

—Usa el cerebro, es tu mejor amigo en esta casa. No confíes en nadie... Menos en Handong, ella nunca se inmutó por nada, sobrevivio dos noches y la tercera consiguió que Dami no se metiera con ella. Pero nadie sabe por qué. Gahyeon se la tiene jurada a Dami por que a ella tampoco le quiere decir.
Minji es inofensiva, a menos que toques a Yoohyeon... O a su comida. Yoohyeon es un peligro, te conduce a una telaraña terrible donde vas a ser presa facil. No le hagas caso a nada de lo que te diga.

—¿Y tú?

—Que graciosa ¿Crees que te voy a decir?... Esto es guerra, querida. Tu peor pesadilla empieza en 3 minutos.

—En 2. Y SuA unnie es super mala. Pero creéle, nunca miente—Agregó la voz de Gahyeon que parecía atenta a la conversación.