Pequeños ríos salados caían por sus mejillas redondas, sus ojos tristes miraban la caja donde estaba su padre acostado, "dormido para siempre", como le había dicho su tío Seungcheol. Pero eso no bastaba para que dejara de llorar a mares, su madre ni siquiera estaba presente por lo que no podía ir a refugiarse con ella.

La familia por parte de su padre lo querían consolar, pero simplemente no era lo mismo, quería a su amada madre y querido padre junto a él.

Era difícil para el vivir todos esos malos momentos a sus cortos 10 años.

Él solo quería llegar de la escuela y enseñarle a su padre que le enseñaban en danza y lo que aprendía en matemáticas. Solo quería jugar con sus juguetes. Solo quería ver caricaturas todo el día.

No quería madurar y aceptar que su padre ya nunca estaría con él.

Con sus pensamientos volvió a llorar abrazando a Seungcheol por las piernas, no sabía si su tío era muy alto o el simplemente muy bajito. Por eso también estaba odiando madurar, ya no iba a crecer nunca más. Chan pensaba que eso tenía sentido.

Seungcheol lo cargó abrazándolo con fuerza mientras recargaba su cabeza sobre la del niño, no pensaba ser un padre sustituto para su sobrino, pero si un tío cariñoso y comprensible que siempre estaría con él sin importar que.

—Vamos Chan, ¿No quieres comer algo? Te daré permiso de comer helado y pizza por la noche —sonrió intentando que de esa manera también las lágrimas de sus ojos cesaran, le dolía la muerte de su hermano y el llanto doloroso del pequeño Chan.

—No, no comeré si me sigues llamando Chan —puchereó quejándose por el nombre por el cual le llamaban todos.

Él quería que le dijeran por el apodo que le puso su padre. Él quería que le llamaran Dino.

Seungcheol rió acariciando los cabellos oscuros del niño, limpiando las lágrimas sobre sus mejillas rojas con cuidado.

—Esta bien, Dino, vamos a comer y más tarde volvemos, ¿si? —el mencionado asintió acomodando su cabeza sobre el hueco entre el cuello y hombro del hombre, sintiéndose cómodo así.

—Hey, Cheol, ¿A dónde van? —preguntó Wonwoo viendo hacia los dos mientras se acercaba con Mingyu de la mano.

—A comer, Dino solo ha comido ramen en todo el día y lo quiero consentir un poco para que se sienta mejor —sonrió levemente al notar la ilusión en los ojos de el niño por aquel apodo.

—Quiero que el tío Min y el tío Won nos acompañen —mencionó Chan mirando a Seungcheol.

Wonwoo era el hermano menor de Seungcheol y Bangchan, los tres eran muy unidos. Habían veces que salían los tres junto con Chan, otras veces con las respectivas parejas de Seungcheol y Wonwoo: Mingyu y Jihoon.

—Claro, vayamos todos juntos —sonrió hacia el niño que fue desplazado de los brazos de Seungcheol hacia Mingyu, quién lo tenía en la espalda abrazado como koala.

Cheol fue a avisarle a sus familiares que irían a comer y que cualquier cosa le hablarán y estaría de nuevo aquí. También le preguntó a varios de sus familiares si querían algo de comida.

Definitivamente el alma noble venía de familia.

—Quiero ir con mi mamá y comer también con ella —habló Chan mirando hacia Wonwoo y Mingyu, quiénes se miraron entre sí dudando que decir.

No le podían decir al niño que su madre se había ido de vacaciones junto a su amante para festejar que su marido había fallecido. Esperaban que se haya ido para siempre y poder ellos criar a Chan como se debía.

No querían seguir manteniendolo a su lado. Nayeon era muy mala madre, pero Chan la seguía amando con ojos ciegos.

—Está descansando junto con su familia, estos temas la ponen sensible y no quiere ponerte triste —mintió Wonwoo hacia Chan, quién se tragó todas las mentiras.

Odiaba mentirle a su sobrino, realmente lo odiaba.

Pero quería seguir viéndolo ser feliz, con esa sonrisa radiante y ojos brillosos que te hacían sonreír inconscientemente.

Dino era una pequeñita estrella y ellos no eran nadie para apagar la luz de esa estrellita.

Mingyu le hizo una mueca a Wonwoo y empezaron a caminar con Seungcheol atrás, tenían la suerte de que no fuera tan tarde y el centro comercial aún estuviera abierto. No quedaba tan lejos de la funeraria y querían caminar entre el aire frío para despejar un poco la mente.

El moreno pasó a Chan a sus brazos, tapandolo un poco con su bufanda para que no pasara frío en lo que llegaban a la zona de comida.

Comieron tranquilamente escuchando a un Chan y Mingyu parlanchines mientras que Seungcheol reía de ellos y Wonwoo solo sonreía prestando atención hacia los dos.

Eran como unos pequeños cachorros con mucha energía.

Dino poco a poco fue quedándose dormido sobre los brazos de Seungcheol de camino de regreso, Wonwoo lo llevaría a su casa para que descansara mientras que Mingyu iba a la suya porque al otro día tenía sesión de fotos y Seungcheol se quedaba en la funeraria.

Cuando Chan despertó a mitad de la noche asustado por una pesadilla, buscó con la mirada a su padre y estuvo a punto de llorar porque ya no estaría cada vez que estuviera asustado, pero recordó lo que el novio chino de su tío Soonyoung le había dicho.

"Cuando tengas miedo, escribe lo que sientes."

Buscó con su mirada una hoja, rápidamente notó que estaba en la habitación de su tío Wonwoo así que corrió hacia su escritorio y buscó una hoja en blanco y una pluma. Prendió la lámpara del escritorio y se sentó en la alta silla giratoria para empezar a escribir.

"Quiero que estés conmigo cuando me despida de papá. Quiero que estés ahí conmigo como yo siempre estuve contigo.
He notado un poco que no siempre estas cerca de mi y eso me pone triste.

¿No me quieres? ¿Soy un mal hijo? ¿Me odias por haber comido dulces tan noche o por haberte hecho una carta el día de las madres y que haya escrito mal tu nombre?

Perdón por no ser un buen hijo, pero quédate a mi lado mientras me abrazas y nos despedimos de papá.

Papá siempre me contó que te amaba pero a veces pensaba que tu no lo amabas, nunca me dijo porque pero me dijo que no te dijera o lo ibas a dejar fuera de casa.

Nunca pensé que realmente lo ibas a dejar fuera de casa bajo la lluvia mientras temblaba y a mi me encerrabas en mi habitación para no rescatarlo porque él era...

Uhm, no recuero tus palabras, ¿un bueno para nada? sí, creo que eso.

No pienso que mi papá sea eso, siempre trabajó mucho para comprarnos cosas pero tu siempre le recalcabas que ¿Jackson? te compraba cosas más caras.

Papá a mi me compraba cosas caras pero  yo no le pedía nada.

Deberías disculparte con papá, conmigo no porque ya te perdone, te amo mucho como para enojarme contigo.

Te amo, mami.

De: Lee Dino.

Para: Mami."