Para: N. C.allahan

De: J. Hartigan

Después de tenerte sola para mi en esa semana llego a la conclusión que me es bueno intentar suicidarme de vez en cuando, llegar a ese momento donde no me desespero cuando me falta el aire, teniendo todo de mi de una manera tiesa y sin plegarme sintiendo esa sensación donde toda el alma se esfuma del cuerpo, cuando una parte de mi te la teletransporto ese momento cuando doy unos últimos movimientos de vida, sacando fuerzas a pesar de tener agotadas toda la energías en mis piernas, a pesar de eso, trato de impulsarme para ingresar nuevamente a  tu mundo, aun usando mis manos para sostenerme sabiendo que caeré de todas formas.

       ¿Cuantos besos son necesarios darle a ese ombligo para fusionarme a ti?, ¿de que lado de la cama duermes? pues encajas perfectamente en mi rompecabezas, ¿a que sabe tu piel a las 11:11 de la noche ?,  son preguntas que se responden  cuando hacemos el ritual.Quiero perderme en tu laberinto cósmico, quiero extraviarme en tus ojos y en tu piernas cuando marcan las 2:50 como las agujas del reloj, abrazándome a tu cuerpo hacia que te descubra mas, toda escapatoria de onomatopeyas que  emergía de nosotros era arte, puedo considerar que el enlace de nuestras vellosidades, aquellas fimbrias de nuestros cuerpos actuaban como enlaces, es un placer ahogarme cuando sé que observo tu rostro a detenimiento, se ve que la moneda cayó de nuestro lado, que en los dos dados salieron doble seis, que sacamos puras ases siendo tu la única reina de mi baraja, que mientras yo avanzo de uno en uno te veo deslizarte por donde se te antoje sobre mi tablero de ajedrez.

       Tienes ese poder que al enviarme aquella perversa sonrisa genera sinapsis entre deseo y libido total, es como introducir una moneda en la rockola para cantarte al oído palabras lascivas. Conozco tu cuerpo a tal magnitud que tengo mis tres lugares preferidos de escondite, tengo un enorme laberinto que la única solución de ella es recorriendola, encarnas todo el paisaje de Salento en tu cuerpo cuando me "vaceaba" sobre tu naturaleza me sentía en varias lugares al mismo tiempo, los riachuelos blancos  que se suicidaban de tu espina dorsal generaba envidia entre las células de tu piel, me fascina como formabas un cardiograma de placer en nuestros mundos, no quería soltar el timón del barco no quería soltar tu pelvis ; no quería soltarte de nuestra creación.

     Después de terminar de maltratar nuestros cuerpos y de masturbar nuestras mentes , cuando estemos agitados entre las sabanas, continuando con la conversación, riendo, mirándonos fijamente, cuando sigamos amándonos ahí veras la diferencia entre sexo y hacer el amor, es como aquel placer por la primera cucharada del postre comparado al compartir una tarde de campo con la persona que amas degustando todo el postre.Ya que en esta carta te acabo de explicar el sabor de la primera cucharada del postre, quiero que compartas conmigo una tarde de campo sobre una misma hamaca balanceándonos todo acurrucaditos llevándote a la boca el postre mientras que los Tordos nos cantan.Te tengo que meter en mi vida, te tengo que meter toda, toda.