Antes de empezar, esta carta va dedicada a vos, que se que jamás vas a leer esto, que jamás ocurrió algo, no tuve los ovarios para enfrentar lo que me sucedía y tú, tu jamás supiste lo que yo sentía... 

Querido recuerdo:

Esto va para ti, mi imposible y es que con solo tu mirada provocaste una revolución en mí, dudando de mi existencia. Me sentía tan bendecida de que mirarás, soñé tanto con tus manos en mi cintura, recorriendo en un lento vaivén mi espalda.

Te cruzaste en mi camino, interrumpiendo todos mis planes. Porque así eres tú, alguien tan libre, amando a todo aquel que se cruza en tu radar...Entonces entendí que no serías mía, que en tu corazón había demasiado amor, tanto que podías repartirlo a muchas personas.

Eres mi imposible porque jamás te dije que te quería a mi lado, y es que tú sabías eso, lo sé, muchas veces me incitaste a que lo diga en voz alta, eso querías, querías oírlo para regocijar a tu ego.

Sabiendo lo que eres, lo mismo te quería, por qué por tu cuerpo me volvería creyente. Le rezo al universo cada noche para que tu mirada simplemente se cruce con la mía. Porque este juego es de dos, yo también note como miras mi espalda cuando me volteo, cuando crees que no me doy cuenta...

Lastimosamente serás mi imposible, quizás seas mi alma gemela por eso detesto tanto que hayas llegado en el momento menos indicado, cuando estoy enamorada de alguien más ¿Que me hiciste? ¿Porque tengo tantas ganas de tirar todo lo que estoy construyendo por ti?

Maldito sea el universo que no quiso ponerse en mi favor, me tendré que conformar con solo mirarte y soñar que en una línea paralela tus labios se reencontraron con los míos. Por que al final del día, seguirás por tu camino y espero que encuentres la felicidad que mereces, y, aunque no estemos juntas, siempre llevaré tu recuerdo en un lugar muy especial de mi ser.

Con todo mi cariño, para ti, mi gran imposible...